Arno W Müller

Me he dado cuenta que deseo a la pequeña pelirroja casi más que lo que deseo respirar, la deseo desde el primer momento en que la ví, perp sus votos, sus labios, toda ella me tienen en un estado de embriaguez que me asusta.

Sabía que era atractiva lo había notado desde el momento en que la rescaté , pero ver esa furia contenida en su mirada, esa llama escondida en el fondo de su ser, esperando consumirla y mostrarla como es , me pone a mil y ser el hombre que esté a su lado cuando se encuentre a sí misma, ser quien la acompañe es... simplemente es todo lo que siempre he deseado en una esposa.

Una mujer que esté a mi lado, no tras de mi, no en mi regazo, una igual y Nicole tiene potencial para ello, lo supe desde que vi sus azules ojos por primera vez.

Será una diosa en la tierra.

La pego lo mejor posible a mi mientras realizamos nuestro primer baile como casados, mi mano está abierta en la parte baja de su espalda, acariciando con sutileza su generoso trasero y siendo cuidadosa de no lastimar sus heridas. Sus ojos no se partan de los míos mientras nos deslizo por la pista de baile. La música suena y por momentos veo reflejos de la chica que solía ser.

Bailar era su pasión.

Era su escape antes de la masacre, luego fue su castigo, pero puedo notar que no lo odia, incluso que podría seguir bailando. Veo de reojo a mi hermana sentada en un rincón luciendo terriblemente aburrida, ella odia este tipo de celebraciones , odia este mundo , así que contra todas mis ganas suelto a mi esposa.

Pretendo caminar hasta Hanna que se encuentra jugando con sus uñas extremadamente grandes y llamativas en el momento en que Ivanov se acerca a nosotros, afortunadamente no trajo a su hermana  a la fiesta.

—Müller —Pronuncia llegando a nostros.

Atraigo a Nicole hacia mi dejando mi mano posesiva en su cintura, genial ni un día de casados y ya comienzo a comportarme como un loco posesivo.

—Ivanov — Acepto la mano que me ofrece cerrando el pacto secreto, sintiendo el pequeño temblor en su mano.

—Gracias —Es lo único que dice dejando caer por un microsegundo su escudos , su agradecimiento es genuino y sé que el pequeño gran regalo que le di es suficiente como para contar con su lealtad.Baja su mirada a mi esposa que mira todo el intercambio confundida —Felicidades señora Müller.

Ella solo asiente y le regala una sonrisa mínima, el nuevo jefe de la Bratva me da la espalda y se aleja a la salida a paso veloz, supongo que está ansioso por estar a solas con la persona que lleva oculta en su coche.

—¿Qué fue todo eso ?—Nicole se voltea hacia mi buscando mi mirada —¿Por qué parecía que Ivanov besaría en cualquier momento tus pies ?

Bajo la mirada encontrándome con sus azules ojos que se mantiene analizándome. Aún no puede saber todo, porque seguramente saldrá corriendo tras Ivanov, y eso sería demasiado inconveniente para nuestros planes a futuro.

—Digamos, Foxie que la noticia de que estabas en mis manos se dispersó como pólvora.—Hundo los dedos en su cabello , no puedo dejar de tocarla —Y alguien vino a mi, buscándote, alguien que también quería rescatarte, pero yo me adelanté a sus planes.

Mis palabras llaman su atención demasiado rápido y ella toma mi cara en sus manos para que aparte la vista de mis dedos jugando con su suave cabello ahora rojo . Me encanta la forma en que sus pecas se mantienen aún con maquillaje.

—¿Quién?¿Y qué hiciste con esa persona ?

—El nombre lo conocerás luego, y lo que hice fue anexar a esa persona a nuestro equipo y llevarla con Ivanov.

Ella frunce el ceño, tratando de leer algo más en mi rostro , pero es tarea perdida.

—,No me contarás más?

—Tú confía me mi, Foxie. Serás parte pero primero tienes que ser tú.

Resopla notablemente enfadada y golpea mi pecho con disimulo, yo solo sonrío, el zorro está saliendo de su escondite. Me da la espalda y se va directo a la mesa de mi hermana donde se encuentran también Victoria y Anton charlando.

Hanna saluda a Nicole quien parece un poco confundida por su presencia, pues no creo que aún hayan tenido una presentación formal. Hanna no tarda en explicarle que es mi hermana pequeña. A lo que recibo una mirada de reojo de la pelirroja.

Me acerco al grupo colocándome detrás de mi esposa, noto la leve sonrisa de burla que Victoria trata de esconder tras su copa, y como mi hermana pone los ojos en blanco.

—Si quieres le orinas encima y es más fácil —Resopla Hanna — Por cierto, disculpa la pregunta, Nicole ¿Cuantos años tienes?

—Hanna...—La reprendo.

—Veintidos —Responde la pelirroja —¿Por ?

Hanna ríe.

—Tienes mi edad —Ríe Hanna—Por fin alguien que me entienda es casa todos son demasiado adultos o para el caso, críos.

—Hanna...—Noto que está algo pasada de copas —Detente.

—Hermanito... ¿No te resulta raro estar con alguien de mi edad ? Supongo que para probar mi madurez es que siempre me ordenas cuidar a...

—Señor sus regalos de boda ya se encuentran en la hubicación que pidió —La interrumpe Anton y respiro aliviado , mi hermana suele ser demasiado bocazas —El Jet está listo también.

—¿Jet?¿Regalos de boda?

Nicole se voltea nuevamente hacia mí.

—No pensaste que tendríamos una boda sin luna de miel.

Abre mucho los ojos sin moverse simplemente parpadeando , como si no acabará de asimilar la información que acabo de darle, solo se queda quita , incluso dudo que esté respirando.

—Genial, jefe, la rompiste de nuevo —Se mete Victoria dándole un trago a su copa.

Nicole gruñe en respuesta y cuando vuelvo mi mirada a ella está completamente sonrojada,tanto que sus pecas parecen aumentar de cantidad.Yo aprovecho su desconcierto para besar levemente sus suaves labios.

—¿Y sabes qué? Como que me están entrando ganas de irme.—La atraigo hacia mi porque la pobre solo gruñe cosas ininteligibles. Es casi gracioso verla.—Los veo mañana a todos en el hotel.

Eso la hace reaccionar.

—¿A dónde vamos ?

Simplemente tomo su mano tirando de ella.

—Vamos.

Nicole Doyle

Nicole Doyle de Müller, que extraño suena incluso en mi mente, siempre supe que llevaría sobre mi otro apellido , siempre supe que al final tendría que casarme con alguien, pero jamás imaginé que terminaría casada con nada más ni nada menos que el líder de la mafia fantasma, esa mafia que supuestamente sólo era un mito, algo que no existía ni sería tomada en cuenta nunca.Y ahora estoy aquí, la pieza clave para volverla real, para llevarla a la cima.

Sinceramente se siente mejor, más entretenido que simplemente casarme con alguien que ya estuviera allí.

Si mis hermanas estuvieran vivas se morirían de envidia, porque siento que fui quien terminó llevándose el mejor partido. Si ellas estuvieran vivas...

Yo no me sentiría tan sola.

—¿En qué piensas? —Arno apenas me había dirigido la palabra en todo el camino al Jet .

Estábamos en el Jet volando a quien sabe donde pata tener la supuesta luna de miel, no me creo ni un poco el cuento de la semana entregada simplemente al amor, sobre todo porque amor no hay.

Y que no me quiera decir el destino de este viaje solo aumenta mis sospechas de que tiene algo entre manos.

—En mis hermanas...—Me limitó a decir —En que ojalá hubiese estado a mi lado.

—Creeme estuvieron ahí.

—No creo en fantasmas.

Una sonrisa tiró de sus labios a la vez que tomó entre sus manos una copa de vino tino.

—Pues estás casada con uno —Sus ojos grises me miraron con intensidad —Y dicen por ahí que mientras más fuertes se vuelven más reales son.

Simplemente puse los ojos en blanco y llevé la mirada a la ventanilla, mi vista fue a la oscuridad infinita de la noche, a las estrellas que se veían a lo lejos, pero mi mente se hallaba muy lejos de allí, estaba en los recuerdos de esa última noche, de esas últimas sonrisas, ojalá el tiempo se hubiese detenido, ellas no hubiésemos muerto y no estuviera rota.

¿Dónde estaría ahora?

No con Müller , mi padre jamás le habría entregado mi mano a menos de que lo hubiese visto cono un buen negocio.

¿Estaría en Rusia ? Seguramente ayudando a mi hermana a preparar su boda como prometió ella hacer por mi, algún día.

—Tienes un cabello hermoso —Sentí como el suave peine acababa con mis nudos —Tan suave.

—Es el mismo que el tuyo —Mi mirada azul se encontró con los ojos celeste de Breanna que jugaba con mi pelo —Solo que más lacio.

—Ya me veo siendo quien te peine el día de tu boda —Sonrío —Te conozco tan bien que haré la boda tan a tu gusto que parecerá que tú misma la planeaste.

—Mejor ocúpate en la tuya que Alex Ivanov parece morirse por tus huesos—Me burlo —Tal vez sea yo quien prepare tu boda.

—Alexander Ivanov solo es un hormonal mirando mis pechos,y su hermana es molesta, jamás pedirá mi mano, ni llegará a sentir nada por mi.—Una mueca triste deformó su hermoso rostro y me volteé pata acariciarla.

—Y tú ¿Siente algo por Ivanov ?

Las mejillas de mi hermana mayor se tiñeron de rojo pero no dijo nada solo me volteó y siguió peinando mi cabello.

—Tú tranquila que prometo ser yo quien planifique tu boda —Habló luego de un rato —Será la mejor de todas —Ya luego podrás pensar en la mía.

—Yo también te haré una gran boda hermana.

Una solitaria lágrima se escapó por mi mejilla, sin duda mi boda fue hermosa, un boda que ella podría haber planificando a la perfección, pero el maldito jardinero me robó la posibilidad de cumplir mi promesa, la posibilidad de estar a su lado en su mejor día, le robó al mundo un ángel y yo... quiero venganza.

—Arno —Llamo a mi esposo —Quiero venganza.

—¿Qué ?—Parece confundido por un momento.

—La muerte del Jardinero no será suficiente, quiero sus gritos su sufrimiento como sufrí yo durante seis largos años —Tomo sus grandes manos entre las mías —Quiero que pierda todo lo que ama , que lo vea y que no pueda hacer nada, quiero su sangre, quiero que el mundo tiemble ante mi nombre, que todos se lo piensen dos veces si quiera antes de mirar en dirección a Nicole Doyle de Müller.

Una sonrisa siniestra aparece en los labios de mi esposo que entrelaza sus dedos con los míos antes de besar la palma de mi mano con devoción absoluta.

— Yo seré el jodido espectador , yo estaré siempre a tu lado Foxie y mi placer será ser el filo del cuchillo con el que pongas al mundo a tus pies, con el que derrames la sangre de tus enemigos, esposa mía.—Besa mi frente durante unos largos segundos —Y tú venganza comenzará en cuanto pongamos un pie en la isla.

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Con amor
Hielo