【Capítulo 14】

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"Nice to meet you,
voice inside my head"
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La pasantía con el héroe Gran Torino podrían decirse que para Anrub no era tan pesado como creyó que podría ser, es más se podría decir que era ridículamente divertido.

En cada entrenamiento, daba cierta indicación o consigna del desafío para Midoriya había sido distribuir todo su poder alrededor suyo. Mientras que para ella sería poder usar su poder oculto por más tiempo sin caer en somnolencia.

Pero aquello justamente tocaba una fibra pasada y tortuosa de su antiguo ser, por ende, terminaba en caos siempre su uso de poder. En dos ocasiones casi quemó al héroe, claro que ahora le había cortado de manera casera la barba. Aunque había sido un gran susto.

Su inquietud, el miedo de volver a estar sola en un lugar con aquellos seres que eran los creadores que la trajeron al mundo, era su peor miedo. Y su poder venía de ellos.

—Si tan solo pudieras deshacerte de ese bloqueo de poder, tu segundo quirk sería la salvación para muchos. Ghost Fire.

—¿Bloqueo? Tks... Una mierda, lo utilizo perfectamente.

—Más respeto a tus mayores, jovencita. —el gran torino advirtió con otro intento de golpe con el bastón.

Pero la mirada divertida de la joven de cabellos negros irradiaba una distante.

—Le tengo respeto, pero no tuve educación como tal. No pida milagros, Don torino, conmigo no creo que los obtenga.

—Mocosa no te fíes de los malos pasados, no siempre es lo que solo has pasado. Debes desbloquear ese poder, se que te puede servir mucho a futuro si logras hacer uso completo de esa purificación neutral.

—¿Que pasa si no tengo absoluto deseo de desbloquearlo?

Pregunto con cierto desinterés plasmado en aquellos ojos ambarinos, mientras notaba el disgusto en el mayor.

—Nunca podrás proteger como un héroe y llegar a la meta que deseas, ¿quieres demostrar que puedes? Pues desbloquea tu máximo poder. Busca respuestas, busca tu pasado.

Las palabras fueron como un balde de agua para Anrub que para cuando percibió el aura de Midoriya tan solo agarró su mochila y partió lejos del Gran Torino, encendiendose en flamas, marchándose enojada.

Su corazón irradiaba dolor, su cabeza al intentar dejar libre su segundo quirk le traía todos aquellos recuerdos que odiaba con todo su ser.

   ¡MAMI! No me dejes, ¡Mami!

Morenita no despertaste, no eres digna de vivir. No eres mi hija.

¡Papi! Estoy despierta, ¡no me dejes por favor!

Cada palabra daba una punzada peor en su cerebro, gruñendo e incendiando todo una vez el manto blanco salía fluyendo por cada recuerdo.

Él, y todos ellos, la protegían, la protegían de ese dolor que ninguno supo porqué ella lo vivió así, tan pequeña.

¿Buscar respuestas en un pasado y desbloquear aquel poder? Patrañas, para que mierda sería correcto usarla al completo. Pero una vez llegando a su punto de destino en un barrio abandonado cerca de Hosü, golpeó la pared de ladrillos ofuscada y enojada por haber comprendido algo que la inquietud no le dejaba ver.

Él sabía de su poder, el Gran torino sabía en qué debía meterse para llegar a tocar su quietud y perturbarla.

Un grito terrorífico salió de sus labios buscando sacar el enojo de su ser, el enojo al dolor y el rechazo de su propia familia, su pasado. Incendiando todo el edificio a su paso con otro golpe.

El pequeño fénix al verla desde la mochila apartada a un lado, pudo entender que su dueña y ama no había pasado por buenos caminos, tal vez las palabras de aquel hombre tendrían más significado de lo que podría tener para él.

—¿Buscar... Respuestas? Ja. Esa gente ingrata debe estar muerta.

Las palabras neutrales y frías zumbaron en el ambiente mientras la sangre de su mano rota y dañada escurría por las paredes, el dolor lo sentía, pero recordar ese vacío, ese dolor en específico la hacía olvidarse de estar viva.

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El radiante y magestuoso fénix voló hasta ella en cuánto culminaron sus obligaciones, ella iba volviendo ya pasado el anochecer al departamento del Gran Torino que la recibía con cierta distancia, notaba como ella iba inestable, sabía que había tocado fibra sensible que siempre la ahogaba en un mar de insensibilidad.

—Descansa, y después seguirás con la práctica.

Anrub no contestó, solo por el hecho que no deseaba pensar en otra pesadilla más. Mientras el fénix lloraba con tristeza curando con sus lágrimas el daño en la mano. Pero la mirada de Anrub estaba perdida en aquellos recuerdo con tinte oscuro y doloroso.

«¿Porqué odias recordar el pasado?» fue la duda que inundó en la habitación, dicha por el fénix que miraba sin entender.

Las flamas surcaban las esferas del iris de aquellos ojos ámbar, intensos y con ganas de extinguir el dolor que causaba su solitario pasado, todo antes de conocer a Mephisto, antes de tener tanto pasado y futuro, como presente tan palpable.

—Es un dolor innecesario, un pasado que nunca debió existir.

«Pero... Si no existía, tu... Tu no existirías, ama» dijo incrédulo y molesto, el fénix.

—Justamente eso, nunca debí haber nacido. La basura se bota, si no crece no hay vida. No hay desperdicio, ¿crees pedí nacer? ¿Que fui feliz viviendo en un mentira? Odio a los humanos.

Las palabras frías y sólidas tan vividas, habían dejado sin palabras al fénix sin ser siquiera capaz de responder o contradecir, una parte de sí, se sintió identificado.

Aunque esa misma noche supo que al ir en tren con Midoriya y el Gran Torino, la única persona que debía purificar realmente se encontraba en lo alto de esta oscuridad, ya había desatado el caos con los Nomus, por ende, cuando cruzó la franja final.

Supo que algo no estaba bien, se apartó de su compañero junto maestro, para ir directamente a ese punto. Encontrándose con una imagen totalmente indescifrable.

—Ghost Fire... Tanto tiempo.

Stain, el asesino de héroes, había dañado fuertemente a uno, pero también se observaba perfectamente como Iida tenya estaba considerablemente herido. Su rostro se mantuvo tranquila pero en sus ojos, una realidad triste notaba, la verdad de los hechos contra la fantasía.

—Stain... ¿Realmente quieres robarme mi trabajo?

—ajajajjajajaj solo te hago más fácil el camino, querida.

Iida Tenya no comprendía lo que iba pasando, solo quería vengar en honor a su mal estado de su hermano, y tal vez así pasaría a mejor. Pero, que hacía Anrub, ¿trabajo? ¿A que se refería con eso? ¿Cómo había llegado tan rápido ella a la situación?

—¡Anrub-san aléjese de él! Es un asesino, este es mi pelea.

—¿Pelea? ¿Crees que esto es juegos de niños? Nisiquiera te puedes mover mocoso, te mataré para alivianar el peso en este mundo, Enginer nunca debió ser héroe, solo por popularidad. Ja.

—Stain... La última vez dijimos que terminarías con esta locura. No todos son como AllMight.

—¿Crees que no me enteré que te has vuelto héroe? O bueno lo estas intentando, ¿crees que ese maldito mocoso no te quiere en su bando? ¡LE DAS GANAS DE TENERTE! ¿Acaso quieres popularidad, quieres llevar con apariencias ese título?

Stain se acercó con su gran navaja amenazante, dañando con una cortada directa en la mejilla derecha de Anrub, pero cuando Tenya había logrado volver a atacar e intentar impedir que dañara a su compañera, pudo percibir en cámara lenta todo.

La navaja no había dañado ni un poco a la joven pelinegra, sino que la había traspasado como si fuera humo, mientras que pudo notar como el villano iba perfectamente a clavar en su estómago a él una cuclillas pero Anrub envuelta en llamas había logrado detener el ataque.

—A-anrub... —jadeó sorprendido Iida Tenya.

Pero pudo notar como en ese momento si fue manchado por sangre, no suya pero si la de ella, habían herido a su compañera por su culpa, por meterse en su camino. La frustración de ver que los demás eran más fuertes que él.

—No debist-...

—Soy yo, quien juzga a los demás, ese es mi maldito y puto trabajo, Stain. No te metas, ¡carajo! No necesitamos popularidad, no necesito que me juzguen, no necesito encajar en una mierda de sociedad. Solo estoy intentando demostrar que como tal un Vengador Fantasma es parte de ambos mundos, que somos su equilibrio, sin nosotros ustedes estarían perdidos, perdido como lo estas tú.

La voz que Anrub había salido en un tono lúgubre y enojado, tanto como si pudiera ser capaz de quedar todo a su alrededor, pero al ser Iida quien estaba más herido, pudo notar como Anrub se alejaba con él a paso firme para dejarlo en un lugar más sano y salvo. Junto al héroe que aún respiraba.

Las flamas de fuego que ella emanaba no les dañaba, sino que era cálido, la mirada en aquella noche de su compañera era distinta. Ella lo había defendido y protegido, tanto que se volvió a dar cuenta del estado de Anrub, su estómago chorreaba en tanta sangre que lo desesperó. Pero ella parecía ni darse cuenta.

—¡Anrub, debes quedarte quieta, o empeorará, déjame luchar a mi, déjame ayudarte y...!

—Tenya... Shh. Tan solo respira, los refuerzos vienen en camino.

¿Cómo? ¿Quiénes? Fue su duda pero una vez que ella se volvió a colocar frente a él, protegiéndolo de nuevo de una nueva cuchilla, se quedó sin palabras.

Lo estaba defendiendo tal cual lo haría un verdadero héroe. Hato Lux Rider, era realmente admirable igual seguía protegiéndolo tanto a él como al otro héroe herido.

—N-nunca creí ver a Ghost Fire estar de nuestro lado...

Fueron palabras del héroe casi caído y asesinado por Stain, quien buscaba erradicar a cualquier peste que le molestara, pero cuando llegó Midoriya y poco después Todoroki, fue cuando las cosas se aliviaron por momentos, Iida Tenya deseaba terminar con lo que había empezado pero mediante las palabras que sus compañeros le daban, empezó a comprender aún más de su error, de que su dolor lo había cegado en una temeraria venganza sin sentido.

—Que... Bueno, volviste. Je...

Las palabras orgullosas de Anrub lo descolocaron en un principio, pero cuando la vio quitarse la cuchilla cual si fuera una ramita, fue cuando empezó a sentir algo nuevo venir de ella.

—¿Q-que eres?

—¿Que? ¿Que soy? Un ente eterno buscando traer el equilibrio y sabiduría a esta gran ignorancia.

Esas palabras descolocaron a todos una vez pudieron reducir a Stain, mientras que notaba como Todoroki intentaba ayudarlo. La distancia tensa como ambiente entre ambos era palpable.

—¿E-están bien chicos! —exclamó Midoriya preocupados.

¿Que busca? ¿Porque lo salvó? Eran dudas que provenían a más de uno en esa situación.

Pero los héroes habían llegado para cuidarlos de los Nomus que empezaban a llegar, y más aún para evitar que Stain escapara. Sin embargo, todos se tensar on cuando un Nomu volador venía directamente hacia Midoriya que realmente ya se veía atrapado entre sus garras y en peligro nuevamente.

Pero dos cuchillas incendiadas en fuego intenso habían hecho estrellar lejos de ellos al Nomu que volvió a intentar atacar pero fue reducido a cenizas en un pestañeo, tanto Endeavor como Todoroki y los demás dirigieron su mirada a una sola parte.

—Mi... Camino es proteger el lado que lo... Necesite. Bastardos.

Fue allí cuando Anrub se había lucido pero lo que no pudieron evitar fue que Stain en un arranque de ira volviera al ataque y otro Nomu atacara hacia Midoriya pero este nunca llegó porque el mismo había matado con un aura temible para los héroes y chicos.

Diciendo fervientes palabras hasta que un picotazo de un ave de fuego lo noquea, dejándolo inconsciente. El fénix había llegado tarde, pero se sentía satisfecho por haberlo golpeado, porque nadie tocaba a su dueña sin haber devuelto el golpe.

Siendo así como Anrub, los chicos habían terminado una buena noche. Pero los héroes aún no sabían bien cómo aceptar la presencia de Anrub en esa situación, era claro que no la podían meter en la bolsa de haber actuado como villano por el aspecto físico y desgaste que poseía. Inclusive que Native estaba apoyándola.

Pero pudieron escuchar algo que realmente les había calado los huesos del cuerpo, porque si, esas palabras no serían nunca olvidadas.

—¿Porqué me salvaste?

—Si, ¿porque Rider?

La voz confundida de Todoroki y prepotente de Endeavor, habían resurgido junto con la sonrisa tétrica de su ser.

—Porque han ganado de manera justa mi cariño y respeto para protegerlos. Es un placer, dejar estupefactos a héroes con nuestras acciones tan efectivas.

Y allí era donde otra vez, esas voces en su cabeza se unían en una dando otro tono de voz más maduro en Anrub. Todos los demás vengadores siempre estarían allí para acompañarla.

Siendo así como Anrib con cierto cansancio se dejó caer sobre su fénix, que era un gran animal magestuoso para marcharse de aquel lugar. Estaba agotada y esto tardaría en curarse, no deseaba volver a un hospital donde no supieran tratarla.

Pero cuando supo que solo ellos dos estaban en el aire, sin preocupaciones ni molestias, pudo susurrar unas palabras que sólo ella podía entenderlas en ese momento.

—Encantado de conocerte, voz dentro de mí cabeza.

Dejándose así llevar por su flamante fénix a su hogar, a descansar merecidamente en esa noche, porque ya luego debía encargarse de llevarse el alma de Stain a su padre.

Poco a poco iría mostrando sus pasos ante el mundo de los héroes, que también siendo vengadora con aprecio también podía salvar a más personas.

Sería efectiva, más que ellos mismos. Se lo había impuesto como objetivo para molestar de manera divertida al par de héroes soquetes que existía en la sociedad.

[ק×]
Pequeños fragmentos de aquel turbio pasado poco a poco serán rebelados, ¿están listos para saber que es lo que tanto guarda Anrub? ¿Tienen sus ideas? ¿Porque está vez Dabi no se cruzó con ella? ¿Conseguirá su objetivo? Qué es lo que ocurrirá? Cada vez se están volviendo más interesante esta historia.

Anrub, ¿sabrá realmente porque el Gran torino sabía un poco ese poder? Aunque para ello debe investigar y conocer su pasado por completo, ¿lo hará?

¡Ya lo veremos!

¡Gracias por su paciencia y apoyo!