8. Déjame hablar contigo
Esa información me había dejado descolocado ¿Cómo que muerto?
Mis sospechas eran ciertas por lo visto, tenía la ligera impresión de que el sector V habría tomado cartas en el asunto en todo esto, y aunque la muerte de ese asesino me alegra de cierto modo, más me preocupa lo que le pueda ocurrir a Kirino después de esto.
El ambiente de la mesa, que hace tan solo unos minutos era tranquilo, silencioso, pero tranquilo. Ahora sea había bañado de una gruesa capa de tensión. Ocasionada específicamente por la tristeza de mi amigo Kirino, y los sentimientos encontrados que tenían mis tíos.
En sus ojos se podía notar el odio, acompañado de un poco de incertidumbre por quiénes podrían haber sido los verdugos de aquel infeliz.
El pelirrosado por su lado, se limitó a seguir comiendo, intentando como podía no mirar al televisor o hacer contacto visual con los demás en la mesa, apenas terminó con su cena, se paró dando las gracias a Nagumo por la comida, y salió al patio.
Pasados unos segundos no sabía que hacer, quería dejarlo solo, pero sinceramente no había hablado con el desde el incidente del otro día, y me encontraba preocupado.
—Masaki—
—¿Si? Tío Suzuno—
—¿Vas a salir?—
Dijo apuntando a la puerta por la cual había salido Kirino, tenía mis dudas pero si era el tío Suzuno quien me lo indicaba, sabía que era lo correcto.
Asentí y camine afuera.
—¡Chico!—
Exclamó mi tío Nagumo.
—¿Si?—
—Buena suerte—
Sonreí, ambos confiaban en mi para esta tarea, necesito respuestas, y creo que Kirino también.
Al salir de la casa, vi a mi amigo sentado en el borde de la vereda, con los pies en la calle, mirando al cielo oscuro, que descansaba iluminado por una luna llena.
Me senté a su lado y decidí observar el firmamento junto a él, antes de intentar llamar su atención.
—¿Estas bien amigo?—
Rompí el hielo, me daba algo de miedo su respuesta, por lo que intente apaciguar mis intenciones acariciándole la espalda.
—Que pasa hermano—
Ese saludo me tranquilizó un poco, me esperaba algo peor, pero supongo que la personalidad de Kirino no se había apagado del todo.
—No lo sé, estoy preocupado ¿Sabes?—
Respondí, esperaba que mis palabras hicieran un efecto de calidez en su corazón. Kirino simplemente soltó un pesado suspiro.
—Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo...—
Bajo su mirada y la posó en la calle, misma calle que era únicamente iluminada por el naranjo esplendor de los faroles callejeros.
—Sabes que no estás solo ¿Verdad?—
—Y no podría estar más agradecido de ustedes, sin ti, sin Nagumo y especialmente, sin Suzuno... Probablemente ya habría intentado acabar con todo esto...—
—¿Te refieres a...?—
—¿Sabes? Últimamente no he podido sentirme tranquilo—
Preferí ignorar el hecho de que me interrumpiera, creo que es más importante saber qué es lo que lo inquieta.
—¿Como?—
—Siento que mi corazón palpita demasiado rápido, es verano, pero siento mucho frío, mis manos tiemblan y no puedo dormir...—
—...—
—Solo he podido escapar de esta sensación en dos ocasiones, cuando Suzuno me salvó aquella noche, y... No lo recuerdo del todo, solo se que me abrazaron...—
—¿No lo recuerdas?—
—¿El que?—
—Aquella noche, no te reconocía... Tenías un arma, y estabas...—
—¿A punto de matar a alguien?—
Me sorprendí de sobremanera, pareciera que tenía aquellos pensamientos en su cabeza, y que con lo ocurrido había dado en el clavo.
—Si... Parecías un loco, estabas desesperado y sinceramente, tenía bastante miedo...—
—Lo entiendo, porfavor perdoname por eso—
—Descuida, creo que el perdón es lo que menos necesitas ahora mismo—
—Gracias...—
Nos quedamos en silencio por un rato, tuve la oportunidad de mirarlo a los ojos, esos ojos estaban llenos de angustia, y los cubrían unas ojeras tremendas.
—¿Sabes? Hoy me pasó algo bien raro...—
Cambió de tema rápidamente, mientras miraba a la calle.
—Cuentame—
—Estaba sentado con Suzuno en una banca, el fue a comprar helados y entretanto, un hombre se sentó a mi lado, empezamos a conversar y me distraje por un segundo, cuando volví, el caballero había desaparecido...—
—Jajaja... Oye ¿Estas seguro de que no habrás estado alucinando?—
—No lo sé, su imagen lleva toda la tarde rondando mi cabeza, espero no estarme volviendo loco—
—Tranquilo, no creo que sea para tanto, tuvo que haberse ido porque estaba ocupado—
—Eso espero—
Pensé un poco antes de tocar el tema del Sector V y el asesino de la madre de Kirino, estaba asustado por su reacción y no quería que mi amigo se viniera abajo denuevo.
Me arme de valor y recuperé la cordura para pensar bien en mis palabras, debía tener tacto, sobretodo por la sensibilidad de Kirino frente a este tema...
—Oye, conrrespecto a las noticias... Tengo miedo—
—¿De que?—
—Sabes bien que el Sector V sabe de la muerte de tu madre, y que tienen muchas influencias...—
—¿Insinuas que fueron ellos?—
—Insinúo que fueron ellos, y que te lo van a cobrar caro en algún momento—
Vale, creo que tanto tacto no he tenido, he sido muy directo, pero me cuesta irme con rodeos...
—Puede que tengas razón, aunque no sabemos de quién se trataba o que era ese tal Miyasaka—
—Creo que se cómo averiguarlo—
Tenía en mente un contacto proveniente del Sector V, es un jugador reconocido y de que él me podría dar las respuestas que necesitaba.
—No seas tonto... No hagas estas cosas, es... Es muy peligroso—
Sus palabras sonaban débiles, como si tuviera miedo, y estaba en todo su derecho, supongo que no quería perder a nadie más.
—Tranquilo, no pienso arriesgarme a nada, de verdad—
—Menos mal... Aveces miro las calles, y pienso en la cantidad de muerte que habita en este lugar...—.
—¿A que te refieres?—
—Solo mira aquel mural—
Explicó, señalando a una pared pintada ubicada a pocos metros de la calle en la que nos ubicabamos.
—"Descansa en paz Nishizono Shinsuke, siempre te recordaremos... 2003-2018"—
—¿Lo entiendes?—
Ese chico en el mural había muerto hace unos pocos años, era increíble siendo tan joven, aún peor considerando que si siguiera vivo, tendría la misma edad que yo...
—Lo entiendo bien, esto es una mierda amigo... Es como si la vida valiera tan poco ¿Sabes? El otro día el tío Suzuno dijo algo interesante...—
—¿Que cosa?—
—La mayoría de los chicos acá no logran vivir hasta los 21 años, espero que no sea nuestro caso...—
—No lo será, tengo el presentimiento de que no...—
Espero que tenga razón, espero poder disfrutar de tu compañía más seguido, a la luz de la luna, mi amigo Kirino...
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Espero que les haya gustado este corto pero interesante capítulo, ha sido lindo escribirlo y trabajar aún más la intimidad entre Kariya y Kirino, esperemos que para el próximo capítulo las cosas mejoren.
Si llegaron hasta aqui, dejen comentarios uwu
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