6. Días grises

-¿Si? Excelente, me alegra muchísimo oír eso.... Si, lo se, es una verdadera lastima, espero que regresen pronto y puedan acompañarnos en todo esto... Claro, oye, de verdad, muchísimas gracias... Hasta otra, adiós Hiroto-

-¿Qué paso al final tío Nagumo?-

Curioso le pregunté a mi tío, estábamos ambos sentados en la mesa, sin mencionar que nos encontrábamos solos en la casa. Un lunes a las 4 P.M. y Kirino había faltado a clases. Se encontraba muy mal después de todo lo sucedido, y no lo culpo, hoy me desperté imaginando que lo ocurrido anoche había sido un sueño, sin embargo la cruda realidad era otra, y todo lo que vi al despertarme fue la imagen de Kirino dormido a mi lado, en un profundo sueño, recuperándose de todo el cansancio del que fue preso durante todos estos días.

-Hiroto lo consiguió, el papeleo para este tipo de cosas suele ser un caos-

Respondió bastante exhausto.

-¿Eso quiere decir que...?-

-Sip, desde hoy Fuusuke es el nuevo tutor legal de Kirino-

Realmente me sentí feliz al oír aquella afirmación, eso significaba que todo el papeleo que tuvo que hacer ayer mi tío Suzuno había dado frutos. Es un hecho que de ahora en adelante, el pelirrosa no correrá peligro de caer en el orfanato.

-Por cierto, ¿donde están ellos?-

Pregunté, no veía a Kirino por ningún lado desde que me levanté para ir al instituto, momento en el que mi amigo se encontraba durmiendo, tampoco vi a Suzuno en la casa, por lo que no era capaz de explicarme nada.

-Suzuno salió y se lo llevó con el, me dijo que quería ayudarlo a mejorar su estado de ánimo, y, ya que sería su nuevo tutor, a conocerse mas-

Lo cierto es que me tranquilizaba bastante el hecho de que el tío Suzu se hiciera cargo de todo, desde el momento en el que lo conocí sentí que podía confiar en el, a pesar de lo intrigante que podía ser su personalidad, logré saber gracias a Kirino y su madre, que en paz descanse, que el tío Suzuno era una persona de confianza.

Y aún más sabiendo que decidió hacerse cargo de mi amigo y convertirse en su tutor legal por cuenta propia. En el fondo era la persona indicada para lidiar con tal responsabilidad.

Poco a poco supe más detalles, como que por ejemplo, tanto Nagumo como Suzuno vivirían con Kirino en su casa, y que ya habían conseguido empleo, por lo que ya casi no habían temas pendientes que se debieran conversar para asegurar su mudanza al pueblo.

Además de que, como tutor legal que era, el peliblanco sería el encargado de asistir a las reuniones de apoderados o de dar la cara por Kirino cuando hubiese un problema a futuro.

Ahora bien, con respecto al Sector V. Gracias a ciertos contactos que tengo, se que ellos se han enterado de la muerte de la madre de Kirino, y que, como acción de gratitud y pésame a el capitán de uno de sus quintetos, estaban comprometidos a ayudar a Kirino en lo que fuera posible, desde dejar que se perdiera un par de partidos hasta... Quizás, encontrar al asesino.

Por mi parte, siento cierta preocupación por lo que nos pueda ocurrir a futuro, no es como que realmente las acciones del sector V con respecto a Kirino se vean completamente reales, tengo el mal presentimiento de que nada de lo que hagan, si es que hacen algo, será gratuito.

Nuestro próximo partido como equipo será el Miércoles, ya el tiempo dirá si mi amigo se siente en condiciones de participar del partido, el cual creo que tendrá un resultado pactado como la mayoría, lo del otro día fue un verdadero milagro, o bueno, lo fue por un momento...

Recuerdo poco y nada de lo ocurrido durante estos últimos días... Solo, una imagen, una cama con un cuerpo y una manta encima...

Dentro de mi cabeza aveces recuerdo una que otra sensación, un abrazo, una taza de café, mi cuerpo sudoroso y una extraña sensación de querer tocar mi cuello de vez en cuando.

Soy consciente de los hechos, y nisiquiera quiero mencionarlos o pensarlos porque de lo contrario rompería en llanto.

No quiero romper en llanto nuevamente, no ahora, hago lo que puedo por ser fuerte, sin embargo no funciona del todo...

Ahora mismo estaba caminando por el barrio acompañado del señor Suzuno, o simplemente Suzuno, como el me pide que le llame. Me pidió que lo acompañará porque necesitaba conocer el barrio, y yo lo conocía mejor que nadie.

El ya me había contado lo que sucedería a futuro, el se encargaría de mi, y empezaría a vivir junto con el y Nagumo en mi casa.

No me molestaba para nada, pero sinceramente siento que debido a todo esto me convierto en una carga.

Habíamos caminado un buen rato, pero ninguno de los dos había dicho una sola palabra desde que partimos, siento que el quería romper el hielo directamente, pero note con el tiempo que Suzuno respetaba mi silencio, y no diría nada hasta que yo lo hiciera primero, eso se lo agradezco.

Llegado cierto punto, comencé a reconocer que estábamos en lugares con tiendas, por lo que decidimos sentarnos en una banca y simplemente mirar alrededor, para descansar las piernas y respirar tranquilamente.

Mis pensamientos me dolían, nunca fui una persona callada, pero de verdad sentía que hablar me costaba, no me salía la voz...

-¿Por qué... hace todo esto?-

Pregunté armandome me de valor y fuerzas. Lo cierto es que me arrepentí un poco de hablar al observar la mirada sorprendida de Suzuno mirarme, después de preguntar eso.

Poco después simplemente cerró los ojos, evitó el contacto visual conmigo y me respondió.

-Sinceramente... No lo sé...-

Eso no me convenció... Pero simplemente me limité a mirar a Suzuno, mientras meditaba lo que diría, como ya era costumbre.

-Creo que, es por qué se lo que significa crecer sin una figura que ilumine tu camino...-

Lo mire sorprendido, no conozco nada sobre Suzuno, solo que fue un buen amigo de... Bueno, eso...

-Además, no lo sé, creo que simplemente mirarte a los ojos me recuerda a ella...-

Sentía como si con cada palabra mi corazón latiera más rápido con cada segundo, y tenía el presentimiento de que las lágrimas comenzarían a salir de a poco...

-Hey, mirame-

Exclamó, e inmediatamente mire hacia sus ojos, con extremo nerviosismo.

-Han sido momentos tristes, mucho, y lo entiendo perfectamente, pero quiero que sepas que puedes confiar totalmente en mi, para todo lo que necesites...-

Tomó un poco de aire antes de continuar.

-Sé qué sueles tener problemas con las personas, que tienes un corazón sensible el cual es tapado por una coraza fuerte de valentía, que posees muchísimas inseguridades que te atormentan a diario-

En estos momentos solo quería llorar e inconscientemente lo estaba haciendo, mis labios sentían un salado sabor provocado por las lágrimas que recorrían mis mejillas.

-Ranmaru, para lo que necesites, lo que sea, aunque te parezca una tontería... Aquí estoy...-

Instintivamente me lancé hacia su cuerpo, con los brazos abiertos, si no lo abrazaba puede que terminara llorando en el piso, y su calor corporal, a pesar de lo frío que era, me calmaba.

-Nunca te dejaré solo...-

-Gra-gracias... Muchas gracias...-

Sentí como me rodeó con sus brazos, de la misma manera que lo hizo la noche en la que ocurrió todo, poco a poco mi respiración comenzaba a calmarme y mi corazón latía con mayor lentitud y calma.

Las lágrimas cesaron su paso. Puede que estuviéramos en esa posición por varios minutos hasta que yo finalmente me calmé.

-Hey, Ranmaru, por allá venden helados, ¿Te tinca si comemos unos?-

Sencillamente asentí, jamás desaprovechados un helado, menos en estos momentos.

-Bien, iré a comprarlos, quédate a ahí y espérame ¿De que sabor te gusta?-

-Piña... Muchas gracias-

Respondí con tranquilidad, aún con el tono bajo que llevaba todo ese día, me costaba hablar debido a la deshidratación que las lágrimas me habían ocasionado.

-Bien, ahora vuelvo-

Suzuno se levantó y comenzó a caminar hacia el local que los vendía, solo una cuadra nos separaba del lugar en el que se vendían aquellos helados.

Pocos segundos después de que Suzuno se fuera, sentí como alguien ocupaba su lugar, otro adulto se sentó al lado mío.

En otro momento simplemente me iría, pero me sentí nervioso, por lo que de reojo lo miré.

Su apariencia se parecía a la de Suzuno, alto, delgado, de piel morena, pero su cabello era largo y azulado, con un flequillo que cubría uno de sus ojos, su semblante era serio... Pero me intrigaba y al mismo tiempo me sentía incómodo.

Dichos nervios se intensificaron cuando note que giró su cabeza, posando su mirada en mi...

-
-
-
-
-
-
-
-
-

Bueno, el capítulo de hoy me ha encantado escribirlo, amo la relación entre Suzuno y Kirino, sumado a lo que esto conllevará a futuro.

Solo espero que con la publicación de este capítulo, deje algo más tranquila a Nikari_1010

Dicho todo lo necesario, me despido, y espero de todo corazón que este capítulo les haya gustado.

Y como siempre, si aguantaron hasta aquí, dejen comentarios.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top