Han pasado unos pocos días desde la ultima vez que vi a Kyousuke, más específicamente cuando lo encontré por mi calle y fuimos a jugar fútbol a la cancha más cercana.

Ese día me sentía raro, no había sido una muy buena mañana, pero por algún motivo juntarme con el fue genial, a pesar de que mis inseguridades se apoderaron de mi al entrar a la cancha, pero supe animarme y disfrutar de una tarde jugando con el.

Cuando ya estábamos cansados era algo tarde, pero decidimos quedarnos a descansar y conversar un rato, sentados en la reja de la cancha.

Ya avanzada la conversación descubrimos que asistíamos a la misma escuela, el Raimon, una escuela pequeña y humilde, donde parece que también asisten varios jugadores de la liga a la que fui a jugar el otro día.

A pesar de ser algo borde, Kyousuke era bastante amable, me pidió mi numero de teléfono para acordar la próxima vez que vaya a jugar a la liga, me parece una gran idea, así podré tener más amigos y quizás mejorar en el deporte.

Desde entonces hemos hablado ocasionalmente, sin embargo no han sido más que conversaciones leves, normalmente iniciadas por mi, pero por lo cortante que es Tsurugi por chat no se han podido alargar como me gustaría.

Hoy me ha hablado, sin saludar ni nada, todo lo que dijo en el mensaje fue algo como que me vendría a buscar hoy a mi casa a las 10 de la noche, y que saliera abrigado.

No se si querrá una cita o algo, pero si es algo bueno quizás no debería desperdiciar la oportunidad de pasar otro tiempo de calidad con el.

Hoy es sábado, así que no he ido a la escuela, aunque sinceramente no estaría mal salir a caminar un rato, digo, para despejar mi cabeza, tranquilizarme o hacerme ilusiones de lo que haremos con Tsurugi esta noche.

Aún es temprano así que creo que ya tengo mi plan para hoy, me cambiaré el pijama, almorzaré, y luego saldré con el balón a patearlo un rato, o practicar dribbling en la cancha, espero que esté vacía, no me gusta mucho la gente que frecuenta las canchas, son malas, brutas y dañan a los demás...

Y eso fue lo que hice, almorcé la comida que me preparó la tía Aki, un puré con carne y pollo, bastante rico la verdad. Me despedí de Sasuke y salí con el balón a dar unas vueltas.

Es la primera vez que analizo tanto el barrio donde vivo, las calles están llenas de rayados, suciedad, hay vidrio roto de botellas de alcohol por las veredas y me encontré con un vagabundo durmiendo abajo de unas cajas de cartón.

Es bastante triste, muy diferente a donde vivía antes, no era el mejor lugar del mundo, pero la gente era tranquila, los barrios estaban siempre limpios y la policía patrullaba frecuentemente, últimamente por aquí no la veo, pareciera como si este pueblo estuviera abandonado...

Lo que más me inquietó y al mismo tiempo bajó un poco mis animos fue toparme con un mural, un mural que tenía dibujada la cara de un chico, abajo decía: 

"Descansa en paz Shinsuke Nishizono"

No alcancé a ver la fecha de nacimiento y muerte, porque extrañamente había sido rayada, pero el chico se veía muy joven en el dibujo, es una verdadera lastima que haya muerto, tenia una sonrisa en la inmortalización, pudimos haber sido buenos amigos...

Llegué a la cancha y para mi suerte no había nadie, por lo que pude jugar tranquilamente por un rato, hasta que al cabe de una hora, más o menos a las 4, la cancha se comenzó a llenar, llegaron jugadores, llegaron personas que se sentaron en las gradas, pareciera que iban a hacer algo...

Me vi intimidado por la cantidad de gente, por lo que dejé de jugar y me alejé un poco del lugar, parece que se estaba organizando un partido, me gustan los partidos, as que me senté en las gradas junto a otros aficionados y comencé a ver el partido.

Los partidos eran de 5 contra 5, y bueno, no había nada fuera de lo común salvo que a cada lado las barras parecían alentar a un equipo en especifico, no sabía a cual hasta que un hincha que se sentaba a mi lado me empujo y me dijo que alentara al equipo, que no tuviera esa cara de muerto, le pregunté a que equipo estabamos apoyando y me señaló al equipo de uniformes grises.

Tras seguir viendo el partido algo llamó mi atención y es que reconocía a 2 chicos del equipo, los he visto dando vueltas por la escuela Raimon, aquel de cabello rosa que parece ser el capitán, y el otro bajito de cabello azul, que siempre está defendiendo.

Me sorprendió, quizás intente hablar con ellos el lunes si me los topo por los pasillos.

El equipo al que me vi obligado a apoyar jugaba bastante bien, tenía en su mayoría la posición, aunque aveces tenia la pinta de que los jugadores del otro equipo no le ponían empeño al partido, aunque normal considerando que iban perdiendo 3-0 y ya quedaba poco para terminar el partido.

Y  finalmente cesó, el equipo de los grises ganaron 4-1 y todos se fueron, por lo que me dirigí a mi casa, ya eran casi las 7 de la tarde, por lo que llegaré a casa, me daré un baño y cenaré antes de que Tsurugi venga por mi.

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—Este partido estuvo bien—

Dijo Kirino mientras caminaba junto a mi en dirección a su casa.

—Si, pero siento que los del otro equipo jugaron sin ganas—

Declaré.

—Es lo que hay cuando los resultados están pactados—

Esto es una mierda, realmente no me divierto nada jugando estos partidos, da igual si gano o pierdo, no representa ningún reto porque si el resultado es a tu favor, el enemigo se dejará ganar, y si vas a perder ¿Para que esforzarse? No tiene sentido si vas a perder de todas maneras.

—Deja de darte vueltas en lo mismo, siempre que jugamos un partido te pones así—

—¿Así como?—

Pregunté.

—De mal humor, pareces un gato enojado porque le quitaron su pescado—

—Un gato tiene todas las razones del mundo pare enojarse...—

Respondí, haciendo un puchero.

—Son casi las 7 de la tarde, y hoy en la noche tengo que salir... ¿Quieres venir conmigo?—

—¿A donde irás?—

—No quisiera arruinarte la sorpresa—

—Lo dices como si fuera la gran cosa...—

Me extraña mucho su casual positivismo, sobretodo viniendo de Kirino, este chico ha tenido que soportar mucha mierda, muchísima, pero para ser honesto, su personalidad me da fuerza a mi también, en muchos sentidos, es un agrado que mis tíos lo hayan "adoptado". Al menos con eso en mente nos hemos vuelto mucho más cercanos.

—Si es la gran cosa o no eso depende de ti—

Dijo, mientras con su mano me revolvía el cabello.

—Oye... ¿Cual es la necesidad de hacerme siempre eso?—

—Te ves tierno cuando te lo hago, siempre haces pucheros—

—Púdrete—

Dije, sacando la lengua.

—¡Oh! Mi corazón...—

Kirino hizo un gesto en su pecho, parecía que algo le dolía.

—¿Que te ocurre?—

Pregunté preocupado.

—Mi corazón... Siento mucho dolor por lo feo que me tratas...—

—Eres un ridículo—

Intenté contener la risa.

—Lo se, pero te hago reír—

—No es cierto—

—Si es cierto—

—Que no—

—Que si—

Desvié la mirada un rato, cansado de tanto juego y solo seguí caminando, hasta que llegamos a la casa de Kirino.

Ahí mi tío Suzuno nos recibió, solo, pues Nagumo se encontraba durmiendo, según el albino, Nagumo se habría cansado mucho en el trabajo, pues en su turno la maquina que hacia helados se le descompuso la maquina para los aliados y entre que la tenía que arreglar el solo y que los clientes estaban impacientes y se acumulaban cada vez más, el pobre Nagumo no hacía una.

—¿Tienen hambre chicos?—

Preguntó Suzuno.

—Si, estoy muerto de hambre, en el partido de hoy me cansé mucho—

Respondió Kirino, sobandose la pansa.

—Tu también comerás Masaki—

—No tengo hambre tío, muchas gracias—

—No era una pregunta, dije que también comerás—

Sinceramente me da bastante miedo el tío Suzuno cuando se enoja, por lo que no me queda de otra más que tragarme la cena.

—Bien...—

Cedí.

—¡Excelente! Últimamente se me está dando bien esto de cocinar, así que comeremos a mas tardar a las 8:30—

—Bien, gracias pa—

—De nada Ranmaru—

¿Pa? ¿Es que ha pasado mucho tiempo sin que yo lo notara? No entiendo nada, Kirino tendrá que darme explicaciones después de esto, porque es muy surrealista.

—10 P.M—

Ya habíamos cenado y cada uno nos dimos una ducha, para finalmente pedirle permiso a mis tíos para salir, Kirino les dijo que se juntaría con un amigo y les mencionó cual, hasta foto les paso para que se quedaran tranquilos, me sorprende la confianza que se tienen, es impresionante, yo le escondo muchísimas cosas a mis padres.

Por lo visto, el mismísimo Kyousuke Tsurugi nos esperaría en la entrada de la disco de mala muerte de la calle 48. El viaje no fue largo, pero es inseguro, vimos más borrachos que de costumbre, a pesar de ser relativamente temprano, también cuenta el hecho de que era un sábado en la noche.

Llegamos y algo me llamó la atención, y es que aquel emo vende drogas no estaba para nada solo, junto a el se encontraba, con una mirada entre ansiosa y miedosa aquel chico que jugo con nosotros el otro partido, castaño y de estatura media, puede que haya sido una idea de Tsurugi traerlo, pero me extraña viniendo de el.

Nos acercamos a el y no dijo nada, solo asintió y nos encaminó dentro de la discoteca, por lo visto conocía el lugar, mientras caminábamos, muchas personas lo saludaban, y a pesar de no sentirme intimidado, entre el fuerte reggaeton, el olor alcohol, cigarrillo, marihuana y semen, pues era algo bastante incomodo. Peor era imaginarme como se las debía estar apañando ese chico, que parecía estar muerto de susto.

—Ay mami ven conmigo... Es muy temprano pa regresar a la disco...—

—¿Estás cantando?—

Le pregunté a Kirino.

—¿Que? La canción es pegajosa...—

Seguimos caminando y Tsurugi nos guió a una mesa para 4, el se sentó junto a Tenma y yo con Kirino.

Sentados cara a cara, nadie dijo nada hasta que una chica trajo 4 botellas de lo que parecía ser alcohol suave, personalmente no me molestaba tomar, dada la oportunidad, pero no lo hacía muy seguido, nuevamente mis ojos se posaron en aquel chico castaño, que preocupado no sabía que hacer ni que decir, me invade la duda de si Tsurugi lo habrá secuestrado o algo...

—Bien ¿Para que querías verme qui?—

Preguntó el pelirosa, calmado y rompiendo el hielo.

—Necesitaba comentarte un par de cosas, y por cierto, que bien que trajiste al enano—

Respondió.

—Oye Tsurugi—

Llamé su atención.

—Dime—

—¿Y ese chico? Está contigo desde que llegamos y no ha dicho una sola palabra—

En lugar de contestarme, Tsurugi miró hacia el chico, como dándole permiso de presentarse, el mismo, nervioso, comenzó a hablar.

—Mi nombre es Matsukaze Tenma, es un gusto conocerlos, son los chicos a los que nos enfrentamos en nuestro ultimo partido, y los he visto dando vueltas por la escuela, son del Raimon ¿No es así?—

Parece que después de decir esas palabras Tenma se calmó y entró un poco en confianza, para ser sincero nunca lo había visto, al menos no en la escuela, en el partido si que lo reconozco, pero en la escuela nada de nada...

—Yo soy Kirino, y el es Kariya, es un gusto—

Saludó tranquilamente el pelirosa.

—Bien, el motivo por el que los llamé aquí es porque estoy harto, cansado y molesto—

Explicó el de cabello más oscuro.

—¿A que te refieres?—

Preguntó Kirino mientras se relajaba en su asiento y tomaba un sorbo de su bebida.

—Ya sabes, esta mierda del fútbol de la liga del Sector V—

Respondió.

—Espera, pensé que eras parte del Sector V... ¿Que pasó ahí?—

Tenma se sorprendió ante mi declaración, parece que ahí había algo que el desconocía.

—Es una larga historia, complicada de explicar, pero lo importante aqui es que los necesito a los 4 para mi plan—

—¿Plan para que?—

Preguntó el más moreno de los cuatro.

—Para derrocar al Sector V, o cuanto menos salirnos de ahí—

Declaró, dejándonos bastante confundidos.

—Eh... No es por ser pesimista, pero tu eres parte del Sector V, deberías tener una idea de lo peligroso que es todo esto...—

Dije, intentando tomar un poco el sentido de la situación.

—Tengo un motivo...—

Dijo Tsurugi.

—¿Cual motivo Kyousuke?—

Esta vez fue Tenma el que se atrevió a preguntar.

—No ahondaré mucho en detalles, no es necesario, al menos no de momento, el tema es que yo estoy metido en toda esta mierda porque por mi culpa mi hermano está hospitalizado, y entre oportunidad y oportunidad, di a parar al Sector V, su lider me prometió pagar los tratamientos extensivos de mi hermanos si trabajaba para ellos, pero ya estoy cansado, presionado, me he metido en un lío tremendo y ahora lo mejor que puedo hacer es acabar con el problema de raíz...—

Vaya, sinceramente nunca me habría esperado que ese fuera su motivación para estar metido en esta mierda, me siento mal por juzgarlo, pero su idea no me parece algo muy practico, de hecho es hasta suicida.

Mis pensamientos continuaban juzgando sus medidas, pero fue Kirino el encargado de poner en palabras lo que me preguntaba a mi mismo.

—Oye, créeme que siento que tus razones son nobles, pero... Siendo completamente realista, esto es algo suicida, puede salir peor de lo que te imaginas y estas arriesgándote tu y a tu hermano al que tanto pareces querer—

Tsurugi pareció entender sus palabras, pero como alguien acorralado, simplemente bajo la mirada y levanto levemente los brazos.

—Mis manos están atadas, ya corro mucho peligro ahora mismo, y para eso los necesito a ustedes 4—

—¿En que podemos ayudarte?—

Preguntó Tenma, evidentemente preocupado.

—Necesito información y ayuda, ustedes son los unicos en los que puedo confiar ahora, y es triste pensando que los conozco hace relativamente poco... Kariya—

—Dime—

—Hace unos días unos adultos se juntaron en tu casa ¿No es asi?—

—¿Como supiste eso?—

—No preguntes mierda, solo contesta—

—Bien... Si, si no mal recuerdo vinieron 3 adultos—

—¿Como eran?—

—Uno tenía el cabello largo y de color azul que le cubría un ojo, otro tenía el cabello castaño y una banda naranja en la frente, y el ultimo vestía elegante, usaba unas gafas de sol y el cabello en dreadlocks muy largos—

—Bien, eso es necesario... ¿Para que se juntaron?—

—No estoy muy seguro—

—Averígualo por favor, es importante—

—Bien, lo haré....—

No tengo idea como es que Tsurugi sabe tantas cosas, aveces hasta pareciera que tiene ojos en la nuca de lo bien preparado que siempre está.

Ahora su vista se poso en Kirino.

—Kirino—

—Que—

—Esto va para todos, yo incluido—

Todos nos paramos y pusimos atención a sus palabras.

—No se como le harán, pero necesito que todos entremos al club de fútbol de la escuela, será la mejor manera de desligarnos momentáneamente de esto del Sector V y la liga, y al mismo estar al margen de todo lo que ocurre—

Tenma se vio muy emocionado tras las palabras de su amigo.

—¡¿Jugaremos todos juntos en un equipo?!—

Los ojos casi le brillaban de la emoción, eso me hizo reír un poco.

—Si, pero no será por mucho tiempo, solo mientras dure todo esto—

—Ya veo... Pues mira, a simple vista no se como todo esto nos ayudará, pero si lo que tienes en esa cabeza está bien planeado, puede que logremos algo—

Dijo Kirino, algo escéptico, pero tranquilo al mismo tiempo, como acostumbraba.

—Tranquilo, a la brevedad podrán entender todo esto—

—Eso espero...—

Concluyó, terminándose su vaso.

—Kirino, necesito hablar a solas contigo, ustedes dos quédense por si algo malo ocurre...—

¿Algo malo?

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Ambos estábamos apoyados en la pared, fuera de la disco, por la parte trasera, observando el cielo estrellado, era media noche aproximadamente, creo que Kariya está dentro de la disco intentando que Tenma no se muera por el hecho de estar en una disco a estas horas de la noche...

Saqué un cigarro y un encendedor, y comencé a fumar, solo para relajarme un rato y acabar con la tensión de la que era preso desde que aquel asqueroso sueño cruzó por mi mente hace unos días.

—¿Quieres?—

Le pregunté a Kirino, sacando otro cigarro de mi bolsillo.

—No, no fumo—

—Bien...—

—¿Que querías hablar?—

—¿Recuerdas ese hombre que pasaba afuera de tu casa por las noches? Del que te hablé el otro día...—

Dije mientras expulsaba algo de humo.

—Si, no he podido parar de pensar en eso, estoy algo preocupado—

Respondió.

—Bien, tengo una teoría de quien se podría tratar, y es por lo mismo que este plan te incumbe tanto a ti como a mí—

Kirino suspiró antes de responderme, fijando su mirada hacia el cielo.

—Soy todo oídos—

—Bien, tengo la sospecha de que ese tipo es Ishido Shuuji, el jefe del Sector V, un hombre sumamente poderoso, y extremadamente loco—

—¿Loco?—

—Loco, esta mañana oí un rumor sobre que asesinó a un hombre que, en un milagro, dio con la ubicación del líder, para pedir su ayuda, quería encontrar a su hijo, al cual había abandonado hace mucho tiempo, Ishido jugó con el un rato antes de matarlo de un disparo en la cabeza—

—¿Lo mató así sin más? Aunque sea el líder de una mafia, tiene que estar muy loco como para que no le tiemble el pulso antes de matar a alguien—

—Takeshi, ese era su nombre—

—¿El del tipo?—

Preguntó el pelirosa.

—Si—

—Pobre infeliz, aunque lo lamento más por su hijo, crecer sin una figura paterna no es facil, te lo digo por experiencia—

—Me hago una idea... Pero es por esto que debes tener mucho cuidado con el, y por lo que este plan para acabar con el y con esa organización de mierda tiene que concluir bien—

—Cuenta conmigo—

—Gracias Kirino—

Nuestra conversación no pudo continuar, pues un auto de policía pasó sin ningún cuidado por el callejón, estacionándose justo en frente de nosotros, de el salieron dos pacos, los cuales se acercaron a nosotros.

No me vi intimidado por su presencia, Kirino tampoco, y ante nuestra osadía, el pequeño miembro viril de los policias se vio intimidado, por lo que, en un acto de inentendible prepotencia sacaron sus lumas.

—¡Las manos arriba!—

Gritaron, pero ni Kirino ni yo hicimos caso.

—¡Que levanten las manos!—

Gritaron aun más, teniéndonos frente a frente.

—¿O que?—

Pregunté en el tono más prepotente e irrespetuoso que pude.

—¡Ya veras!—

Inmediatamente cada uno nos empujaron hacia el capó del vehículo.

—¡Manos entrelazadas! ¡No digan nada!—

Nos metieron a los asientos traseros de la patrulla y nos llevaron hacia la comisaría más cercana, parece que se divierten haciendo esto...

—Mierda, esto me traerá problemas—

Se quejó Kirino.

—¿Y porque no te fuiste?—

—No te iba a dejara solo—

Esa respuesta me sorprendió muchísimo, puede que confiar en este chico haya sido una muy buena decisión.

—Ahora—

Sacó su celular.

—Tengo que hablarle a Kariya y decirle que se lleve a Tenma a su casa, y que nos venga a buscar a la comisaría mañana temprano jajaja—

—Te lo tomas con mucha calma—

Dije, algo confundido.

—¿Calma? Estoy cagao de miedo—

—¡Jajajajajaja!

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Tengo demasiado sueño para una despedida, porfavor disculpenme T-T