14. Pase lo que pase


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𝓟𝓪𝓼𝓮 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓪𝓼𝓮 𝓱𝓸𝔂 
𝓢𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓵𝓪 𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓷 𝓽𝓾𝓼 𝓻𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓬𝓸𝓻𝓪𝔃𝓸𝓷 
𝓽𝓮  𝓵𝓵𝓮𝓿𝓪𝓻𝓮 
𝓟𝓪𝓻𝓪 𝓭𝓸𝓷𝓭𝓮 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝔂𝓸 𝓿𝓸𝔂 
𝓟𝓲𝓮𝓷𝓼𝓸 𝓭𝓲𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓪 𝓶𝓾𝓮𝓻𝓽𝓮 𝓪𝓱𝓸𝓻𝓪 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓹𝓻𝓮𝓼𝓮𝓷𝓽𝓮

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Caminaba hacia mi casa, sabía que mañana tenía clases, pero decidí darme un paseo antes de llegar a mi hogar, de todas maneras, papá y mamá trabajaban muy duro y hasta muy tarde, no notarían jamás que estuve fuera, por lo que no había mayor inconveniente.

Ahora bien, caminaba por uno de los barrios cercanos a la cancha de fútbol, era muy cercano al lugar donde murió la madre de ese chico, el pelirrosa, sería interesante ir a ver como está el después de toda la mierda que tuvo que pasar.

Se que aveces puedo parecer frío e insensible, es mi mascara, pero si Yuuichi, o alguno de mis padres sufriera algo similar, probablemente no aguantaría mucho.

Caminando por las veredas, observando por las ventanas de las casas, me topé con la ganadora.

Dentro se podía observar el comedor, en el estaban cenando 3 personas, entre ellas el chico pelirrosa del que antes hablé: Kirino Ranmaru.

Me sorprendió que hubieran 2 adultos dentro, pensé que estaría viviendo solo.

Hice lo posible por pasar desapercibido mientras observaba y escuchaba lo que ocurría dentro de la casa.

Uno de los 2 adultos, el de cabello rojo se levantó y salio del comedor, mientras Kirino y el otro, el albino, se pusieron a conversar.

—Ranmaru, necesito preguntarte algo—

Declaró el hombre de cabellos color nieve.

—¿Que ocurre?—

Preguntó Kirino.

—¿Como te has sentido estos últimos días?—

—¿Con respecto a que?—

—Ya sabes, vivir con el tulipán y conmigo, a pesar de no ser familia ni nada por el estilo—

—¿A que viene esa pregunta señor Suzuno?—

El albino rió levemente.

—Por favor no me llames así, no somos extraños—

—Oh... Bueno, no se como referirme a usted, quiero decir...—

—Tranquilo, puedes simplemente decirme Suzuno, o Suzu, ya después podrás inventar lo que quieras—

Una voz se escuchó desde otra habitación, era el hombre de cabello rojo.

—¡Aprovecha la oportunidad! ¡A Fuusuke no le gusta que le pongan apodos!—

—Ya veo...—

Dijo el pelirrosa.

—Y respondiendo su pregunta...—

Continuó.

—Pues no lo sé, ustedes han hecho de todo por mi, no puedo hacer otra cosa que no sea sentirme agradecido con ustedes, sobretodo con usted Suzuno—

—¿En serio?—

Preguntó el albino.

—Por supuesto, se siente... No se, usted es como la figura paterna que nunca tuve...—

En ese momento, la cara del albino se tornó de un color rojo casi tan intenso como el cabello de su compañero.

En ese momento este ultimo gritó.

—¡Lo has conseguido! Ranmaru, hiciste lo que nadie jamas consiguió, hacer sonrojar a Suzuno—

El pelirrosa también se sonrojó un poco, mientras el pelirrojo se estaba muriendo de risa, y le sacaba fotos a un aún colorado albino, el cual parecía estar en shock.

—Oye Ranmaru—

El pelirrojo llamó la atención del menor.

—Dígame, señor Nagumo—

—¿Nunca te has preguntado que ha sido de tu padre?—

—La verdad... Si, más de una vez me había preguntado que será de el, aunque nunca hable de eso con mamá—

—Ya veo...—

Ya me había aburrido de seguir contemplando esa escena familiar, por lo que decidí darme media vuelta y caminar hacia mi casa, ya estaba bastante cansado.

Tras voltearme, vi a una persona observándome, era un adulto, bastante alto, llevaba una sudadera de color negro con la capucha puesta, y unos pantalones deportivos del mismo color.

Por la oscuridad de la noche, no pude ver su cara, pero se me quedó mirando de manera bastante insistente.

Decidí que su presencia no me intimidaría, por lo que simplemente camine en la dirección contraria, rumbo a mi casa.

—Oye—

El hombre llamó mi atención.

—¿Los conoces?—

Me preguntó, apuntando con la mirada a la casa de Kirino.

—¿Que te importa?—

Respondí.

—Diles que tengan cuidado—

Dicho esto, simplemente se fue caminando, quedé bastante confundido, pero en fin... No era problema mio.

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—¿Como te fue en la escuela?—

Preguntó mi tía Aki, después de verme llegar decaído del colegio.

—Bien—

Mentí.

—¿Que han hecho hoy?—

Dejé mi mochila en el sofá, y me senté en la mesa cabizbajo.

—Nada, lo que hacemos todos los días—

Me sabía mal desahogarme con mi tía, ella no tenía la culpa de nada, pero tampoco quería causarle problemas ni que se preocupara demás.

—Sabes que me agrada que estés aquí ¿No?—

Dijo.

—¿En serio?—

—Si, por aquí las cosas son bastante aburridas, me agrada tenerte aquí—

No sabia que decir, tampoco es que le fuera a tomar mucha importancia, pero me alegraba un poco no se una carga para la tía Aki.

—Oye, Tenma—

—¿Que ocurre tía?—

—¿Has hecho amigos en la escuela?—

No vale la pena que le diga la verdad, seguramente intentará tener una conversación o hacerme sentir mejor, pero realmente no me interesa.

—Si, muchos... Si me disculpa, iré a mi habitación, estoy algo cansado—

—Bien, suerte querido—

—Gracias—

Subí las cortas escaleras que llevaban al segundo piso, vivía en una casa bastante grande, con 2 pisos y 5 habitaciones, normal que la tía Aki se sienta sola. Ella era dueña de 4 casas en este barrio, y las arrendaba a distintas familias, esa era su fuente de ingresos.

Dinero no le faltaba, y creo que compañía tampoco, creo que ella está casada, pero su esposo está trabajando en Estados Unidos. Mis padres nunca me hablaron de el, pero la tía Aki mencionó algo sobre eso cuando llegué a la casa.

Ah, casi lo olvido, en mi habitación me estaba esperando el perro de mi tía, Sasuke, es un perro bastante simpático y muy amoroso, creo que es una de las cosas que más me agradan de estar aquí, Sasuke es el mejor perro del mundo, aunque aveces huela muy mal.

Al llegar a la pieza, Sasuke se me tiró encima como siempre y comenzó a pasarme la lengua por la cara, me lo quité de encima y le hice algo de cariño en la cabeza, parecía estar contento.

Miré por la ventana, intentando entretenerme con algo de lo que hubiera afuera antes de acostarme y olvidarme de todo lo que me rodeaba.

Al observar a mi alrededor, solo puedo destacar las calles que siempre estaban de la misma manera, sucias, pocos autos circulaban y pocas personas también, era normal puesto a que hacía bastante calor.

Solo vi caminando a una persona por la vereda, lo reconocía, era de mi curso en la escuela, además lo había visto antes en la cancha de fútbol, el no jugaba, simplemente se había limitado a mirar.

Por algún motivo mi cuerpo se movió solo, baje las escaleras y sali de la casa, con las intenciones de conocerlo...

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Bueno, ese ha sido el capítulo de hoy, se que ha sido corto, pero me ha gustado escribirlo, aún necesito acostumbrarme a escribir a Tsurugi y a Tenma.

Espero que les haya gustado, nos vemos en un próximo capitulo <3


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