1. Querida Maldita
A pesar de todo, creo que realmente no me importaban mucho las consecuencias que pudiera tener la pelea que tuve con ese enano malnacido. Como defensa soy imprescindible para mi equipo, no creo que me dejen sin jugar o me echen del quinteto.
De todas maneras, las peleas aquí son pan de cada día. Pueden ser simplemente una riña divertida entre amigos o terminar en muerte, desgracias, horrores y simplemente un integrante menos en el barrio.
No necesito saber si era gente honrada o se merecían la muerte, lo que me duele saber es que esa persona cuya luz de vida se había acabado pudo haber sido el hermano, hijo, padre o nieto de alguien.
Eso es lo que me revuelve el estómago. Aún más si pienso que, en el peor de los casos, ese haya sido el caso de mi padre. El cual como podrán inferir, no conozco.
Pienso en eso mientras camino al instituto, es mi primer día en este lugar, nuevo para mí. Me pregunto si será algo agradable, o solo me veré obligado a limitar mis expresiones y comportamientos como lo llevo haciendo desde hace mucho.
No soy un chico con muchos amigos de todas maneras, aunque, no lo sé. Aveces me gustaría tener con quien hablar este tipo de cosas.
Pasadas 5 Horas
La verdad es que pensaba que mi primer día en este lugar sería más interesante, no obstante, fue todo lo contrario. Aburrido y con unos compañeros que, al igual que yo, tampoco se conocían de nada, solo espero que el día de mañana las cosas mejoren.
Ahora debo dirigirme a la cancha, no tendré partido ni nada por el estilo, lo cierto es que hoy en la mañana me ha llegado una carta a mi casa, citándome para hoy a las 3 de la tarde.
Eran las cartas que normalmente me llegaban para citarme a los partidos, pero esta vez era distinto, no solo me llamaron a la cancha sin razón aparente, sino que en este caso la carta venía firmada por "Sector V".
Miré mi celular y el reloj marcaba las 2:20 de la tarde. Me quedaba tiempo suficiente para ir a casa, cambiarme de ropa y dirigirme a la cancha. No iba a llegar al sitio con el uniforme del colegio, seré relajado, pero tampoco soy un impresentable.
Ya en casa me percaté de algo interesante, y es que mi madre no estaba, pero no debe haber mayor problema, quiero decir, no tiene que avisarme cada vez que salga. Lo lamentable es que yo si debo acatarme a esa regla, por lo mismo, tomé un papel y le escribí un mensaje a mi madre sobre donde iría, para que estuviera tranquila.
No quiero que mamá se preocupe por un segundo de mí, ya tiene suficiente con trabajar todo el día. Aunque es un agrado que hoy no haya ido a trabajar, supongo que habrá pedido el día por algún motivo importante.
Ya cambiado, me había puesto la ropa con la que generalmente jugaba, una camiseta talla XL con unos shorts de la misma talla, mis zapatillas nike y mis infaltábles rodilleras.
Habiendo salido ya de mi casa, caminar por las veredas de la calle realmente era un espectáculo, uno bastante bello, al menos a mis ojos.
Al caminar por estas calles lo primero que resalta es el graffiti, paredes llenas de escritos y dibujos hechos a partir de una lata de spray, y en algunos casos, pintura.
Para la burguesía un graffiti es contaminación visual, más yo lo llamaría rebeldía, la más nítida expresión popular, el descontento de un pueblo que día tras día solo grita igualdad.
Finalmente llegué a la cancha, antes de ver a nadie lo primero que noté fue el sonido de un parlante con música que ambientaba los partidos, el volumen era fuerte y el estruendo de los bajos en el reproductor se hacía notar.
"Ghetto 0.6" de Centinela Spectro era lo que sonaba, y la verdad es que el tema no podía venir mejor a mis pensamientos.
Al entrar a la jaula, lo vi, al mismo estúpido que había sido echado del partido conmigo el otro día.
Era bajo, su cabello era largo, le llegaba más o menos hasta los hombros, de colo azul marino y unos ojos que lo hacían parecer un gato. Creo que ya tengo forma de burlarme de el la próxima vez que cruce palabras con ese tonto.
—Kirino, finalmente has llegado—
Era uno de los organizadores, me hizo una seña para que fuera a encontrarlos, al hacerlo, solo estábamos nosotros 3 y el partido que había dentro del rectángulo había cesado para escuchar atentamente lo que el organizador tenía que decir.
—Los hemos llamado a ustedes 2 hoy porque tenemos una noticia importante que darles—
Miré de reojo al enano, realmente se veía tranquilo, a diferencia de la hostilidad mostró la ultima vez que lo ví.
—Ranmaru Kirino, Masaki Kariya... Como sanción por sus problemas en el ultimo partido, nosotros, como la organización del Sector V...—
Masaki Kariya, con que así se llamaba... Espera, ¿Sector V?... Nombre culiao feo, ¿No se les ocurrió algo mejor?
—Hemos decidido que a partir de ahora, ustedes 2 jugaran en el mismo equipo, como defensas—
—¡¿Qué?!—
Ambos gritamos al unísono, era imposible que tomaran esa decisión, es una estupidez.
—¡¿Por qué diablos tengo que jugar yo con este afeminado?!—
Gritó el enano malnacido.
—¡A ver repite eso si tienes pelotas!—
—¡Afeminado! ¡Afeminado! ¡Afeminado y de pasá maricón!—
—¡Eso es todo enano de mierda!—
De un arrebato lo agarré del cuello de su camiseta y lo levante, subiéndole la mano pegarle un puñetazo, pero inmediatamente recibí un pelotazo en la espalda cuya potencia me sorprendió lo suficiente como para soltar al cara de gato. Inmediatamente me di la vuelta para saber de donde provenía ese balón.
Busqué lo suficiente bien como para notarlo, al fondo de la cancha estaba un chico de estatura mediana, piel pálida, con el cabello azul oscuro y una mirada muy sombría. Ya lo había visto antes, estoy seguro de que para tomarse la confianza de lanzarme el balón, algún poder tenía que tener dentro del Sector V.
—Pues bien, eso ha sido todo. Ahora ambos, viren de aquí, no tienen permitido venir a la cancha hasta su próximo partido, es decir, este sábado, y más les vale que comiencen a llevarse bien el par de idiotas ¿Entendido?—
Exhalé, y solo me limité a mirar al enano, quien correspondió a mis ojos.
—Entendido—
Dijimos ambos al mismo tiempo para luego salir caminando de la cancha, antes de partir rumbo hacia mi casa, me di la vuelta para verlo irse, no despegué los pies del piso hasta que el desapareció de mi vista.
Lo que me sorprendió es que, justo antes de dar vuelta y desaparecer, miró hacia atrás, observándome, se quedó así por unos segundos hasta finalmente irse.
Yo hice exactamente lo mismo, me di media vuelta y comencé a caminar hacia mi casa. No estaba muy lejos, tan solo unos 15 minutos caminando.
Al llegar a la esquina que daba dirección a mi casa, me sorprendí al ver a mi madre fuera de la misma, conversando amigablemente con una pareja de hombres.
2 adultos, uno de cabello rojo ondulado, parecía un tulipán, y a su lado, otro hombre de la misma estatura, pero con el cabello casi blanco.
Me pregunto quienes serán... Nunca los había visto
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Bueno, este ha sido el primer capitulo oficial de este proyecto, y lo cierto es que me siento muy emocionado, últimamente solo he recibido alegrías por parte de quienes me leen, y de verdad me hacen feliz con sus comentarios y reseñas.
Me alegran día a día y me inspiran enormemente para seguir escribiendo.
Sin más que decir, nos vemos en el próximo capitulo ;)
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