V
Soltó la cadera del rubio, dejándolo correr lo más lejos posible, de todos modos lo alcanzaría.
Sintió la arena picar luego de un rato de correr, el atardecer comenzaba a pintar el cielo y él aire fresco lo anunciaba.
Sujeto el brazo de su novio, lo atrapó.
- ¡No es justo! -lo escuchó quejarse.
- Te dije que no lo intentaras, eres lento.
- Pero no mas que tú. -se río, tirando al agua al pobre Jaemin.
Era tonto, era extremadamente tonto, un tonto por Renjun.
Tomaron sus cosas, listos para abandonar la hermosa playa frente a sus ojos.
Jaemin y Renjun disfrutaban mucho de visitar lugares cada que la Universidad se los permitía.
Esa vez incluso querían hacer algo mas fresco como aquello, el verano había llego y necesitaban un respiro antes de ahogarse en libros y bolígrafos.
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