01.✧Desafío


The boy from my school, the ghost that led me to death

Cuando nos cuentan historias de terror la mayoría de las veces no sabemos qué tan ciertas sean, quizá sea sólo un invento de alguna persona que le gusta relatar, o quizá sea basado en algo que sucedió realmente pero se exageró para cumplir su función como leyenda. Sin embargo esa variable será una incógnita hasta que la vivamos o la veamos para poder dar un porcentaje de veracidad. Sabemos que la mayoría de dichos relatos empiezan con la frase “Cuenta la leyenda…” sumándole una vocecita tenebrosa, casi como un susurro ronco acompañado de una sonrisa tirándole a maquiavélica y, ciertamente éste relato no es la excepción. Un fantasma en busca de paz; la víctima siendo la que menos debió serlo.

Año 2000, Busan, Corea del Sur.

—Cuenta la leyenda que hace aproximadamente diez años aquí mismo en la preparatoria Yicheol sucedió una tragedia, en donde un adolescente de tan sólo 18 años fue asesinado por el director de la sede escolar. Un caso de injusticia en su máximo esplendor ya que, el director de la preparatoria era nada más y nada menos que el cuñado del alcalde de Busan —Jake escuchaba atentamente la escalofriante narración de su compañero Ji Kwan Suk, a medida que éste avanzaba los escalofríos que recorrían su cuerpo iban en aumento y es que Jake se sentía observado en exceso por más que volteaba hacia los lados disimuladamente no lograba dar con el dueño de la mirada, una sensación de incomodidad y miedo surgiendo en su pecho—… Hubo un tiempo en que todos buscaban justicia para el chico pero las personas que lo hacían al final no lograban nada, hasta que días después del juicio en el que resultó inocente el director éste mismo fue hallado muerto en el mismo lugar en el que asesinó a su alumno. 

—Wuoh, tremendo hijo de puta, lo bueno es que al final no se salió con la suya —comentó una de sus compañeras; Choi WangYi, consiguiendo varios sonidos de afirmación de parte de más chicos.

—Pienso que hubiera sido mejor que él pagará las consecuencias de sus actos en vida —espetó Jake aumentando la velocidad de su caminata.

Sentía unos nervios tremendos puesto que él junto con sus amigos más cercanos iniciaban una nueva etapa de su vida; la preparatoria y para hacer más resaltable la ocasión, la preparatoria a la que iban era nada más y nada menos que la preparatoria Yicheol, lugar donde había ocurrido la leyenda que Kwan Suk estaba contando hasta hace minutos.

—Opino lo mismo que tu Jake, la muerte es un camino fácil. Pero en fin, caminemos más rápido que ya casi suena la campana —comentó, el grupo de amigos hicieron lo pedido entrando a la institución.

Ya adentro buscaron su aula correspondiente encontrándola luego de varios minutos, Jake se percató rápidamente de que afuera de su salón se encontraba un lazo negro de luto, nuevamente se sintió observado la sensación de miedo volviendo a él. Decidió omitirlo y se adentró al salón junto con sus amigos, buscó con la mirada su asiento y cuando lo halló fue hacia el, apenas se sentó empezó a escuchar los murmullos de los demás chicos  que se encontraban en el aula. Confundido observó a sus compañeros una gran interrogante apareciendo en su rostro.

—¿Todo bien? ¿Por qué tantos murmureos? —preguntó al chico que se sentaba enfrente suyo, el chico tragó duro.

—Digamos que, tu asiento es el que está mal —fue lo que respondió.

—¿Mi asiento? ¿Qué hay de malo en el? —volvió a cuestionar, consiguiendo que el chico suspirara.

—Ese es el asiento de Park Sunghoon, el chico que fue asesinado hace diez años —respondió bajito, con miedo palpable en su voz.

—¿En… Enserio? —Jake sintió un malestar profundo en la boca de su estómago, tragó duro. La sensación de ser observado regresó, giro la cabeza suavemente hacia el lado izquierdo encontrándose con un chico de tez blanca y una marca de sangre en la cabeza, Sunghoon le sonrió y le saludó maquiavélicamente. Jake volvió la mirada hacia el frente, pánico tintando su rostro.

—Hey, ¿todo bien? Pareces ido… —una mano se posó en su hombro, él castaño se sobresaltó asustado.

—Sí todo bien, sólo me pareció haber visto a alguien —respondió el castaño.

—Calma hombre, se me olvidó que eres un asustadizo de primera. No te llenes la cabeza ¿okay? Es sólo una leyenda, nada de que preocuparse.

“Una leyenda… Sí cómo no.”

Jake volvió a tragar, él estaba seguro de que ese murmullo no fue producto de su imaginación.

El resto del día Jake se mantuvo en alerta, las miradas que el chico de tez clara le daba eran escalofriantes, lo peor es que lo seguía a todas partes hasta cuando estuvo en la comodidad de su hogar. Se sentía acosado. El castaño se fue a dormir pensando que al día siguiente todo mejoraría pero vaya que se equivocó. Los días siguientes despertó con grandes rasguños esparcidos por todo su cuerpo, el insomnio aumentó al tercer día, las ojeras bajo sus ojos haciéndose cada vez más visibles. Jake poco a poco se consumía aislándose completamente, visiones horribles de lo que fue la muerte de Sunghoon apareciendo constantemente en sus sueños haciendo que despertara exaltado, su rendimiento escolar decayendo rápidamente. Al cumplirse un mes ya no aguanto más.

Llegó a la escuela más temprano de lo común y subió a la azotea, su respiración errática, sus ojos carentes de brillo. Abrió la puerta y lo encontró a él.

—¿Por… Por qué a mí? ¡¿Por qué a mí?! —gritó exaltado, el azabache le dio una sonrisa que carecía de gracia.

—Eso mismo me pregunté yo hace diez años, y ¿sabes qué fue lo que ese reverendo hijo de puta me respondió? —preguntó roncamente, Jake negó agotado, ya no podía—, me respondió que lo hacía por diversión. ¡Por su maldita diversión perdí la vida injustamente! ¡Diez malditos años sin estar en paz, y todo por culpa de ese imbécil! Pero ya no más…

—¿Qué tengo que ver yo en todo esto? —preguntó asustado, Sunghoon se acercó hacia él para jalarlo bruscamente del brazo hasta que estuvo en el filo de la azotea.

La muerte… Eso fue lo que sintió Jake.
 
—Para poder descansar necesitaba un sacrifico, y aquí lo tengo. Te toca pasar lo mismo que yo pase, nos vemos dentro de diez años —fue lo último que escucho el castaño antes de ser arrojado hacia el final de su vida.

Muerte, eso fue lo que se encontró después de segundos de ser arrojado.

"Después de diez años la historia se vuelve a repetir. Adolescente es encontrado muerto de la misma forma en que Park Sunghoon murió."


Cuerpo: 1111 palabras.

Comentario final:

Mis personajes son: Park Sunghoon y Shim Jae Yoon (Jake).
●¿Cómo me sentí con éste reto?: Bastante asustada a decir verdad, ya que no soy alguien que escriba terror o misterio, es un género que no se me da bien y casi no sé de el porque no lo consumo.
●¿Tuve dificultades? ¡Muchas! No sabía como meter "miedo", creo que al final no quedó tan terrorífico pero estoy satisfecha, ¿cómo las supere? Bueno me puse a escuchar una playlist de miedo y a buscar a mis protagonistas, al buscarlos me acordé de Sunghoon en la era Border: Day One e inmediato supe que él iba a ser mi fantasmita.
●¿Qué fue lo que más me gusto del reto?: El que me saliera de mi zona de comfort, sin duda eso me encrispó los pelos pero... ¡Me gusto! Siempre es Bueno experimentar.

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