Me despierto a causa de los gritos de placer de mi madre, al ser un sacapuntas andante para el lápiz de mi padre. La luz del sol entra por mi ventana, y me tiro un gas potente, agradeciendo que tenía mi propia habitación para eso. Dejo que el olor se expanda por la habitación e inspiro, oliéndolo, tratando de identificar el nivel de putrefacción de mi cuerpo.

Ahhh, sí, ese olor indicaba que estaba por morir pronto por ingerir tantas bolas de toro. Perfecto. Me levanto de mi cama, y bostezo mientras me quitaba la suciedad de los ojos.

- Ah, ¿son ustedes? - Les digo de mal  humor. -  Eh, sí, les hablo a ustedes montón de haraganes que lo único que hacen es leer mamadas en Wattpad. Pensaron que esta sería otra típica historia donde la protagonista empieza a  narrar su vida como una retrasada, fingiendo que no existen ¿no? Pues se equivocan. En todo caso, me voy a presentar. 

Me llamo, Gertrudis Luffin y soy mitad, escocesa y mitad queteimportaperra. Tengo 17 años y soy tan fea como la mezcla entre tu bisabuela muerta y un coyote mojado. Soy tabla de planchar, y tengo lentes tan grandes como Betty La Fea. Tengo patas de pollo, mala piel y problemas de vello, y pelo en forma de un yuyal mal cortado. Además soy súper nerd, y siempre, todos mis compañeros se burlan de mi por mis pechos pequeños.

Ya saben lo que sigue ¿No? Me bañé, me vestí, me lavé los dientes, hice mis necesidades básicas (mi instinto expulsó cuatro cagadas del tamaño de pepinos) y después, bajé a la cocina donde mis padres me esperaban con leche de cabra, (porque el sueño de ambos es tener una hija como Megan Fox) y unos coquitos, que eran del tamaño de mis pechos.

-Buenos días familia. – Saludé. - ¿Podemos dejar de comer salchichas, seguido con ensalada de frutas con yogur? Ayer mi ano casi escupe mi colon y mis intestinos.

-Hola, Gertrudis, justo a tiempo. Te queremos dar una noticia. - Me saluda mi padre. A este se le mueve el paladar al hablarme, mientras una verruga salta cada que habla.

-¿Vas a pagarme la cirugía plástica de mi cara?

-Te irás a vivir con los abuelos a Nueva York por todo un año.

-¡¿Qué?! – Chillé, escupiendo mi leche de cabra, mientras mi madre terminaba su jugo de perejil despreocupada. - ¿Cómo que me voy de Escocia? ¡No puedo dejar mis clases de Gaita! y eso que mañana íbamos a casar al monstruo de lago Ness con mis amigos.

-No puedes negarte más hija. Ya lo hemos decidido. – Dijo en tono firme, ignorando mis lágrimas que caían por mis mejillas como cataratas del Niagara sin contaminación.

-¿Pero, por qué?

-Hija, escúchame... - Entonces mi madre se acercó a mi, y me tomó de mis dos mejillas con cariño. – Tu padre tiene cáncer de testículos, le quitarán las bolas probablemente.

-¡¿Cómo que tiene cáncer? No puede ¿Quién me mantendrá para que siga viviendo de floja? - respiraba con dificultad, - ¿Se nos va a morir?

-Tal vez, pero el punto es que se operará en cuatro meses en sus bolas y entonces tendrá que hacer una abstinencia por dos meses. Por lo tanto, tu padre y yo hemos decidido mandarte lejos para...

-¿Para evitar que sufra? – Murmure enternecida, ¡Ah! Mis padres se preocupaban tanto, ¡me amaban!

-¿Qué? No. – contestó. – Para que tu padre y yo podamos aprovechar, entonces, los meses antes de la operación, para coger todo lo que queramos y sin que nos interrumpas en nuestro amor sexual. Ya sabes, contigo aquí estamos desaprovechando demasiados lugares, como el sillón, la mesa del comedor, la alfombra de la sala, el mueble de la cocina, tu cuarto...

Iugh, que asco. Trauma, trauma. Trate de agarrar un cuchillo para suicidarme, pero mi padre me dio una cachetada para que entrara en razón, gritándome, al mismo tiempo, que debía ser fuerte y resistir. Todo en nombre de su promiscuidad reprimida. Yo se los debía. ¡Ellos me dieron la vida!

-¡Me niego a irme a Estados Unidos! ¡No puedo vivir en el mismo país que la maldita Nathalie Portman. ¡Esa desgraciada me robó a Thor!

-¡Pero, cariño! Por fin podrás intentar cumplir tus sueños de conocer a Jailis Stills y a Yuskin Biber, para una historia de romance típica de rayita. Además, irás a un instituto donde podrás conocer a un chico muy bueno y gentil, para después dejarlo por el chico muy malo y egoísta, machista, arrogante y abusivo, el cual solo te querrá para coger y porque le encantan las nenas estúpidas que se vuelven sumisas por él y le lamen las bolas día y noche.

-¡Me niego!

-Te daremos un iPhone 7 plus de oro si accedes, y drogas para matar a alguien en caso de emergencias, que tenemos en nuestro poder por alguna extraña razón, y que no generarán ningún tipo de repercusiones legales en ti, por más increíble que parezca, a menos que tu vida necesite un giro dramático en la trama y sea necesario para obtener más vistos.

-ACEPTO.

Y así perras, es como empezó mi nueva vida en Estados Unidos, donde seguramente, seria una chica no popular y la más fea de todas a la que le harán Bullying, me robarán mis pertenencias los pandilleros de la esquina y me lanzarán huevos con harina las porristas, en el primer día de clases. Pero no me importa, porque, por arte de magia de los yanquis, alguien aparecerá y me transformará en una versión 2.0 de Cenicienta antes de las doce y conseguiré a mi príncipe azul con solo un Bibidi Babidi Bu.

¡No se lo pierdan!