Capítulo 4

Después de haber escapado de la casi atrapada que les hizo CABA, los hermanos Deutschland se detuvieron en un callejón.

"Uff, eso estuvo cerca" dijo Ori, aliviada "¿No es así, hermano?"

"Si..." dijo Alemania, pensativo.

"Ale, ¿sucede algo?" preguntó la oriental, mirando con cara notoriamente preocupada al ver a su hermano menor por 15 minutos

"No, nada" respondió el occidental, serio, causando que su hermana se preocupe mas por él.

"Du weißt, dass du dich bei allem auf mich verlassen kannst, richtig? (Sabes que puedes contar conmigo para todo, ¿verdad?)" le recordó ella, tratando de saber el porqué su hermano estaba así "Also, wenn Sie mir etwas zu sagen haben, sagen Sie es mir (Así que si tienes algo que decirme, dímelo)"

"Ich weiß, Schwester... (Lo sé, Hermana...)" dijo él, igual de serio. Tenía en mente de que le habían dicho eso para sacarle el por qué de su seriedad, y al parecer estaba en lo cierto, así que quiso hacerle una pregunta: "Warum hast du sie getreten? (¿Por qué la pateaste?)"

"¿Qué?"

"¿Por qué le pegaste una patada?" preguntó de nuevo, un poco molesto y mientras se daba la vuelta para ver a los ojos a Alemania Oriental.

"F-fue por defensa personal, te lo juro" dijo la alemana oriental, llena de nervios.

"Solo espero que no le hayan dado ganas de vomitar" deseó el alemán occidental, quien asomó su cabeza por la entrada del callejón "Die Zwillinge sind nicht da... das ist gut so (Los gemelos no están aquí... eso es algo bueno)"

[...]

"Así que, ¿Cómo fue exactamente que pasó?"

"¿A qué te refieres?"

"Al robo, ¿a qué mas?" dijo Argentina, queriendo saber como fue el robo del preciado rubí de su madre.

"Ma', ya te dije, no vimos nada" respondió CABA "ya lo habían robado cuando aparecimos Baires y yo"

"Entonces ya había pasado cuando los alcanzaste, ¿no?"

"Exacto" confirmó la ciudad autónoma "Después me pegan un patadón, los sigo persiguiendo de todas maneras, los pierdo de vista, me alcanza Baires y... ya sabés"

"Ya veo... ¿Y estás bien?"

"Ma', estoy de maravilla" respondió la porteña, quien se fue para su habitación.

Argentina suspiró

"Es difícil cuidar niños, ¿Verdad?" preguntó cierta polaca que se encontraba apoyada en la puerta de la sala

"Cuando es tu primera vez, si, es difícil" respondió la argentina, quien se echó atrás, apoyando su espalda en el respaldo del sofá "pero con el tiempo uno se acostumbra. ¿Por qué te interesa saber? Ni que fuera lo más vital del mundo"

La europea caminó se sentó en el sofá mientras decía: "Curiosidad, ¿Acaso no puedo preguntar algo por ser curiosa? Ah, y también porque vi que estás un poco abrumada"

"No es eso, es solo que... me preocupa que le esté pasando algo y no me lo quiera decir"

"No te preocupes, Arge" dijo Polonia "de seguro fue un golpe, no creo que sea un gran problema"

[...]

"Y bien, ¿Lo tienen?" preguntó Naz esvástica a sus hijos

"Aquí está" respondió cierta alemana tricolor mientras sacaba del bolsillo un collar el cual tenía un rubí

"Wow... es hermoso" dijo una tal prusiana mientras se acercaba a su bisnieta para luego agarrar el collar "veamos que tal me queda"

"¡Espera!" gritó el tercer Reich, justo antes "No te pongas ese collar"

"¿Por?"

"Tal vez les parezca un loco por lo que voy a decir, pero ese collar está maldito"

"Este es... ¿el collar de Confederación?" preguntó Prusia, sorprendida y dejando el bonito pero peligroso collar en una cajonera cercana.

El alemán de la cruz esvástica asintió, un poco nervioso, mientras veía como la del parche (Prusia) se ponía la mano en el pecho, donde exactamente se encontraría la joya del collar si se lo hubiera puesto.

"Mutter, ¿Qué sucede?" preguntó Second Reich, preocupado, al ver el comportamiento de su madre.

"Pensé que ya sabías..."

"¿Saber qué?"

"Bisabuela, solo tú sabes de lo que estás hablando" dijo Alemania "¿Qué no sabe Großvater que tu si?"

"Bueno... el collar de Confederación es... se dice que está maldito"

"¿Maldito?"

"Pero no es una maldición de 7 años de mala suerte, es una maldición de muerte"

"Osea que..."

"Si te lo ponías... ¿Te ibas a morir?"

La prusiana asintió con la cabeza.

"Esto fue la gota que hizo que el vaso se volcara" dijo "según la historia, Confederación Argentina y Provincias Unidas del Río de la Plata murieron el mismo día de la misma manera: asesinato, pero uno murió por un balazo, en 1841 y el otro por una herida de batalla, en 1864"

"Pero... en 1864 no hubo guerras en Argentina" dijo Second Reich sin entender.

"Pero si en Paraguay. La Guerra del Paraguay o Guerra de la Triple Alianza fue un conflicto en el que participaron Argentina, Imperio Brasileño, Uruguay y el país ya nombrado: Paraguay"

"Así que... ¿La madre de Lady toma mate murió en combate?

"Exacto"

[...]

Unos minutos mas tarde la Deutsch Mafia se estaba yendo a dormir y cierta alemana oriental se encontraba sentada en su cama, buscando algo en un pequeño bolso.

"Dónde estará..." pensó, rebuscando en el pequeño bolso, cuando sintió tocar algo "¡Aquí está!"

Sacó un alhajero el cual era de color carmín con algunos detalles dorados, la cual empezó a darle cuerda. Una vez abrió el alhajero, una canción de cuna empezó a sonar.

La melodía se escuchaba por toda la habitación. La figura de la conocida Duquesa Anastasia giraba en el alhajero, en el cual también había un anillo plata que ya no le entraba a la alemana oriental. Poco a poco, y sin darse cuenta, empezó a bailar al compás tranquilo de la música que el objeto hacía y tarareaba la música, solo que esta última acción la realizaba teniendo conciencia de ello.

El tiempo pasó y la música fue volviéndose cada vez mas lenta, ya que el final de ella estaba cada vez mas cerca. Una vez terminó la canción, Ori se echó boca abajo a la cama, cansada y con una sonrisa, ya que bastantes recuerdos habían pasado por esa mente que ahora solo pensaba en el miedo que el mundo le tenía a su familia y a ella. Cerró sus ojos y en menos de lo que canta un gallo, se durmió...




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