II

Siiiii COMENTEEEEEEEEN 👹👹👹👹👹

POR FAVOR 👹👹👹

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-¿Sunoo?- Yang Jungwon abría la puerta de su mejor amigo, empapado por la lluvia, viendo que estaba temblando de frío pero con una sonrisa en el rostro.

-¿Puedo pasar?- Sunoo preguntó.

-Eso no se pregunta, ven- Jungwon lo jaló para adentro de su casa,  tenía muchas preguntas en ese momento, pero no quería agobiar a Sunoo en ese momento con tantas cuestionantes.

El menor solo pasó adentro de esa casa, suspirando mientras se sacaba los zapatos y con pena de pisar el limpio piso ajeno, toda su ropa estaba mojada, seguro ensuciarse así que se quedó en la entrada, sin pasar a más.

-¿Qué esperas? Ven, te voy a dar ropa seca- Jungwon de nueva cuenta lo jaló hasta su habitación donde le dio ropa abrigada y seca junto a una toalla.

-Gracias, Won- dijo el pelirosa con una sonrisa pero sabía que no podría fingir esa sonrisa por mucho tiempo -i-iré a cambiarme- sus pasos titubearon un poco, pero antes de que pueda irse Jungwon le rodeó con un abrazo sin importarle lo mojada que estaba su ropa.

Sin decir nada, sin preguntar nada, solo un abrazo que transmitía todo lo que Sunoo necesitaba en ese momento.

Ahí el omega menor empezó a llorar tratando de no ser escandaloso, aguantando todo lo que podía sus hipidos, como odiaba a sus padres, de todos los que podía tener en el mundo ¿Porqué el?

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-Listo, ya lo envié- Sunoo celebraba haber terminado y entregado su ensayo, al final no hablaron sobre lo sucedido, Sunoo no estaba listo.

-Yi li invii- Jungwon se quejó de Sunoo, él apenas iba en la mitad y un poco más, fue su culpa por haber empezado esa misma mañana, pero es que ayer salió con su novio y no pensó que un ensayo sería tan complicado de hacer.

-Tu culpa por quedarte con Jay hasta muy noche- Sunoo se burló guardando su laptop mientras estiraba sus brazos viendo de reojo aquella tinta en su antebrazo izquierdo.

Sin decirle nada a Jungwon, anoto el número en su teléfono para guardarlo con el mismo nombre que decía al lado del número, sin enviar un mensaje aún, lavaría y doblaría muy bien su chaqueta antes de devolverla, obviamente, también repondría el dinero que gastó en el taxi.

-Tomen, les traje postrecitos- el padre omega de Jungwon apareció entrando a la habitación.

Los padres de Sunoo siempre lo trataron como un hijo más, puesto que sabían lo desastrosa de la vida del pequeño pelirosa, viendo con pena y dolor como aquel chico solía llegar a veces a su casa en medio de la noche con golpes en sus brazos o lágrimas en los ojos y como siempre quería incomodar lo menos posible pese que hace tanto que venía de manera regular.

Pasó cuatro navidades con ellos y solían festejar su cumpleaños puesto que sus verdaderos padres no lo hacían, pero Sunoo solía tratar de irse para no incomodarlos, aunque en verdad nunca lo hizo.

-Gracias, mamá- Jungwon le dio una sonrisa y llevó ese pastel de tres leches a Sunoo.

-Muchas gracias- Sunoo sonrió dando una reverencia.

-Chicos, iremos un rato a la avenida- avisó su padre detrás de su madre con una sonrisa -¿Quieren algo?

-Yo papitas- Jungwon sonrió y al saber qué Sunoo no pediría nada, habló por él -Él quiere helado de chocomenta.

-N-no es necesario- Sunoo pensaba que ya era mucho que lo dejaran quedarse en su casa, darle comida era otro nivel.

-Volveremos dentro de poco con sus cosas- ya ambos se fueron tomados de las manos.

-Sun, si quieres algo, lo dices- Jungwon lo miró -no hay nada de malo en eso.

-Iré a caminar un ratito- ignoró por completo lo que dijo Jungwon.

Se colocó sus zapatos, dejando su laptop y su mochila ahí para que Jungwon sepa que sí volverá esta vez.

Salió de su casa, caminando en medio de la fría y obscura noche, ya había parado de llover.

Solo quería despejar un poco su mente, caminó al rededor de la cuadra dos veces, viendo el río Han desde donde estaba, Jungwon vivía cerca de este, como a siete u ocho minutos para llegar a la orilla.

Caminó hasta esta viendo lo fría que estaba el agua, no le dijo a Jungwon que se lastimó el pie, pero le dolía mucho, así que  sacándose los zapatos, empezó a caminar dentro del helado río, sintiendo relajación al estar en contacto con este.

No pudo entrar más, puesto que jalaron de su brazo muy fuertemente sacándolo del agua.

-Apenas tu ropa está seca la vuelves a mojar- reconocía esa voz -Está vez no tengo una chaqueta para darte.

Entonces Sunoo se dio la vuelta, viendo a aquel chico de la motocicleta parado atrás de él sujetando su mano de la cual había jalado.

-No... es que...- no sabía qué decirle para sus razones por las que entrar al río.

-Hace frío- no lo soltó -el río se ve más bonito en primavera.

Esa era una frase que solían utilizar las personas mayores que trataban de que sus hijos o nietos con depresión no se suiciden al ahogarse en el río.

Sunoo no trataba de hacer eso... ¿verdad? Él... solo quería que el dolor se fuera.

-Ven, te vas a congelar si entras.- hizo que Sunoo caminara hacia él, pero al pisar descalzo, su pie volvió a doler, quejándose en el acto -¿Te lastimaste?

-N-no, solo es un calambre, ya va a pasar, yo--

-Los calambres duelen mucho- de algún modo, cargo a Sunoo en su espalda, levantando sus zapatos del suelo, para caminar lejos del río Han.

Sunoo no sabía qué estaba pasando en ese momento, pero de algún modo, era agradable.

Fue sentado en un banco de una rotonda cercana, vio como aquel chico hizo una llamada, hablando en otro idioma, quizá era japonés, pero después de colgarla se sentó a su lado.

-¿Te hace frío?- preguntó el alfa sin mirarlo.

-No...

-Eres malísimo mintiendo- rió bajo -toma- se sacó los guantes que traía y una bufanda color rojo, colocandosela en su cuello.

-Sobre la chaqueta...

-Quédatela- dijo conectando miradas con él.

-Pero es una de una marca muy cara- Sunoo no podía aceptar eso -cuando seque se la voy a devolver y--

-No, quédatela- vio cómo la nariz y mejillas de aquel omega enfrente suyo estaban rojas por el frío, pero luego pensó mejor, si le devuelve algo, volvería a verlo -pero tendrás que devolverme los guantes la próxima vez.

-Claro que sí, yo-- antes de que termine de hablar, un taxi se paró enfrente de ellos de donde salió un señor de talvez 48 años con un maletín.

Aquel señor y el alfa se saludaron en ese idioma que Sunoo no comprendía y entonces fue que el hombre hizo una reverencia a Sunoo, agachandose para abrir su maletín y revisar su pie izquierdo.

¿Para eso era la llamada de hace un momento? Pero si solo era un dolor pasajero.

Cuando aquel doctor terminó de revisarlo le dijo algunas cosas a Ni-ki quien agradeció y pagó sus servicios, volviendo a mirar a Sunoo con una sonrisa.

-No es algo grave, pero debes caminar con cuidado ¿Cómo te lastimaste?

-Ah... me caí- le dijo con una sonrisa de igual manera.

-Debió ser una fea caída- bufón -te acompaño a casa- se paró viendo que el omega aún tenía los pies descalzos.

Se agachó colocándole ambas medias y ambos zapatos, teniendo mucho cuidado con su pie izquierdo.

-¿Cómo te llamas?

-Kim Sunoo- respondió el más bajito, mirando con qué delicadeza el contrario amarraba sus agujetas, para lo hacerlo fuerte y dañarlo.

-Bien, Sunoo, te llevaré a casa hoy- caminaron poco rato hasta que llegaron al auto de Ni-ki, donde Sunoo entró sin siquiera dudar, por alguna razón, no tenía miedo.

Llegaron muy rápido a casa de Jungwon, puesto que era muy cerca de aquel río.

-Gracias por traerme- Sunoo hizo una reverencia.

-Espero que la próxima toda tu ropa esté seca- y con eso, se fue sin decir más.

Que ambas veces que se hayan encontrado su ropa haya estado mojada  era una coincidencia para tener más prendas de aquel muchacho.

Y de alguna manera, la ropa que él le daba era más cálida que las demás.



























Cami~

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