Teatro Imaginario

- Mhmmm... -

Levemente murmuró, comenzando a despertar; pocas veces se daba un momento para verdaderamente cerrar sus ojos y dejar que todos los sistemas de su cuerpo vayan poco a poco apagándose para así dormitar. Era una marioneta, el no necesitaba dormir, o comer, o cualquier necesidad básica del ser humano.

Pero debía admitir, dormir? Se había sentido mejor de lo que él podría haber imaginado. Reposar su artificial cuerpo contra el pasto, bajar su sombrero hasta sus ojos y simplemente dejar que todo fluya sobre su cuerpo; ya veía porque Lumine lo hacía bastante a menudo.

Levemente sonrió, estaba lo suficientemente descansado y con paz en su mente como para seguir con sus actividades, que actividades? No tenía idea, solo prefería hacer algo que quedarse sin hacer nada. Levemente abrió uno de sus ojos con lentitud, captando de nuevo el panorama en donde anteriormente... estaba...

Ya no estaba en el bosque de Sumeru, no veía los árboles, ni la naturaleza; ni siquiera podía ver a los animales que solían venir con el, no. Lo que podía ver? Un oscuro teatro que era un cambio radical a la bella y colorida naturaleza que se cernía frente a él... o se cernía.

Levemente se alzó sobre su asiento, comenzando a ponerse levemente interesado; su panorama cambió al dormir, como si alguien lo hubiera secuestrado, y que tal si así fue? Que idiota! Lo tomaron por sorpresa! El Caminante levemente tomó su mano sobre su frente, gruñendo, quizá era también por eso que no solía dormir demasiado, siempre tenía que estar alerta.

- Oh, ya despertaste? -

Aquella voz... El Caminante miró a su lado con leve temblor; a su lado se encontraba, sentada como podía en aquella silla de teatro; no cabía en ella debido a su tamaño, pero se veía más calmada que el, claramente. Lentamente balbuceo, antes de hablar.

- Reina Menor...? - Susurró al ver a Nahida a su lado, antes de, de nuevo, tomar su frente con su mano, gruñendo. - Agh... es esto alguna clase de tus trucos...? -

A pesar de saber muy bien la mente de la marioneta, esta vez no se trataba de algún truco bajo la manga de Nahida. Levemente negó, mirando al tipo del sombrero. - Me temo que no, Don Sombrero, esta vez me tomaron a mi también por sorpresa... -

- Eh...? - El del sombrero levemente levantó su rostro, antes de mirarla. - Que caraj-

- Uhhh... Q-Qué pasó...? - Don Sombrero no pudo decir más, al escuchar una voz en su costado que también conocía bien; agradecía a alguna deidad que esta vez su compañera gritona no-

- A PAIMON LE DUELE LA CABEZA! -

Hablo muy pronto; gruño levemente antes de voltear su mirada. Por supuesto, aquella bella rubia que le había causado tantos problemas y a su vez tantos recuerdos que consideraba memorables se encontraba a su lado, y como no, su hada voladora gritona también se encontraba con ella.

Lumine levemente se estiró, con una leve mirada de preocupación que seguía a todo el lugar y a todas las personas dentro de este; antes de lentamente conectar su mirada con el caminante. Los ojos de Lumine brillaron, y los de Él Caminante también; Lumine levemente balbuceo, antes de susurrar.

- S-Sycamore...? - Su nombre, un tema delicado, pero que trataba de no darle importancia. - Q-Que oc-

- HEY! - Enserio aquella hada no podía mantenerse con ella misma?. Paimon, pataleando en el aire se acercó peligrosamente al llamado Sycamore, el cual simplemente retrocedió con un gruñido al verla tan molesta. - QUE FUE LO QUE NOS HICISTE?! PAIMON ESTÁ ENOJADA! -

- Huh...? - Susurró. - Que te hace pensar que YO tengo algo que ver en esto? -

- TU SABES BIEN PORQUE! - La realidad es que no sabía porque.

Ah, claro, la hada seguía desconfiando de él, inclusive después de todo; gruño levemente antes de cruzarse de brazos y desviar la mirada. - Piensa lo que quieras... -

- ESO QUE SIGN-

- Paimon, relájate... - Lumine levemente jaló de la falda a la hada, la cual simplemente movió sus patitas histérica mientras intentaba apuntar al chico el cual simplemente arqueó su ceja. - Sycamore no sabe que ocurre... ni nosotros tampoco... -

Sycamore levemente gruño, antes de mirar a su lado con un leve rubor en sus mejillas que definitivamente no era intencional de su parte. - No necesito que me defiendas... -

Un quejido se escuchó en la parte baja de ellos, en la hilera de sillas que se encontraba justo a sus pies; el trío (y Paimon) miró curiosos de quienes se trataban. Lentamente del asiento sobresalió un listón rojo saltón que hizo que el trío y la hada saltaran levemente de sus asientos debido a la impresión.

Lumine levemente parpadeo, antes de susurrar. - A-Amber...! - La chica del listón y cabello café reaccionó ante el llamado de su nombre, volteando rápidamente en su silla para ver detrás de su asiento a quien la llamó.

Amber, parte de los caballeros de Favonius, lentamente sonrió al ver a su amiga, y saludó con un ademán emocionado. - Lumine! Que bueno verte! -

Lumine sonrió emocionada al ver a alguien conocido con ellos, mientras que Sycamore simplemente sumió su ceja al ver a la chica delante de ellos; parecía muy contenta a pesar de estar en un lugar desconocido. Otro quejido más se escuchó al lado de Amber, esta vez parecía de una mujer mayor.

Amber volteó, para así alzar sus cejas y rápidamente tomar del brazo a la mujer; rubia, y de complexión algo fuerte, llevaba una armadura y traje ceremonial que la recubría de forma entera. Amber habló. - General Jean! Se encuentra bien?! -

Jean levemente murmuró, antes de abrir sus ojos y ver a Amber a su lado; relajó su expresión, antes de hablar. - Amber... Lumine... - Susurró antes de mirar a todos lados. - Donde... estamos...? -

- Esa es la pregunta del millón... - Susurró Nahida levemente, captando la atención del Caminante el cual simplemente la miró.

Sycamore achicó su mirada, antes de ladear su rostro. - Segura que esto no es tu acto, Buer...? -

Nahida levemente miró a su protegido, para así asentir. - Estoy segura... siento una presencia aquí, algo que no puedo explicar del todo... - Sycamore murmuró levemente; eso no sonaba del todo seguro. - Además... mi poder no sería lo suficientemente masivo para reunir a todas estas personas... -

- A todas estas- que? -

Sycamore levemente volteó detrás de él, solo para sentir sus ojos casi caer de su rostro de marioneta viviente al ver la cantidad de gente que se encontraba ahí; algunas conocidas, otras no del todo. Podía reconocer, sin embargo, sus vestimentas de los distintos lares de donde provenían.

Del lado de Mondstadt teníamos a Amber y a Jean, quienes parecían ser las unicas mujeres provenientes de aquel lado de Teyvat, pero no eran los únicos residiarios de ahí, sin embargo, porque podía reconocer a quien sin dudas era el Arconte Anemo de Mondstadt, Barbatos, y claro, nadie en la habitación quizá lo reconocía, y no podía culparlos, porque Barbatos parecía un simple borracho de cantina que amanecía sus viernes en una banqueta siendo detenido por la ley; incluso ahora se veía apenas saliendo de una resaca, despertando levemente en su asiento mientras eructaba discretamente.

De parte de los residentes de Liyue se encontraba un poco más de variedad, sin embargo. Teníamos a un hombre alto, de complexión delgada pero no del todo, vistiendo ropas demasiado finas y claras que denotaban poder y control; su cabello era de un café oscuro que terminaba en puntas de un claro del mismo color, Zhongli, era su nombre; luego a su lado se encontraba una chica, un poco más baja en estatura, llevaba un enorme sombrero con detalles de flores rojas, y un traje que le llegaba por encima de los muslos, atractiva, era una forma de describirla, Hu-Tao, era su nombre. El siguiente era bastante conocido por Sycamore, demasiado que quisiera sacarlo de su mente, pelo naranja, ojos azules y una máscara colgando de su cabello junto con su traje Fatui portándolo como si fuera su mayor orgullo, Tartaglia, la definición de 'idiota' en su vocabulario.

Al lado de Tartaglia había una mujer, pelo corto, mirada fría; curiosamente llevaba una chaqueta amarrada a sus hombros con detalles que parecía estar hecha de la misma tela que las gabardinas de los Fatui, estaba cruzada de brazos, con sus ojos cerrados, pero claramente alerta; Yelan, aguardaba su momento para actuar.

Y al lado, por supuesto, se encontraba su jefa; mujer de la vida galante, vestido costoso, con un cigarrillo en sus manos y un pelo blanco que revoloteaba levemente, Ningguang, no parecía del todo afectada por lo que ocurría.

Ese era el lado de Liyue; Sycamore levemente gruño, se extendió demasiado, que ni notó que había más personas en la habitación de todos lados, que se suponía que era esto? Del lado de Fontaine, teníamos a su soberano mayor, Neuvillette, con su típica expresión dura y fría, por supuesto que Neuvillette no parecía salir sin tener a Furina a su lado, aquella mujer de veía asustada, mirando a todos lados mientras golpeaba con fuerza el hombro de Neuvillette mientras intentaba llamar su atención; al lado de ellos estaba una chica con orejas de gato, parecía calmada, o aburrida, no podía saberlo del todo por su expresión estática, simplemente miraba con atención las cortinas rojas frente a ellos, Lynette, y por supuesto, a su lado, estaba su hermano Lyney, quien lentamente retiró su sombrero de su cabeza para ver con más cuidado el lugar.

Detrás de ellos, imponiendo su lugar como claramente era debido, se encontraba una mujer de mirada fría y calculadora, ojos rojos y cabello plateado, mirando con atención el lugar con sus ojos cruzados, Arlechinno, alguien que Sycamore conocía relativamente, nunca habló con ella más que pocas veces. El contraste entre Arlechinno y la chica a su lado era bastante claro, porque mientras Arlechinno se mostraba seria y fría, la chica rubia de su lado se mostraba sonriente y animada, casi emitiendo un brillo de ella que cegaba sus ojos levemente; rubia con sombrero largo y traje dorado, Navia, la presidenta de la Spina Di Rosula.

Ese era el lado de Fontaine, desde Sumeru, estaba Nahida, la Reina Menor Kusanali, y la actual guardiana de Sycamore; para Sycamore su relación no pasaba de simple formalidad que no llegaba a más, pero debía admitir que le tomó cierto cariño pasar con ella, era ameno tomar el té mientras ella relataba su trabajo del día.

Sin embargo, no solo eran ellos; al lado de Nahida se encontraba... dormida, como siempre, esa chica parecía dormir siempre, y el sabía de aquello porque siempre la veía reposar en su mesa, como si nunca durmiera en toda su vida, Layla, la chica de Rtawahist. Al lado de Layla se encontraba una cabeza roja danzante con un velo sobre su cabello que simulaban ser cuernos negros; llevaba un traje típico de Sumeru y parecía levemente asustada del lugar en el que estaban, Nilou, la bailarina.

Ahora yendo al lugar que el tanto odiaba en su ser; Inazuma, por supuesto, su vida no parecería estar en paz sin tenerla en la misma habitación que el; ordamentaria real, kimono morado y esbelto, y un cabello que siempre reconocería en sus pesadillas, Raiden Shogun, o Ei, no importaba el nombre que se diera ella, el siempre la tendría como una hija de perra con la que prefería no tener contacto alguno.

Al lado de Ei, por supuesto, estaba aquella mujer zorro de cabello rosa; sonriente con calma pero parecía estar alerta en todo momento, levemente moviendo sus orejas de zorro ante el viento que llegaba desde no sabía dónde, Yae Miko, siempre estaba al lado de la Raiden; de hecho, parecía que tenía a dos de las lamebotas de la Raiden en el mismo lugar, porque justo en el lado contrario de ellas se encontraba una mujer de cabello azulado, máscara roja posándose sobre su cabeza, y un traje oriental de batalla, Kujou Sara, por qué no?.

Ahora entrando en el territorio de personas desconocidas; había una chica de cabello verde y máscara, tenía sus ojos cerrados y sus brazos cruzados y parecía estar tratando de concentrarse, Kuki Shinobu, parte del clan Arataki, pero que era del clan Arataki sin su confiable y guapo líder? A su lado, llorando, gritando, y sosteniendo sus cuernos, se encontraba Arataki Itto, pataleando mientras Kuki solo intentaba no perder su paciencia.

Al lado de ambos se encontraba una mujer y un hombre, ambos de pelo blanco, y ordamentaria real y costosa; la mujer llevaba su cabello dividido por coletas y el hombre simplemente lo tenía suelto; Kamisato Ayato y Kamisato Ayaka.

Sycamore levemente cerró sus ojos, eran demasiadas personas que no conocía del todo en una habitación misma, no, no una habitación, una sala de teatro era el mejor término; alguien los trajo aquí con un propósito en específico que no estaba del todo seguro si era benefactor para todos, de hecho, que de benefactor tenía estar atrapado en un lugar que no reconoces del todo con gente que no reconoces del todo?

Su respuesta llegó, pero no de la forma en la que el esperaba, porque entonces una enorme y suave voz se escuchó desde algún lugar del teatro, captando la atención de los presentes.

- Buscas respuestas para algo sin sentido, siempre así, o no...? -

Sycamore levemente achicó sus ojos; por alguna razón el creía que eso iba para el, y así era, porque aquella voz comenzaba a hacerse más conocida, pero no sabía del todo de dónde venía. La voz era de una mujer, levemente suave sin llegar a ser inaudible.

- Lamento las circunstancias en la que los traje aquí... es solo que todo fue tan imprevisto que me parecía apropiado simplemente iniciar y darle cuerda a nuestro... experimento... - Una leve risa se escuchó de la voz.

La Raiden Ei levemente achicó su mirada, sintiendo su enojo venir poco a poco; quien osaba a interrumpirla e intentar secuestrar la? Levemente se puso de pie, captando la atención de todos. - Porque has de traernos aquí, voz misteriosa...? -

"Definitivamente es Shogun..." Pensó Sycamore con un rostro de poker en su ser.

La risa se escuchó de nuevo, antes de comenzar a abrir los telones dejando que una enorme tela blanca se alzara detrás de estos. - No busco causarles problemas... pero tampoco busco créales bucles en sus mentes al intentar explicarles que soy, o donde es que estamos... -

- No me agrada... - Susurró Sycamore levemente; Lumine asintió de acuerdo.

- Sepan que en este momento nos encontramos en un punto fuera del tiempo, o de la realidad misma... - Eso causaba más dudas que respuestas; nadie en la habitación realmente entendía a qué se refería la voz con ello. - Soy lo que llamarían... una "Guardián"... mi título es reciente, y e estado viendo de lejos las realidades que los involucran a ustedes... -

- El para que cosa de quien? - Susurró Itto.

- Su realidad a captado mi atención... - Lentamente una luz comenzó a emitirse desde el techo, proyectando entonces una imagen en la pantalla; aquella imagen se trataba de una fotografía de la viajera, Lumine, posando junto a todos los amigos que a hecho en el camino, amigos tan cercanos que parecía que no quería irse de ahí jamás.

"Yo cuando me tome eso?" Susurró Sycamore en su mente confundido al verse en aquella foto; no recordaba en ningún momento haber aceptado aparecer en una fotografía, el lo recordaría bien.

- Precisamente, hay alguien de ustedes que captó mi atención... - Era claro que era Lumine, la viajera de otro mundo, porque no lo sería? Es la que a ido con cada Dios en Teyvat y a enfrentado un sin fin de obstáculos para llegar a su objetivo, sin duda era alguien que merecía llamar la atención de alguien de su mismo pod- - Me refiero a ti, Sycamore... -

Espera, que? Entonces la foto se cerró, antes de enfocar de más de cerca el rostro del tipo del sombrero, inexpresivo como siempre, simplemente mirando a la cámara; Sycamore entonces alzó sus ojos levemente, que se suponía que era esto?

- Créanlo o no... hay un sin fin de universos que te tienen a ti, Don Sombrero, como un Ser de Anclaje que los mantiene vivos... - Eso sonaba demasiado estúpido para siquiera ser una historia de fantasía; Sycamore levemente gruño mientras apretaba sus dientes.

- El? - Paimon levemente lo apunto, como si fuera algo imposible de creer.

- Yo? - Aunque claro, Sycamore también se apuntó a sí mismo con confusión.

- Si, tú~ - Dijo aquella voz con una risueña tonada. - Mencionó la verdad cuando digo que tú me demostraste lo que es ser un verdadero... 'protector'... - La luz entonces proyectó otra imagen, esta vez de él de nuevo, o era el? Parecía el, pero no llevaba su ropa normal, no, llevaba una especie de kimono abierto que daba paso a un traje de cuerpo completo azul oscuro que tenía en su pecho una araña de color cyan.

- Soy... yo...? -

Arlechinno levemente achico su mirada, antes de murmurar. - Interesante... -

La voz rio, antes de hablar. - Efectivamente, eres tú, en una realidad alterna en donde fuiste mordido por una araña, otorgándote sus habilidades! - La imagen entonces cambió de nuevo, esta vez mostrando a Sycamore, pero... su estado era demacrado, con sus brazos rotos y su rostro prácticamente quebrado hasta el último detalle, pero lo más de notable de esto era que donde debería tener sus brazos y piernas, estas eran reemplazadas por extremidades brillantes generadas de energía.

Nahida levemente tapó su boca ahogando un leve jadeo, susurrando. - Sycamore... -

- Que carajo...? Que es esto?! - Gritó Sycamore alterado, mientras miraba a la pantalla.

- Como dije, una de tus realidades... - Dijo la voz con un leve tono sombrío, antes de hacer desaparecer la imagen. - Como sea! Espero que esto solo les haya dado más ganas de ver que es todo esto! -

- No. -

- Si! -

El contraste entre lo que dijo Sycamore y lo que gritaron casi todos en la habitación era claro; Sycamore simplemente miró hacia la multitud detrás de él con ojos en blanco y un tic en su ceja mientras gruñía.

- Bola de-

- Perfecto! - Hablo la voz, entonces levemente murmuró. - Espero hacerte un favor, Sycamore, fufufu~ -

- Eh...? - Susurró sin realmente entender nada de lo que estaba pasando.

Entonces la pantalla comenzó a proyectar varias imágenes de forma rápida, casi que no podían entender realmente o leer de qué iban aquellas imágenes; la voz murmuró, y murmuró, susurrando. - Veamos con que... podemos... iniciar... -

Y la imagen se detuvo, dejando ver lo que parecía ser un póster; contenía a Sycamore, de espaldas, pero no solo eso, sino que también tenía de invitadas a Nilou, Navia, y una chica gato que no alcanzaban a reconocer... al menos ellos, porque Lumine levemente alzó sus ojos.

- Kirara! - Habló Lumine.

- Bingo! - Habló la voz, antes de reír. - Es una lástima que su amiga aún no esté aquí para verse a sí misma, pero aún será un tiempo hasta que podamos traer a más... personas... -

Sycamore levemente miró hacia la imagen, y luego al techo, y luego al suelo; esto no tenía sentido, y definitivamente no le agradaba que esta voz tuviera una especie de fijación clara con el, porque que algo poderoso se fije en ti solo significaba algo.

Problemas.

Sycamore gruño, antes de mirar la pantalla con el póster alzándose en ella.

- Acabemos con esto... - Susurró, antes de sentarse en su asiento, mientras todos veían curiosos que es lo que la pantalla proyectaría.

BASADO EN LOS PERSONAJES DE GENSHIN IMPACT

SPIDER-MAN ES PROPIEDAD DE MARVEL

GENSHIN REACTS PRESENTA:

EL TEATRO IMAGINARIO





















Esto va a ser una historia bien pendeja, no se la tomen enserio.

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