Respiros desde el Vacio del Multiverso

Soleado

Esa era la palabra con la que Sycamore podía describir las afueras de aquel enorme teatro en donde ellos se encontraban; porque inmediatamente que empujó la fuerza con toda su fuerza, esperando dejar en claro que no quería que nadie lo siguiera, notó como rápidamente el lugar donde se encontraban era un poco más curioso de lo que aparentaba.

Primero fue que sus pies se encontraron con pedazos de ramas y algunas hojas secas caídas, destrozando las apenas puso peso sobre ellas; pero no solo eran aquellos rastros de naturaleza lo que se cernía frente a él, no; frente a él había un enorme campo de maizales tan amarillos como el sol, que se movían con el viento caminante entre ellos.

Era como si estuvieran dentro de las islas de la Relajaterra de Lumine, pero a una cantidad excesivamente masiva de espacio ocupado por los miles, millones, quizás hasta más maizales que se extendían por todo el lugar.

Sycamore levemente bufo; parecía que los habían llevado a un campo enorme lejos de todo lo conocido en Teyvat, y el sabría de aquello porque en todos sus años de vida como marioneta, jamás en su vida supo de un lugar con tantas hectáreas llenas de maizales tan dorados como oro.

Simplemente gruño, dejando que el viento moviera un poco su enorme capa azulada colgando desde su hombro; con desdén susurrando. - Y en donde mierda estamos...? -

- Es una pregunta complicada, o no...? -

Sycamore rápidamente pegó un enorme salto desde su lugar para así hacer brillar su visión de reflejo, generando un vórtice desde su mano y apuntando hacia lo que había dicho aquello. - AY CABRON! -

Una leve y tenue carcajada se escuchó desde los labios de la mujer frente a el; Sycamore levemente achicó sus ojos, con algo de incertidumbre, porque sentía que la reconocía, sentía que la había visto de algún momento, o no?

Aquella mujer parecía Furina, la arconte Hydro, al menos parte de ello; llevaba un vestido totalmente distinto al que ella llevaba, y su cabello era más largo que el que Furina tenía. Sus ojos y rasgos denotaban más edad y educación, a diferencia de los saltones y emocionados ojos de Furina.

La mujer murmuró, antes de, con una sonrisa, comenzar a acercarse al chico; sentía que no debía bajar la guardia, pues a pesar de sentirse tan conocida, aquella mujer aún era un misterio para él.

Lentamente alzó su mano, antes de levemente hacer un ademán al chico del sombrero. - Te asusté? Don Sombrero~? -

Sycamore se negaba a bajar su guardia, pero a su vez era casi imposible que no lo hiciera, porque la presencia de aquella mujer se sentía tan palpable en el ambiente que lo hacía sentir como si estuviera en calma.

Levemente, entre murmullos, Sycamore habló. - Furina...? -

La mujer sonrió, para así negar.

- Foçalors -

Una Historia de Genshin Impact

Genshin! Reacts presenta:

Primer Descanso


Foçalors, La arconte real y soberana de Fontaine; no sabía mucho de Ella, no sabía nada en realidad fuera de que muy recientemente ella había tenido un revuelo en Fontaine junto a Furina y La Viajera; normalmente nada de esto sería de su interés, porque... por que lo sería?

Pero ahora mismo era de su interés, era DEMASIADO de su interés, porque justo cuando miró detrás de él, justo ahí, parada sobre los maizales caídos y sus ramas, se encontraba la mujer misteriosa, aquella que los había traído y encerrado a todos en aquel teatro.

Foçalors era la causante de todo, tardó un momento en llegar a esa conexión, pero tenía sentido considerando que ahora mismo era la única que parecía tener más control y conocimiento sobre lo que ocurrí; era hostil?

Para nada, porque tantas oportunidades que Sycamore veía para que ella lo atacara y ella en ningún momento las tomó, no, ella solo se quedó ahí, parada, viéndolo fijamente, y eso comenzaba a causarle una leve jaqueca en su artificial cabeza.

Que era lo que Foçalors quería? No solo con el, sino con todos? Cuál era el objetivo de reunir a un grupo de gente excepcional de todo Teyvat (con la promesa de traer a más) y hacerlos ver visiones que lo tienen a él como el foco principal?

Sycamore era muy adepto a desconfiar de la gente, pero esto sobrepasaba cualquier razón para hacerlo, aquella mujer a pesar de su calidez y calma le denotaba un aura de incertidumbre y pena que le causaba no bajar su guardia frente a ella.

Levemente miró a su lado, mirando a los maizales a su lado, antes de levemente susurrar. - Entonces... eres tú quien nos reunió aquí, o no...? -

Foçalors sonrió. - Perceptivo como siempre... - Susurró la mujer con una sonrisa mientras poco a poco se acercaba a él; Sycamore rápidamente notó su cercanía, y retrocedió en reflejo. - No debes temer de mi... -

- No temo, preveo... - Respondió rápidamente mientras la miraba; Foçalors simplemente río.

- Claro, Claro... - Susurró Foçalors con un leve tono divertido para así lentamente voltear detrás de ella y sonreír ante la puesta del sol de los maizales. - Debes tener muchas dudas en este momento... -

Sycamore bufo levemente. - Wow genio, no me digas... - Dijo con sarcasmo antes de cruzarse de brazos. - Que carajos es este lugar...? -

Foçalors levemente sonrió, para así colocar sus manos detrás de ella mientras dejaba estirar un poco su espalda. - Me tomaría tiempo explicarte a detalle de qué se trata todo esto... -

- Bueno, no tengo apuro en volver adentro... - Respondió con frialdad mientras gruñía; no quitando su mirada de la mujer, la Diosa simplemente río.

- Estas molesto conmigo? - Preguntó con una leve sonrisa burlona.

Sycamore gruño levemente mientras comenzaba a perder su paciencia. - No, estoy a rebotar de felicidad... - Dijo, antes de apuntarla levemente con su dedo. - Sabes demasiado, al parecer de todos nosotros, y de mi... no actúes como si no fueras nadie... -

Foçalors levemente ladeó su rostro. - No soy nadie, soy Foçalors! -

Sycamore gruño, antes de colocar sus manos en su rostro mientras dejaba que un grito ahogado se posara sobre sus palmas, silenciándolo levemente. - Matar está mal Matar está mal Matar está mal Matar está mal... - Se decía a sí mismo el chico en un susurro.

La Diosa levemente rodó sus ojos, antes de, de nueva cuenta, intentar acercarse a él; con cuidado posó sus dedos sobre la fina tela de la capa de Sycamore, sonriendo levemente ante su tacto. - Es tan suave... no recuerdo haberla visto tan a detalle... -

Sycamore levemente dejó salir uno de sus ojos de entre sus palmas, antes de rápidamente mover su mano hacia la muñeca de la mujer; tenía una piel muy suave la cual era recubierta por la tela de su hermoso vestido.

Sycamore alejó la mano de la mujer, y con molestia, habló. - Empieza a responder mis preguntas... -

La mujer parpadeo, antes de sonreírle. - Solo tenías que decir por favor... - Sycamore presionó sus dientes con fuerza en molestia. a No hay una manera clara de explicarte que es este lugar... pero puedo decirte el propósito del porqué estoy aquí... -

- Habla. - Dijo Sycamore.

Foçalors levemente susurró. - Que dureza... - Dijo en burla antes de negar. - Soy... como decirlo?... La protectora de estos maizales... -

Sycamore levemente la vio; no parecía tener un rastro de mentira en su rostro, y aún así aquella respuesta fue tan vaga que ni siquiera parecía una respuesta, era más una pieza de algo que no tenía sentido.

Sycamore comenzó a apretar su agarre en la muñeca de Foçalors, a lo que la mujer comenzó a quejarse. - Au! Au! Ay! -

- No me gustó la respuesta, intenta de nuevo. - Dijo Sycamore con ojos parecidos a los de una bestia mientras miraba a la Diosa con algo de odio.

- No aguantas ni una broma! - Dijo la Diosa antes de rápidamente palmear su hombro; Sycamore lentamente comenzó a dejar su agarre de la mujer, la cual suspiró aliviada. - Pero en si... esa es la realidad... solo que este no es cualquier campo de maizes... -

Lentamente Foçalors acercó su mano hacia uno de los maizales que habían a sus alrededores; arrancándolo levemente de su planta, Sycamore notó como en vez de raíces atrapando al maíz, había una especie de líneas resplandecientes que lo mantenían unido como si fueran los de una planta.

Foçalors sostuvo aquel maíz con algo de cariño, mientras lo veia. - Cada maíz que ves aquí... representa un universo alterno... - Sycamore ladeó su rostro levemente; aquel maíz que Foçalors tenía en sus manos se veía como un maíz común y corriente, que tenía de especial aquella cosa. - Hace... ya un tiempo que llegué aquí... me convertí en la cuidadora de este lugar... -

Sycamore levemente vio a sus alrededores; entonces estaban en el punto muerto del multiverso? El punto donde convergen todas las líneas del tiempo y residen? El imaginaba que aquel punto se mostraría de manera más caótica, imaginaba luces, líneas de colores por todos lados, pero no imaginaba que el punto donde el multiverso convergía era un simple campo de maizes.

Sycamore levemente gruño, antes de mirar a la mujer. - Por qué nos trajiste aquí...? - Sycamore comenzó a cuestionar, mientras se acercaba a la mujer de frente, sintiéndola a centímetros cerca de su propio rostro. - Muestras Visiones, visiones acerca de mi, acerca de ellos; dices cosas que preferimos enterrar en lo más profundo de nosotros así y ya... que mierda es lo que quieres...? -

Foçalors, a pesar de su tan divertida actitud, podía entender levemente de lo que hablaba el muchacho; dos visiones y ya todos estaban en un completo descenso dentro de su mente sobre cuestiones que envolvían al Don Sombrero, y a pesar de lo espontáneo, sabía que así debía de seguir.

Foçalors simplemente miró a los maizales, antes de suspirar. - Te amo... -

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- Verga, pues que pregunte? - La expresión que Sycamore soltó luego de escuchar aquellas dos simples pero a su vez tan poderosas y destructivas palabras era la cúspide de lo que era perfecto en el mundo para Foçalors.

Foçalors Rio, mientras se separaba lentamente del chico del sombrero el cual tenía signos de interrogación volando alrededor de todo su rostro. - Eres gracioso cuando te lo propones, Sy-Ca-More~ -

El mencionado simplemente se quedó como antes; su mente no podía conjurar alguna posible respuesta para lo dicho porque no creía que existía tal respuesta a algo así, como es que una pregunta de tal profundidad como la que el dio término con una respuesta tan poderosa que terminó derribando todo en el...? Y NI SIQUIERA RESPONDIÓ SU PREGUNTA DEL TODO.

Foçalors levemente colocó su dedo índice entre sus labios, haciendo un leve símbolo del silencio. - Todo tendrá su respuesta, Sycamore... - Dijo, mientras lentamente comenzaba a acercarse a él. - Espero que en el tiempo que estén aquí ustedes, ellas puedan ver lo que yo veo en ti... -

- Ellas?... - Levemente Sycamore cuestionó, quedándose enteramente estático sin saber cómo reaccionar. - Oye de que carajos estás-

¡GRAB!

¡Chu~!

Okay, si no era suficiente para que el entendiera que aquella Diosa tenía interés en el, ahora esto lo terminaba por confirmar; porque ahora en toda su vida como marioneta, esta era la primera vez que recibía el llamado 'Primer Beso'.

DIRECTO. DE. UNA. DIOSA. Hablando de la ironía de que Sycamore y los Dioses no tenían la mejor relación... exceptuando, claro, ahora. Sycamore simplemente no pudo evitar que sus mejillas pasaran a tornarse levemente rojas cuando aquella mujer lo tomó del cuello de su Kimono, y lo jaló directamente hacia ella para plantarle un enorme beso como si ambos no fueran a verse en un tiempo.

Y la realidad es que fuera de que esto respondiera algo, comenzaba a dejarle más dudas; porque aquella Diosa tenía interés en el? Y de tal grado? Acaso ellos se conocían? Estaba seguro que recordaría conocer a alguien de tal magnitud como lo sería la Arconte Foçalors.

Pero no, no conocía nada de ella, y ella no debería conocer nada de él; entonces porque en este momento Foçalors estaba besándolo como si ambos tuvieran una estrecha relación de compañerismo y cariño? Que se suponía que tenía que hacer ahora?.

Foçalors simplemente se separó lentamente de él; dejando que la punta de sus narices rozaran levemente, susurró. - Ve y diviértete, Sycamore... -

¡PUSH!

- QUE CARAJ-

Foçalors empujó el cuerpo de Sycamore hacia el suelo; pero en vez de caer ante las hojas y ramas que pudo caer, simplemente sintió como atravesó aquella corteza de tierra y naturaleza, y comenzó caer por un abismo.

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¡CRASH!

Bueno, el abismo no duró del todo, porque Sycamore directamente sintió un enorme golpe de adrenalina por todo su cuerpo que lo hizo reaccionar y mirar a todos lados como si una enorme descarga eléctrica hubiera sido depositada en todo su cuerpo.

Rápidamente comenzó por inspeccionarse a sí mismo; estaba de pies y estaba completo, juzgando por cómo sus piezas y extremidades seguían unidas a él. Por ese lado? Perfecto, ahora, el siguiente punto, en donde estaba ahora?

Cuando miró a sus lados, lo único que encontró es que estaba en medio de una enorme biblioteca/cafe, con bastante rundamentaria antigua y elegante de madera que la hacía lucir vieja pero a la vez moderna.

Sycamore sintió su pecho subir y bajar, mientras veía a todos lados con algo de incertidumbre, y apuró; que había sido todo eso? Primero un campo de maizales y ahora estaba en una bibliote-

- Ah, finalmente estás despierto... -

- PINCHE MADR-

¡SMACK!

Sycamore dio de lleno contra un pilar, con el golpe dándole directamente en la parte trasera de su nuca luego de aquel susto tan espontáneo que recibió; lentamente comenzó a sentir un leve tic en su ojo mientras dejaba que un murmullo saliera de su boca.

Este día no hacía más que empeorar; cuando levantó su mirada con algo de temblor, notó de quien se trataba. No había convivido mucho con ella, ni siquiera en su época como un heraldo de los Fatui, y aún así era muy difícil de olvidar aquel rostro que tanto daño hizo hacía bastantes personas.

Sentada en un cómodo sillón, con un libro reposando sobre sus piernas, se encontraba la cuarta heralda de los Fatui, actual directora de la Casa de La Hoguera; Arlechinno. Lentamente la mujer dejó de reposar su mano contra su mejilla, viendo al chico con algo de burla.

- Para ser exactos, no creí que el chico de las visiones fuera tan fácil de sorprender... - Sycamore lentamente comenzó a recomponerse, gruñendo mientras sentía la fría y burlesca mirada de Arlechinno sobre el.

Levemente miró hacia otro lado, con sus ojos caídos y una gota de sudor cayendo de su frente. - La última vez que supe, el juzgar a las personas por impresiones era superficial... - Dijo con sarcasmo para así cruzarse de brazos. - Me estabas esperando? -

- Algo así. - Respondió simplemente la heraldo mientras miraba fijamente al chico desde su asiento; parecía bastante firme ante la mirada de muerte de la mujer, lo cual pocas veces había visto en alguien ella debía de admitir. - Te quedaste estático por... que serán? 8 minutos? Y de la nada saltas como si hubieras visto un fantasma... -

Sycamore levemente gruño; recordando un momento lo que ocurrió... dentro de su mente? Fuera de este plano? Querría pensar que simplemente fue una pequeña jugada de su propio subconsciente pero todo aquello que había vivido se había sentido tan real que ni siquiera el podía descartarlo.

Simplemente murmuró, antes de sumir sus hombros y mirar a su lado con aburrimiento. - Lo que haga yo no es de tu incumbencia... -

- No me mal entiendas, tesoro, no me interesas en lo más mínimo... - Arlechinno soltó mientras colocaba su mano en su barbilla y se inclinaba levemente en su silla. - Sin embargo, llevamos dos visiones aquí tratándose de ti y aquella voz sonante en el techo parece estar bastante interesada en ti... quizá hay algo que debamos saber que quieras decirnos...? -

Sycamore levemente recordó las palabras de Foçalors, aquellas palabras tan burdas y vagas que no hacían más que confundirlo aún más de lo que ya lo estaba; lentamente miró a los ojos de Arlechinno, como si fuera de un animal intentando donar de la propia bestia frente a él.

Con su frente en alto, y con su pecho levemente en trance, habló. - Nada que ustedes no sepan. -

Arlechinno simplemente se le quedó mirando; por alguna razón aquel chico no parecía ni inmutarse ante ella como otros seres de Teyvat lo hacian, y quizá era porque no la conocía del todo, o si? No sabía cuál era la respuesta, pero sabía algo.

Y era que este chico comenzaba a ser más interesante para ella de lo que ella misma admitía; lentamente sonrió, para así ponerse de pie. - Bueno, Sycamore... ese es tu nombre, o no? - Sycamore no respondió; Arlechinno no le importó. - Por qué no volvemos entonces al teatro? Tengo el presentimiento de que todos estamos involucrados por algo... -

Arlechinno simplemente le dirigió una última mirada, para así comenzar a caminar hacia la puerta por donde anteriormente ambos habían entrado; Sycamore simplemente rodó sus ojos, Peruere no había cambiado para nada su actitud tan alzada por su poder.

Levemente Arlechinno se detuvo, antes de mirar por encima de su hombro al chico. - Ah, Y Sycamore...? - Lentamente el chico volteó de lado a verla. - Lamento lo de tú madre... -

Sycamore levemente parpadeo; antes de volver a tornar su mirada seria y simplemente bufar. Y quien se creía ella para hablar así de esa forma? El tema de su madre y el solo se cernía entre ambos, y ni siquiera era una madre del todo, era una simple creadora que hizo un experimento, el, y que desechó como la vil hija de perra que era.

Simplemente Sycamore no respondió, viendo como Arlechinno se retiraba; a pesar de aquello, pudo notar un leve tono de sinceridad viniendo de ella, como si en verdad lo sintiera, y bueno, tenía sentido en parte, pues ella misma tenía hijos, o no?.

Las palabras de Foçalors se hicieron presente en su mente entonces: "Espero ellas puedan ver lo que yo veo en ti...".

Sycamore no pudo evitar tornar sus mejillas rojas, será que...?

Rápidamente negó, no, era estúpido; ninguna de estas mujeres se iría a enamorar de él por estúpidas visiones que veían en una pantalla, solo porque una Diosa estaba interesada en el.

Sycamore gruño, para así comenzar a caminar de vuelta a la sala; era mejor acabar con esto que simplemente retrasarlo.

......

"Ay hijos de la chingada, no sabrán mirar a otro lado que a mí?!"

Fue el único pensamiento proveniente de Sycamore al notar como la mirada de todos los presentes estaba puesta y directa en el; y claro, eso le molestaba, porque ya era demasiado con tener la atención de una Diosa, ahora tendría que lidiar con gente que ahora sabía PARTE de su pasado.

Sycamore gruño lentamente, siguiendo su camino hasta su propio asiento; no quería, pero sabía que Lumine y Nahida estarían directamente ahí para comenzar a bombardearlo con preguntas sobre su bienestar, sobre sus sentimientos, sobre cómo se encontraba, y toda esa clase de cosas de tan poco interés para él que no le emocionaba para nada.

Pero la cosa que lo tomó por sorpresa, sin embargo, es que realmente nunca llegó a Lumine y Nahida; nunca llegó, porque una mano lentamente lo tomó de su muñeca, jalándolo levemente, aunque no del todo porque podía identificar fuerza casi nula de parte de la persona.

Sycamore volteó con un rostro molesto, quien tuvo la valentía para querer interrumpirlo en su caminata cuando YA estaba bastante molesto con todo lo que estaba ocurriendo? Estaba mejorando en su actitud, pero eso no significaba que tuviera la mejor paciencia del mundo.

Pero su rostro levemente se suavizó, y era como un reflejo, porque a quien vio, se trataba de Layla; compañera de la Akademiya de la facultad de Rtawahist. La conoció brevemente cuando ambos participaron en el Campeonato Interdashan, en donde compartieron una leve conversación.

Poco el sabía que Layla había sido levemente cautivada por su discurso del poder y su forma de tratarlo, que ella como respuesta comenzó a pedirle ayuda en sus tesis y tareas; claro, al principio pensó en negarse, porque ayudaría a una chica así nada más por algo que no lo beneficiaría a él?.

Pero en cuanto dio las leídas a las primeras páginas de la tesis de Layla, tuvo en claro algo: aquella chica era diferente. Entonces, tomando papel y pluma, y algo de su orgullo, desde el campeonato ambos se encontraban cada mes para poder estudiar y aprender fuera de las horas de clase.

Y claro, no le molestaba su presencia, pero ahora? Ahora mismo se cuestiona si debe empujar su mano lejos de él o dejarla hablar; quizá debería dejarla hablar. - S-Sycamore... - Ya se arrepintió; es que todos conocían su nombre ahora?. - P-Puedes... Puedes... -

- Puedo...? - Sycamore alzó su ceja con una leve mirada de aburrimiento; estaba apunto de sacar su mano del agarre de Layla si no decía algo pronto.

Entonces fue que Nilou decidió rápidamente tomarlo de su otra mano; bien! Más contacto físico el cual repeler. Rápidamente la miró con algo de molestia, la cual Nilou no notó de inmediato. - L-Lo que Layla quiere decir! Don Sombrero! Es que si gustas sentarte con nosotras! -

El chico se quedó estático un momento; eso había sido... repentino, pero juzgando por las miradas de Layla y Nilou, comenzó a conjurar una leve hipótesis de donde provenía aquella súbita propuesta: ambas sentían lástima, y por supuesto, no podía culparlas.

No sabía mucho de aquella pelirroja, pero de Layla? A pesar de su actitud tan cansada y distraída, Layla era una persona que mantenía a sus seres queridos muy cerca de su burbuja en su pecho; y por más queria negarse, el debía de admitir que pareciera que Layla lo tenía cerca de su propio pecho a él.

El chico levemente murmuró, antes de mirar al asiento en donde originalmente iba; sentarse con Layla y Nilou y tener que soportar sus pláticas? O sentarse con Nahida y Lumine y tener que soportar sus preguntas?

Era un arma de doble filo si lo pensaba, dos opciones que detestaba y que seguramente-

- Si, por que no? - No quería que Nahida le leyera la mente para intentar saber que sentía.

Levemente se sentó al lado del asiento de Layla, quedando en el borde de la fila de sillas en las que estaban ubicadas; Layla levemente sonrió apenada mientras miraba a su lado con algo de nervios, y Nilou solo sonrió con sus cejas arqueadas.

Sycamore simplemente suspiró, mientras presionaba su mejilla contra su puño y comenzaba a pensar; esto estaba siendo más complicado de sobrellevar en su cabeza de lo que podía pensar, que ya ni siquiera tenía un cupo en su mente sobre cosas personales que el tenía que tratar.

No, ahora tenía que lidia con-

Un momento; Sycamore repaso de nuevo las palabras de Foçalors en su mente, antes de lentamente mirar a Layla. "No... no puede ser... ella... está..."

Sycamore colocó una expresión de horror. "LAYLA ESTÁ ENAMORADA DE MI?!"

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"Ridículo, se que mi ego es algo, pero no tanto como para esas pendejadas..."

Sycamore simplemente desechó aquel pensamiento mientras de nuevo colocaba su mejilla contra su puño; amor? No había manera en la que alguien de aquí sintiera amor por él, no podrían enamorarse simplemente por visiones de cosas que podrían pasar, o que ya pasaron.

Simplemente esfumó aquellos pensamientos; Foçalors solo era una interesada que creía que podía hacer lo que ella quisiera, como cualquier Dios, pero no, Sycamore no iba a caer en su juego.

Ninguna de las mujeres de aquí iba a interesarse en el, y eso podía jurarlo en su tumba.

Y sin notarlo, Lumine levemente alzó su mirada desde el respaldo del asiento, notando a Sycamore, Layla y Nilou en la misma fila de asientos; por supuesto que cuando el llegara, ella iba a comenzar a inundar al chico con preguntas y preguntas, y digo, así era Lumine después de todo.

Pero al verlo tan cerca de Layla? Nilou? Lentamente Lumine se hizo pequeña sobre su asiento; las luces poco a poco comenzaban a ser encendidas y de nuevo la pantalla comenzó a ser encendida.

"Oh oh" Pensó Lumine levemente sin quitar su mirada de Sycamore.

Y entonces, desde lo alto, la mujer habló. - Suficiente descanso! - Habló la mujer, faltando la atención de todos en el lugar; lentamente subieron su mirada a la pantalla, a lo que la mujer rio. - Ahora veamos... -

La pantalla comenzó a proyectar diversión colores, imágenes, videos, realidades; todo en un mismo lugar para ellos de ver como espectadores, todo como si fuera una estúpida aventura, quizás lo era, quizás ellos aún no se daban cuenta.

- De tin... - Una imagen paso. - Marín... - Otra paso. - De do... - Otra. - Pingüe! -

Y la última imagen se posó en alto; Sycamore, desde su asiento, y Furina, desde su lugar, sintieron sus rostros palidecer al ver de qué se trataba.

"OH VETE MUCHO A LA CHIN-" Sycamore y Furina pensaron al mismo tiempo, al ver la imagen frente a ellos.

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Para mejor contexto del siguiente capítulo! Pueden pasar a leer Wanderers of the Water and the Wind en mi perfil!

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