Paternidad: Sycamore y Furina

Una historia de Genshin Impact

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Paternidad: Sycamore y Furina

- DAME ESO EESHA! -

- TENDRÁS QUE ATRAPARME, AMELIE! -

Dos niñas rieron entre sí, comenzando un pequeño juego tan común de atrapa y corre; una de ellas llevaba dos coletas y su pelo era enteramente blanco con mechones en azul marino, mientras que la otra tenía un corte de hongo junto con unos lentes que tambaleaban ante su actividad tan movida.

Eesha (Nombre desde Sumeru) y Amelie (Nombre desde Fontaine), Eesha siendo la chica de coletas y Amelie siendo la chica de lentes; ambas niñas llevaban ropas basadas en túnicas blancas, con leves arreglos violetas que las hacían lucir como nativas desde Tatarasuna.

Ambas niñas reían con fuerza mientras una sostenía un pequeño pingüino de peluche en sus manos; corriendo por los distintos lares de su hogar mientras intentaban esquivar cualquiera de los muebles que habia en este, bien acomodados, y bien presentados.

Furina se sonrojó fuertemente mientras sostenía sus mejillas con fuerza y su labio temblaba. "E-Ellas son mis hijas?!" Pensó mientras veía a las dos pequeñas tan felices de vivir; eran hermosas! Eran idénticas a ambos! Tenían rasgos tan característicos de Furina y rasgos tan característicos de Sycamore que era imposible de no saber de quienes eran.

Sycamore levemente murmuró, mientras bajaba su sombrero levemente con sus manos y cerraba sus ojos; el tema de la paternidad con el era un tema complicado del cual simplemente prefería saltarse en cualquier conversación o simplemente no pensar en ello en toda su vida.

Llámese que su creadora lo abandonó cuando apenas fue creado, y solo por haber soltado algunas lágrimas, lo que indirectamente desencadenó una serie de eventos que lo llevaron a querer morir más de una vez... Sycamore levemente sintio tres barras de depresión bajar por su cabeza.

"Por qué de todas las personas yo sería un padre...?" Pensó Sycamore mientras dejaba caer su nuca en contra del respaldo de la silla; no sonaba una gran idea que el tipo que tiene problemas con su propia madre y que ni siquiera tuvo una figura, llámese, paterna, ahora tenga una familia con dos niñas (Muy tiernas) con una Ex-Diosa.

... Enserio que tenía problemas; levemente hundió su rostro entre sus manos mientras murmuraba. - Oh con un carajo, voy a ser el peor padre de todos... - Dijo con un tono que ni siquiera sabía que existía en el.

Furina levemente notó el aura de depresión que envolvía al chico del sombrero; no sabía del todo el porqué del interés (No, claro que sabía), pero sabía que sus temas maternales no tenían los mejores antecedentes.

Y suponía que Sycamore, al ver tal cosa, al ver a dos niñas así de hermosas siendo un producto de él le causaba una especie de sentimiento de amargura; como es que el podría otorgarles el futuro que merecían si ni siquiera el tuvo un buen futuro luego de su creación? Furina no pudo evitar bajar su mirada.

Y con lentitud, posó su mano sobre los cabellos libres debajo del sombrero de Sycamore; Sycamore levemente levantó su rostro al sentir su tacto en su pelo. Furina rápidamente alzó su mano, despegándola.

- L-Lo siento, e-es que... -

Sycamore la vio levemente; Furina presionó sus labios con fuerza, antes de voltear su mirada con un sonrojo. El chico levemente murmuró, antes de suspirar y levantar su cuerpo con cuidado, enderezandolo en la silla.

- No es nada... - El chico dijo mientras miraba al lado contrario de donde Furina miraba mientras su rostro se ponía rojo; enserio que toda esta experiencia le estaba mostrando que su rostro podía sonrojarse más de lo que él creía, o quería.

"Se están haciendo mensooooos..." Pensó Nahida con una sonrisa enorme mientras juntaba sus manos al ver a su protegido y a la ex arconte de Fontaine tan nerviosos el uno del otro.

Levemente la imagen de ella consintiendo a unas pequeñas Eesha y Amelie mientras Sycamore y Furina se encontraban fuera, encomendándola a ella a cuidarlos, cruzó por su mente; ella adoraba enseñar y educar, ella sería la mejor abuela en sus propias palabras.

Lumine sintió un leve tic en su ojo mientras veía aquella visión; eran dos niños hermosos, una familia hermosa, y si, podía admitir que estaba un POCO celosa, pero NO enteramente, y su, eran dos niños bellos, estaban en una familia juntos, Sycamore y Furina, Sycamore el tipo que a conocido por más tiempo ella, y si, han tenido sus deslices pero quienes no los han tenido?.

Lumine levemente se agachó mientras escondía su rostro entre sus manos; estaba claro que era lo que sentía y aún así ella quería negarlo todo y ocultarlo debajo de la alfombra para no sacarlo nunca jamás en la vida que le restaba.

"Me sacó ventaja por la voz que les tiene preferencia..." Susurró Layla en bajo mientras sentía lágrimas cómicas bajar por sus mejillas.

"Yo quiero hijos!" Pensó Navia, antes de lentamente tomar su cabeza con una mirada analítica. "Espera, quiero hijos?"

¡PLINK!

Amelie sin poder detenerse de su maratón pequeño con su hermana; chocó uno de sus hombros contra uno de los muebles de madera directo y hecho desde Sumeru, haciendo que un jarrón con la pintura azul más bella que existía comenzara a tambalearse.

Eesha rápidamente se dio la vuelta, colocando sus diminutas manos sobre su cabeza. - El jarrón favorito de mamá! -

Amelie sintió los colores de su rostro palidecer enteramente al ver como el jarrón estaba apunto de caer; se movió lo más rápido que pudo, intentando sostener al mueble para que el jarrón no cayera.

Pero fue demasiado tarde, porque el jarrón cayó; las miradas de ambas niñas reflejaban terror, que les diría su madre al enterarse que por sus juegos rompieron uno de sus jarrones favoritos?

No le dirían nada, porque el jarrón nunca cayó al suelo.

¡GRAB!

Aquellas niñas rápidamente subieron su mirada hacia la mano que sostenía el jarrón; notaron levemente como aquella mano tenía algunas uniones de marioneta, como si fueran articulaciones visibles entre los dedos. Llevaba una especie de traje largo, como una bata con tintes verdes y un sombrero pequeño parecido a una boina, junto a unos lentes que resaltaban un poco sus ojos.

Las niñas sonrieron a más no poder, con sus mejillas poniéndose rojas de la emoción.

- PAPÁ! -

Sycamore levemente se levantó del suelo; sosteniendo el jarrón en sus manos mientras suspiraba. No esperaba del todo que su esposa lo regañara en la noche por dejar ir su jarrón favorito; levemente acomodó sus lentes para así mirar a las dos niñas.

Sycamore, parte de la familia de los Foçalors-Kusanali; el chico del sombrero ahora era un hombre, claro que al ser una marioneta sus cambios parecían ser mínimos, pero claro que había cambios. Estaba el hecho de que su altura se elevó unos cuantos centímetros; tenía algunas arrugas en su rostro que denotaban algo de cansancio pero a su vez madurez, y lo más notable, claro; sus uniones de marioneta eran más visibles que anteriores veces.

Al principio fue algo raro de explicar; a su propia consideración, aquellas uniones debían de ir desapareciendo con el tiempo, pero ahora eran visibles inclusive en sus dedos y pies. Eso le molestaba? Tardo un tiempo en acostumbrarse el mismo, pero a final de cuentas, seguía siendo el.

Sycamore levemente levantó el jarrón entre sus manos, mostrándolo ante las niñas. - Niñas, saben lo que opina mamá sobre que jueguen en la casa... -

"SANTA MADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y CELESTIA!" Pensó Furina mientras ocultaba su rostro entre sus brazos debido al intenso furor rojo que había en su cara completa; estaba viendo bien o aquel chico ya de por sí bello y hermoso se había vuelto aún más bello y hermoso?

"E-Eso siquiera es posible?!" Pensó Lumine mientras sentía sus orejas soltar un humo fugaz mientras se hundía en su asiento; Sycamore podía crecer a pesar de ser una marioneta? Debía de ser una realidad alterna, tenía que serlo.

"A-Ay wey..." Levemente Amber tomó entre sus manos su moño rojo de su cabeza y lo jaló hacia su rostro, ocultándolo pero dejando que sus ojos vieran al hombre en la pantalla.

"Es una marioneta, como es eso posible?" Susurró Ei en su propia mente mientras murmuraba y colocaba una mano en su barbilla; el interés que la pantalla tenía en el chico del sombrero comenzaba a ser más palpable a su propia consideración, porque como es que una marioneta así podía crecer y tener una descendencia?.

Levemente su mente la llevó a una conjetura, una conjetura muy temprana pero que si era real, entonces significaría algo sobre Sycamore: tecnología de Khaenri'ah. Khaenri'ah era una de las naciones más misteriosas para todos en Teyvat, y el interés que todos tenían en ella era claro si le preguntabas a cualquier persona común de las calles.

Y ni se hable de sus avances tecnológicos; Khaenri'ah podría servir como la civilización del futuro si del cisma que la destrozó no hubiera llegado; levemente murmuró en sus adentros fijando su mirada en el chico.

No había forma en la que Khaenri'ah y el estuvieran conectados, o si?

- Quien te viera, niño...? - Susurró Yelan con una sonrisa burlona y sus mejillas levemente coloreadas en rojo.

- Deja de decirme niño... - Susurró Sycamore mientras gruñía y ocultaba su rostro en sus palmas; había alguna forma de hacer esto peor?

- PAPI! -

¡HUG!

Sycamore tuvo que reaccionar rápido y dejar el jarrón justo en donde estaba; ya que la fuerza combinada de dos niñas descendientes de él, y una Diosa, era cuando menos interesante.

Sycamore rápidamente las sostuvo a ambas con sus brazos, evitando que el cayera en el proceso. - Wow! Okay- ya entendí, no les doy miedo... -

Amelie rio mientras mostraba sus dientes aún de leche. - Papi como nos podrías dar miedo?! -

Sycamore levemente la miró, antes de murmurar en su bajo y mirar hacia otro lado con una leve molestia creciente en su pecho. - Podría... -

Eesha rio, para así abrazar con un poco más de fuerza la pierna de su padre. - Eres gracioso! Papi! -

Sycamore levemente la vio con una gota de sudor, antes de suspirar; levemente alzando su mano a la cabeza de la niña para así acariciarla. "Supongo que mi rol pasó a ser ese...". Pensó Sycamore con una leve sonrisa de lado.

- Papi! Papi! - Rápidamente miro a su lado, notando como Amelie jalaba con algo de fuerza su uniforme. - Como te fue en el trabajo?! Viste a la abuela Nahida?! -

- SOY ABUELA! -

El grito tan repentino de Nahida tomó por sorpresa a todos en la habitación; rápidamente volteando hacia la arconte dendro, la cual sostenía con emoción sus mejillas mientras pataleaba.

- Ya quiero conocer a mis nietos! - Dijo Nahida en alto y claramente sin pensarlo porque inmediatamente Sycamore se escondió detrás de su silla con una mirada avergonzada.

Y Furina de igual manera no se quedó atrás escondiéndose junto a él mientras escuchaban el chillido de Nahida; Sycamore simplemente suspiró mientras cerraba sus ojos, bien, ahora Nahida le iba a convencer de embarazar a la Ex Arconte Hydro para tener a las dos niñas.

Furina levemente se sonrojo; Sycamore simplemente la miró antes de negar y alzar su brazo. - Solo- Solo ignórala... -

- Es difícil... - Susurró Furina con su sonrojo marcado.

- Lo sé... -

Sycamore levemente parpadeo, para así con cuidado bajar sus brazos y dirigirlos a la pequeña Amelie, tomando a la chica en sus brazos mientras escuchaba sus risas. - Nahida no trabaja en la Akademiya, ya te lo e dicho... -

Amelie levemente ladeó su rostro mientras colocaba una mano en su mentón. - Creí que ella le gustaba enseñar -

- Más de lo que quisiera... - Dijo con un suspiro derrotado mientras dejaba a la chica pegarse a su pecho. - Como sea, donde está su madre? Debería estarlas cuidando mientras-

- Mientras mantengo que este hogar no se caiga a pedazos? -

Sycamore levemente murmuró, para así levemente darse la vuelta y sonreír de lado; no podía evitarlo al verla. Aquella mujer frente a él era simplemente perfecta; llevaba su siempre confiable traje ceremonial con listones y cinturones envolviéndola, pero claramente su estatura había crecido, y con ello sus rasgos; ahora se veía como una mujer de la vida galante que cualquiera quisiera dar el gusto de poder ver.

Furina levemente sonrió, para así caminar a Sycamore con calma. - Como te fue en el trabajo...? -

Sycamore suspiró. - Aparentemente la historia de Tatarasuna no es el tema favorito de los estudiantes... -

Furina levemente rio, para así levemente tomar al chico de su mejilla y acercarlo a ella, dejándole un muy joven beso en su mejilla contraria. - Estoy segura que les interesa... - Dijo mientras se separaba levemente para así acariciar los cabellos de la pequeña Amelie. - Simplemente eres algo aburrido cuando cuentas historia... -

Sycamore rodó sus ojos. - Wow, que gran esposa... -

- C-Carajo... - Levemente murmuró Itto mientras cubría su rostro entre sus masculinas manos, con sus orejas echando humo por doquier mientras sus ojos eran espirales. - Que suerte tiene... -

- J-Jefe! - Rápidamente gritó Kuki mientras sentía sus ojos temblar.

Zhongli levemente carraspeo su garganta mientras ocultaba entre sus cabellos el leve tinte rojo que se causó en sus mejillas al ver en la mujer en la que se había convertido Furina. Hu Tao levemente lo vio de lado, para así sonreír burlona.

- Te sonrojaste? - Dijo Hu Tao.

Zhongli rápidamente miró hacia su lado contrario. - No. -

- Vaya belleza... - Dijo en un susurro Ayato mientras lentamente intentaba pasar algo del aire de la sala de teatro en su camisa que comenzó a sentirse un poco más caliente.

Ayaka levemente murmuró en su bajo mientras miraba de reojo a Sycamore y a Furina. - No es la gran cosa... - Dijo, pero en realidad tenía que aceitar que la Furina de aquella visión era simplemente hermosa.

Neuvillette murmuró con algo de molestia en sus adentros mientras sentía las miradas de todos en Furina; no es que le molestara que admitieran su belleza, era claro que lo harían en cualquier momento, además de que, claro, el objetivo de Furina al salir a las calles era siempre el llamar la atención, pero de alguna forma las miradas de todos lo hacían enfadarse.

Venti levemente sonrió mientras miraba con un sonrojo la pantalla. - Yo también soy anemo, que me paso...? Donde están mis amantes...? -

Childe rio con fuerza mientras aplaudía y miraba a su lado con emoción, dejando que su mirada cayera ante una Arlechinno aparentemente calmada. - Te noto inquieta, Arle? Todo bieeeeen~? -

- No empieces. - Dijo Fríamente la mujer intentando ocultar cualquier rastro de sentimientos que haya en su ser o que la delaten de lo que en verdad sintiera.

- Lynette! Lynette! - Su hermano zarandeaba con leve fuerza a la chica con orejas de gato, con su alma saliendo de su cuerpo levemente mientras se encontraba pálida. - Ya pelo! -

Ningguang levemente oculto su boca detrás de sus palmas mientras cerraba sus ojos lentamente. - Eldineroesimportante eldineroesimportante eldineroesimportante eldineroesimpor-

Yelan parpadeo al ver la reacción de su jefa a su lado; realmente podía notar el desinterés de Ningguang ante el chico pero a su vez parecía que no podía negar del todo que aquel muchacho era interesante de ver.

Yelan simplemente sumió sus hombros y siguió fijando su mirada en el Sycamore de aquella visión; era como darse un festín con sus propios ojos y todavía no estaba satisfecha.

Ei levemente colocó su mano en su brazo mientras miraba ante la reacción de todos en la habitación; inclusive su fiel compañera Sara estaba sonrojada Y a su vez molesta! Que ocurría? Con algo de desamparo, Ei levemente hablo hacia la Kitsune a su lado mientras movía su mano hacia su mejilla.

- Que ocurre con todo el mundo...? - Susurró Ei con una mirada levemente angustiada.

Yae no pudo evitar reír mientras cerraba sus ojos. - Mi amor, simplemente ese niño está construido muy diferente a la gente convencional de Teyvat... -

- QUE DEJEN DE DECIRME NIÑO! -

- Lo sé! Soy la mejor! - Dijo Furina guiñando su ojo mientras sacaba su lengua; algo que claramente aprendió de Sycamore de su tiempo con el.

Rápidamente ambos sintieron un jaloneo viniendo desde abajo; esta vez tratándose de la pequeña Eesha la cual tenía sus ojos saltones y brillantes y... hipnóticos y manipulables.

Eesha sonrió tiernamente. - Papi! Si iremos hacia Mondstadt por esa tienda de helado, cierto?! -

Furina parpadeo curiosa, antes de murmurar. - Tienda de helad-

- Sip! - Sycamore rápidamente adoptó un tono poco más... diferente a lo usual; sonreía, pero era una sonrisa agitada mientras dejaba a Amelie en el suelo y colocaba su mano encima del cabello de Eesha. - Por supuesto! Te lo prometí que iríamos después de que llegara, o no...? -

- Si! Helado! - Dijo Amelie sonriendo mientras alzaba sus brazos.

Sycamore rio con algo de... no había una forma en realidad de poder explicar que otro sentimiento había ahí; el hombre de familia simplemente hizo un ademán con su cabeza. - Vayan a prepararse, si queremos llegar temprano! -

Eesha asintió con emoción para así tomar de la mano a Amelie. - Vamos Amelie! Vamos! -

- No me jales Eesha! -

Ambas niñas reían mientras comenzaban a correr hacia sus habitaciones con emoción; escuchando sus pasos y sus risas hasta que su puerta se cerró dejando simplemente a la pareja de esposos en la sala.

Sycamore lentamente volteó... notando la mirada de su esposa que claramente no se encontraba contenta; el chico simplemente presionó sus labios antes de ladear su rostro.

- Nunca le dices que no a un postre... - Dijo Sycamore mientras la veía.

- Hasta Mondstadt? - Furina resopló mientras suspiraba y colocaba sus manos en sus caderas. - Vamos a tener que usar uno de los cristales... -

- Lo sé, lo sé... - Respondió el chico mientras se cruzaba de brazos y suspiraba. - Pero Eesha estaba emocionada de ir desde que escucho a Amber mencionar aquella tienda... -

- Y por qué le dijiste que iríamos...? - Furina dijo con un rostro de leve confusión; Sycamore levemente sumió sus hombros mientras intentaba no mirar a su esposa. - Sycamore... -

- Las niñas querían ir, eso es todo... - Dijo intentando restarle la importancia al tema, pero claramente su esposa sabía mejor que ello.

Furina levemente bajo sus manos; sus cejas lentamente se contornearon hasta quedar bajas y suspirar. Conocía a su esposo, quizá más de lo que él se conocía a él mismo, y sabía que significaba esto.

Furina lentamente caminó hacia Sycamore con una sonrisa calmada, antes de lentamente dejar una de sus manos en su pecho. - Sycamore... se que ser padre no a sido fácil para ti... -

Sycamore bufo mientras miraba hacia su contrario. - No es nad-

- Se que temes que tus niñas pasen por los que tú pasaste... -

¡CRACK!

Fue lo que escucho el Sycamore real dentro de su mente al escuchar aquello viniendo directamente desde las palabras de su esposa, era su esposa? Era confuso, pero no tan confuso como lo que aquella frase le hizo sentir.

Sycamore se quedó mirando hacia la carpa de proyección mientras sentía sus pupilas levemente temblar; era lógico pensar en ello, porque no lo sería? Claramente Sycamore, en el caso hipotético de convertirse en un padre, intentaría ser todo lo contrario de lo que su creadora fue.

Porque su creadora no fue una buena madre, no fue una madre siquiera, entonces el sería mejor, o no? Porque el no es ella, el era mejor que ella, ella podía ser muchas cosas pero Sycamore al menos haría el esfuerzo de que su traería vida a este mundo, la cuidaría con puño de hierro y alas de colibrí.

Sycamore lentamente bajo su rostro, no era momento de perder su control, no era momento, pero a su vez era impostor no hacerlo; tomó su rostro con fuerza entre sus palmas mientras resoplaba, porque su madre no pudo ser una maldita buena madre y criarlo como era debido?

No, ella quería su marioneta perfecta, no una marioneta que denotaba sentimientos; Sycamore gruño en su bajo mientras presionaba sus nudillos. "Sabes que...? Al carajo contigo, Ei...".

Fue el pensamiento de Sycamore antes de levantar su rostro con una mirada llena de seriedad. "Si me convierto en padre... haré todo en mi para no ser como tú..."

- Sycamore... - Susurró Lumine levemente mientras veía la pantalla con algo de sugestión; por supuesto que una de las razones de Sycamore de criar a niños de aquel manera era viniendo desde su propia infancia inexistente.

Sycamore no había tenido infancia, porque pasó 500 años encerrado en una finca, encontrado por habitantes de Tatarasuna los cuales perecieron ante... Lumine levemente presionó sus puños; cuando caía en cuenta de la historia del tipo del sombrero, era que comenzaba a entender un poco más... todo.

- Ya ya... todo está bien... -

Sycamore levemente alzó su rostro ante los dedos de Furina posándose en sus cabellos; espera, que? Levemente la vio por el rabillo de su ojo. estaba sonrosada si, pero, su sonrisa calmada y sus ojos mirándolo fijamente, parecía no estar nerviosa del todo.

Sycamore quería moverse, pero, aquellas caricias se sentían muy bien; levemente Furina le sonrió, para así cerrar sus ojos. - Todo está bien... -

Sycamore levemente presionó sus labios ante ello. - No soy-

- Lo sé... No eres un niño... - Dijo Furina mirándolo con una sonrisa calmada. - Pero sigues siendo una persona... -

- Intentas todo, para no ser como quien te creó... - La Furina de la visión hablo, mientras lentamente comenzaba a sentir los dedos de Sycamore entrelazándose entre sus propios dedos. - Esas niñas te aman, Sycamore... y se que te da miedo decepcionarlas como ella te decepcionó a ti... pero no puedes criarlas de esa forma... con miedo... -

Furina siguió acariciando el pelo de Sycamore; extrañamente parecía que la visión y sus caricias coordinaban de alguna manera, y lo hacía sentir bien, mejor que bien; Sycamore lentamente dejó caer su espalda contra el respaldo de la silla, con los dedos de Furina no separándose de su cabello.

- Eres alguien increíble, Sycamore... - Lentamente Furina apuntó a su pecho. - Por lo que tienes aquí... -

Sycamore levemente bufo, mientras murmuraba. - Ahí no hay nada, y lo sabes... -

- Oh, se muy bien lo que hay ahí... - Lentamente Furina sumió sus hombros, mientras miraba a las escaleras. - Y ellas también lo saben... -

La historia del soldado de madera y la princesa; una antigua historia que relataba los sentimientos que un juguete de soldado tenía ante una princesa hecha de porcelana. Todos los días la veía, todos los días la notaba, pero era imposible moverse, porque la madera no tenía un corazón.

Entonces un día que el soldado fue lanzado al fuego, quemándose vivo, lo único que quería ver era a su princesa de porcelana hasta hacerse cenizas; lo que quedó del fuego? Un corazón entre los escombros.

Sycamore lentamente sintió como su rostro caía ante algo suave, no sabía que era, no podía importarle menos; su mente comenzó a divagar llevándolo hasta aquel niño, aquel niño que era su deber cuidar pero que murió susceptible de una enfermedad.

Que diría ese niño al verlo ahora? Estaría decepcionado de él probablemente, todo el daño que hizo, todas las personas que lastimó...

O estaría feliz de que siguiera vivo? Estaría feliz de que haya encontrado una especie de paz entre su mente y su cuerpo, aceptando que es eso, una marioneta, pero una marioneta diferente, porque está marioneta no tenía hilos controlando sus actos.

Sycamore entonces escuchó el susurro de Furina. - Estas... bien...? -

Sycamore levemente notó entonces en donde su cabeza cayó; estaba recostado en el hombro de Furina; Furina estaba sonrojada y un poco apenada, pero no parecía del todo inconforme que el estuviera ahí.

Sycamore parpadeo. - Ah... me discul-

- No-No tienes que... - Susurró Furina mientras sonreía con calma y miraba a otro lado. - No me molesta y... puedes... quedarte ahí... -

Sycamore sintió sus mejillas ponerse tinto de nueva cuenta; se quejaría? Lo haría, lo haría? No lo hará, estaba cómodo y, de alguna manera que no alcanzaba a entender, el hombro de Furina era cómodo.

Sycamore simplemente murmuró en bajo. - Te lo agradezco... -

"SI SABEN QUE PODEMOS VERLOS AÚN VERDAD?!" Pensó Lumine con un tic en su ojo mientras veía a la pareja de casados que no estaban casados pero que aparentemente en muchos universos estaban casados.

Cuando le tocaba a ella? Ella a estado más tiempo con Sycamore! Ella merecía- no, que estaba pensando, enserio estaba pensando eso? Levemente negó mientras colocaba su mano en su frente.

- H-Hay mucha tensión aquí... - Susurró Collei levemente mientras rascaba su mejilla con pena.

Jean, a su lado contrario, suspiró. - Ni que lo digas... - Levemente miró a su lado, notando como Amber, una de sus más confiables amigas... parecía tener sus ojos llenos de fuego y horror. - ... Y se pone peor... -

- Así que... - Levemente Furina golpe con un amigable puño el hombro de Sycamore. - Quiero que quites esas ideas de que eres como tu mamá porque no lo eres y jamás lo serás... -

Sycamore no pudo evitar reír ante aquello, negando levemente mientras miraba a su esposa con calma antes de dejar ir sus brazos de su pecho y lentamente acercarlos a ella, envolviéndola dejando caer su frente contra su hombro, abrazándola.

- Gracias... -

Furina Rio, para así con cuidado devolver el abrazo. - No hay de que, Sy-Ca-More... -

- ABRAZO GRUPAL SORPRESA! -

¡HUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUG!

- Wow! -

Fue el grito que ambos adultos soltaron al sentir la fuerza de sus dos niñas saltando directamente hacia ellos y envolviendo sus brazos en sus cuerpos; tambalearon un poco, pero claramente la fuerza de Sycamore y Furina combinadas era mayor que el más alto.

Furina y Sycamore fueron levemente, antes de mover sus brazos hacia sus dos hijas y dejarlas entrar en el abrazo; Sycamore levemente miró hacia las cabelleras de sus hijas, notando lo sonrientes que sus rostros eran, claramente heredándolo de Furina.

Pero al verlas ahí, tan vivas, tan emocionadas de vivir y tener a alguien a quien saltar en sus brazos; Sycamore no pudo evitar soltar una leve risa de calma, antes de mover su mano hacia los cabellos de ambas y acariciarlas.

- Las amo... a ambas... - Susurró Sycamore a las niñas, las cuales levantaron sus rostros, y sonriendo con sus dientes, dijeron en un unísono hermoso.

- Te amamos papi! -

Sycamore levemente sonrió; su vida había sido... complicada, valió la pena? Absolutamente. Furina simplemente río para así cruzarse de brazos rompiendo el abrazo levemente.

- Bueno! Que esperamos? No queremos que se nos haga tarde! -

- Helado! - Amelie dijo con emoción mientras tomaba la mano de Furina y comenzaba a jalarla hacia la salida.

Eesha miro a su padre para así tomar su mano con emoción y también jalarlo. - Crees que podamos visitar a Durin en Espinadragon?! -

Sycamore levemente parpadeo para así suspirar. - Si, por que no...? Hace mucho no pasamos a verlo... -

- Yey! Durin! -

- Ya ya, cálmense o yo voy a escoger su helado! -

- Nooooo! Mamá tiene los peores gustos! -

- Eso siempre le e dicho... -

La familia rio en alto, mientras salían de la casa con un brillo entrando desde la puerta; una familia de 4 congencional, feliz, soñada.

Y la visión? Ahí terminó...........

...

La sala quedó en silencio.

No había el sonido de nada que no fuera... Itto con un pañuelo mientras sonaba su nariz y sus ojos lloriqueaban con fuerza. - Eso fue hermoso... - Dijo Itto.

Nilou levemente frotó sus manos con algo de agitación mientras sonreía apenada mente. - Eso fue... interesante... -

Layla levemente se cruzó de brazos mientras cerraba con algo de fuerza clara sus ojos. - Estoy segura que hay un universo donde yo soy la mamá... -

- Y no te equivocas, Layla... - La voz de las bocinas y altavoces se hizo presente ante todos de nueva cuenta; la pantalla comenzó a moverse como si fuera una presentación de diapositivas. - En el basto sin fin del multiverso, hay miles de posibilidades que envuelven a Sycamore y a alguna o alguno de ustedes, o más... en una situación de maternidad... -

Levemente una diapositiva paso, mostrando ante el público la imagen de Layla y Sycamore; en las manos de Sycamore había una pequeña niña de cabellos azulados y estrellas adornando su traje directo desde los sastres de Sumeru. Layla sintió sus mejillas ponerse rojas mientras sus ojos se hacían espirales.

- S-Si tengo hijos... - Susurró Layla en bajo mientras tomaba sus mejillas.

- Bueno! Todas tienen hijos en todo el multiverso! - La imagen pasó a una de Lumine, cargando a un niño rubio en sus hombros acompañada de Sycamore a su lado. - Es la mejor parte del multiverso... - La imagen pasó a Ayaka tomada de la mano con un chico de pelo blanco joven y un tipo del sombrero con una sonrisa. - Tiene posibilidades infinitas... -

- Y-Yo también... - Susurró Ayaka mientras escondía su rostro entre sus manos.

Kuki levemente murmuró mientras se cruzaba de brazos; ella quería ver cómo era su hij- espera, que decía?. - Bueno... sería interesante ver más sobre esto... -

- En eso estoy de acuerdo Shinobu! Pero... - Levemente Foçalors Rio en bajo. - Que tal si se toman un descanso...? Puedo ver que dos de nosotros ya cayeron rendidos... -

- Eh...? Quienes...? - Susurró Yelan mientras se ponía de pie.

Pero su respuesta debía ser más clara como el viento; la respiración calmada de Furina y el murmullo de Sycamore eran toda la respuesta que todos necesitaban. Sycamore y Furina cayeron dormidos uno encima del otro, con sus manos tomadas mientras sus pechos subían y bajaban calmadamente.

Nahida levemente sintió sus mejillas ponerse rojas mientras juntaba sus manos. - Owww... deberíamos dejarlos descansar, debe haber sido una sobrecarga de emociones... -

La voz rio levemente. - Hay una biblioteca con un café a su lado, pueden pasar si gustan! Sean mis invitados! -

- Necesito un café... - Dijo Zhongli en bajo, normalmente el prefería los tés pero... hoy no manejaría.

- Te acompaño... - Dijo Ayato mientras se ponía de pie y suspiraba.

Levemente Navia suspiró mientras tenía tres barras de depresión saliendo de su frente. - Lady Furina me quito mi lugar... -

- Navia, por favor... - Susurró Neuvillette.

Y así, los invitados lentamente comenzaban a salir por las puertas hacia la biblioteca/cafe, dejando a la pareja dormida plácidamente.

Un brillo levemente envolvió los cuerpos de ambos; frente a ellos, lentamente comenzó a emerger una figura, dejando que sus descalzos pies salieran de aquel brillo resplandeciente.

Foçalors apareció frente a Furina y Sycamore con una pequeña sonrisa; lentamente alzó en sus manos, sin embargo, un pequeño dispositivo que en algunas dimensiones llamaban "KAMARA".

¡Click!

La kamara tomó una foto; Foçalors simplemente río, para así desaparecer.

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