El Mundo Real

Genshin! Reacts presenta:

Una historia de Genshin Impact

Canción de Camila - Perdón

El Mundo Real...

......................

No espero amor ni odio!
Ya tengo bastante con mi dolor!

Maldigo el episodio!
Lo peor es que yo fui quien lo escribió!

Me esperan los demonios!
Que deja tu olvido!

Que juegan conmigo!
Ya sé que es cobarde!

Pedírtelo en una canción!

... Perdon!...

Era acaso una de esas alarmas extrañas que Nahida solía poner en su estancia? No, esas alarmas tenían una melodía clásica (y molesta) de Sumeru, no tenía esa clase de cantos, ni de voces, ni siquiera de ritmos.

Levemente el chico gruñó en bajo; sus párpados comenzaron a abrirse mientras sus sentidos comenzaban a re conectarse en su cuerpo; por un momento se sintió como si hubiera despertado de una siesta tan extraña como las que pocas veces tenía, pero entonces fue que vinieron los terribles dolores de su espalda hasta sus articulaciones, haciendo que cada mínimo movimiento se sintiera hasta sus interiores.

Y la melodía no ayudaba, haciendo ruidos cada vez más estruendosos que solo hacían más que molestarlo y doler un poco más en su interior; Sycamore levemente sacudió su rostro con un firme movimiento, antes de notar que encima de él había nubes envolviendo un cielo azulado y bastante agradable, pero parecía que todo eso se cubriría con una lluvia venidera.

Fue entonces que sus ojos pasaron a posarse en las estructuras que lo envolvían; estaba en una especie de... centro; podía identificar que había locales de vendimia, con un diseño bastante alejado a lo que vería en Teyvat, pero de alguna forma familiar a su lado de la moneda; había tiendas con nombres extraños: Victoria Secret, ¡Ay Güey!, Palacio de Hierro. Eran los nombres que podía identificar con facilidad.

Sycamore se movió de nuevo, escuchando un crujir levemente preocupante venir de sí mismo al siquiera intentar moverse; sintiendo un peso venir desde su brazo derecho, volteó con cuidado solo para notar el otro cuerpo que cayó consigo.

Sintió por un momento miedo al verla inmóvil, pero su calma vino cuando notó que sus heridas eran mayormente rasguños, siendo lo más preocupante su herida en su rodilla que tenía desde la explosión en el teatro; Sycamore se movió levemente, antes de posar su mano libre en el hombro de Furina, moviéndola con cuidado mientras sentía algunas gotas de lluvia caer sobre sí mismo.

- Furina... - Llamo con una voz débil, sacudiendo el cuerpo de la ex Arconte que levemente tembló ante su sacudir. Sycamore rápidamente la movió con más frecuencia. - Vamos... muévete... -

Furina entonces dio un leve murmullo; señal de que al menos estaba consiente, y eso calmó a Sycamore más de lo que él mismo se daba cuenta; Furina se removió, con algo de dolor sintiendo los mismos efectos que Sycamore sintió al despertar. Furina lo vio, temblando como si fuera a recaer en cualquier momento.

- S-Sycamore... - Murmuró Furina en bajo al verlo; Sycamore rápidamente la tomó en sus brazos, sosteniéndola para evitar que recayera aún más.

- Tranquila, te tengo... - Susurró con algo de esfuerzo mientras posaba sus rodillas contra los escombros del puesto de madera en el que cayeron. - Puedes ponerte de pie...? -

Furina levemente lo miró, asintiendo con fuerza. - P-Puedo intentar... - Furina hablo con un leve desaliento; para Sycamore fue suficiente de respuesta.

Sycamore fue el primero en colocarse de pie; sintiendo el crujir en su interior pero poco importándole en el momento, con su atención puesta en la mujer a su lado; Sycamore rápidamente la tomó por debajo de sus hombros, comenzando a levantarla con cuidado escuchando los gemidos y quejidos de Furina.

- Ngh! - Furina hablo con dolor mientras Sycamore la ayudaba a reposarse sobre el, con su pierna lastimada posándose en el suelo, pues otras opciones no había. - D-Donde...? - Furina levemente alzó su mirada, notando el tan extraño lugar en el que se encontraban. - Donde... estamos...? -

Sycamore rápidamente la miró, antes de negar con un suspiro. - No sé... - Susurró, mirando a sus alrededores; un leve brillo captó su atención, moviendo su mirada hacia un pequeño objeto que había caído del puesto que destrozaron; un pequeño llavero metálico que contenía unas palabras bastante explicativas. - Guadalajara... - Susurró el chico al ver las palabras en el llavero, antes de mirar a Furina y suspirar. - Al menos sabemos dónde estamos... -

- N-No es mucho... - Susurró Furina; en su vida había escuchado de un lugar con el nombre "Guadalajara"; sonaba a algo proveniente de Natlan sin embargo.

- Mejor que nada... - Dijo el chico mientras gruñía, comenzando a avanzar con Furina sosteniéndose de él fuertemente. - Hay que... reunirnos con los demás... mientras más rápido nos larguemos, mejor... -

Furina rápidamente lo miró, antes de susurrar con temblor. - Sycamore... q-que hay de Aether...? - Murmuró Furina.

Sycamore levemente la vio, antes de presionar sus labios con fuerza. Ni él mismo sabía qué responder a ello, ni sabía que habia ocurrido con el rubio luego del brillo que los trajo a este extraño lugar; pero una cosa tenía segura. Ese tipo no iba a parar ahí.

Sycamore ignoró simplemente su pregunta, no estaba en el humor, y definitivamente no estaba en el momento para ser un héroe o un protector, no, ahora lo que le importaba era sacar a Furina, a Nahida, a Lumine, a Amber... Carajo, a todos los que estaban con el, lejos de aquí, lejos de Aether, llevarlos a casa.

Sycamore gruñó, no era un protector, pero hablaba como uno; eso le molestaba fuertemente. Rápidamente ambos notaron como desde diferentes extremos de la gran plaza comenzaban a acercarse sus compañeros, todos con diferentes señales de dolor y heridas. Sycamore rápidamente alzó su brazo, con seriedad.

- Todos! Al centro! Reúnanse! - Grito, en comando, mientras caminaba hacia una especie de kiosco de información; aquel kiosco tenía un gran póster pegado en su pared con la siguiente inscripción.

Bienvenido a Andares!

Por favor, cuide a sus mascotas.

Sycamore dejó levemente reposar a Furina en el kiosco, dejando que su espalda cayera sobre la pared lisa; Sycamore entonces volteó, conectando la mirada con los demás que poco a poco comenzaban a juntarse en donde ellos estaban. Venti caminaba en conjunto de Jean y Amber, con Amber apoyándose sobre su comandante por su dolor.

De su lado venían Itto cargando a una adolorida Kuki, la cual reposaba sobre el pecho de su jefe mientras su rostro denotaba rasguños y heridas, y a su lado Nilou caminaba con dolor en sus piernas como si fueran a fallar en cualquier momento; Nahida caminaba junto a Collei y Layla, que fuera de leves rasguños parecían mayormente estables inclusive de la situación que vivieron.

Zhongli apareció, caminando con su mano sobre su espalda, y con su otra mano libre limpiando su saco de pedazos de espejos y vidrios que venían en el; Neuvillette se sostenía de su bastón, caminando con una rodilla lastimada mientras en su cabeza había un pequeño peluche de un personaje animado; el personaje en cuestión consistía de una perrita azul con manchas de un azul más fuerte y tonos amarillos sobre su cuerpo, y la etiqueta tenía el nombre de Bluey.

Arlechinno caminaba con su mano sosteniendo su hombro, levemente intentando reacomodarlo en su propio lugar mientras rastros de vidrio residían en su pelo; detrás de ella caminaban Lynette y Lyney, con Lyney sosteniéndose del brazo de su hermana con una enorme herida proveniente de su brazo.

Ayaka y Ayato tenían sus manos juntas; Ayato parecía el más lastimado de los dos hermanos, con sus mejillas cortadas y un ojo morado, y su pelo enteramente desarreglado; Ayaka por su parte fuera de heridas superficiales, había sido salvada en su mayoría por su hermano. Detrás de ellos estaban la Raiden Ei, Yae Miko y Sara, rápidamente acercándose, ninguna parecía tener una herida mortal.

Navia venía junto a Yelan, y detrás de ellas se acercaban Ningguang y Hu-Tao; todos rápidamente se juntaron, acercándose al kiosco en donde ambos Sycamore y Furina residían; Sycamore rápidamente miro entre sus compañeros, buscando a dos personas en particular.

Preguntó con agitación. - Donde están Lumine y Foçalors...?! -

Nadie respondió, hasta que levemente Navia habló con un quejido que dio inicio a su palabra. - N-No sabemos... no las vimos caer... -

Sycamore cerró sus ojos con fuerza, gruñendo. - Mierda... - Susurró en bajo antes de negar. - Tenemos que salir de aquí... -

Layla tomó la atención. - Como...? N-ni siquiera... ni siquiera sabemos cómo llegamos aquí... -

Venti asintió, dándole la razón a Layla. - Golpeaste a ese Aether, y boom, todo pasó en blanco... - Venti negó, antes de mirar a Sycamore con leve agitación. - Que... fue lo que pasó...? -

Sycamore rápidamente sumió sus hombros. - Como esperan que lo sepa...? - Dijo, tan confundido como ellos estaban; Sycamore gruñó en bajo, no, sabía que todos estaban agitados, no debía dejar que sus emociones sobretomaran su pensamiento lógico. - ... No lo se... pero... -

Sycamore levemente alzó su puño, antes de abrirlo. - Tiene que ver con esto... -

Sycamore en sus manos sostenía un artefacto que hizo a todos retroceder en leve miedo e impresión; un objeto brillante que contrastaba con su agrietada mano de madera, Sycamore sostenía la Gnosis proveniente de Foçalors... pero no emitía aquella luz que normalmente las Gnosis tenían, se veía... vacía.

- L-La Gnosis de Foçalors... - Murmuró levemente Ei mientras temblaba. - C-Como la-

- Golpee su pecho... - Sycamore dijo mientras bajaba su brazo, inspeccionando la Gnosis el mismo. - El brillo me cegó pero... me aferré a esta cosa... - Levemente la movió entre sus dedos antes de gruñir. - Pero es inútil... ese tipo... absorbió el poder de la Gnosis a él... -

- No fue... todo el poder... -

Rápidamente todos voltearon hacia el oeste; aquella voz provenía de la causante de todo; lastimada, con su mano sosteniendo una de sus costillas siendo auxiliada por una Lumine igual de destrozada, quizá un poco más de lo normal. Foçalors caminaba en conjunto de Lumine junto por un gran local de madera que tenía la inscripción Krispy Kreme.

Foçalors levemente alzó su mirada; tenía la atención de todos puesta en ella, esperando alguna explicación. - C-Cuando me quito la Gnosis... yo... yo no tenía mi poder entero... -

- Que...? - Murmuró Neuvillette levemente; con esfuerzo se sostuvo de su bastón, mirando a Foçalors con algo de desaliento. - Como es... es posible eso...? -

Foçalors levemente presionó sus labios; fue un momento fugaz, antes de su mirada comenzara a escanear a todos rodeandola; hasta que finalmente sus ojos aterrizaron en aquella cabellera azulada y kimono abierto viéndola con algo de desesperación. Sycamore al solo sentir su mirada, comenzó a sentir su pecho subir y bajar con fuerza; sus ojos se abrieron como tanto pudieran y sus pupilas comenzaban a achicarse.

Sycamore negó con fuerza. - No... No hablas enserio... -

Foçalors levemente asintió, antes de bajar su mirada y suspirar. - Yo... Te di parte de mi poder a ti... -

Sycamore tuvo unos fugaces pero aún así lentos 5 segundos para procesar aquella información en su mecánica mente; la idea de que dentro de él, ahora mismo, residía parte del poder más grande del multiverso no le hacía sentirse bien, le hacía sentirse enfermo, desalmado, como si estuviera ahí con un propósito del cual aún no está seguro del cual es.

Sycamore negó con fuerza, antes de bajar su mirada y gruñir. - Eres... Eres una... - Presionó sus nudillos con fuerza, y sus dientes comenzaron a presionarse.

Furina rápidamente se acercó a Sycamore, posando su mano sobre su hombro, pero poco, o nada, calmó a Sycamore; estaba enojado, estaba molesto, estaba desesperado; Sycamore gruñó, antes de levantar su rostro con fuerza y alzar sus brazos.

- Tanto... te duele que ese Sycamore no te haya aceptado a ti!? Foçalors! - Grito Sycamore en alto mientras miraba a la Diosa. - Q-Que mierda creíste que iba a pasar cuando pusiste ese maldito parásito en mi?! Que me convertiría en lo que tú querías?! -

Collei levemente bajo su rostro ante los gritos de Sycamore; podía sentir su molestia, y sabía que no estaba en la posición real para objetar, pero aún así no podía el evitar el sentirse culpable, podía sentir que todos de alguna manera se sentían así.

Foçalors negó fuertemente. - S-Sycamore, y-yo no-

- "Tu no" que?! - Sycamore apuntó directamente hacia la Diosa. - Eso era lo que creías o no?! Que yo sería de la nada tu perfecto Sycamore que salvó y liberó al multiverso! - Sycamore alzó sus brazos, alzándolos en el aire antes de gruñir en alto. - Pero te tengo noticias Foçalors! No soy tu puto héroe! - Rápidamente miro a todos, a todos los que se quedaban atónitos mirándolo. - No soy el protector de nadie! - Sycamore entonces miró levemente a Nahida; sus manos tan pequeñas residían sobre su pecho, mirándolo con preocupación, y algo de, miedo. Sycamore presionó sus labios. - Yo no soy... un guardián... -

El Anemo entonces alzó su brazo, aún sosteniendo la Gnosis vacía de poder que residía sobre su palma; la miraba con recelo, con algo de miedo, y rabia, antes de suspirar. Camino hasta Foçalors, antes de levemente estirar su brazo hacia ella, ofreciéndole la Gnosis.

- Tómala... - Sycamore dijo mientras Foçalors sentía sus ojos temblar ante su presencia. - Toma el poder que tengo... y llévanos a casa... - Sycamore murmuró con recelo; Foçalors presionó sus dientes con fuerza mientras el chico ahora solo podía sentir... desamparo. - Esto se acabó, Foçalors... no más visiones... -

Foçalors simplemente mantuvo su mirada fija en el chico del sombrero; todos mantenían su atención en ellos, algunos simplemente intentaban ignorar lo que les hacía sentir aquello y desecharlo como Ningguang o Yelan, y otros no podían ocultar el hecho de que todo había salido terriblemente mal, como Furina y Lumine.

Foçalors simplemente bajo su mirada, antes de asentir con lentitud. La mano de Foçalors se extendió levemente, hasta tomar con cuidado la Gnosis de las palmas de Sycamore.

- Y-Yo... -

- Pero por supuesto que tenía que ser el... -

Y claro que, el elefante en la habitación jamás se fue de su lugar; Sycamore alzó su mirada, antes de lentamente mirar detrás de su espalda, y su acción fue imitada por todos sus acompañantes. Rápidamente Lumine como reflejo colocó su mano por detrás de su espalda, dejando que en un brillo resplandeciente se lograra apreciar su espada.

- Porqué no tendrías interés en una de las variantes del ser que "cambió" al universo...? -

Neuvillette achicó su mirada, dejando que sus ojos brillaran un momento mientras su bastón daba un enorme pisotón contra el concreto; a su lado Itto rápidamente sacó su enorme mazo con púas resplandecientes, dejando que se estrellara contra el suelo, agrietándolo para así levantarlo con una fuerza increíble.

- Y ahora aquí están... todos en un solo lugar... -

Sycamore hizo brillar su visión, y como si fuera de un resplandor, en su espalda se materializó el patrón circular anemo que le permitía entrar al punto más profundo de su visión; Ei rápidamente hizo relucir un enorme rayo desde su pecho, antes de dejar sacar su enorme espada de luz mirando como justo frente a todos, materializándose en una masa de carne y huesos que poco a poco comenzó a tomar forma de un humano, se encontraba Aether, sobrehilando con sus alas en el aire, mirando como si no fueran más que simples cucarachas en el suelo a todos los participantes los cuales estaban listos para maniobrar, a su propia manera.

Aether simplemente negó, mirando a todos como si no fueran nada. - No deseo que esto se extienda más de lo que deba extenderse... - Negó levemente Aether mientras todos lo miraban con diferentes reacciones, oscilando entre el horror, o la rabia. - Cuando termine... el multiverso estará como debe ser... -

¡SWING!

Desde su muñeca, dejando que algo de sangre cayera desde el hasta el suelo, una enorme espada se materializó; espada la cual alzó en el aire mientras miraba a todos con desdén. - Un universo... conmigo en el centro... -

Ese fue el aviso de que la pelea ya iniciaba, e Itto no se hizo esperar, ni Ayato, ni Arlechinno, ni nadie más; todos estaban seguros de algo, y es que no iban a poder volver a casa mientras aquel ser tuviera en el centro de su integridad el poder de la Gnosis Multiversal.

La única opción era luchar; algunos no se conocían de antes, otros ya tenían una idea, y otros podían llamarse amigos, pero ahora debían de combatir, hasta que uno saliera victorioso, y ellos perdiendo no era una opción. Itto rápidamente gritó, pegando un enorme salto hacia Aether, pero Aether simplemente se movió a una rapidez increíble, esquivándolo, pero fue encontrado por la enorme Oz de Arlechinno el cual dio desde su espalda, impulsándolo hacia la Raiden Ei que lo esperaba con su espada en mano.

Pero Aether simplemente gruñó en alto, recomponiendo su cuerpo como si del cuerpo de una marioneta se tratase, con el sonido irritante de los "Click" de su armadura haciéndole compañía; Aether se recompuso, tomando a Ei de su muñeca y lanzándola directamente hacia Navia con la cual chocó de manera repentina.

Mientras todo eso ocurría, Sycamore gruñó en alto, antes de mirar a su espalda; detrás de él se encontraban las tres mujeres, Nahida, Foçalors y Furina. Rápidamente apuntó hacia Nahida.

- Llévatelas lejos de aquí! - Ordenó Sycamore mirando a Nahida; Nahida rápidamente lo vio, antes de alzar su voz.

- Que vas a hacer tú?! - Preguntó Nahida mientras dejaba que Foçalors tomara a Furina entre sus brazos, con esta soltando leves quejidos.

Sycamore la vio un momento, antes de dejar sus ojos brillar. - Le quitaré su poder a tiros... -

¡SWISH!

Nahida no pudo siquiera decir algo más, porque en cuanto Sycamore terminó de hablar, impulsó su cuerpo en una enorme bola de aire que lo llevo hacia arriba, volando, y perdiéndose de vista ante las luces del Centro Comercial Andares; Nahida respiraba fuertemente, quedándose con sus palabras en la boca.

Simplemente negó, antes de mirar a Furina y Foçalors; Focalors ayudaba a Furina a caminar, pero claramente ambas estaban lo suficientemente lastimadas para moverse; Nahida presionó sus labios, antes de dejar que sus manos se llenaran de enormes lianas de color verdoso que se extendieron hasta las heridas de Foçalors y Furina.

Aquellas lianas se abalanzaron y abrazaron aquellas heridas, punzándolas de una forma directa pero amable; Furina murmuró levemente, sintiendo las ramas verdes envolver la enorme herida en su pierna. Nahida rápidamente habló.

- Creen poder caminar así...? - Preguntó Nahida.

Furina levemente miró a Foçalors a su lado; esta simplemente le asintió; Furina entonces torció su mirada a Nahida, y habló. - P-podemos... -

Nahida asintió, para así apuntar hacia una de las tiendas vacías que se extendían por la plaza. - Andando! Hay que escondernos ahí! -

Furina entonces alzó su mirada, caminando en conjunto de Foçalors, pero con una pregunta en mente. - Q-Que ocurrirá con Sycamore...? -

...

¡SWING!

¡SLASH!

¡KATRAPUUUUUUUUUUUUUUUUUUM!

- Esto es inútil! -

Fue el grito que dio Aether mientras esquivaba de una manera increíblemente rápida cualquier arma que intentaban lanzarle a él; parecía que nadie podía tocarlo, y en realidad así era. Aether rápidamente hizo su cuerpo desaparecer ante el SWING de la espada de Layla que intentaba darle.

Pero antes de que pudiera lastimarla de vuelta, detrás de Layla, rápidamente llegó Sycamore, tomando de sus caderas a Layla, e impulsándose en el aire para salvarla de la espada de Aether; Layla rápidamente reaccionó con un leve grito, notando como se alzaban en el aire.

Sycamore rápidamente habló. - Te encuentras bien?! -

Layla, agitada, miró detrás de él, sintiendo las manos de Sycamore tomarla por sus caderas para sostenerla; Layla asintió agitada. - No-No pude siquiera tocarlo! -

- No creo que nadie pueda! - Sycamore comenzó a descender, dejando que las puntas de los pies de Layla tocaran levemente la azotea de la gran plaza comercial; Layla se soltó de Sycamore, y Sycamore rápidamente la sostuvo de su hombro. - Escúchame, quédate aquí, no estás en condiciones para pelear. Te van a matar ahí afuera... -

- P-Pero Sycamo-! -

- Tu escucha! - Sycamore ni siquiera la escucho, no estaba en condiciones de escuchar algo; no tenía que escuchar algo, su ser solo constaba con las emociones de rabia y agitación, quizá intentando esconder más dentro de él.

Sycamore se alzó en el aire, y se impulsó en una enorme ráfaga dejando a Layla en aquella azotea; Layla solo alzó su mano, intentando alcanzarlo, pero no pudo ante aquella rapidez inhumana que Sycamore tenía en su ser. Sycamore salió disparado, con dirección directa hacia Aether.

Aether se alzaba en el aire, esquivando flechas provenientes de Venti y Yelan, mientras que a su vez se movía entre los miles de disparos de los catalizadores de Ningguang y Yae Miko, todos ek contra de Aether pero ninguno con la posibilidad de darle una mísera estocada.

Y su invulnerabilidad hizo hervir a Sycamore más de la cuenta; su visión brillaba con toda la fuerza con la que jamás brilló, y sus ojos se alzaron en una luz resplandeciente; gritó, mientras alzaba sus puños y los ponía por delante de su cabeza, abalanzándose contra Aether para arremeterlo.

O ese sería su plan, de no ser porque Aether no volteó a verlo a él; sin embargo, volteó a ver hacia una capa de cuadros azules que se materializó justo detrás de él; Lynette había aparecido como un truco de magia que se alzaba en sus espaldas, alzando una espada tan fina como la nieve que iba directo hacia el pecho de Aether, pero Aether ya esperaba eso.

Y Sycamore ya sabía su desenlace; su rostro pasó de rabia a horror, y su visión brilló a más fuerza. Sycamore gritó con fuerza. - LYNETTE! -

¡FRUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUSH!

Sintió un zarpazo dándole directo en su cuerpo de marioneta; pudo sentir como la madera de sus costillas se dividía en una gran herida que lo hizo apretar sus dientes de dolor; su dirección se trasladó hacia la de Lynette, y con una velocidad fuera de este mundo, la envolvió en sus brazos, evitando que fuera atacada por Aether.

Sycamore y Lynette aterrizaron a una fuerza desastrosa en el suelo; pero poco o nada le importaba a Sycamore, que le importaba en este momento? Quizá no dejar que Aether lastimara a nadie más, quizá acabarlo, aquí y ahora, o quizá solo desquitar su dolor.

Sycamore gruñó molesto, alzándose rápidamente del suelo sin siquiera notar el estado de Lynette la cual se encontraba aún asimilando la velocidad en la que fue tomada; Sycamore, sin mirarla, se alzó en el aire. - Quédate ahí! -

Lynette no pudo decir nada más, cuando Sycamore salió impulsado de nuevo, solo pudo alzar su brazo en leve miedo; Sycamore ni siquiera pudo ir hacia Aether, porque rápidamente notó como una de las flechas de algún arquero fueron rederigidas por el rubio en dirección hacia Hu Tao y Childe.

Sycamore gruñó, antes de subir su velocidad a puntos exhorbitantes; sus manos brillaban con fuerza y poco a poco su cuerpo se fue agrietando. Tomó entre sus dos brazos el cuerpo de Zhongli y Childe, los cuales ni siquiera pudieron ver que fue lo que los tomó cuando sus cuerpos fueron depositados con pesadez contra el cristal de una tienda de maquillaje llamada "SEPHORA".

Sycamore no se detuvo, no tenía tiempo para detenerse; Aether los iba a matar a todos, no se iba a detener, ni el tampoco. Sycamore voló rápidamente hacia Collei, tomándola entre sus brazos evitando que Aether siquiera la tocara con su espada. De nuevo repitió su proceso, tomando a Venti y a Jean de sus capas, sacándolos fuera de la vista de Aether quien simplemente utilizaba el aire de ellos en su propia contra.

Sus manos brillaban a un incontable calibre, y poco a poco su cuerpo comenzaba a resquebrajarse más, pero debía seguir, tenía que seguir. Sycamore tomó a Collei y Nilou en sus brazos, alejándolas, a Itto lo lanzó lejos junto a Ayato, dejándolos en una fuente; su cuerpo comenzaba a doler más y más, pero debía seguir.

Sycamore dio una última vuelta, dejando el cuerpo de Ningguang y Hu Tao lejos, nadie estaba en condiciones de pelear, solo serían un estorbo, solo iban a estorbar, eso era, eso debía ser, eso tenía que-

¡SWIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISH!

- GHAAAAA! -

Fue el grito que dio Sycamore; su velocidad no combinaba con la fuerza en la que Aether enterró directamente su espada contra su costado, dejando que aquel brillo de su visión decayera poco a poco; Sycamore se quedó estático, con sus ojos temblando, mientras balbuceaba sosteniéndose del mango de la espada de Aether que estaba tan enterrada en el que sobresalía desde su espada.

Levemente alzó su rostro; avaricia, eso era lo que veía en los ojos de Aether, una avaricia tan costosa y destructora que era capaz de acabar con cualquier mundo existente, solo por su mísero objetivo. Aether levemente entrecerró sus ojos, antes de acercarse levemente a Sycamore, mirándolo de frente.

- Te negabas a llamarte a ti mismo un guardián... - Murmuró Aether levemente mientras Sycamore respiraba con fuerza; la espada de Aether era diferente a cualquier espada que haya tocado su cuerpo, porque esta podía sentirla, y podía sentir su dolor. - Y aún así, mírate... no pudiste darme ni un mísero golpe, porque te enfocaste en salvarlos a ellos... -

Sycamore temblaba, quizá era la primera vez que tembló en toda su nueva vida; o quizá ya lo había hecho antes. Su mirada levemente se enfocó a su lado; podía ver a Ayaka siendo llevada por Sara y Navia, intentando alejarla, pero aquellas tres sólo podían ver a lo que Sycamore había sido reducido con ojos de terror.

Sycamore simplemente vio; Hu Tao temblaba mientras Ningguang simplemente se sostenía de su hombro; Itto mantenía su mirada en el, no quitándola de encima, quizá esperando que pudiera hacer un último acto heroico; Lyney tenía en sus manos a Kuki, intentando detener su sangrado directo de su pierna, pero podía ver como temblaba de verlo así.

Sycamore cerró su boca un momento, les había fallado, a todos, a él, a Nahida. Aether simplemente gruñó, antes de acercar el cuerpo de Sycamore a él.

- El poder que Foçalors nos dio no funcionará sin esa puta Gnosis... - Le susurró directamente en su oído a Sycamore; aquella espada comenzaba a sentirla en sus piernas y brazos, como si los durmiera al instante. - Y aún así... aún sin aquellos poderes... quiero que recuerdes algo... -

Aether no sonreía jamás, jamás lo había visto sonreír; su mirada era entre ira y desinterés, pero juraba con su vida que ahí fue donde lo vio sonreír, una sonrisa tan sadica y llena de dolor y sufrimiento que parecía un ser lleno de pesadillas encarnado.

- Yo fui mejor que tú... siempre fui mejor que tú... - Aether le susurró a Sycamore; Sycamore sentía su cuerpo como hormigas comiéndolo poco a poco. - Y el multiverso así lo sabrá... sabrá que tú nunca fuiste nadie más... que aquel que fue derrotado... por mi... -

Aether entonces empujó el cuerpo de Sycamore; el sonido desastroso de la espada deslizándose contra la madera de su cuerpo fue lo que llenó el silencio de la Plaza Comercial; Sycamore no podía moverse, no sentía que podía moverse, de que carajos estaba hecha esa espada?

O estaría muriendo? Ni siquiera pudo sentir cuando su cuerpo destrozó el concreto del suelo, cayendo aún más profundo de la plaza a un lugar subterráneo en donde había automóviles y automóviles en seco; el cuerpo de Sycamore cayó varios pisos subterráneos, hasta que finalmente se detuvo en el último de estos.

Respiraba con fuerza, con dolor, seguía vivo, pero acaso eso era tan bueno? Fue vencido, derrotado, humillado, como siempre era su vida; el no era un héroe, ni un guardián, ni un proyector. Entonces por qué? Por qué en nombre de Celestia aún así lo intentó? Aún así intento salvarlos a todos?

Sycamore simplemente dejó que la luz del agujero abierto por su cuerpo diera completamente en su cara; estaba vivo, pero quería morir, porque había fallado.

El no era un guardián.

...

Continuará...

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