🐲🌊
# Zhongli #
...
La escena que se presentaba frente a ella, era del pasado, cuando sus hermanos y hermana aún no habían muerto. Ellos reían mientras conversaban sobre aunque tema en particular, ella los miraba desde la distancia. Bajo su mirada y vio sus propias manos con algunas partes de un cuerpo humano, al principio se asustó, sin embargo al mirar con más atención notó lo que estaba creando.
Miró la figura humana recostada en una cama improvisada con una piedra, las partes íntimas de lo que era el cuerpo humano estaban cubiertas por una tela color azul. El cuerpo tenía una complexión delgada con muy pocos músculos, al subir más su mirada, notó el cabello color índigo y el corté de medusa.
Volvió a sorprenderse al notar quien era. Ella estaba creando a esa marioneta, a quién llamaba su hijo. Miró a sus hermanos que hablaban, ellos no parecían notar su desconcierto, se veían felices y cómodos al compartir una charla amena.
Sus manos se comenzaron a mover sobre el cuerpo de la marioneta que ella estaba creando. No lo entendía, sus manos eran las únicas que parecían entender lo que hacía.
— Bonanus.
La nombrada miró al dueño de la voz, su expresión fue de asombro al mirarlo. Un hombre alto, de melena larga y color café con una mirada dulce y tranquila. Él alzó una vestimenta frente a ella, era precioso, la ropa y el hombre.
— ¿Te gusta? Lo hice para Haifeng, dijiste que el primer regalo que le darías sería su nombre, por lo que quería ser el segundo en darle un regalo.
La ropa consistía en un Kimono estilo japonés color azul marino, tenía detalles de escamas de pez y algunas decoraciones de olas de mar así como unas cuantas conchas.
— Menogias...
Ella lo rodeó con sus pequeños brazos para abrazarlo antes de que las lágrimas cayeran de sus ojos. Menogias le dió un par de palmadas en la espalda, no estaba acostumbrado a esas muestras de cariño de Bonanus sobre todo cuando ella no solía darlos. La mirada del resto de los Yaksha fue de cariño y algunas sonrisas pintaron sus labios, pero esa sonrisa desapareció cuando sintieron la presencia de ciertos Dioses.
En ese momento, Bosacius se acercó hasta Menogias con rapidez para separarlo de su hermana pues no quería que terminara tres metros bajo tierra cuando su lider llegara y los viera abrazados.
Para los Yaksha ya no era sorpresa que Rex Lapis los visitará en su morada y que viniese acompañado de Guizhong o incluso solo. Era una rutina a la que se fueron acostumbrando todos los días, la razón era simple, Bonanus.
Su hermana -la más pequeña antes de Alatus - cautivó el corazón de Rex Lapis hace unos años. Sí una gran sorpresa para todos, grandísima por cierto. Es que nadie esperaba que Rex Lapis fuese a enamorarse de Bonanus porque muchos creyeron que debido a su cercanía con la Diosa del Polvo, era ella quién lo cautivó y no la Yaksha.
Todo comenzó hace... bueno, desde que Bonanus se unió a los Yaksha o incluso antes. Rex Lapis la había traído desde algún lugar de Liyue, su trato hacia ella fue especial. La cuidaba y protegía en caso de que estuviera en peligro, si habían heridas ella recibía atención médica del medio dragón. Al principio creyeron que se debía por algún trauma que ella sufrió en el pasado por el cual recibía tales atenciones, no fue hasta que Guizhong, Caminante Errante y Xianyun le preguntaron la razón, todo tuvo sentido en ese momento.
Más tarde todo fue más obvio incluso para la Yaksha Pyro, cuando descubrió la marca del Arconte Geo en la espalda de su hermana. Era la marca de un escudo protector que el mismo Rex Lapis le había colocado para mantenerla segura y cuando se lo preguntó, se sorprendió del sonrojo que cubrían sus mejillas.
Ahí lo supo todo.
— Bienvenido, Rex Lapis, Diosa del Polvo.
Los Yaksha saludaron a los dioses con una pequeña reverencia la que fue correspondida por una sonrisa. Bonanus estaba estática mirando la escena frente a ella, no entendía que sucedía o porqué Morax estaba ahí. El mismo dueño de sus pensamientos llevo su mirada hasta donde ella se encontraba y una sonrisa pinto los labios del Arconte.
Bonanus observó como Morax hablaba con Guizhong y como está se burlo de él al punto de hacerlo sonrojar. Ella decidió bajar la mirada pues no quería ver más, su corazón tembló y mordió su labio, le dolía verlos.
Maldita sea, hasta en sus sueños sus escenas juntos eran dolorosas.
— Bonanus.
Levantó su vista al hombre frente a ella.
— M-Morax...
Tapo su boca con rapidez cuando aquel nombre salió de ella, ese nombre no debía ser mencionado con facilidad. Lo vio fruncir el ceño como si estuviera molesto, ella pensó que había cometido un error y estaba a punto de disculparse, si no fuera porqué él hablo.
— ¿Por qué estás llorando?
Oh, no lo había notado.
Tocó una de sus mejillas para sentir la humedad en ellas, se sintió confundida, luego recordó la escena que había visto y fue cuando reaccionó mejor.
— ¿Q-qué hace usted aquí?
El ceño de Morax se marcó aún más.
— ¿"Usted"?
Bonanus parpadeó un par de veces sin entender.
— ¿Acaso mi esposa ya no...
Sus palabras callaron cuando vio la expresión de la Yaksha, él abrió sus ojos con asombro y la tomo de los hombros.
— ¿Agatha?
Los ojos oceánicos de la Yaksha se abrieron de uno en uno, ese nombre es el de ella, el que como humana usa. ¿Cómo es que este Morax lo sabe?
— ¿Cómo...?
Rex Lapis la tomo de ambas mejillas, la mirada que le dedicaba reflejaba emoción y nostalgia.
— ¿Eres tú?
Ella se cruzó de brazos molesta y sin ser conciente que habían varias miradas sobre ellos.
— ¿Cómo no lo sería? Es más, ¿Cómo es que tú sabes ese nombre?
Ella observó como el Arconte soltaba una risita alegre mientras lágrimas caían de sus labios, no quiso decirlo en voz alta pero esa sonrisa fue la más hermosa que ella había visto. Agatha lo miró confusa al notar que no dejaba de reír, le pareció raro y curioso, luego volteo para mirar al grupo de Yaksha y la Diosa que los miraban confusos.
Con vergüenza bajo la mirada y está vez observó mejor a la marioneta que ella misma estaba creando. Morax que se dió cuenta de inmediato dejo de reír y la tomo de la mano para llamar su atención.
— Al parecer no recuerdas que regresamos al pasado.
Ella sin entender, negó con un gesto de cabeza. En realidad no recordaba, más que el hecho que ella junto al viajero estaban cumpliendo con la última misión Arconte.
Morax o Zhongli, como ella lo conocía, le explicó que ella había decidido sacrificarse para salvar el Irminsul con la última pizca del poder que el Soberano Primordial le habia dejado al crear su cuerpo. Ella no había querido dejar que Nahida se encargará de eso a pesar de que estaba escrito en el destino de Teyvat. Agatha entrego su poder y con ello los recuerdos de ese cuerpo para que el reinicio del nuevo mundo diera su comienzo.
Esa fue la última misión que le había dado Fanes.
— ¿Cómo es que sabes sobre eso? — ella le pregunto mirando con curiosidad. Pues por lo que le había dicho, Morax no se encontraba con ella, él continuaba en Liyue hasta ese momento.
— Por que hablé con él y firmamos un contrato.
Fanes y Morax llegaron a un acuerdo en el que Fanes debía contarle sobre la misión que ella debía cumplir en cuanto a Morax, él debía guardar el secreto para que nadie supiera de lo que sucedería más adelante. Al principio Morax creyó que ella no recordaría su misión, pero cuando se conocieron de nuevo, ella había salvado a varios dioses, es decir, ella misma cambio su historia desde el principio.
Como un regalo de Fanes, Morax conservo sus recuerdos, el no podía cambiar nada así que debía trabajar como lo estuvo haciendo todos sus años de vida. Le contó que tras la desaparición del Irminsul, todo Teyvat había sido borrado, todo lo que el viajero una vez conoció fue borrado.
Por supuesto, Agatha se sintió triste al escuchar todo pero ahora tenía sentido.
— Lo último que le pedí a Fanes, fue que me dejara amarte desde el principio — le dijo acariciando una de sus mejillas. Agatha abrió sus ojos con asombro, el nudo en su garganta comenzó a ser molesto. Zhongli sonrió triste al ver su expresión, la había extrañado tanto que perderla le rompió el alma —: Él aceptó y me advirtió que no me hiciera ilusiones, pero mi terquedad lo ignoró así que cuando regrese al pasado, lo primero que hice fue buscarte y luego acercarme poco a poco a ti.
Vaya que el proceso de enamorar a la Yaksha fue todo un reto, incluso recordarlo le daba vergüenza.
— N-no lo entiendo, tú nunca dijiste que sentías algo por mi.
Zhongli hizo una mueca.
— No quería que detuvieras tu viaje por mi, sabía que eras feliz con eso.
Agatha frunció el ceño.
— Eres un idiota, Morax — lo insulto sin una pisca de remordimiento, el hombre solo rió feliz.
— Ahora ya que eres mi esposa eso ya no importa, yo iré a donde tú vayas.
Agatha sintió que el calor subió por su cuerpo, cuando levanto la mirada se quedó quieta al sentir como sus labios eran atrapados por otros ajenos. Sus ojos se abrieron con asombro, pero eso no la detuvo en corresponder el beso si no fuera porqué recordó enfrente de quienes se estaban besando, sin importarle nada, mordió el labio inferior del Arconte y se separó de él, luego bajo su mirada para seguir trabajando en el cuerpo de su amado hijo.
Morax sonrió satisfecho y sonrió aún más cuando notó el sonrojo en la punta de las orejas de su esposa mientras que los espectadores se rieron ante la escena.
— Tonto, Morax.
•••
Con esto doy por finalizado los OS de Zhongli que me pidieron mucho, espero les haya gustado y en especial a tí Auset_Ackerman a quién le doy las gracias por leer la historia hasta la actualidad, por tu apoyo también que le das y los comentarios que sueles dejar, muchas gracias de todo corazón.
Está OS me hizo pensar mucho y me hizo sentirme triste, ¿se imaginan que si el Irminsul fuese quemado podrían morir o desaparecer todos los personajes? la verdad que me da tristeza y me deprime pensarlo, le lloraré a mis personajes favoritos.
Muchas a todos y a todas por leer, en la próxima actualización les traeré la segunda parte de Neuvillette.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top