Capitulo 7: Liyue
El sol comenzaba a subir en el horizonte, iluminando los caminos que llevaban desde Mondstadt hacia Liyue. El grupo, compuesto por Aether, Paimon y Kroos, había partido temprano, listos para la próxima etapa de su viaje. Mientras caminaban, el paisaje a su alrededor cambiaba gradualmente, con las verdes colinas de Mondstadt dando paso a las rocas imponentes y montañas que marcaban la frontera de Liyue.
El viaje, aunque emocionante, tenía momentos de silencio, en los cuales Kroos se perdía en sus pensamientos. Las respuestas que Venti le había dado sobre su posible conexión con Celestia lo habían dejado con más preguntas que respuestas. ¿Quién era realmente? ¿Qué implicaba ser el heredero de una leyenda tan antigua? Pero más allá de sus propios pensamientos, también sentía una curiosidad creciente por lo que le esperaba en Liyue. Había oído hablar de su rica cultura, de los Adeptus y de las montañas sagradas, pero no sabía mucho más.
Para romper el silencio, Kroos se volvió hacia Aether, quien estaba tranquilamente a su lado en el transporte. "Aether, ya que estamos de camino a Liyue, quería preguntarte algo."
Aether miró a Kroos con una sonrisa. "Claro, pregunta lo que quieras."
"¿Cómo fue tu primera vez en Liyue?" Kroos preguntó, genuinamente curioso. "¿Cómo fue tu aventura allí? Quiero decir, he oído que es muy diferente de Mondstadt, tanto en sus paisajes como en su gente."
Paimon, que flotaba a su lado, dio un pequeño salto en el aire, claramente emocionada por el tema. "¡Oh, Liyue es increíble! Paimon recuerda todo como si fuera ayer. La ciudad es enorme, y la comida es deliciosa! Aunque... tuvimos algunos problemas con los contratos y esas cosas al principio."
Aether asintió, su expresión se suavizó mientras recordaba sus primeros días en Liyue. "Sí, Liyue es un lugar muy diferente de Mondstadt. Es más estructurado, más formal en ciertos aspectos. Todo en Liyue se basa en contratos. Su gente cree profundamente en el poder de las promesas y los acuerdos. La primera vez que llegué allí, estaba buscando a Rex Lapis, el arconte Geo, pero... las cosas no salieron como esperaba."
"¿Qué pasó?" preguntó Kroos, interesado.
"Bueno, cuando llegué, ocurrió un evento que cambió las cosas por completo. El día que llegué fue el Rito del Descenso, un festival anual en honor a Rex Lapis. Pero durante la ceremonia, algo terrible sucedió: Rex Lapis fue asesinado. Al principio, todo el mundo pensó que era un asesinato y la situación se volvió caótica. Terminé involucrándome en una investigación para descubrir lo que realmente sucedió."
"¡Sí!" interrumpió Paimon, agitando sus brazos en el aire. "¡Todo el mundo estaba sospechando de Aether! ¡Nos acusaron de ser los responsables! Pero al final, descubrimos que las cosas no eran lo que parecían."
Kroos levantó una ceja, intrigado por la historia. "¿Cómo resolvieron el misterio? ¿Quién estaba detrás de todo eso?"
Aether suspiró, recordando las dificultades. "Fue complicado. Tuvimos que investigar en muchos lugares, enfrentarnos a varios enemigos, y trabajar con gente muy interesante. Nos aliamos con Zhongli, un misterioso hombre que sabía mucho sobre Liyue y sus tradiciones, y también conocimos a Childe, uno de los Heraldos de los Fatui. Childe fue... problemático, por decirlo de alguna manera."
Kroos sintió una punzada de curiosidad al escuchar el nombre de Childe. Sabía que Childe era un miembro de los Fatui, una organización que parecía tener sus propios intereses en conflicto con Celestia, pero había escuchado de Aether que se habían vuelto cercanos. "Childe... lo conociste en Liyue, entonces."
"Sí," respondió Aether, con una leve sonrisa irónica. "Nos ayudó, aunque sus intenciones no eran del todo claras en ese momento. Childe tenía sus propios planes. Estaba buscando despertar a una antigua bestia, el Dios encerrado en lo profundo del mar, Osial el señor del vórtice, para desatar el caos en Liyue. Al final, tuvimos que enfrentarlo y detener sus planes, lo que llevó a una gran batalla."
"¡Sí!" añadió Paimon, exaltada. "¡Fue una locura! Liyue casi fue destruida por Osial, pero con la ayuda de los Adeptus y la Qixing de Liyue, logramos salvar la ciudad. Y bueno, Zhongli resultó ser nada menos que el propio Rex Lapis, el arconte Geo, que había fingido su muerte como parte de un plan mayor."
De manera tranquila y precavida, Kroos le responde a Paimon. "Y exactamente porque decides decirme la verdadera identidad de un supuesto dios muerto tan abiertamente?"
Aether solo sonrie ante la audaz palabras de Paimon y decide responder. "Bueno, hemos visto tus interacciones con Venti recientemente y conocemos muy bien a ese bardo o mejor dicho.... arconte" Le susurra eso ultimo
Paimon se rie y con sus brazos cruzados le dice con humor a Kroos. "Si, ademas sabemos como ser relaciona Venti con los demas pero tu y él crearon un circulo de amistad muy.... profundo."
Aether la corta y exclama con calma. "Lo que Paimon quiere decir, es que debido a la posicion de Venti el no suele ser muy amable con aquellos a quienes percibe como una amenaza, asique el hecho de que hables, interactues y seas asi con él, nos deja en claro que sabes quien es él realmente, aparte nadie puede mentirle a él."
Kroos sonrie complacidamente al ver el nivel de confianza que no solo Aether y Paimon le tiene, si no que tambien logro ver que las relaciones de Aether con sus conocidos son mas profundas e interesantes de lo que creia inicialmente.
Sin embargo, Kroos quedó en silencio por un momento, despues de esa demostracion de confianza, se quedo sorprendido por la magnitud de los eventos que Aether había vivido en Liyue. "Parece que viviste muchas cosas allí," dijo finalmente. "Liyue suena como un lugar lleno de desafíos y de secretos. Y Childe... ¿todavía confías en él?" Dijo algo inseguro al tratarse de un Heraldo Fatui.
Aether se detuvo por un momento antes de responder. "Childe es alguien complicado. Tiene sus propios intereses y los de los Fatui, pero en algunos momentos ha demostrado ser alguien en quien puedo confiar. Su lealtad es a la Tsaritsa y a los Fatui, eso es seguro, pero también parece tener sus propios principios, aunque sean difíciles de entender a veces."
Kroos asintió, comprendiendo que las relaciones en Teyvat eran mucho más complejas de lo que él había imaginado. Mientras procesaba toda la información, sintió una mezcla de emoción y preocupación por lo que le esperaba en Liyue. "¿Y los Adeptus? ¿Cómo te fue con ellos?" preguntó, cambiando ligeramente el tema.
Aether sonrió. "Los Adeptus son seres antiguos que han protegido Liyue desde tiempos inmemoriales. Son poderosos y algo curioso en lo que respecta sus actitudes. Viven en las montañas y rara vez se mezclan con los humanos, pero su influencia en la ciudad ultimamente a sido muy poca. Liyue ya no depende mucho de ellos, incluso si no lo parece a simple vista apesar de que algunos de ellos la primera vez fueron algo.... interesantes." Dijo de manera sutil recordando a cierta adeptus que queria destruir Liyue
"Rex Lapis los comandaba," agregó Paimon, "y aunque Zhongli decidió retirarse, los Adeptus todavía protegen Liyue desde las sombras, aunque aveces con metodos algo raros..."
Kroos miró hacia el horizonte, donde las altas montañas de Liyue comenzaban a ser visibles a la distancia. La historia de Aether le había dado una idea de lo que le esperaba, pero también lo llenaba de una sensación de incertidumbre. Liyue era una tierra antigua, llena de misterios, dioses y criaturas poderosas, y él apenas comenzaba a entender su lugar en todo eso.
Con un último vistazo al cielo despejado, Kroos suspiró profundamente. Aunque tenía algunas respuestas, aún había muchas preguntas sin resolver, tanto sobre Teyvat como sobre sí mismo. Con la expectativa creciendo en su pecho, Kroos siguió junto a Aether y Paimon, dejando que el viento los guiara hacia el próximo destino.
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La historia de Liyue, el asesinato fingido de Rex Lapis y la relación entre Aether y Childe eran temas que lo inquietaban. Asique para no preocuparse, Kroos se arrecosto en el transporte, durante el resto del trayecto paso pidiendole a Aether que le contara mas sobre Liyue.
Después de un largo rato de silencio, Kroos se giró hacia Aether. "Aether, hay algo más que me gustaría entender."
Aether, que iba un poco adelante, lo miró por encima del hombro con curiosidad. "¿Qué es lo que te preocupa?"
Kroos tomó aire antes de hablar. "Sobre lo que pasó con Zhongli. Dijiste que fingió su muerte como parte de un plan, pero... ¿por qué? ¿Por qué un arconte haría algo así? Cuando hablé con Venti sobre esto, él parecía evitar el tema, como si hubiera algo más detrás de todo eso. ¿Realmente fue solo un plan para retirarse o había más motivos ocultos?"
Aether se detuvo por un momento, pensando en cómo responder. Sabía que las acciones de Zhongli eran complicadas y no todos podían entenderlas a simple vista. "Zhongli... bueno, su plan era algo que pocos entenderían a primera vista, incluso yo tuve dificultades para comprenderlo al principio. Liyue ha dependido de Rex Lapis durante miles de años. Su presencia siempre fue una constante, tanto para su gente como para los Adeptus. Pero Zhongli vio algo más profundo: si Liyue continuaba dependiendo de un dios para sobrevivir, nunca lograría su verdadera independencia. Quería que su pueblo creciera, que aprendieran a valerse por sí mismos. Fingir su muerte fue una manera de dejarles ese espacio, de permitirles caminar solos."
Kroos asintió lentamente, aunque seguía sintiendo que algo no encajaba del todo. "Entiendo lo que dices, pero aún así... ¿por qué no simplemente decirles la verdad? ¿Por qué hacer que todo pareciera un asesinato? Eso suena... ¿peligroso, no?"
Aether dejó escapar un suspiro. "Sí, fue peligroso. Al principio, fue un caos, y la gente estaba asustada y confundida. Pero creo que Zhongli confiaba en que su pueblo, y los líderes de Liyue, como los Qixing, manejarían la situación. Él creía que al enfrentar una crisis, se volverían más fuertes. Y aunque no fue fácil, al final, lograron superarlo."
"Venti mencionó algo sobre dejar el control porque Mondstadt no quería ser gobernada... ¿Crees que los arcontes están cansados de su divinidad? Parece que ambos, tanto él como Zhongli, decidieron apartarse en lugar de seguir gobernando," dijo Kroos, mirando pensativo hacia el horizonte.
Aether reflexionó sobre eso por un momento. "Tal vez. Venti siempre ha sido un espíritu libre, y Mondstadt está construida sobre la idea de la libertad. Zhongli, en cambio, representa el contrato y el orden, pero quizás también vio que su tiempo como protector debía llegar a su fin. Es posible que, después de tanto tiempo, los arcontes sientan que es hora de dejar que el mundo siga su curso."
Kroos se quedó en silencio, asimilando la idea. Los dioses, seres tan poderosos, pero que parecían cansados de sus propios roles. ¿Podría él, si de verdad era lo que el mago del abismo insinuaba, llegar a entender esa carga algún día?. Sin embargo Kroos recuerda de su tiempo en la tierra que en efecto, los humanos podian valersen de si mismos, asique el veia algo de razón en la partida de estos dos arcontes.
Otra pregunta lo inquietaba, algo que Aether había mencionado antes. "Y sobre Childe... Me has hablado de él como si fuera un aliado en algunas cosas, pero también mencionaste que sus intenciones no siempre fueron claras. Es extraño oír hablar bien de alguien de los Fatui, especialmente de un Heraldo. Sabes que los Fatui no tienen una gran reputación, ¿verdad? ¿Por qué confías en él?"
Aether sonrió de manera pensativa, como si esa pregunta también le hubiera rondado por la cabeza muchas veces. "Lo sé. Los Fatui tienen una mala reputación, y en muchos casos, es bien merecida. Son manipuladores, poderosos y no tienen reparos en hacer lo que sea necesario para cumplir sus objetivos. Pero Childe... es diferente. No es como los otros Heraldo. Es cierto que sigue siendo peligroso, y siempre está trabajando para su propia agenda y la de la Tsaritsa, pero al mismo tiempo, es alguien con quien puedes contar en una batalla. Lo he visto luchar y arriesgar su vida por sus compañeros. Tiene un código, aunque no siempre lo entiendas."
"¿Y cuál es su relación con la Tsaritsa? Sabes que ellos están tratando de derrocar a Celestia, ¿no?" preguntó Kroos, intrigado.
"Sí, lo sé. Y ese es un punto en el que Childe y yo probablemente nunca estaremos de acuerdo. Él sigue a la Tsaritsa con devoción absoluta, incluso cuando no está de acuerdo con algunos de sus métodos. Pero en el fondo, Childe busca algo más que simplemente poder. Le importa su familia, sus hermanos, y es por ellos que pelea tan duro. No creo que él esté buscando caos por el simple hecho de hacerlo."
Kroos quedó pensativo al escuchar esas palabras. ¿Un soldado de los Fatui con principios? La idea era algo desconcertante. "¿Y crees que puedes seguir confiando en él? Si está tan leal a la Tsaritsa, ¿no es posible que algún día sus caminos se crucen de una manera que los ponga en peligro?"
Aether asintió lentamente. "Es posible. De hecho, es algo que tengo en cuenta cada vez que pienso en él. Pero por ahora, Childe no me ha dado motivos para desconfiar por completo. Y en algunas batallas, es bueno tener a alguien como él a tu lado."
Kroos lo miró, tratando de comprender cómo Aether podía mantener esa dualidad. Pero entonces recordó las propias dualidades que él mismo enfrentaba: ¿humano o divino? ¿Un simple viajero o algo más grande? Tal vez, como Aether, también tendría que aprender a navegar por esos espacios ambiguos.
El viento soplaba suavemente a su alrededor mientras el grupo continuaba su camino hacia Liyue. Las montañas imponentes ya eran visibles en el horizonte, y con cada paso, Kroos sentía que se acercaba no solo a una nueva tierra, sino también a más preguntas sobre sí mismo y su lugar en Teyvat.
"La verdad es siempre más compleja de lo que parece," pensó, mirando a Aether y recordando las muchas historias y secretos que su amigo le había estado contando.
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Después de horas de caminata y conversación, las montañas majestuosas y los acantilados de Liyue se alzaron frente a Kroos, Aether y Paimon. El paisaje era impresionante, con picos altísimos cubiertos de vegetación y caminos serpenteantes que llevaban a la ciudad portuaria. Las aguas cristalinas del puerto reflejaban los barcos de vela que se movían suavemente, y a lo lejos, el bullicio del mercado llenaba el aire con sonidos de actividad y vida.
"Bienvenido a Liyue, Kroos" dijo Aether con una sonrisa, extendiendo su brazo para abarcar la ciudad. "Es un lugar lleno de historia, comercio y contratos. Estoy seguro de que lo disfrutarás."
Kroos observó su entorno con asombro. El ambiente en Liyue era completamente diferente al de Mondstadt. Aquí, todo parecía más estructurado, con una elegancia que se mezclaba con la energía vibrante de sus habitantes. Las fachadas de los edificios, los negocios y los monumentos hablaban de una tierra rica en tradición y poder.
"Es hermoso," murmuró Kroos, sintiendo la energía única del lugar. Algo en Liyue resonaba profundamente con él, aunque no podía precisar exactamente qué era.
"¡Y no solo eso!" exclamó Paimon, flotando alegremente a su lado. "¡También es el hogar de la mejor comida de todo Teyvat! ¡Debes probar todo lo que puedas!"
Aether se rió ante la emoción de Paimon. "Creo que Paimon ya tiene un plan en mente."
"¡Por supuesto que lo tengo! ¡Vamos al restaurante Wanmin!" Paimon señaló con entusiasmo hacia una dirección específica. "Es uno de los mejores lugares para comer en Liyue, y Xiangling, la chef, es increíble."
Kroos sonrió ante el entusiasmo contagioso de Paimon. "Suena como una buena idea. Además, después de este viaje, un buen plato de comida no suena nada mal."
El trío caminó por las animadas calles de Liyue. Aether se tomó su tiempo para mostrarle a Kroos los alrededores: los Pabellónes, las tiendas del mercado y los puestos llenos de joyas, minerales, especias y juguetes. A cada paso, Kroos se sentía más fascinado por la cultura vibrante y la energía que emanaba del puerto. Mientras pasaban por los caminos a los miradores al puerto, Aether le contó historias sobre las antiguas leyendas de Rex Lapis, los Adeptus y cómo Liyue había prosperado gracias a su trabajo en equipo, contratos y la furia de la roca.
"Es un lugar lleno de tradición y respeto," explicó Aether. "Pero también es un lugar donde los mortales han aprendido a vivir sin depender siempre de los dioses."
Finalmente, llegaron al restaurante Wanmin. Desde la entrada, el aroma de especias, carne asada y hierbas frescas invadió el aire, haciéndole la boca agua a Paimon.
"¡Oh, sí, esto es exactamente lo que necesitábamos después de ese largo viaje!" Paimon exclamó, frotándose las manos emocionada.
Kroos sonrió mientras observaba la pequeña pero acogedora estructura del restaurante. Las mesas estaban llenas de comensales felices, y en la cocina, una joven con cabello azul oscuro y ojos brillantes dirigía a su equipo con energía y pasión. Se movía con una precisión casi artística, preparando cada plato con esmero.
Aether se acercó a la cocina y saludó a la joven chef. "¡Xiangling!"
Xiangling se giró al oír su nombre, una sonrisa se formó en su rostro al reconocer a su amigo. "¡Aether! ¡Qué bueno verte por aquí! ¿Has venido a probar alguna de mis nuevas creaciones?"
"Algo así," respondió Aether, riendo. "Pero también quería presentarte a alguien." Señaló a Kroos, quien se acercaba con curiosidad. "Este es Kroos, un amigo mío. Es su primera vez en Liyue, y pensé que la mejor manera de darle la bienvenida era con uno de tus platos."
Xiangling, siempre entusiasta cuando se trataba de la comida, se acercó a Kroos con una sonrisa amigable. "¡Encantada de conocerte, Kroos! Si estás con Aether, eso significa que también te gusta la aventura, ¿verdad?"
Kroos se rió, asintiendo. "Sí, algo así. Aún estoy descubriendo muchas cosas de este lugar."
"¡Perfecto!" exclamó Xiangling. "Entonces tienes que probar algo de mi cocina. ¡Nada como una buena comida después de una aventura larga!"
Paimon saltaba de emoción. "¡Oh, oh! Xiangling, ¿tienes algo nuevo en el menú?"
Xiangling asintió con entusiasmo. "¡Claro que sí! He estado experimentando con algunas recetas nuevas, y creo que les encantará. Siéntense, les traeré algo especial."
El grupo tomó asiento en una de las mesas cercanas mientras Xiangling desaparecía en la cocina, lista para preparar algo memorable. Kroos se acomodó, dejando que el ambiente relajado del restaurante lo envolviera. Sentía que el viaje apenas comenzaba, pero ya estaba aprendiendo mucho sobre este nuevo lugar y las personas que lo habitaban.
Mientras esperaban, Aether le siguió contando a Kroos más historias sobre sus aventuras, su relación con los locales, logros y algunas curiosas anecdotas. Pero Kroos no podía evitar sentir que, más allá de las historias personales, había algo más que lo atraía hacia este lugar. Algo que aún no podía comprender del todo.
"¿Así que Xiangling es chef y aventurera?" preguntó Kroos, observando la energía que irradiaba de la cocina.
Aether asintió. "Sí, le encanta experimentar con nuevos ingredientes, incluso si eso significa meterse en problemas de vez en cuando. Pero su pasión por la cocina es lo que la hace muy especial."
Kroos sonrió. "Parece una persona increíble. No puedo esperar para probar lo que prepara."
Poco después, Xiangling regresó con varios platos, cada uno con una presentación exquisita y aromas que hacían que Paimon casi saltara de su silla. "Aquí tienen, ¡prueben esto! ¡Es una nueva receta que combina sabores dulces y picantes! Estoy segura de que les encantará."
Mientras saboreaban la comida, Kroos no pudo evitar elogiar los platos que Xiangling había preparado. Cada bocado era una explosión de sabores, y aunque algunos combinaban lo dulce con lo picante de maneras inesperadas, todo encajaba a la perfección.
"Esto es increíble, Xiangling," dijo Kroos, mirando los platos con admiración. "No he probado nada parecido en mi vida. ¿Cómo es que logras hacer que ingredientes tan diferentes funcionen tan bien juntos?"
Xiangling sonrió ampliamente, encantada por los cumplidos. "¡Me alegra que te guste! La cocina es mi pasión, y siempre busco nuevas formas de combinar ingredientes. ¡Me encanta experimentar!"
Paimon, con la boca llena de comida, asintió con entusiasmo. "¡Sí! Xiangling es increíble en eso. ¡Algunas de las cosas que usa en sus platos son bastante únicas!"
Kroos, intrigado, se inclinó un poco más hacia Xiangling. "¿Únicas? ¿A qué te refieres?"
Xiangling se rió. "Bueno, digamos que no me limito solo a los ingredientes comunes. A veces uso cosas que encuentro en mis viajes o que nadie más se atrevería a probar."
"Como qué, por ejemplo?" preguntó Kroos, arqueando una ceja, curioso.
"¡Oh! Cosas como carne de Jabalí Rey de las Nieves o incluso un poco de chile de jueyun para darle un toque extra de picante," respondió Xiangling, como si fuera lo más natural del mundo. "También he experimentado con algunas frutas de las zonas de los Dragartos y ciertos hongos que solo crecen en las montañas más altas de Liyue. ¡Siempre estoy buscando ingredientes exóticos!"
Kroos la miró sorprendido, pero fascinado al mismo tiempo. "¿Jabalí Rey de las Nieves? Eso suena... interesante."
Paimon intervino con una expresión mezcla de admiración y preocupación. "Sí, interesante es una palabra. Pero Xiangling también ha probado cosas... menos apetitosas. Como cuando intentó hacer una sopa de Slime..."
"¡Era un experimento!" Xiangling se defendió, riendo. "¡Y técnicamente, el slime es comestible! Solo que no resultó tan bien como esperaba."
Kroos parpadeó incredulo, dejando de comer para intercambiar miradas entre Aether y Xiangling. "¿Slime? Eso suena... bastante cuestionable."
Xiangling asintió con una sonrisa traviesa. "Sí, lo sé. Pero el punto es probar cosas nuevas, ¿no? Nunca sabes qué puede ser delicioso hasta que lo intentas. La clave está en equilibrar los sabores y asegurarse de que el ingrediente, por muy exótico que sea, realce el plato en lugar de arruinarlo."
Kroos se rió, impresionado por la valentía y creatividad de Xiangling. "Bueno, no puedo decir que haya considerado cocinar, con slimes no, con jabalíes gigantes quizas, pero supongo que eso es lo que hace única tu cocina."
"Exactamente," Xiangling respondió con orgullo. "Cocinar es una aventura, igual que cualquier otra cosa. Hay que ser valiente, probar lo inesperado y, a veces, fallar en el intento. Pero cuando logras algo que funciona, es realmente especial."
Kroos asintió. "Eso tiene mucho sentido. Hay algo admirable en esa forma de pensar. No temer a los errores y siempre estar dispuesto a experimentar."
"¡Así es!" exclamó Xiangling. "Y estoy segura de que si alguna vez te animas a probar algo nuevo en la cocina, también te iría genial."
Kroos sonrió ante la idea. "Quizá debería intentarlo más adelante. Aunque creo que me quedaría con los ingredientes normales... por ahora."
El grupo se rió mientras seguían disfrutando de la comida. Xiangling continuó hablando apasionadamente sobre sus experimentos culinarios, desde cómo había perfeccionado su uso de la pimienta de Jueyun hasta las veces que había tenido que huir de un Jabalí Rey de las Nieves cuando intentaba conseguir su carne. Cada historia revelaba más sobre su dedicación y amor por la cocina, y Kroos se sentía cada vez más fascinado por la forma en que ella veía el mundo a través de los ingredientes.
Mientras la conversación continuaba, Kroos no podía evitar pensar en cómo incluso los aspectos más cotidianos de la vida. Xiangling había encontrado una manera de convertir algo tan simple en una exploración constante, y eso le hizo reflexionar sobre su propio viaje en Teyvat. Tal vez, al igual que Xiangling con sus ingredientes, él también estaba descubriendo cosas nuevas sobre sí mismo, incluso si algunas eran tan inesperadas, con esa idea en mente, Kroos se relajó y disfrutó del resto de la comida, solo queriendo disfrutar su momento y dejar los problemas para su yo del futuro.
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