Capitulo 6: Relatos y Destinos


El aire fresco del dia se sentía revitalizante, pero también cargado de una humor infantil entre Kroos y Venti. La revelación de que Venti era, en realidad, Barbatos, el arconte anemo, resonaba en la mente de Kroos como un eco persistente. Se detuvieron en un pequeño mirador que ofrecía una vista panorámica de Mondstadt, con sus torres iluminadas y los ecos lejanos de la música proveniente de la taberna.


Kroos miró a Venti, sus ojos llenos de curiosidad y un atisbo de preocupación. "Barbatos... Venti... ¿Por qué decidiste dejar tu divinidad y vivir como un humano? A pesar de que todavía posees tu poder como arconte, elegiste no gobernar a tu gente. ¿Por qué?"


La pregunta se quedó suspendida en el aire. Venti observó a las personas de la ciudad durante un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas en la brisa que acariciaba su rostro. Finalmente, dio un paso atrás, apoyándose en la barandilla del mirador, sus ojos llenos de nostalgia.


"Es una historia larga, Kroos," comenzó, su voz suave, pero cargada de una tristeza que resonaba con el viento. "Hace siglos, cuando Mondstadt fue fundada, yo era su protector, pero también un observador. Quería lo mejor para la gente, pero con el tiempo, Los primeros nobles que gobernaron sobre Mondstadt fueron héroes de orígenes humildes, los grandes jefes y príncipes elegantes, así como las hermosas princesas y damas nobles, una vez dieron la bienvenida a la gente a sus banquetes y fiestas. En los días pasados, los nobles no eran tacaños y mostraban su sabiduría y elegancia. En esa edad de oro, los nobles compartían con el pueblo sus conocimientos y ganancias, Pero sucumbieron al poder, y los banquetes fueron solo para su propio placer. Venerare, líder del Clan Lawrence en ese momento, construyó la estatua de Barbatos frente a la Catedral de Favonius para conmemorar el descenso de Barbatos. Debajo de la estatua había una inscripción escrita por los líderes de los clanes, comprometiendo su defensa de Mondstadt." Venti se volteo para ver la enorme estatua detras de ellos."


Kroos puso su mirada en la estatua mientras escuchaba atentamente el relato de Venti con mucha atencion y notaba su tono serio, pocas veces común en el bardo.


Venti procedio a seguir con su relato, tomando el silencio de Kroos como muestra de su atencion.


"En los primeros días de la creación de Mondstadt, la familia Lawrence fue dirigida por Venerare. Bajo su liderazgo, la gente construyó una estatua muy alta en la plaza para conmemorar el milagro del descenso del Arconte Anemo. La inscripción de debajo de la estatua la colocó el líder de todos los clanes. En ella, se podía leer el juramento de protección a Mondstadt que todos habían hecho. Con los años, la familia Lawrence abandonó las nobles aspiraciones de sus antepasados y la estatua fue derribada. Los sabios magos de la corte no volvieron a hablar ni de la historia ni del juramento. La estatua se reconstruyó en la época de los Caballeros de Favonius. Sin embargo, el texto del juramento de la inscripción se perdió para siempre. Lord Lawrence, era el que gobernaba en esta aristocracia corrupta, la gran parte del pueblo no estaba al lado de Lawrence, los únicos que defendían a Lawrence eran los privilegiados y los que pertenecian a la nobleza."


"Como sabras, Mondstadt esta denominada como la ciudad de la libertad y cada vez se veía que esos ideales que hizo barbatos iban desapareciendo, entonces, Bárbatos, el Arconte Anemo resurgió al mundo de Teyvat, con el objetivo de volver la paz y los origenes de Mondstadt. En el festival de Lodi Harpastrum, nuestro querido Barbatos daba un paseo por esos andares, el cual se encontro al hijo de los Lawrence, una bella mujer lanzo una especie de bola, pero nadie la cogia, ya que este tipo de festivales era mas para la gente rica. Cuando Lord Lawrence iba a coger la pelota, aparecio Barbatos con ella, a el no le sento bien y ordeno a atrapar a Barbatos. Este huyo y se choco de frente con Venessa. Lord Lawrence conocía a Venessa, y era conocida como la "Diente de león" porque nunca había perdido una batalla. Por desgracia, ella fue encarcelada, pero no antes ir a su dulce morada, y decirle a su tribu que cuidase de Lind mientras ella ya no este."


"Al ver el buen corazón que tenia Venessa, el joven Bárbaros decidió ayudarla y poder escapar de la cárcel de donde estaba, no obstante Venessa se negó, reconoció con sus propias palabras que "la carcel es mi hogar". Además, pertenecía en ese momento en la familia de los Lawrence y por lo tanto no podria escapar, ya que pondría en peligro a toda su tribu. Aunque también segun su contrato con la familia Lawrence, su tribu estaría en peligro si pierde su ultima batalla, la que es ante el diabolico Dragon Ursa, pero si gana, le daría la libertad a su pueblo, todas sus riquezas y la llave de Mondstadt."


"Por desgracia, la batalla no iba del todo bien encaminada para Venessa, estaba viendo como gente su Tribu estaba cayendo... Pero de repente, el joven Barbatos que conoció en el festival de Lodi harpstrum apareció de forma angelical, y dandole una parte del poder a Venessa, para que asi, termine de una vez por todas ante el Dragon Ursa. Venessa contemplaba con sus propios ojos a su amigo Venti, como ha sido todo este tiempo el arconte anemo, y Venti le pidió un favor a Venessa, el cual era sobre incluir su nombre en sus futuras canciones. Y así, es como Venessa, pudo traer la paz a Mondstadt y junto a ello aquella libertad que se iba perdiendo y era una mentira."


"Ahora con Mondstadt a sus manos, puso fin a la aristocracia, y decidió crear a la actual y popular Caballeros de Favonius, dedicado a defender a la ciudad de cualquier amenaza o cualquier tirano. Venessa se consolido como la gran maestra, y como la primera caballera diente de león. Para finalizar con su legado, siempre estuvieron los dioses al pendiente de ella y sus hazañas fueron reconocidas por ellos mismos y así ascender a Celestia."


Con nostalgia, alegria y tristeza, Venti termino su relato. "me di cuenta de que anhelaban más que solo un gobernante. Ellos deseaban libertad, y la libertad a menudo viene con el costo de la ausencia de un dios."


"¿Y eso te llevó a decidirte a alejarte?" interrumpió Kroos, sintiendo que cada palabra de Venti era una revelación. "¿Pensabas que sin ti podrían ser más fuertes?"


"Exactamente," respondió Venti, con una leve sonrisa, aunque sus ojos mostraban un destello de melancolía. "Decidí dejar a Mondstadt, permitir que su gente encontrara su camino. Aunque me duele estar lejos de ellos, también me llena de orgullo ver cómo han prosperado sin mi intervención constante. Han aprendido a resistir, a adaptarse, y a levantarse ante las adversidades."


Kroos reflexionó sobre esto. "Pero, ¿no sientes que debiste estar a su lado incluso despues de todo eso? Con tu poder, podrías haberlos guiado y protegido de las amenazas. ¿Y si algo hubiera salido mal?"


Venti se encogió de hombros, dejando escapar un suspiro. "Esa es la carga de la divinidad. Siempre hay un dilema: ser un faro de luz o permitir que la gente encuentre su propia forma de brillar. El hecho de que Mondstadt aún resista a pesar de mi ausencia es un testamento de su espíritu indomable. La verdadera fuerza no radica en ser gobernados, sino en aprender a levantarse y luchar por uno mismo."


Kroos sentía el peso de las palabras de Venti, y con cada frase, su respeto por el dios crecía. "Pero entonces, ¿por qué seguir viviendo entre ellos como un humano? ¿Qué te detiene de volver a ser Barbatos y recuperar tu lugar?"


"Porque, Kroos," Venti lo miró a los ojos, su voz firme y decidida, "hay belleza en la imperfección humana. He aprendido lo que es sentir, perder y luchar. La humanidad tiene una profundidad emocional que a menudo los dioses no comprenden completamente. Vivir como un humano me ha permitido conocer a las personas de una manera que nunca podría haber imaginado desde las alturas de Celestia."


Kroos reflexionó sobre estas palabras, preguntándose si alguna vez sería capaz de comprender realmente el significado de ser divino y humano al mismo tiempo. "Así que eliges la experiencia sobre la divinidad. Eso es... muy valiente."


"Quizás," sonrió Venti, su expresión iluminándose por un instante. "Pero también es una elección que lleva consigo una carga. No tengo el mismo nivel de control que tenía antes. Sin embargo, el amor que siento por esta ciudad y su gente es más fuerte que cualquier poder que pueda ejercer. Esa es mi verdadera divinidad ahora."


Kroos sintió un calidez surgiendo en su pecho. "Debo decir que admiro tu decisión. Sin embargo, yo mismo me encuentro en una encrucijada. Con lo que el mago del abismo insinuó sobre mi herencia, me pregunto si alguna vez podré tomar una decisión tan significativa como la tuya."


"Tu viaje apenas comienza, Kroos," dijo Venti con suavidad, mirando hacia el horizonte. "Recuerda que cada elección que hagas te llevará más cerca de descubrir quién eres realmente. Y sea lo que sea que encuentres, debes abrazarlo. No hay camino incorrecto si caminas con el corazón abierto."


Con estas palabras resonando en su mente, Kroos sintió que su incertidumbre se disipaba poco a poco. En ese momento, entendió que su viaje en Teyvat no solo era sobre descubrir su identidad, sino también sobre aceptar las decisiones que le darían forma a su futuro.


Mientras la brisa soplaba suavemente, llevándose las dudas del dia, Kroos se sintió listo para enfrentarse a lo que viniera. Con Venti a su lado, el dios del viento y su amigo humano/divino, se sintió un paso más cerca de desentrañar el misterio que era su existencia y, quizás, un paso más cerca de encontrar su propio lugar en el mundo.




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El dia continuó envolviendo a Mondstadt en un manto de calma y serenidad. El sol brillaba en el cielo como un faro lejano, y la suave brisa portaba un eco de risas y melodías que llenaban el aire de la ciudad. Kroos y Venti habían compartido historias, risas y un par de copas de vino, solo por el lado de venti, disfrutando de un momento de camaradería en medio del mar de dudas, una forma de disipar las malas vibras.


Mientras el ambiente se tornaba más relajado, Kroos sintió que era el momento adecuado para abordar un tema que lo había estado inquietando desde su encuentro con el mago del abismo. "Venti," comenzó, su tono más serio que antes. "Hay algo que me gustaría preguntarte. Esa leyenda que mencionaba el mago del abismo... sobre una diosa primigenia y un supuesto heredero. ¿Sabes algo al respecto?"


Venti dejó su copa a un lado, sus ojos reflejando la luz de las velas, llenos de una mezcla de intriga y preocupación. "La leyenda de la diosa primigenia es un relato antiguo, uno que ha sido olvidado por la mayoría de los mortales. Ella es conocida como la creadora de Teyvat, la madre de todos los elementos. Su nombre ha sido susurrado en las sombras, pero su existencia ha sido cuestionada por mucho tiempo."


"¿Pero por qué?" preguntó Kroos, sintiendo que su curiosidad se disparaba, mientras tomaba una bebida sin alcohol. "Si realmente existe, ¿por qué no se habla más de ella?"


"Porque su historia está llena de ambigüedad y dolor," respondió Venti, su voz grave. "La diosa primigenia fue adorada en tiempos antiguos, pero su poder atrajo tanto la devoción como el temor. Muchos la veneraron, pero otros la vieron como una amenaza, y al final, su reino se fracturó. En la guerra entre Celestia y el Abismo, su presencia se volvió un eco distante, un susurro en las leyendas."


"Y el heredero que mencionaba el mago..." Kroos continuó, "¿eso se refiere a mí?"


Venti se inclinó hacia adelante, observando detenidamente a Kroos. "La leyenda dice que la diosa primigenia dejó un legado, un heredero que podría traer consigo su luz o su oscuridad. La sangre celestial corre en sus venas, y su destino está entrelazado con el de Teyvat. Algunos creen que el regreso de este heredero podría significar el renacer de la diosa o, en el peor de los casos, su caída definitiva."


Kroos sintió un escalofrío recorrer su espalda. "¿Si realmente tengo esa sangre divina? eso me traera muchos problemas..."


"Es una posibilidad," admitió Venti. "Tu transformación, el cambio de tu cabello y tus ojos, junto con las afirmaciones del mago del abismo, son indicios de que podrías estar más conectado con la diosa de lo que imaginas. Pero, ¿qué significa eso para ti? Esa es la pregunta más importante."


Kroos se quedó en silencio, abrumado por la magnitud de lo que Venti había dicho. La idea de ser un heredero, de llevar un legado tan pesado, lo llenaba de miedo y responsabilidad. "No sé si estoy listo para eso. Nunca he visto mi vida de esa manera. Siempre he sido solo un joven que busca su lugar en el mundo y ahora debo buscar mi legado de una diosa que por lo que parece, es mi madre."


"Quizás eso es precisamente lo que te hace adecuado para este papel," dijo Venti, inclinándose hacia atrás con una leve sonrisa. "Los mejores líderes y héroes a menudo surgen de aquellos que no buscan el poder, sino que simplemente desean proteger lo que aman. Si decides aceptar esta herencia, debes hacerlo desde el corazón, no por obligación."


"¿Y si decido rechazarlo?" preguntó Kroos, sintiendo la presión de su propia identidad. "Si no quiero ser el heredero o el centro de una guerra entre dioses y monstruos?"


"Esa es tu elección, y ninguna respuesta es incorrecta," Venti le aseguró, su tono cálido. "Lo que importa es que sigas siendo tú mismo. Tu valor y tu humanidad son lo que realmente te definen. Las leyendas pueden ser pesadas, pero tú tienes el poder de darles sentido."


Kroos asintió lentamente, sintiéndose un poco más ligero a pesar del peso de las revelaciones. "Gracias, Venti. A veces, solo necesito recordarme a mí mismo que, aunque pueda ser parte de algo más grande, aún soy solo yo."


"Y eso es lo que te hace único," sonrió Venti. "Nunca olvides que incluso los dioses pueden ser humanos en su corazón."


Mientras la conversación fluía hacia otros temas, Kroos se sintió agradecido por tener a alguien como Venti a su lado. Aunque el futuro era incierto, sabía que, con el viento como su aliado y la luz de Mondstadt iluminando su camino, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.




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Mientras tanto, Aether y Paimon se encontraban en la plaza central, preparando su viaje a Liyue. La emoción brillaba en los ojos de Paimon, quien saltaba de un lado a otro, llena de energía. "¡Aether, no puedo esperar para volver a Liyue! He escuchado que hay tantas nuevas comidas deliciosa por probar."


Aether sonrió, sintiendo la calidez de la anticipación. "Enserio Paimon? recuerda que solo vamos por un encargo que nos solicito Ningguang, aunque conociendote nos haras acabar alli de todos modos."


Justo en ese momento, Venti junto con Kroos se acercaron, su expresión intrigante Kroos pregunto. "¿A dónde se dirigen tan temprano, amigos?"


"¡Kroos!" exclamó Paimon, volando hacia él. "¡Vamos a Liyue! Aether recibio una carta de Ningguang, ella queria verlo para pedirle su ayuda con una breve misión."


Venti asintió, su mirada centelleando con interés. "¿Liyue, dices? Hmm, eso suena como una aventura emocionante." Mirando de reojo a Kroos, Venti lo golpea con su codo y le sugiere" Tal vez deberías unirte a ellos. Después de todo, siempre hay más que aprender sobre Teyvat, y podrían ayudarte a descubrir algo nuevo."


Aether se volvió hacia Kroos, sorprendido. "¿Quieres venir con nosotros? No tengo problema, pero no te resultará difícil viajar con nosotros."


"No, para nada," respondió Venti anticipandose a Kroos, con una sonrisa despreocupada. "Además, Liyue tiene un monton de lugares especiales. Hay tanto que se ha olvidado, y estoy seguro de que hay cosas interesantes que puedas descubrir en el camino."


Kroos solo mira a Venti con una mirada algo molesta viendo como el bardo se le anticipaba y lo hacia de una manera despreocubada, sonriendo Kroos habla. "Sabes, tienes razón, me vendria bien un cambio de aires, gracias mi buen amigo, asi mientras viajo tu podras pagar nuestras bebidas... cierto" Responde con una mirada oscura y divertida, recordando que el bardo le omito la parte de su deuda con la taberna.


"¡Genial! Cuantos más, mejor," dijo Paimon, haciendo una danza de alegría en el aire. "Nosotros siempre podemos usar un poco de ayuda en nuestras aventuras."


Y así, el trío comenzó a prepararse para el viaje. Mientras recogían sus pertenencias y se aseguraban de tener todo lo necesario, Kroos, que había estado observando la escena desde la distancia, manteniendo a Venti sujetado para que no intentara sobornarlo a él o los demas para quedarsen.


Kroos sintió una oleada de emoción y nervios. "No estoy seguro de si soy útil en una misión así."


"¡Por supuesto que eres útil!" exclamó Paimon, flotando junto a él. "¡Tienes habilidades y conocimientos que pueden ser de gran ayuda! Y además, siempre es bueno tener más amigos en el camino."


Venti asintió, con su mirada alentadora, se libero del agarre de Kroos y dijo. "Tu presencia podría ser significativa. Este viaje no solo es para aprender sobre Liyue, sino también para descubrir más sobre ti mismo. Nunca sabes qué puede surgir en el camino."


Con esas palabras resonando en su mente, Kroos sintió que su decisión se clarificaba. "Está bien. Quizás aprender más sobre Liyue también me ayude a entender más sobre mí mismo."


"¡Genial!" dijo Aether. "Vamos a reunirnos y partir antes de que el sol esté demasiado alto. No querríamos perder la oportunidad de disfrutar de la belleza de la mañana."





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Mientras Aether terminaba algunos preparativos finales para el largo trayecto hacia Liyue, Kroos, quien observaba a sus compañeros, decidió que había llegado el momento de obtener más respuestas. Aunque sabía que el viaje sería largo, sentía una curiosidad latente por todo lo que se encontraba más allá de Mondstadt, especialmente Liyue, un lugar del que había escuchado numerosas historias.


Kroos, despues de soltarlo, se acercó a Venti, que estaba tranquilamente afinando su lira, sus dedos deslizando las cuerdas con una gracia casi sobrenatural. El anemo arconte levantó la vista al sentir la presencia de Kroos, sonriéndole como si ya supiera lo que tenía en mente.


"Venti," comenzó Kroos, con cierta duda en la voz, "¿puedo hacerte algunas preguntas sobre Liyue antes de que partamos?"


"¡Por supuesto!" respondió Venti alegremente, acomodándose mejor sobre una caja cercana. "Es un lugar fascinante, lleno de historia y misterios antiguos. Pregunta lo que quieras, amigo."


Kroos se sentó a su lado, con la brisa de Mondstadt soplando suavemente a su alrededor. "He escuchado que Liyue está muy vigilado por los Adeptus... seres que han protegido esas tierras durante siglos. ¿Cómo funciona eso ahora que Rex Lapis... bueno, ya no está?"


Venti dejó de tocar su lira por un momento, su mirada volviéndose más seria. "Ah, los Adepti. Sí, son una parte crucial de la historia y el presente de Liyue. Son seres inmortales que juraron proteger la ciudad bajo el mandato de Rex Lapis, el Arconte Geo. Incluso ahora, después de su 'muerte', los Adepti continúan velando por la seguridad de Liyue desde las sombras."


Kroos asintió, intentando comprender la relación entre estos seres inmortales y la gente común de Liyue. "¿Y cómo es la vida allí ahora que Rex Lapis ha desaparecido? ¿Todavía dependen tanto de estos Adeptus?"


Venti sonrió ligeramente, apoyando la barbilla en una mano. "Bueno, Liyue es muy diferente de Mondstadt. Mientras que aquí el pueblo vive sin un gobernante o ser divino, en Liyue siempre han tenido a Rex Lapis no solo como protector, sino también como el principal arquitecto de sus costumbres y economía. Sin embargo, la ciudad ha empezado a tomar las riendas de su propio destino, liderados por los Qixing, un grupo de líderes humanos. Están aprendiendo a vivir sin la constante intervención de su arconte."


"Entonces, ¿los Adeptus ya no intervienen tanto?" Kroos preguntó, con una ceja levantada.


"Intervienen cuando es necesario," respondió Venti, con un aire pensativo. "Pero están más distantes de los humanos que nosotros los arcontes. Prefieren mantenerse alejados, viviendo en lugares remotos, mas alla del desfiladero de Jueyun Karst. Aún así, en tiempos de necesidad, puedes contar con ellos."


Kroos pensó en lo difícil que debía ser para los humanos de Liyue pasar de depender completamente de su arconte y de seres inmortales a valerse por sí mismos. Luego, recordó algo más que había oído y quiso indagar más. "¿Y qué hay de las costumbres de Liyue? Lisa cuando me educaba, mencionó que son muy diferentes a las de Mondstadt."


"Ah, sí," Venti asintió con una sonrisa. "Liyue es una tierra de comercio y contratos. Todo se basa en los acuerdos y el respeto a las promesas. Es una tierra de orden, pero también de oportunidades. Los habitantes son conocidos por su dedicación al trabajo y su fe en que el esfuerzo trae recompensa. Es muy diferente a la libertad que valoramos en Mondstadt."


Kroos asimilaba cada palabra, pintando en su mente un cuadro de la tierra que pronto visitaría. La idea de seres como los Adeptus le parecía fascinante, pero también le inquietaba el hecho de que el poder y la responsabilidad se encontraran en manos de los humanos. Sabía que Liyue tenía una historia larga y compleja, y a medida que más preguntas surgían en su mente, sentía que estaba por aprender mucho más de lo que había imaginado.



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