Capitulo 5: Susurros del Viento y el Abismo
Con la llegada de Diluc, el combate tomó un nuevo rumbo. Kroos, sintiendo el apoyo del hombre que había salvado su vida antes, se sintió más motivado. Juntos, se lanzaron a la batalla, sus movimientos coordinados como un solo ser, eliminando a los Hilichurls que todavía quedaban. La coordinacion entre ellos era palpable aunque un poco tosca por el lado de Kross, cada golpe resonando con la determinación de acabar con la amenaza del abismo.
Los Hilichurls fueron cayendo, uno tras otro, mientras el mago del abismo electro observaba con creciente frustración. Con un último esfuerzo, Kroos se lanzó hacia adelante, desarmando a un Hilichurl que había logrado acercarse demasiado. Diluc, a su lado, cortó a otro con precisión mortal, su espada brillando con el fuego de su vision Pyro en cada movimiento.
Finalmente, los dos se encontraron frente al mago del abismo, que había estado retrocediendo, consciente de que la situación se volvía cada vez más desesperada. "¿Qué vas a a hacer ahora?" murmuró Kroos, sintiendo la adrenalina aún corriendo por sus venas. El mago, acorralado, intentó mantener una fachada de confianza pero manetiendo su preacucion por si acaso ocurre algo.
"¿Vas a matarme, heredero?" preguntó, su voz teñida de burla. "No entiendo por qué sigues luchando. ¿No sientes la llamada de tu verdadera sangre?"
"¡¿Qué quieres decir con eso?!" Kroos exigió, dando un paso adelante, con el corazón latiendo fuertemente. "¿Por qué dices que soy el heredero de Celestia? ¡No soy nada de eso!"
El mago se echó a reír, su risa resonando como un eco en la oscuridad del bosque. "Ah, la ignorancia es tan dulce. Pero no tengo tiempo para tus preguntas. Lo que eres... lo que eres no está destinado a ser revelado por mí."
Sin darles más explicaciones, el mago levantó su bastón, un destello de energía electro iluminó el aire a su alrededor. "¡Hasta la próxima, heredero, si es que vives lo suficente!" dijo antes de desaparecer en una explosión de energía, dejando a Kroos y a Diluc solos en el claro.
Kroos se quedó mirando el lugar donde había estado el mago, la confusión llenando su mente. "¿Qué significa esto? ¿Por qué habló de mí de esa manera?" murmuró, sintiendo que una niebla de dudas comenzaba a envolver su corazón.
"¿Estás bien?" preguntó Diluc, rompiendo el silencio. "Lo que dijo ese mago... ¿qué era eso sobre ser un heredero y lo de saber de tu verdadera sangre?"
Kroos se giró hacia él, los ojos llenos de incertidumbre. "No sé... Siempre he pensado que era un humano común. Nunca he sentido que haya algo especial en mí," respondió, su voz temblando con la duda.
Diluc lo observó, su expresión seria. "No tienes que saberlo todo ahora. A veces, las verdades vienen a nosotros cuando menos lo esperamos. Pero lo que el mago dijo... es preocupante. No hay muchos que tengan tanto interés en ti.... por ahora."
Kroos sintió que el peso de las palabras de Diluc caía sobre él. "¿Interés? No entiendo. Solo soy un humano. Solo quiero encontrar mi lugar aquí, en Teyvat."
"¿Y si ese lugar es más grande de lo que crees?" Diluc preguntó, su voz grave. "Debes estar preparado para enfrentar lo que venga. Sea lo que sea, no tienes que hacerlo solo."
Mientras caminaban de regreso a Mondstadt, las sombras del bosque parecían moverse con una vida propia, recordando a Kroos que había más en juego de lo que había imaginado. Las palabras del mago resonaban en su mente, y una parte de él comenzó a cuestionar su propia identidad. ¿Era realmente un simple humano? O quizás había algo más, algo que ni siquiera él había comenzado a comprender aun.
A medida que avanzaban, el paisaje se transformaba a su alrededor, los árboles oscuros dando paso a los campos iluminados por la luz del atardecer. "¿Qué crees que significaba lo de la sangre Celestial?" preguntó Kroos, buscando respuestas en la mirada de Diluc.
"No lo sé, pero parece que has tocado algo importante, algo que el mago del abismo ha visto en ti," respondió Diluc, su mirada fija en el horizonte. "Debemos estar atentos. No podemos permitir que esa oscuridad se infiltre en nuestras vidas."
Kroos asintió, sintiendo la responsabilidad que comenzaba a pesar sobre sus hombros. Era claro que su aventura apenas comenzaba, y que los secretos de su identidad aún estaban por desvelarse. Mientras el sol se ocultaba tras las montañas.
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El mago del abismo apareció en una oscura caverna, el aire pesado con la humedad y el eco de murmullos tenebrosos. Las paredes de la cueva estaban cubiertas de runas brillantes que pulsaban con una energía oscura, reflejando el profundo poder que residía en su interior. En el centro, una figura imponente aguardaba: Lumine, la Princesa del Abismo, su presencia irradiando un aura de autoridad y misterio.
Al acercarse, el mago se arrodilló, su cabeza baja, una mezcla de respeto y temor. "Princesa Lumine, traigo noticias inquietantes," informó, su voz montona resonando en la caverna. "He encontrado al heredero de Celestia."
Lumine lo miró con interés, su mirada clara y penetrante. "¿El heredero? ¿Es el mismo de las antiguas leyendas?" preguntó, su voz suave pero firme. "¿Es posible que sea el humano que hemos visto ingresar a Teyvat recientemente?"
El mago asintió, todavía en una posición de sumisión. "Sí. Al enfrentarlo, noté algo inusual en su aura, algo debil pero notable. Se parece a la de los dioses de Celestia. No puedo asegurar su autenticidad, pero hay algo en él que despierta viejas memorias."
"¿Qué características tiene? ¿Hay algo que nos indique su verdadero potencial, si es una amenaza para nuestros planes?" Lumine indagó, moviéndose con gracia hacia el centro de la caverna. La luz de la luna iluminaba su rostro, revelando una determinación que solo un alguien como ella podría poseer.
"El joven luce humano en apariencia es simirla a lo descrito, pero su esencia es diferente. Durante nuestra confrontación, me habló de sus deseos de adaptarse y crear una conexión con Teyvat," explicó el mago, sus palabras fluyendo rápidamente. "Sin embargo, no se da cuenta del poder que lleva dentro. Es un viajero, pero la leyenda de su linaje podría ser cierta aunque no elevaria mucho las expectativas su majestad."
"Debemos actuar con precaución," dijo Lumine, cruzando los brazos. "Si este humano resulta ser el heredero, podría interferir con nuestros planes. Pero si es simplemente un viajero más, podría ser una oportunidad para sembrar la discordia entre los pueblos de Teyvat."
"¿Qué propones, Princesa?" preguntó el mago, levantando la vista para encontrarse con la mirada decidida de Lumine.
"Primero, debemos observarlo. Ver cómo interactúa con otros, especialmente con Aether. Mi hermano está cerca de él, y su influencia podría ser tanto una bendición como una maldición para nosotros," dijo Lumine, su voz llena de confianza. "Si logramos determinar su verdadero potencial, podremos decidir si eliminarlo o manipularlo para nuestros propios fines."
El mago asintió, comprendiendo la gravedad de su misión. "Haré lo que sea necesario para asegurar que el plan siga adelante. No dejaremos que una simple excusa de intento de dios interfiera con el ascenso del Abismo."
Lumine sonrió con satisfacción. "Buena decisión. Debemos enviar un mensaje claro a aquellos que nos rodean: el Abismo no se detendrá ante nada para conseguir lo que desea. El poder de este humano, ya sea como aliado o enemigo, será nuestro siguiente paso."
Con esas palabras resonando en la caverna, el mago del abismo se dio la vuelta, listo para ejecutar las órdenes de Lumine. Mientras se adentraba en las profundidades del Abismo, una sombra de preocupación se cernía sobre él. La historia de Kroos y su posible linaje podría cambiar el rumbo de Teyvat, y ahora, más que nunca, la línea entre la luz y la oscuridad se desdibujaba.
El juego del destino estaba en marcha, y cada movimiento contaba. Lumine, como Princesa del Abismo, estaba dispuesta a utilizar todos los recursos a su alcance para asegurar su victoria, sin importar el costo. Con el regreso del heredero de Celestia en el horizonte, Teyvat estaba al borde de una transformación.
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De resgreso en casa, Kroos se encontraba en el tejado de su casa en Mondstadt, mirando hacia el horizonte donde las luces de la ciudad comenzaban a brillar como estrellas en la tierra. La noche caía, y el cielo se tornaba de un profundo azul, salpicado de puntos brillantes que parecían observarlo. Después de una larga y extraña mision, sus pensamientos estaban llenos de preguntas que no lograba despejar.
Desde su llegada a Teyvat, todo había cambiado. Su apariencia, la que una vez fue común, se había transformado; su cabello, una vez marrón y simple, ahora brillaba en un blanco etéreo, y sus ojos, que habían sido cálidos y marrones, ahora resplandecían con un dorado que parecía contener un poder desconocido. La afirmación del mago del abismo, de que él era el heredero de Celestia, resonaba en su mente como un eco inquietante. ¿Podría ser cierto? ¿Qué significaba esto para él y para su futuro en este mundo desconocido?
Mientras se perdía en sus pensamientos, la suave brisa nocturna comenzó a agitar su cabello. Cerró los ojos, disfrutando de la frescura del viento en su rostro. Era un momento de paz, pero también de confusión. La idea de ser algo más que humano lo aterrorizaba y, a la vez, lo intrigaba, el queria buscar su hogar aqui, pero ahora, si realmente era el heredero de Celestia, ¿qué responsabilidades conllevaría? ¿Qué poderes y expectativas lo seguirían?
De repente, su tranquilidad se vio interrumpida por una risa suave y melodiosa. Abriendo los ojos, se encontró cara a cara con Venti, el bardo del lugar. Estaba sentado en el borde del tejado, su mirada traviesa y su sonrisa despreocupada, como si simplemente se hubiera aparecido de la nada.
"Hola, Kroos," saludó Venti, con un tono ligero que parecía fluir como el viento. "He sentido que la brisa tenía algo que decirme sobre ti. Un pequeño susurro que llamaba mi atención. ¿Te importa si me uno a tu contemplación nocturna?"
Kroos sonrió, sintiéndose aliviado por la visita. "No, para nada. Me alegra tener compañía. Estaba... reflexionando sobre algunas cosas."
"Lo noto," respondió Venti, inclinándose hacia adelante con interés. "El viento siempre lleva historias, y parece que la tuya ha capturado su atención. He escuchado rumores sobre un joven encuentro interesante en tu ultima salida. Alguien que podría ser más de lo que parece."
Kroos aun mirando las estrellas, le pregunta curioso a Venti. "Nos estuviste siguiendo en ese viaje?".
Venti con una sonrisa desprocupada responde. "El viento suele llevar historias, como la de un cierto mago del abismo y un confundido heredero."
La mirada de Kroos se volvió seria. "Escuchaste sobre lo que dijo el mago del abismo, ¿verdad? Que soy el supuesto heredero de Celestia. No sé qué pensar al respecto. Me siento perdido. Nunca he sido más que un humano común, aparte, este no es uno de tus delirios despues de beber mucho?".
Venti lo observó durante un momento, su expresión se tornó más seria. "A veces, lo que creemos que somos es solo una parte de una verdad más grande. Tu viniste aquí a Teyvat ya sea por error o casualidad, esto es solo el principio. Si realmente tienes la sangre de los celestiales, eso podría significar que hay un destino esperándote, un propósito que quizás aún no comprendas, ademas no estoy borracho esta vez.... aun."
Kroos sintió un nudo en el estómago. "Pero, ¿qué si no quiero ese destino? He disfrutado de mi tiempo aquí, aprendiendo y conociendo a la gente. No quiero ser una herramienta en un juego que no comprendo."
"Entiendo tus temores," dijo Venti, con un tono tranquilizador. "Pero recuerda, el viento no se puede controlar, y tampoco puedes controlar lo que te hace único. Eres quien decides qué hacer con el poder que tienes, si es que realmente lo tienes. La historia de tu linaje no te define, sino tus decisiones y acciones en este mundo."
Las palabras de Venti resonaron en Kroos, ofreciendo un poco de consuelo. "¿Y si el poder me corrompe? ¿Y si me convierto en algo que no reconozco?"
Venti sonrió de nuevo, su expresión iluminándose con una chispa de sabiduría. "El poder es una herramienta, Kroos. Solo eso. Eres tú quien decide cómo usarla. Hay un camino en frente de ti, lleno de incertidumbre, pero también de oportunidades. Confía en ti mismo. Conoce tus límites y empuja tus fronteras. Y nunca olvides que siempre tendrás amigos que te apoyen."
Kroos sintió una oleada de gratitud hacia el bardo extrañamente sabio. "Gracias, Venti. Tus palabras siempre traen claridad."
"Eso es lo que hago," dijo Venti, encogiéndose de hombros de manera despreocupada. "Ahora, ¿qué te parece si nos dejamos llevar por el viento y exploramos un poco? Hay muchas historias que aún no hemos escuchado."
Kroos se rió, sintiendo que la oscuridad y la confusión se disipaban un poco. "Me parece una buena idea."
Con una sonrisa en el rostro, Kroos se levantó del tejado, listo para seguir a Venti en una nueva aventura, al menos por esta noche.
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Kroos y Venti se adentraron en las calles iluminadas de Mondstadt, la suave brisa nocturna acariciando sus rostros mientras se dirigían hacia la plaza central. Las luces de las antorchas y velas titilaban en la oscuridad, creando un ambiente cálido y acogedor. A medida que caminaban, Kroos sintió que la curiosidad lo consumía. Había tantas preguntas que ardían en su mente, y era el momento perfecto para buscar respuestas.
"Venti," comenzó Kroos, mirando al bardo con determinación, "me gustaría saber más sobre Mondstadt. He escuchado historias y leido sobre su pasado, sobre sus luchas y las leyenda de los arcontes. ¿Qué puedes contarme sobre Barbatos y su ausencia?"
Venti se detuvo por un momento, reflexionando sobre la pregunta. Su expresión se volvió más seria, como si las palabras que iba a compartir llevaran el peso de la historia. "Mondstadt tiene una rica historia, llena de luchas y victorias. Desde su fundación, ha sido un símbolo de libertad. La gente de esta ciudad siempre ha valorado su independencia y su conexión con el viento. Barbatos, el arconte anemo, es el protector de esta ciudad, un dios que valora la libertad por encima de todo."
Kroos asintió, su interés crecía, con una sonrisa pregunto. "Pero, ¿qué pasó con él? He notado su ausencia, y algunos murmuran sobre su desparacion desde hace milenios. ¿Es cierto que ha estado alejado de la ciudad?"
"Sí," respondió Venti, con un suspiro divertido que parecía cargar el peso de una historia. "Barbatos ha estado ausente durante un tiempo prolongado. No es fácil para un arconte permanecer siempre presente; a veces, deben permitir que sus seguidores aprendan y crezcan por sí mismos. Sin embargo, su ausencia ha dejado un vacío en el corazón de Mondstadt. La gente siente su falta, y muchos se preguntan cuándo regresará."
"Eso es... triste," comentó Kroos, sintiendo un profundo respeto por la relación entre Barbatos y los habitantes de Mondstadt y algo de diversion de su situacion actual. "¿Y qué hay de Celestia? He leido sobre sus nombres entre las leyendas escritas. ¿tuvo alguna relacion con vuestra historia?"
Venti miró al cielo estrellado, como si buscara la respuesta entre las constelaciones. "Celestia es el hogar de los dioses, el reino que observa desde lo alto. Las leyendas dicen que es donde los elegidos son enviados y donde se forjan los destinos. Pero, también es un lugar de misterio. Muchos en Teyvat han buscado respuestas sobre Celestia, pero su verdadera naturaleza permanece en la oscuridad, como un enigma envuelto en niebla."
Mientras Venti hablaba, Kroos sintió una extraña resonancia dentro de él. Una conexión, como si las palabras del bardo despertaran algo latente en su interior. Sin poder contenerse, preguntó: "¿Y qué significa ser un elegido? ¿Es algo o alguien que puede ser elegido por los arcontes?"
Venti se giró hacia él, sus ojos llenos de comprensión. "La elección no es solo un destino o eleccion por los mismos arcontes, Kroos. Es una responsabilidad. Los elegidos deben ser dignos de sus visiones, y a menudo deben enfrentar pruebas que pondrán a prueba su valor y corazón. Pero lo más importante es lo que eligen hacer con el poder que se les da."
Kroos sintió una ola de energía recorriendo su cuerpo. Un resplandor suave comenzó a rodearlo, una aura divina que iluminó el espacio entre él y Venti. Los ojos del bardo se abrieron con sorpresa, y Kroos miró hacia abajo, viendo la luz resplandeciente que lo envolvía.
"¿Qué está sucediendo?" exclamó Kroos, asombrado y confundido. Nunca había experimentado algo así.
Venti, aún atónito, extendió una mano hacia Kroos para tocarlo, eso logra que el poder de los vientos en venti tambien reaccione. "Esto es... algo. Tu presencia está resonando con mi poder como arconte. Es como si, por un breve momento, ambas energías se conocieran. Es raro, incluso para mí."
Kroos sentía el calor y la luz vibrante a su alrededor, pero, tan rápido como había aparecido, la aura comenzó a desvanecerse, dejando un rastro de asombro en su corazón. "supongo que eso sera otra pregunta mas para el monton, verdad, Barbatos". Responde Kroos con obvio sarcasmo
Venti solo sonrie y le responde con humor. "Supongo que todas formas con alguien como tu, la mentira no iba a durar mucho, aparte creo que te di suficientes indirectas al respecto."
Kroos sonrie y responde con sarcasmo agudo. "Un bardo que controla el viento y escucha susurros por el viento, cualquiera te habria llamado loco, solo te segui el juego por tus muy precisas respuestas y porque Aether dijo que eras muy especial, supongo que esto aclaro mis dudas"
Venti sonrió, aunque su mirada aún mostraba un aire de sorpresa. "Parece que tu eres mucho mas perspicas de lo que esperaba, pero tampoco es que yo haya hecho mucho esfuerzo. Este es solo el principio, Kroos. Debes explorar este mundo, comprenderlo y aceptarlo. No todos tienen la capacidad de resonar con un arconte."
Apesar del momento de diversion breve entre ellos, Kroos tragó saliva, sintiéndose abrumado y emocionado a la vez. "¿Y si no estoy listo para esto? ¿Y si me supera?"
"Eso es parte del viaje," respondió Venti, su tono suave y alentador. "Nadie está completamente listo. El verdadero crecimiento viene de enfrentar lo desconocido. Confía en ti mismo, y nunca dudes de la fuerza que tienes dentro, ahora que te parece si vienes conmigo a la taberna y bebemos?." Sugiere en tono divertido.
Kroos dandole una mirada en blanco le responde. "Sabes que a diferencia de ti, soy mucho mas joven, ademas no soy muy fanatico de las bebidas alcohólicas."
Venti, pensando unos segundos responde con tono alegre. "Entonces consiguete algo mas, yo invito esta noche."
A medida que la noche avanzaba, Kroos sintió que la incertidumbre se disolvía lentamente, reemplazada por un nuevo sentido de propósito. Con cada paso que daba en Teyvat, estaba descubriendo más sobre sí mismo y su lugar en este vasto mundo. Juntos, continuaron su paseo por Mondstadt, el viento susurrando historias antiguas, y Kroos sintiéndose un poco más ligero, como si cada palabra del dios del viento lo acercara más a su verdadero destino.
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