T2 Capítulo 7: El líder de los angeles caídos Kokabiel

Todos portabamos trajes referentes a la iglesia, cómo los sacamos de una tienda de cosplay no había cuestión de que estuvieran sagrados, recorrimos las calles de Kuoh esperando engañar a los caídos y que hicieran acto de presencia, admito que me sentía un poco estúpido con esta ropa, más aún porque al parecer mi mamá quería que tuviera vocación cuando era un niño, en fin, ahorita si veré la forma de como sacarla de Tokio III ahora que iba a regresar.

-A pesar de que ya llevamos casi una hora no hay señales de aquellos sujetos.

-Deben estar alerta y esperar a que quizas nos separemos para ir de uno en uno.

-Tienes razón Issei, ya se, Koneko y yo iremos por el este, tu y Saji vayan por el oeste.

Kiba parecía más entusiasmado que nada, apesar de las heridas que podía tener se esforzaba mucho por esto, supongo que su venganza es lo que ha mantenido su espíritu de lucha, aunque no quería nos separamos tal y como lo había dicho el rubio, no me gustaba la idea pero si iba Koneko sabía que evitaría una estupidez de Kiba, solo caminamos unas cuantas calles cuando lo sentí, había una espada sagrada cerca.

-Asi que los demonios les gusta jugar a los disfraces, se ven ridículos.

Note cómo Saji se enojo, ambos nos quitamos el sombrero y observamos un sacerdote, tenía una mirada lunática, debía suponer que era un renegado y porque no, un aliado de los caídos aunque tenía en sus manos algo que me asustaba, era una Excalibur, cómo la mimic de Irina y la Destruction de Xenovia, si que era complicado.

-Maldito Freed, aún no te perdono por lo que casi le hiciste a Asia.

Mire a Saji, ¿Asia?, Así que eso pasó, por eso la llamaron bruja, era una monja que se volvió hereje, además ahora era un demonio, ahora comprendo el porque querían matarla, en fin, eleve un poco mi aura y casi al instante aparecieron dos personas más.

-¿Que es esto?, Cuatro contra uno, si que es difícil ser popular entre los asquerosos demonios, pero no importa, con esta espada nunca me derrotaran.

Kiba sin pensarlo se lanzó al ataque, ese idiota, está bien que tenga dolor y sufra por culpa de esas cosas, pero si vas a atacar, usa la maldita cabeza.

[Socio]

-¿Que pasa Ddraig?

[Esas espadas tienen un gran efecto contra los demonios, pero ahora como tienes partes de dragón, como lo son tu corazón y tu brazo izquierdo, puedes tocarlas directamente sin que te afecten mucho, solo recuerda activar tu brazo, en este caso tus escamas, afortunadamente no sufrirás de sobrecargo de energía]

Sonreí, por el comentario, pero está no era mi pelea, era de mi amigo, por lo que mire y al parecer no mentía, la velocidad de Kiba era su fuerte y ese sacerdote la lograba alcanzar con facilidad.

-¡Kiba!, El hecho de que tenga velocidad no significa que esté acostumbrado a ella, utiliza la tuya de mejor forma y podrás encontrar un hueco en su defensa.

Kiba me escucho y note cómo sonrió un poco, haciendo caso a mi consejo utilizo movimientos más improvisados y logro darle problemas al exorcista, pero no los suficientes para poder cortarlo con su espada.

-Esto se acaba aquí Freed, ¡Sword birth!

Un montón de espadas comenzaron a salir del suelo, el sacerdote tenía problemas para poder lidiar con todas, ya casi era la victoria de mi amigo.

-Asi que Sword birth, un sacred gear bastante poderoso, que en manos de un buen portador, podría darle problemas hasta uno de categoría longinus.

-Anciano Valper.

Todos nos asombramos, un anciano salió vestido con ropa de un obispo, además tenía una sonrisa algo siniestra, si era sincero sabía que algo más ocultaba.

-¿Acaso eres Valper Galilei?

-Ouhh, así que un demonio sabe mi nombre, ¿Puedo saber cómo lo sabes?

-Te suena el nombre de Izaiya.

El anciano sonrió aún más, ya había dado en el clavo, Kiba el único sobreviviente del proyecto espada sagrada, aquella que acabo con la vida de innumerables niños inocentes, liderado por una iglesia, Valper era el líder, note cómo una gran ira recorria el cuerpo de Kiba, era normal, estaba frente a la persona que lo desecho, note como Koneko mandaba un mensaje, supongo está llamando a Xenovia e Irina.

-Asi que eres él, un gran candidato, ¿Sabías que fuiste el mejor candidato a portar la espada?, Solo te faltaba algo para lograrlo, pero bueno, un fracaso siempre será un fracaso.

Todos los amigos de Kiba nos empezamos a enojar aún más, Freed sonreía como un lunático, Valper seguía con esa maldita sonrisa, no lo soporte y me quite la capucha expulsando un poco de mi aura.

-Malditos cómo ustedes no merecen vivir.

Note cómo un miedo los inundó a ambos, y sin perder el tiempo se juntaron y con un objeto Freed logro crear un brillo intenso dándoles tiempo a escapar, pero al parecer solo yo vi por dónde se habían ido.

-Se debieron ir por allá, ¡Tras ellos!

Xenovia, Irina y Kiba corrieron en búsqueda de ellos, Saji y Koneko también querían ir pero los detuve, ambos me miraban extrañados.

-Creanme, tenemos mayores problemas.

Dos círculos mágicos aparecieron en el parque donde estábamos, notando el símbolo Gremory y Sitri, de los cuales salieron el Rey y Reyna de cada nobleza.

-No cabe duda que son unos chicos bastante problemáticos, se supone que no debíamos intervenir.

-Saji, Issei, es tal como lo dice Rías, juramos no intervenir, saben en qué riesgo ponen al mundo demoníaco, pueden causar una guerra.

Saji y yo las miramos, ambos estábamos serios y ambos habíamos desatado un poco de nuestro poder de Dragón.

-Los demonios no tienen nada que ver, solo fueron dos dragones los que ayudaron, por conveniencia, más en apoyar a Kiba.

Ambas igual seguían serías, pero si algo teníamos Saji y yo ahora en común, era el orgullo de un dragón, algo que no sería doblegado fácilmente ante un demonio.

-Siguen teniendo esa mirada soberbia, típica de un dragón, pero no obstante.

Rápidamente Akeno y Tsubaki nos atacaron, aunque tuvieran alta velocidad no podrían contra nosotros, así que usando un poco de mi poder logré repelerlas mientras que Saji las hacía retroceder con su propia aura, lo que no espere es que debajo de nosotros hubiera un poco de agua, lo que nos distrajo un momento.

-Rayo.

Una corriente eléctrica impacto contra nosotros, al estar descuidados nos afectó demasiado, no se que tanto nos afectaron pero lograron hacer que nos pusiéramos de rodillas los dos.

-Maldición.

Se quejo Saji, yo estaba igual, no podía creer lo que nos habían hecho, quise levantarme a atacarlas pero mi cuerpo estaba demasiado entumecido, mire a Akeno y está sonreía de forma sádica y se lamía su dedo, vaya que lo disfruto.

-Ya es tiempo de enseñarles a nuestros sirvientes que no deben cuestionar la autoridad de su rey.

Kaichou había hablado, tanto Saji cómo yo gruñimos, nuestros sentidos de dragón se activaron nuevamente, pero con una señal de Buchou un rayo nuevamente cayó en el agua electrificando nuestros cuerpos de nuevo haciéndonos gruñir aún más.

-Hayamos el método para hacer que se calmen, y es sometiendo a las bestias que están en su interior, ya despertaron la sangre de dragón por lo que adquirir parte de su soberbia y desobediencia es normal, por lo que debemos hacer esto, para que se controlen.

Buchou fue la que hablo, maldita sea, a pesar de sus mediocres intentos no me dejaría tan fácil, además estaría buscando el método para contrarestarlas, esto no se quedaría así.
.
.
.
.

Pues al parecer no hice nada para evitarlo, lograron dominarnos, al parecer su método no fue del todo efectivo pero si lograron apaciguar algo dentro de mi, Ddraig me comentó que si calmaron parte de mi sangre dragón y que decir de Saji, también fue efectivo, al parecer Koneko nadamas sufrió un regaño, lo que me daba gusto ya que ella no había hecho nada malo.

-Lo lamento Ise, pero era la única manera no tan violenta de lograr tener un poco de autoridad sobre ti, no eres nuestro esclavo pero debes entender que hay reglas las cuales debes seguir.

-Si Buchou.

-¿Estás enojado?

-No Buchou.

Seguimos caminando y en silencio, debió ser incómodo para ella pero para mí no lo fue, seguía analizando mi situación, desde cuándo me volví tan soberbio, se que el entregar partes de mi cuerpo para salvar a mi ama tiene algo que ver, pero también me está superando, a qué grado tuvieron que llegar mis amas para lograr controlarme, no podía entenderlo, llegamos a la casa, bueno, mi antigua casa, normalmente aquí estaba solo.

-Ise, lo lamento, pero no tenía alternativa.

-Buchou, le pido perdón, si no fuera por mis imprudencias no tendría que recurrir a esto, me ha dado una familia y yo le respondo así, de verdad, lo siento, yo.

No me dejó terminar, nuevamente me había besado, pero este no era un beso cualquiera, era uno cargado de sentimientos, comenzamos a jugar con nuestras lenguas y el beso se volvió apasionado, me abrazo y no supe que hacer.

-El primer paso para buscar el perdon es aceptar que cometiste un error.

Me sonroje, estaba algo avergonzado pero feliz, siendo notado por Buchou que no dudo en abrazarme, lo cual yo correspondí gustoso, y extrañamente me sentía muy feliz, aunque recordé que el trato de los Gremory era así de afectuoso, quizás por eso me besaba, porque era demasiado afectuosa conmigo, incluso pudo haber influenciado a Kaichou que buscaba tratarme igual.

-Vamos adentro, hoy me voy a quedar contigo, dejaras de lado eso de ser el dragón solitario, hoy me encargaré de mi sirviente.

Aunque fuera parte de su forma de ser al tratar a sus sirvientes me sentí feliz de que se quedará conmigo, aunque sea en habitaciones separadas.
.
.
.
.

Era de día y estaba en el consejo estudiantil, ni Saji ni yo pudimos articular palabra alguna, solo nos quedamos a la expectativa de noticias por parte de Xenovia o Kiba, lo cual hasta el medio día no había pasado, ninguno asistió a clases, no era momento para eso, de echo mi prueba de laboratorio la hice de forma normal pero sin decir algo relevante de la situación actual, por órdenes de mis amas, lo cual también entendí por eso no dije nada, posterior a eso llegué ya al consejo alrededor de las cuatro de la tarde, sin recibir noticias.

-Saji, dime una cosa, tu que sales con Asia Argento.

-Dime amigo, ¿Cuál es tu pregunta?

-En el clan Gremory, ¿Porque son demasiado amorosos?

El se extraño de mi pregunta, supongo que tenía sus motivos pero al mismo tiempo trato de negar, aunque no entendía bien del todo.

-Lo son, pero tú eres distinto, con Asia son amables y hasta cierto punto sobreprotectores, pero contigo es algo más, tu debes averiguar el motivo.

Despertaron las dudas en mi, no lograba entender a qué se refería, y me molestaba más que fuera así, maldición odio cuando no me dan las respuestas a lo que quiero saber.

Salí del consejo y me dirigí al parque que daba la vista a la academia, camine sin vacilar, seguía pensando en las cosas que habían pasado, cuando de pronto frente a mi cayó un cuerpo, era Irina.

-Irina, Irina, ¿Que ocurre?, ¿Que sucedió?, ¡Irina!

Busque su pulso, afortunadamente seguía con vida, al parecer solo estaba inconciente y con heridas en su cuerpo, eleve un poco mi aura de manera brusca para alertar a mis amas, sabía que me tenían bajo constante vigilancia y precisamente no tardarían tanto en llegar.

-Vaya vaya, así que finalmente te conozco Sekiryuutei.

Mire al cielo, note un hombre con alas negras, un ángel caído, solo que este tenía 10 pares de Alas negras, lo que en mis recientes estudios del mundo sobrenatural significaba solo una cosa, se trataba de un líder de la facción de los angeles caídos y a juzgar por su apariencia era solo uno el que cuadraba.

-Asi que eres tú, Kokabiel, uno de los líderes de los angeles caídos, es un gusto y un honor que conozcas mi identidad.

-Vaya mocoso, así que también sabes mi nombre, en ese caso me ahorrarás las explicaciones, esa chiquilla de la iglesia fue muy aburrida, ¿Crees que puedas darme más batalla tú?, Hace mucho que se acabó la gran guerra y ahora nos encontramos al borde de una, solo quisiera volver a la época más gloriosa de mi vida.

-Asi que los rumores son ciertos, eres un maniático de las guerras, solo anhelas morir en el campo de batalla, un ser sin propósito de vida, que solo es líder por el poder que tiene.

-Tu si me entiendes, si bien no lo viviste, no te gustaría hacerlo, el placer de luchar por sobrevivir, es algo que necesito, todo se volvió tan aburrido desde que se acabó, y más Azazel que se retracto en iniciar de nuevo la guerra, Shemanza está igual y no lo soporto, Azazel se obsesionó con los sacred gears además de tratar de buscarte.

-¿Puedo saber porque?

-Eres una existencia particular, un demonio que sirve a dos clanes, revivido por circunstancias especiales, además de ser el poseedor de un longinus de categoría medio, en teoría tienes un gran futuro, pero solo representas un peligro para mis planes, así que en este momento daré inicio con la guerra, ¿No les parece hermanas de los Maous?

Kaichou y Buchou habían llegado, note cómo asistían a Irina, pero mis amas se posicionaron en frente de mi, mirando directamente al ángel caído.

-No me sorprende que seas tu el que hizo todo esto Kokabiel.

-Hermana del Maou Lucifer, Rías Gremory, es un placer conocerte.

-Lastima que no puedo decir lo mismo, ¿Que pretendes hacer al robar las espadas sagradas y atacar aquí?

-Pensaba que si robaba las Excalibur asesinando a sus portadores causaría la irá de Michael, pero solo mando a unas exorcistas mediocres, por lo que se me ocurrió algo mejor, matar a las hermanas de los Maou con las Excalibur así las tres facciones estarían involucradas e iniciaría nuevamente la guerra.

Río de manera brusca y con cierto toque de locura, además de que arqueo la espalda, literalmente este tipo no tenía uso de razón y las secuelas de la guerra causaron todo esto.

-Asi que prepárense, nos veremos muy pronto, porque esto se pondrá divertido, jajajajajaja.
.
.
.
.
.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top