T2 Capitulo 5: Problemas con la iglesia

Las actividades de la escuela ya se me hacían aburridas, desde que me convertí en un demonio dejo de importarme esto, ya no soy normal, ya no soy como los demás, incluso ya soy más anormal para los propios seres que para los seres humanos son anormales, soy un demonio, un súper demonio, alguien que esta fuera de la imaginación de cualquiera que quiera pensar en el sujeto más fuerte que existe, pero me voy demasiado de mis pensamientos, aun me encuentro estancado, no logro entrenar, mi mente aún no está para eso, seguía privado en las palabras de Kaichou, hacía ya una semana que me había enfrentado a Saji y le había bajado los humos, pero después de eso perdí el control de mis emociones debido a mi sangre como dragón, pero increíblemente ella me enfrento, no solo eso, resistió mi poder, eso me impacto demasiado.

-Issei, cuanto tiempo, ¿Cómo has estado?

Había llegado Aika Kiryuu, una de mis amigas, a parte de Matsuda y Motohama, los cuales tenían una característica en común, los tres eran unos pervertidos de primera, Matsuda y Motohama en el club de kendo donde las chicas se desvestían y principalmente veían a sus amores imposibles, Katase y Murayama, mientras Aika iba al club de natación a ver los pocos hombres que lograron ingresar en esta academia.

-Aika, si ha sido un tiempo, yo he estado bien, sobre todo cuando fui a Tokio.

-A mí no me engañas, sé que eres el piloto del Eva 01, estuviste en Tokio III, vi las noticias, ¿Qué se siente?, es raro el LCL, conociste a Misato Katsuragi, la comandante de Tokio III, es tan jodidamente sexy, mi heterosexualidad sucumbe ante ella.

Comencé a reír, realmente no podía creerlo, todo el conflicto mundial de Tokio III de hace algunos años, el que tanto estaban ocultando ya se sabía, los ángeles, las criaturas que al parecer quieren invadir el planeta, ahora supongo que todos los gobiernos se unirán para combatir, o en su debido caso, ya lo estaban.

-Cálmate, pervertida, si ha sido una gran tarea, además de esto no se me complica, no es tan difícil manejar ese robot.

-¿Ah no?, vaya, el príncipe relegado de la academia tiene bastante información, ademes de un gran paquete.

Cubrí mi partes nobles, esta mujer tiene la fama de que puede saber el tamaño de nuestro junior con tan solo observar unos segundos nuestro cuerpo, era algo vergonzoso, pero sabía que algunas chicas le pagaban para que les dijera el tamaño de algunos chicos.

-Sabes que odio cuando haces eso, en fin, ¿Por qué príncipe relegado?

-Tu popularidad cayo un poco cuando te fuiste, subió la de Kiba y pues, Saji obtuvo más atención gracias a que es el novio de la chica rubia nueva, Asia Argento, ¿La conoces?

-No, aun no tengo el placer, sé que está en el club de lo oculto, pero como apenas llegue no he ido.

Íbamos caminando y la detuve abruptamente, mire la entrada de la academia, había dos personas con túnica blanca, me dio una sensación extraña, de echo sentí punzadas en mi cuerpo y mi instinto me decía estar alerta, Aika se sorprendió, pero al notar mi seriedad mejor se retiró ella, pero lo que note es como ambas personas se me acercaron.

-Tu eres el Sekiryuutei, Hyoudo Issei.

-Asi es, que quiere gente de la iglesia en territorio de los demonios.

-Hemos venido para hablar con las dueñas del territorio, pero quería ver a la persona que derrotó a las criaturas que llaman ángeles, una blasfemia contra Dios está más que claro.

-Yo no soy quien para determinar eso, si gustas puedo llevarte ante Rías Gremory.

-No, ya tuvimos una audiencia con Sona Sitri, nos veremos esta noche, cuídate, Hyoudo Issei.

Ambas personas se fueron, mire a mi derecha y estaba Kaichou, supongo que también se percató de que estaba aquí, así que también saben el asunto de los ángeles, esto es más interesante de lo que había pensado.
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La noche había caído, logré escapar un rato y entrenar mi poder un poco, Ddraig dijo que ya podía invocar mi Boosted gear y soportar unos cuantos aumentos, lo cual me ayudaba un poco, pero era momento de ir al club de lo oculto, note como la punzada seguía ahí, ya está la gente de la iglesia, apresure mi paso, llegando a la habitación, al abrir la puerta sentí un poco el ambiente tenso, supongo se acaban de reunir.

-Listo, esto ya puede comenzar, a qué debemos la visita de integrantes pertenecientes a la iglesia, en el territorio que protege un Maou.

-Me llamo Xenovia Quarta, ella es Irina Shidou, hemos venido por encargó del Vaticano a investigar unos ciertos asuntos, estamos aquí para pedir que cualquier asunto donde estemos nosotras ninguno de ustedes demonios se involucre.

Sentí como mis amas incrementaron su poder, yo al estar en ambas noblezas estaba en medio de ambas, a mi derecha la nobleza Sitri y a mi izquierda la nobleza Gremory, además pude ver a la dichosa Asia Argento, así que Saji fue por una rubia bastante bonita, que bueno.

-No les permitiré un insulto así, temo que no puedo hacer lo que me pides, no pueden venir aquí a hacer lo que quieran, arriesgan mucho por tan poco, ¿Que necesitan portadoras de Excalibur en territorio demoníaco?.

-Solo te lo diremos si nos das tu palabra de que los demonios no intervendrán, la iglesia sospecha que ustedes son cómplices de los angeles caídos, porque una señal sagrada se emite desde aquí, Michael-sama ya habló con Lucifer, por lo cual tenemos permiso aquí.

Me sorprendi por ese echo, uno de los grandes ángeles hablo con el mismísimo diablo, un hecho sin precedentes, así que a pesar de los conflictos entre facciones se piden ciertos permisos, una línea muy delgada a costa de evitar una guerra más grande.

-De acuerdo, te doy mi palabra como Gremory, no intervendremos, siempre y cuando ustedes tampoco tengan malas intenciones con nosotros, no saben de lo que soy capaz si dañan a alguien de mi familia.

-Les haríamos un favor, tendrían el perdón y la bendición de Dios.

Sin que nadie lo viera venir, la habitación se sintió frío, y bastante calor al mismo tiempo, un lado del sillón se estaba congelando y el otro mostraba particulas de la destrucción, si que mis amas se saben controlar.

-Mejor dinos lo que vinieron a hacer, antes de que ambas te vayamos a matar, ¿Que es eso de una señal sagrada en mi territorio?

-Tal cómo lo oyes, hace algunas semanas robaron dos espadas sagradas, dos fragmentos de Excalibur para ser exactos, venimos por ellas, se tiene sospecha de un líder de los ángeles caídos.

-Solo dos exorcistas para un líder caído, debe ser una buena broma.

-No lo es, y no te permito esa ofensa.

-No puedes negar nada desde tu insolencia contra Lucifer y contra mi.

Las cosas se estaban a punto de descontrolarse, supongo que también una lucha podría ser inminente, aunque sus espadas me daban escalofríos y supongo que a mis amigos igual, la chica Asia no dejaba de temblar, se protegía en Saji.

-Basta, Rías, joven sacerdotisa, ya tenemos los términos, ya sabemos a qué vienen, tienen el permiso, siempre y cuando no se metan con nosotros, así mismo, ningún demonio aquí presente intervendrá, tienen mi palabra de demonio.

Kaichou interviniendo como siempre, la más estricta e inteligente de este lugar, me sorprende mucho, con que autoridad puede interponerse entre la princesa carmesí de la destrucción y una sacerdotisa de la iglesia, era sorprendente.

-De acuerdo, nos retiramos, no ha sido un placer.

Estaban marchandose, aunque una de ellas se me quedó viendo bastante tiempo, aunque se detuvieron en frente de Asia Argento, Kiba detenía su mano como tratando de invocar su Sword birth, yo solo me quedé a la expectativa.

-Ya te ubique, eres Asia Argento, la bruja conventista, no pensé que te volverías demonio, bueno, supongo que era de esperarse.

-Ah ya veo, con razón también te me hacías familiar, es una pena que sea así, ¿Ya no crees en dios o si?

Ambas empezaron a cuestionarla, la chica de coletas cafés se me hizo conocida, que raro.

-Yo aún a pesar de ser demonio, aún creo en el, no me es fácil olvidarlo, trato de rezar a pesar de ser demonio.

-Ya veo, entonces deja que te mate aquí y ahora, solo así te podrá perdonar Dios.

Saco su espada, apunto directamente a Asia, pero Saji aún en silencio solo se puso entre las dos, protegió con su cuerpo a la chica, miro a la peliazul con irá, supongo que ya puede controlar mejor su sangre de dragón, pero sus ojos ya estaban brillando en púrpura, se hicieron de algunas palabras, supongo debería intervenir, pero algo me sorprendió y creo que también a todos los presentes, Kiba había invocado bastantes espadas alrededor de ellas.

-No dejaré pasar está oportunidad, yo seré quien destruya la espadas Excalibur, y además sirve ayudo a mi kouhai, no permitiré que se burlen de Asia-chan.

-¿Quién eres tú?

-Soy tu Sempai, pero fracase en el intento.

Kiba y la chica llamada Xenovia se miraron fijamente, vaya que el príncipe de la academia tenía una faceta vengativa contra algo más que yo, será interesante.
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Estábamos en el patio, Kiba y Saji contra las dos exorcistas, todos estábamos a la expectativa, se quedó en acuerdo de que sería algo amistoso, supongo que para evitar malos entendidos, pero cada par miraba de muerte, Saji sobre todo, su sangre de dragón cada vez estaba más activa.

-Finalmente podré destruir aquello que acabo con todo lo que amaba.

Kiba hablo, veo que realmente le tiene mucho odio a las espadas sagradas, mis amas se mantenían serenas pero sabía que ambas estaban preocupadas, no era para menos, esas cosas fueron creadas para asesinar demonios.

-Por un momento, pensé que Isse-kun se metería, ahora tendré que conformame contigo, el señor me está poniendo una gran prueba, mi gran amigo de la infancia ahora es un demonio, pensé que lo vería en Tokio III a final de cuentas la iglesia está ayudando a la humanidad.

Fue ahi cuando lo entendí todo, esa persona era Irina, pero yo recordaba que era un niño, además ella sabe acerca de Tokio III, mi cara de sorpresa era notoria, además de todo los demás también se impactaron, debo hacerle unas cuantas preguntas a esa chica una vez acaben su batalla.
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