Capítulo 7: Obsesión.
Rachel Fleming.
La canción "Vengo dalla Luna" de Måneskin resonaba en toda mi habitación. Yo la cantaba desde el fondo de mi alma, sintiéndome tan jodidamente identificada.
Las personas están programadas para juzgar lo diferente, para ir contra esto, por miedo a lo nuevo, a lo desconocido, como si fuese un medio de autoprotegerse, mera supervivencia. ¿Cómo avanzaríamos si nosotros mismos nos frenábamos por miedo a los cambios?
Desde que era apenas una niña, fui señalada y juzgada, por mi cabello, mis ojos, mis pecas. Algo tan simple y tan natural ¿Cómo carajos educan los padres a sus hijos como para que siendo tan pequeños juzguen tan cruelmente a otra niña?
Luego, debido a que era adoptada, a que mis padres biológicos habían fallecido, se alimentaron de algo tan doloroso y traumático para una niña y aumentaron sus burlas y críticas.
Hoy en día, seguían juzgándome, por ser diferente, por fortuna mi mente ya no era tan débil, sus comentarios solo me demostraban que iba por el camino correcto.
“En nuestra sociedad lo opuesto al coraje no es la cobardía, sino la conformidad” – Rollo May
“Si siempre intentas ser normal, jamás podrás descubrir cuán maravilloso podrías ser” – Maya Angelou
—¡Vengo Dalla Luna! —alcé mi vista sonriendo divertida al ver a Laura cantando frente a mi espejo mientras bailaba.
Qué mala pronunciación.
Se acercó a mi sonriente y ambas entonamos juntas
—"Io non sono nero Io non sono bianco
Io non sono attivo Io non sono stanco
Io non provengo da nazione alcuna Ma io, sì, ti porto sulla luna Io vengo dalla luna Ma io vengo dalla luna Ma io vengo dalla luna Ma io, io, io e te"
No soy negro, no soy blanco
No estoy activo, no soy vago
No vengo de ningún país
Pero, sí, te puedo llevar hasta la Luna
Yo vengo de la Luna
No estoy sano, no estoy loco
No soy real, no soy falso
No te traigo ni mala ni buena suerte
Pero yo, sí, te puedo llevar hasta la Luna
Yo vengo de la Luna
Sí, no soy más que una simple humana mortal, soy como tú, eres como yo, pero a la vez, somos diferentes.
—Rach, ¿sigues con eso? —Laura observaba el diario en mis manos, en este tenía la fotografía que había encontrado en aquel sitio oculto.
Suspiré pasando mi mano por la foto, cerré el diario y lo metí a mi mochila.
—Debo averiguar la verdad Lau. No podré estar en paz hasta que lo sepa. Tengo una idea de por donde comenzar ¿Me acompañas?
—Estás obsesionada con esto. Nada bueno saldrá de aquí. Rach solo detente —estiré mi mano hasta posarla en su mejilla y acaricié suavemente esta. La rubia cerró sus ojos y suspiró disfrutando de la caricia.
—Estaré bien —besé su frente y me puse de pie colocándome la mochila—. Vengas o no igualmente iré.
La escuché resoplar rendida mientras se ponía de pie y corría hasta alcanzarme. Bajamos juntas las escaleras y salimos de mi casa.
Rumbo a Lexie School.
Mensaje enviado:
Nos vemos en el salón de informática.
(...)
Empujé las puertas entrando al salón, Laura fue a sentarse al lado de Ruby, ambas hablando animadas, mientras los chicos estaban sentados sobre las mesas contando chistes malos y riendo entre ellos.
Las puertas se abrieron bruscamente y un Adam agitado se hizo presente.
—Chicos, ¿Supieron lo que sucedió? —todos le miramos expectantes.
—Venga Ridloff, no te hagas el interesante y habla de una —exigió Ruby.
—Recuerdan al rubio que golpearon ayer, estaba en el hospital recuperándose, todo estaba bien, pero en la noche falleció.
Aquella noticia nos impactó a todos, pero el que lucía más afectado era Mark, el cual, de no ser porque su hermano lo sostuvo rápidamente, habría caído al suelo.
—¿Estás bien? ¿Qué sucede? —Samuel miraba a su hermano con preocupación mientras lo ayudaba a sentarse.
—Estoy bien solo... tuve un sueño con esto y la noticia me descolocó un poco.
—Sí, la noticia fue demasiado inesperada —comprendió.
—Pero, ¿Eso significa que Samuel y Mark son culpable de su muerte? —quiso saber mi amiga mientras miraba a Adam. Este negó, para alivio de todos.
—Fue una sobredosis, le provocó un paro cardiaco.
—Es horrible que alguien muera, pero es un alivio que los chicos no tengan nada que ver —comentó Sebastian.
—Ese tipo era un hijo de puta —Adam hizo una mueca de desagrado hacia el fallecido.
—Aun así, nadie merece la muerte —Sebastian le miraba de forma retadora y Adam parecía un cachorro regañado.
Ahora me viene a la mente el recuerdo de estos dos comiéndose la boca el día de la fiesta.
Uy, aquí hay algo señores.
Sebastian al verme sonriendo de brazos cruzados intercalando mi vista entre él y su "amigo" giró su rostro con la cara totalmente roja.
Así que tú también lo estás recordando.
—Hablando de sueños —comenzó Chad—, anoche tuve uno super raro y al despertar tenía esto —mostró una extraña cicatriz en su muñeca que formaba el número 4.
Sorprendida me acerqué a ellos mostrando mi muñeca con el número 3.
—Yo también tuve ese sueño.
Todos los chicos comenzaron a revisar sus muñecas y mostrarlas quedando en este orden.
1: Chad
2: Sebastian
3: Yo
4: Adam
5: Mark
6: Ruby
7: Samuel
8: Laura
—¿Qué carajos significa esto? —Chad nos miró frunciendo el ceño.
—Averigüemos —Mark comenzó a teclear en una de las computadoras, todos nos colocamos por detrás de él mirando curiosos.
—Conocidos como sueños de avisos y marca de muerte, cuando un grupo que convive junto comienza a tener sueños compartidos es probable que aparezca la conocida "marca de la muerte" esto consiste en saber quién morirá primero y quién lo hará de último —terminé de leer en voz alta y observé el número 3 en mi muñeca.
—Eso significa que de nosotros, el primero en morir será Chad y la última Laura —concluyó Adam.
El salón se había contagiado de una rara melancolía. Todos estaban cabizbajos mirando los números en sus muñecas.
La verdad, ni me sorprendía, ni me dolía ser una de las primeras en morir, sin embargo, saber que Laura viviría por mucho tiempo, me daba una paz increíble.
—Venga, ya quiten esas caras, no estamos de luto —Ruby aplaudió para llamar nuestra atención.
—Cierto, tal vez muramos en este orden, pero cuando seamos unos viejitos todos, no hay que preocuparnos —Mark nos sonrió cálidamente, como nunca lo había visto hacerlo.
—O tal vez suceda algún suceso imprevisto y el orden se vaya al carajo.
—O tal vez es solo una bobada y no significa nada —mi amiga lucía enojada, tal vez por el hecho de que yo moriría tan pronto y ella viviría hasta el final.
—Sea lo que sea, no podemos saberlo ahora mismo, así que animen esas caras —terminó Sebastian.
—Pelirroja, para qué nos hiciste venir a aquí —Chad posó su vista en mí mientras se cruzaba de brazos.
—Fleming, Ridloff, Matsuura, McIntosh, Dixon y Grimes, no es la primera vez que estos apellidos conviven juntos en esta escuela.
—¿Qué carajos dices? —el rubio Dixon me miró frunciendo su ceño.
Tomé la fotografía que tenía dentro de mi mochila y la puse en la mesa frente a ellos. Todos miraron sorprendidos al reconocer a algunos de los presentes en la foto.
—Esos son nuestros padres —Samuel me miró con los ojos demasiado abiertos por la sorpresa.
—No solo ESOS padres —mi amiga hizo énfasis en la palabra esos mientras nos miraba—. También los biológicos.
—Internado Lexie —leyó Sebastian.
—¿Qué significa esto? —Mark me miraba desorientado.
—Nuestros padres se conocen y no nos comentaron nada —resumió Chad.
—No solo eso, sino que también fueron a un internado, uno que hoy en día es nuestra escuela, y no dijeron absolutamente nada. Yo me enteré de esto al acceder sin querer a una habitación secreta en mi casa, había muchas cosas raras, pero lo que más llamó mi atención, fue esta foto. No sé ustedes, pero yo deseo saber toda la historia, toda la verdad. Saber qué sucedió con mis padres biológicos, los adultos guardaron silencio por demasiado tiempo. Es hora de tener respuestas.
—Coincido en todo lo que dijiste —me apoyó Adam.
—Yo quiero saber la verdad —Ruby se levantó, tomó la foto y me la entregó.
—Deberíamos comenzar yendo a ese cuarto secreto —su hermano rubio se levantó serio, yo solo asentí y todos juntos salimos de aquel salón.
Rumbo al cuarto secreto en mi casa.
A descubrir la verdad tras esta rara historia.
A desenterrar el misterio del Internado Lexie.
(...)
Al llegar a casa suspiré aliviada al ver que no había nadie, todos subimos las escaleras, apresurados y empujé la pared accediendo al cuarto secreto. Sebastian parecía haber entrado en una película de ciencia ficción, observaba todo sorprendido y animado, bajó corriendo las escaleras y pasó su mano por la mesa empolvada mientras miraba algún que otro objeto.
—Niño, bájale a tu peli, no vinimos a jugar, vinimos a averiguar cosas importantes —le comentó Samuel, haciendo que el rubio se avergonzara y bajara su cabeza ocultando su rostro sonrojado, este sujeto me agrada, es insoportable.
Adam caminó hasta el rubio y pasó uno de sus brazos por encima de los hombros de este mientras miraba mal a Samuel y reconfortaba a Sebastian.
—Busquen algo que nos sea útil —avisó Samuel y todos nos pusimos en ello.
Buscamos por todo el lugar, concentrados, menos Sebastian que lo único que hacía era sorprenderse con cada cosa que encontraba, y Adam que no paraba de bromear con todo.
—Soy una profesora —Adam se había colocado unos lentes, en su mano derecha sostenía un puntero y fingía que señalaba algo en el pequeño pizarrón que allí había.
—Tú realmente tienes un problema, en vez de decir profesor, quisiste ser una profesora —Samuel negó cruzándose de brazos mientras veía a su amigo.
—Es que las profesoras son sexis —Adam comenzó a agitar sus caderas—. Shakira Shakira.
Samuel bufó volcando los ojos y todos seguimos buscando algo que nos sirviera.
—Encontré algo —la voz de Ruby llamó la atención de todos y nos sentamos a su alrededor.
Quitó un poco el polvo de la tapa dura de aquella especie de diario, lo abrió viendo como en las primeras hojas solo había en grande "Internado Lexie" y una promesa de amistad con todos los mismos nombres que estaban en la foto.
Quisimos seguir viendo un poco más, pero un estruendo nos hizo alzar la vista. Mark, sin querer, había tirado una de las tantas cajas en el lugar y trataba de recoger todo, apenado.
—¿Qué es esto? —Samuel tomó en sus manos un tablero y lo abrió.
Era una especie de monopolio, pero las casillas decían otro tipo de palabras como "muerte" "mentiras" "secretos" "castigo" "revelación". Había dados, cartas, y un raro aparato negro.
Un ruido afuera nos puso alerta, terminamos de guardar todo y salimos corriendo para no ser descubiertos.
♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤
Dejaré fotos con respecto a este capítulo en facebook así que pueden ir a ver. Minnie_Writter.
Espero les haya gustado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top