Capítulo 5: Se vuelve difícil respirar
{Mark Dixon}
Los rayos del sol que se colaban por la ventana de mi habitación me molestaban. Me removí en la cama quejándome hasta que sentí un cuerpo desnudo a mis espaldas, unos brazos fuertes alrededor de mi cintura y unos labios finos cerca de mi oído.
—Buenos días, Bibi —claro que era él, nadie más dormiría desnudo en mi cama.
—Prometiste qué no te quitarías la ropa —me levanté enojado.
—Perdón es que es muy molesta —comentó entre risas.
—Vístete y lárgate —le arrojé la ropa mientras le daba la espalda para irme al baño. Al escuchar su voz llamándome me detuve y volteé a verlo.
—Bibi ayúdame, creo que se me atoró el cierre del pantalón con el bóxer —suspiré y fui hacia él ayudándolo a desatorar el cierre sin hacerse daño.
—Joven Mark —la sirvienta se detuvo mirando mi mano dentro del pantalón de Sam—. Sus padres los esperan para desayunar. —Salió corriendo de la habitación.
Gruñí y saqué mi mano de dentro de su pantalón y lo empujé haciendo que cayera sentado en la cama.
—¡Vístete y lárgate! —grité enojado con mi cara roja por la vergüenza y caminé apresurado hasta el baño encerrándome en este.
Miré mi reflejo en el espejo y suspiré, estaba completamente despeinado. Me di una corta ducha y salí con la toalla amarrada en la cintura.
Observé el gran espejo frente a mi cama que tenía escrito con marcador rojo "Gracias por esta noche Bibi, te quiero". Bufé entre risas mientras volcaba los ojos y me desaté la toalla dejándola caer al suelo.
Observé mi cuerpo desnudo en el espejo, mi cabello estaba mojado y me llegaba a mitad del cuello, las gotas de agua pasaban por mi pecho y abdomen hasta bajar por mis piernas.
Siempre había tenido muchas chicas detrás porque según ellas estaba guapo y bueno, se montaban historias de que yo era el chico misterioso que se metía en peleas ilegales y manejaba una moto.
En primera le temía a las peleas y a las motos.
Y en segunda, las chicas nunca fueron lo mío.
Reí tomando la ropa que me pondría, sequé mi cabello y lo até a un moño, cuando estuve completamente listo bajé al comedor. Mis padres ya no estaban, Ruby observaba su teléfono mientras tomaba su jugo y Sam no paraba de mirarme con una sonrisa coqueta.
Todo parecía estar bien; sin embargo, algo dentro de mí sentía que no, era como si estuviera esperando que algo pasara y arruinara mi felicidad, acostumbrado a que cada vez que me siento bien el universo, mi mente y mi corazón conspiran para hacerme sufrir.
El teléfono de Sam vibró y mi corazón comenzó a latir con fuerza, mi respiración se volvió agitada, tenía una extraña sensación en el estómago y el nerviosismo me invadía. Me comenzaron a sudar las manos, así que las restregué contra mis jeans mientras miraba de reojo el celular de Sammy.
Estaba en el chat de una chica universitaria la cual le había enviado una foto en ropa interior, tenía pechos grandes y un trasero enorme siendo apretado por las bragas negras de encaje, su cabello le llegaba hasta mitad de su espalda en un color rosa claro, sus ojos negros miraban con picardía hacia el espejo donde se tomaba la foto y una sonrisa coqueta adornaba su rostro. Otro detalle a resaltar era que tenía un lunar en cada mejilla.
Aparté mi plato mientras me ponía de pie.
—¿Qué sucede? —Ruby levantó la vista y frunció su ceño mirándome.
—Ya terminé —contesté de mal humor.
—Pero ni siquiera lo probaste —Sam se puso de pie a mi lado señalando mi plato intacto.
—¡Pues no se me da la gana de comer y punto! —grité enojado y fui hacia el minibar de mi padre, agarré una botella de Whisky escocés y subí las escaleras hacia la azotea.
Me senté en el borde y prendí un cigarrillo dándole una profunda calada y dejando salir el humo viendo como se mezclaba en el aire, abrí la botella y me di un gran trago.
Miré hacia abajo sintiendo mis ojos arder, me di otra profunda calada mientras me ponía de pie y bebía la mitad de la botella. Todo me daba vueltas y se veía borroso.
Di unos cuantos pasos y caí al suelo, cuando la botella impactó contra el suelo se rompió en mi mano y varios pedazos se incrustaron en esta haciéndome sangrar.
Halé mi cabello enojado, despeinándome y haciendo que cayera alborotado. Tiré el cigarrillo mientras las lágrimas empapaban mis mejillas e impedían mi visión. Los sollozos se hicieron presentes haciendo que me ardiera la garganta por los gritos contenidos.
Sam entró corriendo y cuando me vio en ese estado su rostro se contrajo en preocupación. Ruby apareció detrás de él y tapó su boca impactada. Sam corrió hacia mí y sostuvo mi rostro entre sus manos, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
—¡Mark! Bibi ¿Estás bien? —acarició mi rostro preocupado y yo solo asentí.
Sam me cargó en sus fuertes brazos y bajó las escaleras mientras Ruby nos seguía.
—Todo estará bien, ya estoy aquí. —sonreí acurrucándome contra su cómodo pecho.
Tengo estos ataques desde que tengo memoria, siempre fue difícil lidiar conmigo, pero ellos dos siempre estuvieron allí para mí, nunca entendían mis ataques y la verdad, ni yo mismo los entendía, pero aun así siempre permanecían a mi lado, apoyándome y haciéndome sentir mejor.
Abrí mis ojos al sentir el olor de Sam por todas partes y me di cuenta de que estábamos en su habitación. Sam siguió caminando hasta su baño, al llegar me puso en el suelo y me desnudó, preparó la tina y me metió en esta. Con sus propias manos lavó mi cuerpo y mi cabello con tanta ternura que me hacía sonreír. Me sentía flotando.
—¿Qué causó este ataque? —preguntó con voz suave mientras terminaba de enjuagar mi cabello.
Me puse de pie y salí de la tina dejándole ver mi cuerpo desnudo.
—Quiero bajar de peso y tener un buen culo. —Sam frunció su ceño.
—¿Por qué? Creí que te gustaba ser fuerte y que por eso hacías ejercicios.
—Pero ahora quiero ser delgado y tener un buen culo, como las chicas que te gustan.
—Bibi, así eres perfecto —puso su mano en mi pecho y la bajó por mi abdomen trabajado—. No trates de ser como otros, así eres hermoso. Me encantas así.
—¿Lo juras?
—Lo juro Bibi —Sammy me secó y vistió con ropas suyas que eran cómodas. Secó mi cabello y tomó mi mano para bajar juntos a la sala.
Ruby había puesto Nettflix, había sacado varias mantas y dulces. Me senté en medio de los dos y me abrazaron fuerte dándome muchos mimos.
—Todo estará bien, Marki, estamos aquí para ti —confesó la rubia besando mi mejilla.
—Somos los tres contra el mundo Bibi —sonreí y me acurruqué contra su pecho.
{☆}
Levanté mi cabeza ante los murmullos frente a mi, me sorprendí al verme a mí mismo discutiendo de forma baja con una chica, su cabello era negro y le llegaba hasta mitad de espalda, flequillo, su cuerpo delgado, tenía varios tatuajes.
—No puedo creer que esto nos esté sucediendo de nuevo —la chica comenzó a llorar.
—Vamos a salir de esto. Lo haremos.
—Nuestro bebé, él tiene que estar bien. Enviémoslo lejos, enviémoslo con tus padres, a corea, donde esté a salvo.
Miré mis manos notando que eran demasiado pequeñas. Bajé del sillón con un pequeño salto y me observé al espejo viendo lo pequeño que era, mi cabello rubio era corto, usaba ropa infantil con dibujos animados.
Avancé por la casa desconocida, que por alguna razón se sentía tan familiar. Pasé por el pasillo pintado de azul hasta entrar a una habitación con mi nombre, avancé por inercia, sin saber lo que hacía, mi cuerpo parecía moverse solo.
Me agaché frente a la cama y miré hacia la espesa oscuridad en esta, dos luces rojas se hicieron presente y poco a poco una figura salió de debajo de esta, una chica, su cabello negro, todo sucio cayendo frente a su rostro, sus ropas negras estaban rotas y mugrosas, la mitad de su mandíbula era esquelética de forma escalofriante.
—Heli, mamá y papá discuten de nuevo... —el niño suspiró haciendo puchero—. Tienen miedo ¿No podemos decirle que eres buena? ¿Verdad que no te los vas a llevar?
—Los padres son malos —su mano se movió a una velocidad sobrenatural y se posó en la cabellera rubia del cuerpo que se suponía era mío—. Voy a liberarte, Marki, serás libre sin esas personas que te desterraran en cuanto tengan la oportunidad.
El escenario cambió rápidamente, hombres encapuchados con máscaras de animales se llevaban a rastras a los que se suponían eran mis padres, el cuerpo infantil corrió tras ellos llorando con fuerza.
Brazos fríos me agarraron y fui estampado contra una pared, mi cuerpo volvía a ser el de siempre, el monstruo con máscaras de cuervo ladeó su cabeza y agarró con fuerza mi mandíbula clavando sus filosas uñas en mi piel.
Comenzó a hablar en un raro idioma, que por alguna razón que desconocía, yo podía entender.
—La historia se repite, has sido marcado. El último de los Millers debe caer.
—¡Mark! —me levanté agitado viendo a Ruby y Samuel, observándome asustados.
¿En qué momento pasamos a estar en mi habitación?
Un ardor en mis mejillas me hizo fruncir el ceño. Me levanté y corrí hacia el espejo observando las marcas de uñas ensangrentadas en mi mejilla.
★★★★★★★★★★★★★★★★
Hello.
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Quién es su personaje favorito?
¿Ya tienen algún ship?
¿Alguien les cae mal?
¿Les está gustando la historia?
¿Tienen teorías?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top