Capítulo 4: Las manos en el aire
Día de la fiesta:
—Parece que vas a un velorio —mencionó la rubia al ver a Rachel, vestía unas botas negras de tacón, una falda corta y ajustada, color negro y suéter de igual color. Su cabello anaranjado recogido en un moño mientras algunos mechones rebeldes caían frente a su rostro.
—Y tú que vas a un pícnic —miró con desagrado a la rubia que vestía una falda de vuelos morada y un abrigo del mismo color, zapatillas blancas y su cabello rubio suelto cayendo sobre sus hombros.
—Ya sabes que no me gustan las fiestas y aun así me hiciste venir.
—Bueno ya estás aquí —Rachel se encogió de hombros sonriendo—. No te quejes y disfruta la fiesta.
Ambas chicas se adentraron en la mansión Matsuura, el lugar estaba oscuro siendo alumbrado solo por unas cuantas luces de colores que danzaban por todo el citio. Los adolescentes bailaban y brincaban entre gritos y risas, Rachel enseguida se contagió con la música y empezó a mover sus caderas al ritmo de las melodías.
Laura vio a lo lejos a Mark y lo saludó agitando su mano mientras sonreía. El rubio les indicó algo a sus hermanos y corrió hacia donde estaban Laura y Rachel.
—Ey Lau —la abrazó sonriendo— ¿Vas a Lexie?
—Sí, ¿Tu igual? —la rubia frunció su ceño mirándolo.
—Se sientan a una mesa de por medio —informó Rachel volcando los ojos
—¿En serio?
—¿En serio?
Rachel miró incrédula a ambos rubios que la miraban sorprendidos.
—Voy a dar una vuelta, diviértanse —la de cabello anaranjado se alejó de los rubios. Avanzó entre la gran multitud de adolescentes que bailaban y fue hacia Chad
—Ey ojos azules.
Chad les sonrió a sus amigos indicándoles que volvía luego y se dirigió hacia Rachel, ambos avanzaron hasta una esquina oscura.
—¿Trajiste lo que te pedí? —Rach asintió mientras sacaba un paquetico blanco de entre sus senos.
—¿Y lo mío? —Chad sacó de su bolsillo varios billetes y luego de contarlos se los entregó—. Cuando quieras, ya tienes mi número —le guiñó el ojo sonriendo, guardo el dinero y se alejó del chico adentrándose en el tumulto de la fiesta.
Buscó a Laura por todos lados, pero entre tanta gente bailando, las luces de un lado a otro y la oscuridad, era bastante difícil hallarla. Se dirigió a la mesa de las bebidas y se bebió de un solo trago todo el vaso de ron, se sirvió más y se volvió a adentrar entre todos para bailar tranquilamente, esperando en algún momento volver a ver a Laura.
La canción "En el coche" de Aitana comenzó a sonar, todos gritaron y comenzaron a saltar, algunos entre tantos saltos derramaban bebidas encima de los demás, Rachel tenía el suéter mojado de alcohol y el cabello de sudor, prendió un cigarrillo y dio una profunda calada mientras movía sus caderas a ambos lados.
Adam se acercó a ella sonriendo mientras hacía una señal con sus dedos pidiendo del cigarro de Rachel, la chica asintió y guio ella misma el cigarro a la boca del contrario. Adam aspiró el humo, agarró a Sebas de la camisa y juntó sus labios pasándole el humo. El rubio se sonrojó mientras aspiraba el humo y lo dejaba salir por su nariz.
Cuando Animal farm de Bibi comenzó a sonar en el lugar, todo el ambiente cambió a uno más tranquilo y sensual. Adam sonrió coqueto mirando a la chica.
—¿Podemos unirnos?
—Claro, supongo que así será más divertido —Rachel le dio otra calada al cigarrillo y dejó salir el humo viendo como se perdía entre las luces y el viento.
Adam se colocó detrás de la chica y sostuvo sus caderas mientras esta bailaba contra él de forma sensual, moviendo su trasero contra la pelvis del pelinegro.
Sebas les miraba confundido con sus mejillas aún sonrojadas, Adam agarró al rubio por la camisa y lo juntó a la chica por el frente mientras susurraba muy cerca de los labios del contrario.
—Vamos a divertirnos, amigo —se alejó del rostro ajeno con una sonrisa coqueta y pasó su lengua por el cuello de la chica haciéndola suspirar, complacida, el rubio asintió y se movió al ritmo de la música rozando su miembro contra la pelvis de la chica.
Rachel llevó el cigarro hacia los labios del rubio, este lo aspiró y dejó salir el humo hacia los senos de la pelirroja, seguido de eso lamió su pálida piel subiendo hasta su cuello haciéndola jadear.
Los tres se movían al ritmo de la música, las manos de Adam acariciaban los muslos de Rachel subiendo hasta sus caderas y moviéndose contra ella con fuerza, restregándole su erección en el trasero. Sebas besaba el cuello de la pelirroja y masajeaba los senos de esta, la de cabellos naranjas se había vuelto jadeos y suspiros de placer entre ambos chicos.
Adam le quitó el cigarrillo y el vaso con ron a Rachel, echó el cigarrillo dentro del vaso, dejando que se apagara y poniéndolo en la mesa.
—Chad me enseñó donde quedan las habitaciones de invitados —el de ojos verdes sonrió coqueto—. Síganme —los tres chicos subieron las escaleras yendo hacia las habitaciones de invitados.
Rachel entró a la habitación de primera, Sebas iba detrás de ella, pero Adam lo detuvo agarrando su brazo y poniéndolo contra la pared. Su mano bajó hasta los pantalones del contrario.
—¿Qué pasa? ¿Por qué esto aún no levanta? —el rubio se sonrojó por sentir la mano de Adam palpando sus pantalones—. No puedes entrar allí con tu amiguito dormido —sonrió de lado—. Me veo obligado a ayudarte.
Adam puso al rubio de espalda, pegó su erección contra las nalgas del chico, metió su mano dentro de los pantalones de Sebas y comenzó a besar su cuello mientras su mano subía y bajaba por el miembro contrario a la vez que su propia erección se restregaba contra las nalgas del rubio.
Sebas no paraba de gemir entre los brazos del pelinegro. Adam mordió el lóbulo de la oreja del rubio soltando un gemido ronco al fingir una embestida contra el trasero de Sebastian.
—Así está mucho mejor —sacó la mano de dentro del pantalón del rubio al sentirlo completamente duro—. Bonita forma de reforzar nuestra amistad, amigo —le guiñó un ojo y entró a la habitación donde Rachel ya estaba desnuda esperándolos.
Adam se desvistió ante la atenta mirada de los otros dos y se sentó en la cama de frente a Rachel con las piernas abiertas, Sebas hizo lo mismo, pero por la espalda, levantaron a la chica sentándola en el medio de ambos, Sebas le dio una nalgada y escupió en su mano para comenzar a rozar sus dedos en el trasero de la chica para prepararla.
El de ojos verdes metió sus dedos a la boca de Rachel y comenzó a moverlos, fingiendo embestidas con ellos, provocando sonidos ahogados que no paraba de excitar a los dos chicos. Cuando estuvieron bien empapados en la saliva de la pelirroja, los retiró de su boca y comenzó rozarlos en la vagina de la chica, buscando prepararla con las embestidas de sus dedos.
Ambos chicos entraron a la vez en ambos agujeros de ella, haciéndola gritar y volcar los ojos. Comenzaron a embestir al mismo tiempo sacándole grandes gemidos, las manos de Sebas acariciaban los senos de Rachel mientras le besaba el cuello, Adam por su parte le estaba tocando el trasero al rubio mientras veía como este le besaba el cuello a la chica.
El pelinegro atrajo el rostro de Sebas y comenzó a besarlo usando su lengua para volver aquel beso más profundo, salvaje y excitante. Sebastian se dejó llevar encantado, jugueteando con sus lenguas y dándose mordidas traviesas, mientras las manos del pelinegro no paraban de tocarle el trasero al rubio.
Ambos aumentaron el ritmo de sus embestidas haciendo gemir a la chica, muy alto, mientras dejaba los ojos en blanco y recostaba su espalda al pecho de Sebastian.
(...)
Laura y Mark habían decidido sentarse juntos un poco apartados de los demás mientras bebían sus cócteles y reían juntos haciéndose cuentos y bromas, aprovechando de paso para contarse su día a día.
Ruby y Samuel llegaron hacia ellos, Samuel tenía la cara un poco roja mientras que Ruby lucía tan guapa y radiante como siempre.
—¿Podemos hablar? —preguntó Sam mirando a su hermano. Mark miró a Laura y Ruby entendió que él no quería dejar sola a su amiga
—Tranquilo, yo me quedo con ella —le aseguró Ruby con una sonrisa. Mark asintió y se puso de pie.
Sam sostuvo su mano y lo guio casi a rastras hacia el baño, al llegar, el castaño arrinconó al rubio contra una pared y comenzó a besarlo mientras con su mano derecha le apretaba el cuello, metió su lengua en la cavidad bucal de Mark intensificando el beso mientras comenzaba a moverse contra él rozando ambas erecciones haciéndoles gemir a ambos en el acto.
Mark se separó respirando agitado y le miró sorprendido.
—¿Estás borracho? —Samuel negó sonriendo.
—Tengo muchas ganas de ti Bibi —agarró el trasero del rubio para pegarse más y seguir besándolo y rozándose contra él.
Un chico entró al baño tambaleándose y ambos se separaron asustados. El borracho comenzó a reírse mirándolos y les señaló con la botella de ron.
—Samuel Dixon y Mark Dixon, comiéndose en el baño, eso es excitante. Espera ¿Ustedes no son hermanos? —frunció el ceño—. Da igual, inviten. —le agarró una nalga a Mark, Sam lo empujó enojado y golpeó con el puño cerrado el rostro del borracho haciéndolo caer al suelo.
—¡Sam! —Mark lo abrazó por detrás alejándolo de aquel borracho—. Ya déjalo así, Sammy. Vámonos a casa, ¿Sí? —Acarició el rostro del castaño, el cual le robo un corto beso y sonrió.
—¿Me dejarás dormir contigo? —preguntó con voz mimosa.
—Solo si prometes no quitarte la ropa mientras duermes, no quiero que nuestros padres entren de pronto y mal piensen todo —el castaño hizo puchero, no estando conforme con esa condición—. Solo así aceptaré Sam.
—Vale —suspiró y tomó la mano del rubio—. Vámonos a casa Bibi.
Cuando trataron de salir notaron que la puerta no cedía, trataron de forzar varias veces el pomo de la puerta, comenzando a desesperarse cuando notaron que esta parecía haber sido bloqueada desde fuera.
Eran los únicos que quedaban dentro del baño. Los grifos de agua se abrieron todos al mismo tiempo, comenzando a salir de estos un líquido rojo a toda presión.
Las luces se apagaron haciendo a Mark gritar por la impresión, mientras Sam le abrazaba por detrás tratando de protegerlo.
En medio de la oscuridad pudieron observar cómo unas letras rojas aparecían en los espejos frente a ellos hasta formar la palabra "Helheim".
Con las respiraciones agitadas y los corazones exaltados observaban sus reflejos en aquellos espejos manchados con esa palabra goteante de líquido rojo, rodeados de una inmensa y terrorífica oscuridad, sin poder salir de aquel citio.
[♣︎]
Los tres chicos se vestían en silencio, Rachel tomó la pastilla anticonceptiva y se la tomó, para luego tratar de arreglar un poco su cabello rojizo.
—No es bueno beber alcohol y medicamentos al mismo tiempo —comentó Sebas con voz suave y tímida. La pelirroja lo miró y se encogió de hombros restándole importancia.
Las luces se apagaron y los tres chicos miraron a todas partes confundidas.
—¿Qué sucede? —preguntó Sebas frunciendo su ceño y pasando su vista de Adam hacia la puerta y viceversa.
—Salgamos. Lo más seguro es que algún idiota esté haciendo una broma de mal gusto —Adam salió de primero, enfrentándose al oscuro pasillo.
Rachel y Sebas salieron detrás de él, un sonido chirriante al otro lado del pasillo les hizo entornar su mirada, pudiendo distinguir una sombra alta, con máscaras de cabra. Sostenía un hacha la cual arrastraba por el suelo mientras caminaba hacia ellos.
—¡Ey, tú! —gritó Rachel señalando a la alta figura—. Será mejor que te detengas cabrón. No estoy para juegos.
Pero no se detuvo, al contrario, avanzó más rápido hacia los chicos.
—Corran ¡Corran! —ante el grito de Adam todos comenzaron a correr en dirección contraria, siendo seguidos por aquella tenebrosa sombra.
Avanzaron de forma apresurada por los interminables y oscuros pasillos, Sebas tropezó y cayó al suelo, Adam volvió corriendo hacia él y lo ayudó a ponerse de pie.
El acha impactó en el suelo justo al lado de sus pies, ambos asustados miraron la aterradora sombra ir velozmente hacia ellos.
Adam agarró con fuerza la mano del rubio, entralazándola con la suya y echando a correr hasta alcanzar a la pelirroja.
Los tres se adentraron en el tumulto de adolescentes confundidos en medio de la pista.
Entre toda la oscuridad y el genterio consiguieron observar a Laura y Ruby.
Algo parecía alar los pies de Ruby mientras Laura la sostenía con fuerza y ambas gritaban asustadas.
Al no saber que era lo que la halaba, Adam prendió la linterna de su celular y apuntó hacia los pies de la chica.
Una sombra se desvaneció y Ruby fue liberada, abrazando a Laura mientras sollozaba asustada.
La electricidad se restauró y todos los presentes gritaron con fuerza, aterrados, mientras comenzaban a salir de la mansión Matsuura a toda prisa, empujando a todos a su paso, creando un total caos.
Rachel miró hacia arriba y tapó su boca sorprendida, retrocediendo hasta chocar con Sebastian.
Colgados del techo yacían los cuerpos sin vidas de tres estudiantes.
Laura se acercó a ellos sosteniendo de la mano a una temblorosa Ruby. Se abrazaron con Rachel sollozando, mientras Adam tomaba la mano de Sebas de forma sobre protectora.
—Mis hermanos. Tengo que encontrar a mis hermanos —la rubia miraba aterrada a los chicos muertos, preguntándose si sus hermanos habían terminado igual.
—¿Dónde están Sam y Mark? —Adam miró a la rubia, sus ojos verdes oscurecidos por la preocupación.
—Dijeron que irían al baño —avisó Laura.
Ruby echó a correr hacia el baño y los demás le siguieron preocupados.
Al llegar vieron a Chad golpeando la cerradura de la puerta, desesperado, el sudor hacía que sus rizos negros se pegaran a su frente.
Por debajo de la puerta salía un enorme charco de sangre.
Ruby comenzó a llorar temblorosa mientras Adam la sostenía. Rachel ayudó a Chad a abrir la puerta, al hacerlo Sam salió del lugar abrazando a un frágil y tembloroso Mark.
Ruby se soltó del pelinegro y corrió hacia sus hermanos, los tres jóvenes Dixons se abrazaron sollozando.
El suelo del baño estaba cubierto de la sangre que brotaba de los grifos de agua.
Los siete chicos se miraron aterrados sin saber en lo que estaban metidos.
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Hola. Me gustaría mucho saber que opinan del capítulo, de la historia, de los personajes, si tiene algún ship, quien les cae bien, quien les gusta, etc. 💜
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