15.
Mark viró su mirada desde el techo hacia el reloj despertador, suspirando con pesadez al ver la hora que marcaba: 3:17 a.m. Había estado toda la noche pensando y dándole mil vueltas al tema de Dongsook, y lo odiaba. Odiaba que su corazón haya latido con impaciencia y ansiedad al besarla, y la odiaba a ella.
El motivo de su odio no era nada más y nada menos que su sangre, pues era la misma que corría por las venas de su rival que escapó sin decirle nada.
Al principio, Mark no sabía que eran hermanos. Él pensaba que sólo era una coincidencia su parecido físico, y la odiaba porque le recordaba a aquél niño que siempre lo humillaba incluso sin saberlo en frente de toda la escuela. Mark, para lo único que servía, era para los deportes. Y gracias a ese demonio, ni siquiera podía destacar en ello.
Él había aguantado las burlas sobre su poco coeficiente intelectual y sobre sus notas bajas por parte de sus compañeros incluso en primaria. Luego de un tiempo, se dio cuenta de que había un área en donde todo le salía bien y donde la gente lo felicitaba: los deportes. Comenzó a esforzarse más en ello que en lo demás, y finalmente encontró la felicidad en lo que hacía.
Pero, entonces, aquél niño ingresó en la primaria. Cuando todo parecía que iba bien, él llegó para romperle todos los esquemas. Y es que, por más de que era dos años menor, el profesor de gimnasia lo adelantaba una clase ya que tenía una fuerza y velocidad mayor que los demás.
Y, debido a que Mark había entrado tarde al colegio, aquél niño y él tenían juntos la clase de gimnasia. El castaño comenzó a eclipsarlo, y las burlas por no poder hacer nada bien no tardaron en volver a llegar.
Mark comenzó a esforzarse todavía más, provocando que sus notas vayan en descenso, pero por fin superando a su rival. Cuando creyó que por fin había ganado, volvió a preocuparse por los estudios, logrando que el niño lo volviese a superar.
Y lo que más odiaba Mark era el que aquél niño ni siquiera tenía que esforzarse para llevar las mejores notas de su curso y superarlo en los deportes.
Finalmente, cuando él tenía 12, un accidente terrible le sucedió a Jaemin.
Estaban jugando a la pelota en la puerta de su casa, cuando por una patada demasiado fuerte de parte de Mark, la pelota rodó hasta la mitad de la acera. Jaemin, sin tomarse el tiempo de fijarse si algún auto se acercaba, corrió tras la bola.
Mark vió cómo, por su culpa, un auto lo arrollaba y se iba sin preocuparse por comprobar si Jaemin seguía vivo o no.
Por suerte, Jaemin llegó a tiempo al hospital. Luego de varias intervenciones quirúrgicas debido a una vértebra estallada y a un pulmón perforado, además de una leve contusión cerebral, Jaemin salió caminando de la última sesión de rehabilitación ocho meses después de haber sido ingresado al hospital. Debido a la culpa, Mark no se había separado de él en ningún momento, abandonando la escuela y perdiendo un año.
Al volver, no había rastro de Lee Donghyuck, su eterno rival. Sólo había una niña con el rostro parecido al de él, pero mucho, mucho más torpe.
Luego de pasar años odiándola, decidió buscar en el álbum escolar si había alguna pista de por qué su parecido, y finalmente descubrió que tenían el mismo apellido.
Fue entonces que se dio cuenta de que eran mellizos — recalquemos que el coeficiente intelectual de Mark nunca fue el mejor — y comenzó a odiarla todavía más.
Y, ahora, sin dudas la odiaría más.
...
— ¡Como atrape al imbécil que hizo esto, le cortaré el pene con unas tijeras de podar! — Exclamó Donghyuck a todo pulmón en el centro del salón, sintiendo la rabia correr por sus venas al encontrar sus apuntes del trabajo de biología hecho añicos dentro de su mochila.
¡Casi lo había terminado, y faltaban pocos días para entregarlo! A este paso reprobaría.
Donghyuck no se percató de la risa que Mark se esforzó en ahogar.
Pero Jaemin sí.
— ¿Has sido tú? — Preguntó Jaemin en un susurro, fingiendo una sonrisa divertida. Mark sólo asintió mientras tomaba un largo sorbo de su botella de agua.
La verdad, a Mark le importaba poco y nada aprobar esa materia.
— Cuando una hace cosas malas... — La voz de Iseul retumbó en el salón. — Cosas malas le pasan.
Donghyuck la ignoró olímpicamente.
— Se han peleado en serio, ¿Eh? — Soltó Mark, más para él mismo que para Jaemin.
— ¿Estás ignorándome? ¿Tan falsa era tu amistad? — Iseul sonó angustiada.
— ¿No escuchan el zumbar de una molesta y gran mosca? — Donghyuck habló al aire, entornando la mirada como si estuviese agudizando el oído.
— ¿Estás bromeando? — Chilló su ex amiga.
— Deberían fumigar... — Musitó Donghyuck, negando con el rostro.
— ¡Deja de ignorarme! — Gritó a todo a todo pulmón la otra muchacha, poniéndose de pie.
Donghyuck la miró con indiferencia.
— Oh, Iseul, ¿Desde cuándo estás aquí? — Sonrió con superioridad. — Debiste decir algo cuando llegaste.
— ¿La gorda y la coneja se van a pelear? — Ahora fue la voz de Danbi la que se escuchó. — Debo grabar esto.
— Danbi, hermosa, guarda ese teléfono en tu bolsillo si no quieres que te lo haga tragar. — Bramó Donghyuck.
— Disculpa, ¿Me estás hablando a mí? — Espetó incrédula ella.
— ¿Hay otra con ese nombre tan de puta en este salón? — Abrió sus brazos mostrando sus palmas, en un gesto de obviedad.
— ¡Te mataré, zorra! — Gritó Danbi, abalanzándose hacia Donghyuck.
— Inténtalo, perra. — Susurró Donghyuck para luego, tal y como el primer día, esquivar su ataque y que ella siguiera de largo.
Como consecuente, Danbi arremetió contra Iseul cayendo ambas al suelo.
— Vale, vale. — La voz de Jaemin se escuchó a la vez que aplaudía. — Al parecer les ha venido la regla a todas y están de mal humor. — Detuvo los aplausos una vez que estuvo en el centro del salón, captando la atención de todos. — Pero, por favor, eviten agarrarse de los pelos, quebrarse uñas y todas esas cosas de mujeres dentro del salón.
Su intención era molestar tanto a Danbi como a Donghyuck, y lo logró.
— Púdrete, Na Jaemin. — Gruñó Donghyuck, sentándose en un lugar alejado de Iseul.
— Gracias. — Jaemin sonrió ampliamente, volviendo a su lugar.
...
— ¡Juro que esas dos me matarán de amargura y rabia! — Chilló Donghyuck en su habitación, Jaemin a su lado intentando no partirse de risa.
— No les des importancia, Donghyuck. — Dijo. — Son una más idiota que la otra. Danbi alguna vez fue la más inteligente de su curso, pero al pasar los años se ha vuelto más y más burra. — Se recostó en el colchón de la cama vacía. — Ha repetido dos veces el curso.
— Son palabras muy fuertes para alguien que también ha repetido dos veces el curso. — Soltó Donghyuck sonriendo, poniéndose de lado en su cama para enfrentar a Jaemin.
Jaemin copió su acción.
— Te equivocas. Yo sólo he repetido un año, al igual que Mark. — Dijo con una sonrisa en su rostro.
— Da igual la cantidad de veces. — Donghyuck también sonrió. — Lo que cuenta es que lo has hecho al menos una vez.
Jaemin rió y dejó caer su cabeza hacia atrás, para luego apoyarla sobre la palma de su mano.
— ¿Y si te digo que he repetido por estar hospitalizado? — La expresión de Donghyuck cambió. — Además, Mark ha también repetido por faltar a clases para estar conmigo.
— Ya. — Soltó, no queriendo pero admitiendo haber perdido la discusión. Sin embargo, frunció el ceño. — Por algún motivo, no me dan los cálculos.
— ¿Qué cálculos? — Jaemin también esbozó una expresión de confusión.
— Si solo han repetido un año, ¿Por qué están dos atrasados? — Preguntó con mucha duda.
— ¡Ah, eso! — Jaemin volvió a reír. — Eso es porque hemos entrado un año tarde a la escuela.
Algo pareció hacer click en la cabeza de Donghyuck.
— ¿Entonces en la escuela siempre han estado sólo un año adelantados de mí y de mi hermana? — Preguntó, aún pensando.
Jaemin respondió que sí, desconfiando.
En la cabeza de Donghyuck comenzó a repetirse aquél párrafo de aquellas fichas que su hermana le había entregado para conocer mejor a con quienes estaría viviendo por tres meses.
"...También fue al mismo internado primario que nosotros. Iba sólo un año adelantado, y era el mejor en los deportes en su curso. Tengo entendido que tenía un rival un año menor, pero sinceramente no sé quién es, ni me importa. Es el mejor amigo de Jaemin..."
Si lo que Jaemin decía era cierto, y su memoria sobre él mismo teniendo también un rival un curso más adelantado no le fallaba, entonces Dongsook no había querido poner que el rival de Mark era un año menor sino un curso menor, y ese famoso rival de Mark era Donghyuck. Y, el de Donghyuck, era Mark.
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