Gemelos Wang
(Hice un video con canciones para oír mientras se lee el one shot. Está en la parte de arriba)
Los gemelos Wang nacieron en una ciudad campestre de China, sus padres murieron cuando eran pequeños y fueron adoptados por el único familiar que les quedaba, ese era su tío, que no era ni más ni menos que el líder de la mafia de Shanghái. Él los crió y entrenó dentro de ese mundo, ahora, a sus 22 años ocupaban su tiempo haciendo pequeños trabajos para él; robo de cajeros automáticos, hurto de autos de elite y venta de droga en los clubes nocturnos.
Wang Yibo llevaba el cabello castaño y corto, era alto y delgado, masculino y muy seguro de sí mismo, con ojos fríos y una mirada severa. No reía fácilmente y hablaba solo cuando era necesario, gastaba su saliva solo con quien lo valía, no tenía tiempo para desperdiciar con inútiles que se acercaban a él solo para adularlo.
John era el otro gemelo, no era su nombre de nacimiento pero le gustaba que lo llamasen así. Su cabello era rubio y vestía como una chica. A diferencia de su hermano tenía una personalidad más desinhibida, su mirada era más suave y su sonrisa relucía cuando conversaba.
Su tío les había encomendado un trabajo; era algo fácil, robarían un cajero automático, era una de las tantas pruebas que ese hombre les ponía, ellos querían algo de diversión de vez en cuando, estas tareas que les daba eran pan comido, no había demasiados riesgos ni aventuras. Hartos de ser subestimados estaban planeando tomar el liderazgo muy pronto, sin esperar la aprobación de nadie.
💰🔫🎭
Una camioneta negra aparcó marcha atrás frente a un cajero automático, enseguida la puerta de atrás se abrió y John fue quien descendió, vestía una minifalda negra y un top verde camuflado, al final de sus piernas tenía unas botas negras contrastando con el blanco de su piel. Llevaba un rifle cargado con balas de salva, que disparó hacia la puerta de vidrio del cajero partiéndolo en pedazos.
Wang Yibo bajó desde el asiento del conductor y se acercó al cajero automático con un caminar firme y sereno mientras colocaba en la cintura de su pantalón una pistola.
Se detuvo frente a la puerta casi destruida y la pateó, haciendo caer los restos de vidrio que permanecían unidos a los lados.
John llegó junto a él trayendo los explosivos para liberar el cajero de la pared, Yibo entró primero y su calma se deshizo cuando notó a otra persona que se escondía a simple vista en una esquina del cajero, era un hombre joven que temblaba de miedo, su mochila y billetera estaban a su lado, abiertas.
Yibo se acercó, recogió la billetera y se la guardó en el bolsillo de su pantalón, quiso detener a su hermano antes de que entrara pero John no le obedeció.
Yibo se acercó al joven y lo tocó en el hombro.
—¿Estás bien?
El joven no le respondió y ocultó el rostro entres sus manos.
—¡Yibo, sácalo de aquí! —habló impaciente John que quería terminar con ese trabajo de principiante de una vez.
Yibo le habló nuevamente.
—Tienes que salir de aquí, el cajero te lastimará si no sales a tiempo —dijo con la voz más amable que pudo usar, no se acercaba para nada a una voz amistosa pero al menos lo intentó.
—Vaya con mi hermano —dijo John mientras colocaba los explosivos.
Cuando terminó le habló a Yibo.
—¡Vamos! Tenemos menos de dos minutos. ¡Yibo, ¿qué haces?!
Yibo miraba al joven que seguía temblando.
John era amable, pero estaban robando y no podía dejarse atrapar o lastimar por la explosión. Se acercó al joven y le apartó las manos del rostro con la intención de ayudarlo a pararse y sacarlo de ahí.
Cuando le descubrió el rostro, los gemelos observaron una belleza singular; el joven tenía el cabello oscuro peinado hacia adelante casi cubriendo sus ojos, que eran marrones y con una mirada cristalina, su bello rostro simétrico tenía una pequeña nariz que le daba un toque de inocencia, y una boca con el detalle de un punto negro bajo su labio inferior, lo que le sumaba un gran atractivo, era un pecado que los gemelos cometerían mil veces sobre esa boca.
Él los estaba mirando, primero a uno y luego al otro, no había esperado ver unos ladrones así.
—¡No me hagan daño! Ahí está mi dinero —les dijo mirando el dinero que se le había caído al suelo.
—No queremos su dinero —le dijo John y miró con detenimiento al joven hombre en el suelo que los miraba suplicando.
John se acercó a su hermano y le habló al oído: —Llevémoslo con nosotros —dijo y le sonrió con complicidad y picardía.
Wang Yibo asintió y recogió la mochila del joven, se la colgó del hombro y luego lo ayudó a ponerse de pie sacándolo del lugar.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó.
—X... Xi... Xiao Zhan —dijo él.
Yibo lo llevaba sosteniéndolo de la muñeca en un firme agarre. Algo que no era necesario porque Xiao Zhan no estaba considerando huir, esos hombres llevaban armas, y pensaba que en menos de dos segundos podrían atravesarlo con una bala.
Yibo no estaba midiendo su fuerza y apretaba demasiado la muñeca de Xiao Zhan, él hizo un quejido de dolor que fue directo a las partes bajas de Yibo.
Yibo enseguida le soltó la muñeca como si se hubiera quemado.
—Dame tus manos... Xiao Zhan —dijo cuando llegaron a la camioneta.
Xiao Zhan extendió sus manos y Yibo las ató con una cuerda.
—Ahora sube... —le ordenó, aunque quiso ser amable— Por, favor.
Xiao Zhan no habló e hizo lo que le pedía. Subió a la parte de atrás de la camioneta y se quedó sentado ahí, no tuvo tiempo de decir nada porque Yibo enseguida cerró la puerta y lo dejó solo.
Sin perder más tiempo, los gemelos Wang extrajeron la caja que contenía el dinero, luego la ataron y cincharon de ella usando la camioneta. El vehículo derrapó por la fuerza ejercida haciendo que Xiao Zhan, que estaba de manos atadas, no pudiera sostenerse y cayera de espaldas, provocando que su remera se subiera para exponer la piel de su abdomen color canela.
Con la caja en su poder, los gemelos volvieron a abrir las puertas de la camioneta para elevarla con una máquina que tenían ahí.
No esperaban encontrarse con esa escena tan tentadora, tragaron saliva y se miraron sabiendo lo que estaban pensando. Pero no podían distraerse, la policía estaba comprada por su tío, pero igualmente alguien llegaría pronto a hacerles frente, debían trabajar rápido.
Continuaron con lo que habían ido a hacer, ignorando contra su voluntad al joven que yacía en el suelo de la camioneta y que no se había esforzado en sentarse, pero que los miraba, estudiándolos.
Yibo estaba cerrando las puertas cuando John anunció sonriendo: —Yo iré con él.
Yibo apretó el puño y luego golpeó la puerta metálica haciéndole una hendidura y provocando un fuerte sonido, no podía negarse ya que él era el que conducía. Antes de cerrar las puertas, su hermano le agradeció con una amplia sonrisa.
Cuando estuvieron a solas, John se acercó a Xiao Zhan para ayudarlo a sentarse y le habló.
—Discúlpalo por eso. Él reacciona de mala manera pero no es malo. Así que... ¿qué le trae por aquí?
Xiao Zhan lo miró con incredulidad. ¿Era idiota?
—Yo... vine a buscar dinero. ¿Qué te parece?
—No se preocupe por eso, nosotros tenemos.
—No necesito su dinero. Déjame ir, por favor.
—¿Rechaza el dinero que ganamos con nuestro esfuerzo? ¡Que descortés es usted! —dijo John ofendido.
—No le diré nada a la policía.
—¿Policía? Nosotros compramos a la policía. Sobre lo de dejarlo ir, debo hablarlo con mi hermano, somos una Sociedad y no puedo decidir por él. ¿Sabe? Nosotros nunca hacemos esto.
—¿Qué cosa?
—Secuestros jijiji —se rió John cubriendo su boca.
Xiao Zhan cerró los ojos pidiéndole paciencia a los dioses. Respiró hondo y habló.
—¿Qué te puedo ofrecer para que me dejes ir?
—¡Ohh! Usted es inteligente. ¿Cuál es su nombre?
—Xiao Zhan.
Cuánto más hablaba con este joven y más lo observaba, Xiao Zhan obtenía una perspectiva de lo que ocurría, el chico frente a él era inofensivo y algo tonto, extraño y a la vez llamativo, y aunque vistiera con ropas de mujer su masculinidad estaba presente a los ojos y gustos de Xiao Zhan. Su rostro era muy atractivo y también su cuerpo. Le miró las piernas y recorrió con sus ojos hasta donde estaba la minifalda, también miró sus brazos que no eran totalmente delgados, tenía músculos, una combinación muy interesante.
—¿Y tú? —dijo Xiao Zhan preguntándole su nombre.
—John, y mi hermano es Wang Yibo, somos gemelos.
Xiao Zhan cerró los ojos y se golpeó mentalmente la frente.
—Es evidente... ¿Tu hermano es el mayor?
—Sí, por unos minutos, ¿eso es importante para ti, por qué lo nombras? —dijo John sintiéndose celoso.
—Yo... yo, lo siento —dijo Xiao Zhan fingiéndose inocente.
—Está bien, disculpa mi arrebato. No sé qué me pasó —dijo John y le regaló una amplia sonrisa queriendo calmarlo, o calmarse él.
—Tienes una sonrisa muy hermosa —dijo Xiao Zhan con sinceridad.
—¡Zhan Ge!... ¿Eso es una insinuación? No puedo tocarte a menos que mi hermano lo apruebe, nosotros siempre compartimos —dijo John acercando su rostro a Xiao Zhan, hablándole muy cerca.
—¿Comparten? ¿Qué comparten? —dijo Xiao Zhan mirándolo con desafío.
—Todo —dijo John riendo y peinó su rubio cabello con sus dedos.
—¿Así que si quiero que me liberen tendría que pagarle a los dos? ¿No puedes tener más que él? —dijo Xiao Zhan en un susurro haciendo que John se acercara más.
—No. Es lo mismo para los dos —dijo John con la respiración entrecortada— Zhan Ge, ¿quieres que te dejemos ir? ¿O quieres pagar? Antes... necesito la aprobación de mi hermano.
Xiao Zhan se estaba cansando.
—¡¡¡Necesitas mi aprobación, no la suya!!! —gritó con enojo.
John se congeló en el sitio y su sonrisa se borró, el que este hombre le hablara así removió algo dentro de él, esa voz autoritaria y masculina lo excitó y se rindió ante eso. Para John, Xiao Zhan había dejado de ser un joven temeroso, ahora lo estaba mirando con unos ojos furiosos y un rostro tan digno de adoración. ¿Podría ser alguna clase de Dios?
—Zhan Ge, ¿me da sus manos para que lo desate?
Xiao Zhan acercó las manos y John cortó la cuerda, justo en ese momento la camioneta se detuvo y segundos después las puertas se abrieron.
La luz invadió el espacio y Wang Yibo miró dentro.
Xiao Zhan estaba muy cerca de John, el rostro de John estaba sonrojado y su falda se había levantado más allá de los muslos. Ambos miraron a Yibo, y Yibo no dijo nada pero quería golpear la puerta de nuevo, no lo hizo porque su mano le dolía por la vez anterior.
Unos hombres se acercaron para bajar la caja y se la llevaron para abrirla, pero ese era el asunto menos importante en ese momento para los tres.
Yibo caminó hacia una mesa cercana para tomar unas esposas y regresó a la camioneta.
—Bájalo —dijo y esposó a Xiao Zhan a la camioneta.
Xiao Zhan forcejeó para evitarlo pero no pudo dominar a este hermano, así que solo lo miró con ojos de animalito abandonado queriendo llegar a él.
Wang Yibo fue más fuerte que su hermano y resistió. Pero solo un poco más. Se alejó evitando que los oyera y habló con John.
—¿Le hiciste algo?
—No. Zhan Ge está en perfectas condiciones.
—¿Zhan Ge?
—Así me gusta decirle. A él no le molestó.
—¿Por qué le hablas con tanta cercanía?
John movió su mano en el aire y se llevó el índice a la boca en un modo que lo hacía ver pensativo y coqueto a la vez, y dijo: —Ahh. Prueba tú llamarlo así.
Yibo ignoró eso pero igual lo consideró.
—¿Qué hacían hace un momento?
—Nada. Hablábamos sobre el asunto de... compartirlo contigo. ¿Qué opinas?
—¿Él está de acuerdo? —dijo Yibo emocionado.
—No lo dijo claramente pero, creo que... —dijo John y miró a Xiao Zhan que los miraba esperando que acabaran su conversación— Yibo, creo que puede ser un dominante, ¡será mi Dios! —John le sonrió a su hermano.
—¿Con esa mirada? Yo lo veo como sumiso —Yibo observó la mirada que quería desafiarlo pero que en él no tenía efecto, sino que deseaba dominar a Xiao Zhan con todo su ser.
—Tal vez sea las dos cosas, ¿versátil? ¿O pasivo-dominante? ¡Qué complicado! Solo lo sabremos cuando lo probemos —dijo John riendo.
Yibo se cruzó de brazos, suspiró y miró a Xiao Zhan.
—Deberíamos liberarlo y dejar que él nos busque —dijo y tocó el hombro de su hermano con complicidad.
—O podemos buscarlo nosotros —dijo John muy entusiasmado por la idea.
Yibo seguía mirando a Xiao Zhan, y Xiao Zhan a él, este hombre tenía los ojos fijos en su persona. Yibo no sabía qué pretendía. ¿Quería seducirlo o maldecirlo? Sin apartar la mirada caminó hacia él.
—Xiao Zhan, lamento todo esto, te dejaremos ir. ¿Podemos llevarte a tu casa? —Yibo le sostuvo las manos más tiempo del necesario, luego lo liberó de las esposas y le entregó la mochila y la billetera que le había sacado antes.
Xiao Zhan no sabía lo que había esperado, pero no eso.
—Gracias, Wang Yibo.
El que lo llamara por su nombre le dio esperanzas a Yibo, aunque no demostró nada.
—Llévenme a mi casa, entonces.
Xiao Zhan conocía los posibles peligros de lo que estaba pidiendo, si estos gemelos sabían dónde vivía se arriesgaba a que volvieran por él, y eso más que asustarlo, lo intrigaba profundamente.
🎭💵💰
Xiao Zhan fue llevado a su casa sin sufrir ningún maltrato por parte de sus captores. Su vida regresó a la normalidad luego del incidente, pero no pasaron muchos días cuando encontró un sobre negro en el buzón. El sobre tenía dinero; y entre ese dinero había un papel rojo recortado en forma de corazón, y en ese corazón, un punto negro tal como el que tenía en su boca. Xiao Zhan alzó la mano y con lentitud la llevó al sitio donde estaba el lunar bajo su labio, y sonrió.
Varios minutos después de recibir el sobre, su celular sonó con un mensaje de un número desconocido.
«Zhan Ge, pasaremos por ti a las 22, ponte algo lindo» J y Y 😙😍❤.
Xiao Zhan se sentía algo confuso, levemente temeroso y bastante emocionado.
Apoyó la frente en una pared e inhaló profundamente, se puso el abrigo, luego tomó sus llaves y salió a comprar algo nuevo para vestir cuando los gemelos pasaran por él.
❤.
🎭🎭🎭
Espero que les haya entretenido aunque sea un poco.
🐇
😄¡Gracias por leer!
#Jo
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