⚠No es necesario leer este capítulo⚠

⚠Cuando se narra, los mareos de Meli aún no suceden⚠

Maykel.

Estoy claro que la imagen que perciben todos de mí no es la mejor ni la más correcta.

Suelo vivir rodeado de personas que conocen de mí lo que yo quiero que conozcan. Si me preguntan, ni yo mismo sé quién soy.

La mayoría diría que soy un chico amigable, extrovertido, promiscuo, perro, fiestero... Y es verdad, lo soy. Pero algunas veces también me gustaría que conocieran otra versión de mí. Una menos escandalosa o vergonzosa.

He estado con muchas personas a lo largo de mis diecisiete años. Tengo una vida sexual y social muy activa, lo sé. Todos lo saben. Realmente no tengo justificación para ello, hago lo que quiero y estoy con quien quiero. Bueno... Estoy con quien puedo, la persona que quiero siente asco por mí.

Cuando inicié mi vida sexual, pensé que todo sería como en los libros que lee mi mami. Pensé que si estaba con más personas, tendría más experiencia y más atención de los demás. Así fue, solo que cuando se es reconocido en algo, te forman una reputación y la mía es esa que hace babear a docenas, pero no a la persona que yo quiero impresionar.

Soy Maykel Uddin, tengo diecisiete años y soy considerado uno de los chicos más guapos del instituto Artois. Mis ojos verdes, mi cabello negro y mi personalidad arrogante han hecho temblar a la mayoría de los estudiantes (e incluso profesores). Soy capaz de conquistar a todo aquel que me propongo, menos a Mili Valentine Wilson; la única persona que me ha rechazado después de haber estado conmigo.

La razón de su odio irracional hacia mí, es que detesta haber sido una más del montón. Nuestra noche juntos fue la cosa más extraña e inesperada que me pasó en toda mi vida: lo hicimos estando borrachos.

Aún tengo pequeños recuerdos de ella y yo. Su mirada llena de timidez, su cabeza echada hacia atrás con cada gemido, sus labios tocando los míos. Fue un encuentro muy largo y bastante doloroso para ella. No, no me odia porque fui su primera vez y casi no recuerda nada; me odia porque una semana después de eso, me acosté con otra chica.

No voy a negar que me gusta. Todos lo saben, ella lo sabe, yo lo sé. Me gusta muchísimo y por eso odio saber que hace de todo para recordarme que no siente lo mismo por mí. Que no quiere repetir, que se arrepiente, que siente asco.

No la puedo culpar por eso, después de hacerlo con alguien, siento lo mismo hacia mí. Me da asco la manera en la que estoy llevando mi vida.

Respiro hondo y tomo un buen trago de cerveza. Frente a mí se encuentra Mili hablando con un chico que no sé quién rayos es. Llegó hace una hora y no se le ha despegado ni un segundo. No tiene nada de atractivo comparado conmigo, ¿qué le ve? Ya lo odio y ni siquiera lo conozco.

Ambos ríen y hablan sin parar. Parecen muy cercanos y eso me irrita el triple. Mili nunca está con nadie, siempre está sola o acompañada de Maya, pero no con un chico. Su vida profesional no le deja tiempo para nada, apenas y bebe en las fiestas porque siempre está viajando o trabajando. Él debe ser muy importante. ¿Le gustará?

Sí, lo acepto. Me gusta y estoy celoso. ¿Cómo se supone que debo actuar? Ella es la única persona que me ha interesado realmente. He estado con muchas chicas y chicos, pero ella fue diferente para mí. Sigo creyendo que me hizo un amarre.

—Lo siento —la voz de un chico me saca de mis pensamientos. Observo detenidamente a Niels cuando recoge el vaso de plástico y se levanta con rapidez.

El arquero del equipo de fútbol siempre me ha parecido uno de los chicos más atractivos que tiene en instituto. Nunca he entendido su personalidad tímida, con ese cuerpo y esa cara podría pasar por encima de todos sin recibir una sola queja, ¿qué hace que sea tan inseguro? Sé que tener como padre al entrenador debe ser una tortura, pero sinceramente me parece anormal que alguien con ese físico y esa inteligencia sea tan... Él.

—No te preocupes —le sonrío, detallando de cerca su cara.

Lo que más me gusta de él es el lunar que está sobre su labio superior. Su cabello ondulado también es muy lindo y le da un aspecto relajado. Sí, sin duda es un chico atractivo. ¿Por qué no tiene novia? Si no supiera que es hetero y que Alex me asesinaría si me metiese con un chico de su equipo, le caería sin ningún problema. Pero no, mi amigo me amenazó hace un año con meterse con Mili si volvía a dirigirle la palabra y nadie quiere ser enemigo de Alex.

— ¿Cómo te sientes? He escuchado que los entrenamientos están más fuertes que nunca... —lo sigo cuando comienza a caminar hacia la mesa de aperitivos.

No le estoy coqueteando, estoy hablando en plan de amigos. Tampoco es como si fuese una máquina de sexo.

—Es difícil mantener el ritmo, pero una vez que te acostumbras, lo logras acoplar a tu rutina —asiento lentamente y sonrío cuando él se sirve agua. Parece un niño.

— ¿No beberás algo más fuerte?

—Mi papá no me deja —su rostro es inexpresivo, tampoco me mira a los ojos —. Mañana es viernes, tampoco puedes beber mucho.

—Lo sé, pero un vaso no te hará nada —le quito su vaso y echo el agua hacia un lado —. Bebe esto, te aseguro que después me lo agradecerás —le sirvo tres dedos de vodka de la botella que trajo Gael.

Niels duda durante varios segundos, pero después de encontrarse con mi mirada alentadora, suspira, tomando un pequeño sorbo.

— ¿Lo ves? Sabe rico, ¿a que sí?

— ¿Qué sabe rico? —dejo de sonreír al escuchar esa voz.

Ya me mató.

—El vodka... Estamos hablando del vodka, ¿verdad, Niels? Solo es vodka —busco apoyo en el chico y este asiente, observándome extrañado.

—Pensé que no querías beber —por suerte Alex no se concentra en mí, toda su atención se dirige hacia el arquero de su equipo.

¿Desde cuándo pierde una oportunidad para atacar a alguien? ¿Desde cuándo se preocupa por sus invitados? ¿Desde cuándo se lleva tan bien con Niels?

—Solo es un vaso —el chico responde, encogiéndose de hombros.

—Haz lo que te dé la gana—la tensión surge de inmediato devolviéndome a la realidad. Ahí está el Alex que yo conozco.

Niels y yo quedamos solos de nuevo, solo que esta vez con un silencio incómodo de por medio. ¿Soy yo o estos dos están peleados? No entiendo nada, ¿por qué ahora parecen distantes? No entiendo un carajo.

— ¿Todo bien? —le pregunto a Niels, pero dejo de escucharlo cuando veo a Mili caminar hacia la cocina. Está sola.

¡Por fin!

La sigo de inmediato y me adentro a la casa en busca de mi castigo. Me gusta decirle así porque la considero eso; un castigo. Desde que estuvimos juntos no dejo de pensar que ella es mi karma.

Sonrío cuando la encuentro de espaldas. Está completamente sola y se encuentra lavando algunos vasos que supongo ella y su amiguito utilizaron. ¿Qué estará pensando? Porque yo solo estoy pensando en ella.

— ¿No te han dicho que espiar es malo? —su pregunta me hace salir de mi escondite.

No sé cómo lo hace, es la única persona que me escucha o percibe. Suelo ser muy sigiloso y hábil, ese es mi poder.

—No estaba espiando, te estaba viendo el trasero.

—Imbécil —ella solo pone los ojos en blanco, sacudiéndose las manos —. ¿No tienes algo más interesante que hacer? Te vi muy concentrado en ese chico.

— ¿En Niels? No, gracias. Quiero vivir.

Ella murmura un "lo que digas", e intenta pasar por mi lado. Pero obviamente no la dejo, no pierdo mi oportunidad para acorralarla y acercarme por completo, esperando una bofetada de su parte.

—Quítate —su voz no demuestra ni una pizca de nervios. Eso es lo que más me molesta.

— ¿Y si no quiero? —pregunto, acercándome a sus labios.

—Maykel, tú y yo sabemos que no te conviene retarme —humedezco mis labios cuando ella sonríe, cruzando sus brazos alrededor de mi cuello.

—Y tú y yo sabemos que no te conviene provocarme... —intento rozar nuestros labios, pero con un movimiento rápido ella logra hacerme una llave, dejándome boca abajo contra la encimera.

Jadeo contra el mármol y me trago mis quejidos de dolor. ¿Está loca? ¿Cuándo aprendió a hacer eso?

— ¿Lo ves? No es tan divertido cuando no tienes el control, ¿verdad? —Ella ríe, provocando, sin darse cuenta, que mi interés aumente el triple —. ¿Ya dejarás de espiarme y observarme? En serio, Maykel, tienes que aprender a ser un poco menos obvio. Das lástima.

Deja de sujetarme y se va, tarareando la canción que se escucha a la lejanía.

Durante varios minutos yo me quedo en la misma posición, sin saber qué decir o qué pensar.

Sin duda me siento desilusionado y más que eso, me siento como un idiota. Ella ya sabía que la estaba viendo y por eso hizo toda la escena con ese chico. Seguramente lo estaba haciendo apropósito y lo que más me molesta es que yo caí como un idiota en su juego.

¿Desde cuándo me dejo manipular tan fácil? Mili es un demonio.

Salgo de la cocina en busca de mi dignidad, pero me quedo petrificado al encontrarme con dos figuras escondidas en las sombras. Fuerzo mi vista y observo con más atención confundiéndome mucho más, ¿Alex?

No eso no es lo sorprendente: está con Niels.

Me escondo antes de que alguno de ellos pueda verme y presiono a mis oídos que solo escuchan jadeos y uno que otro... No.

Es Alex. Podría pensar todo de él, menos eso.

A Alex le gusta Jennie, es muy obvio.

—Vamos a la habitación por nuestras cosas —la voz de Alex suena como una orden, yo solo veo como se separan y caminan hacia las escaleras que están en la sala.

¿Alex y Niels? Nah, no lo creo. Ya me estoy volviendo loco.

Sigo mi camino y me detengo antes de cruzar el umbral de la puerta. Justo delante de las escaleras, se encuentran Mili, Maya y el amigo de Mili. Los tres ríen y bromean entre ellos, pero lo que más me llama la atención es la manera en la que Maya los trata a ambos: como si fueran de todo menos ligues.

— ¿Por qué son tan parecidos? Parecen mellizos —la ojiazul observa a su mejor amiga, que simplemente se encoje de hombros —. En serio, da miedo. ¿Me juran que son primos?

Mi sonrisa no puede ser más grande.

Si es su primo estoy seguro de que hizo todo esto para ponerme celoso. Si su intención era ponerme celoso, lo logró, pero eso no es lo que importa; ella está haciendo todo esto para provocarme y eso solo quiere decir que quiere llamar mi atención. Eso quiere decir que le importo y que tiene interés en mí.

Eso me recuerda que tengo que dejar de ser tan idiota y tan obvio.

Si Mili Valentine quiere jugar sucio, la haré suplicarme que pare el juego.

...

POR AHÍ VIENE EL PRÓXIMO CAPÍTULO, NO SE VAYAN 🥶

¡Espero que les haya gustado! Pronto traeré algunos extras de los demás chicos del grupo, (Gael, Josh, Félix, etc). 

Según ustedes, ¿quien creen que será el primero en descubrir el romance Nielex/Aniels? 

¿Qué opinan de la relación entre Mili y Maykel? 

Con mucho amor y un beso en la boca.

—Nepasavoir.