EXTRA - Jennie
Aclaración: No es obligatorio leerlo, es contenido de relleno para conocer más a los personajes secundarios.
Dedicado Noemy Martínez.
Jennie.
En un mundo paralelo, diferente o, quizá, en un multiverso, yo sería la protagonista de una bonita historia.
No una historia con un final triste o realista, sino una historia romántica, perfecta y con un final feliz. Un final en el que el chico del que estoy enamorada me ama tanto como yo lo amo a él. Un mundo en donde mis sentimientos son correspondidos.
Nunca he sido grosera o una mala persona. Nunca he sido mala hija, mala amiga o algo por lo cual no merezca lo que quiero. Soy y me considero una chica buena. Una de esas chicas que con su dulzura logran conquistar al chico malo.
Un chico como Alex es muy difícil de ignorar. No solo físicamente, (físicamente se ve como un dios), hablo de su personalidad. Aunque para muchos es grosera, tosca, complicada y difícil... Yo sé que hay algo más en él, mucho mejor que todo eso. Bondad, humildad, (oculta tras ese infinito ego), sentimientos. Sé que tras esa coraza fría y difícil de traspasar se esconde un chico por el que vale la pena estar enamorada. Un chico que, sí, tal vez sea un bruto la mayor parte del tiempo, pero un chico que desde el primer momento me trató como a una persona con pensamientos y no a una niña tonta, aburrida o invisible.
Alex se podría describir como la persona más arrasadora que podrías conocer. También la más misteriosa e incluso la más extraña. Da miedo su comportamiento, claro está, pero te dejas dominar tanto por sus encantos que, cuando te das cuenta, ya estás atrapada en su enredada y complicada personalidad, (muy difícil de esquivar). Una vez que lo conoces, solo quieres descubrir todo lo que pasa por su mente y, sobre todo, quieres ser parte de lo que hay en ella.
Mi sueño frustrado es él. Mi sueño constante es ser parte de su vida, estar dentro de su corazón y ser digna de su atención. No como amiga, como novia.
Sé que hay muchas chicas mejores que yo detrás de él. Sé que hay muchas chicas deseando ese puesto y un poco de su atención, pero tengo una única ventaja y es que él a mí sí me deja acercarme.
También hay algo más... Soy parte de su círculo social y eso ayuda, ¿no? Realmente estoy pensando incoherencias porque tengo sueño. Normalmente esto solo lo escribo en mi diario.
— ¡Pero miren a quién tenemos aquí! Si es Perrenni —las risas femeninas aumentan, pero yo solo ignoro el insulto. Desde que Alex aceptó hablar conmigo por privado el otro día, soy el centro de burlas de todas sus seguidoras —. ¿Por qué me ignoras? —Gaby golpea mi casillero justo cuando me doy la vuelta, eso me hace pegar un brinco —. Si yo te hablo, tú respondes, ¿me oyes?
—Lo siento...—agacho la mirada, aterrada. No ayuda mucho mi personalidad tímida y el hecho de que ella y sus amigas animadoras se vean tan amenazantes. Cuando estoy sola, siempre aprovechan para atacarme en grupo.
— ¿Lo sientes? —ella ríe, mascando su chicle de menta —. ¿Qué sientes, Perrenni? —intento dar un paso hacia un lado, pero su mano viaja más rápido empujándome contra el metal —. Tú no te vas hasta que dejemos algunas cosas claras.
Mi corazón bombardea con más fuerza cuando ella y sus compañeras ríen, perversamente. Una de ellas le pasa un vaso de merengada y la capitana solo me observa con una mirada de absoluto odio.
—Que tú seas amiga de Alex, no quiere decir que tengas más posibilidades con él, ¿estamos? —su hermosa y perfecta cara se acerca más de la cuenta, como intentando demostrar su control —. ¿Estamos? —asiento, consciente de que sus palabras tienen algo de razón y es que sí, yo no tengo ninguna posibilidad con Alex —. Que Alex no te haya humillado, no quiere decir que te haya aceptado. Lo sabemos todo y escucha atentamente, Jennie; nunca serás suficiente para él —lo último lo dice en un susurro, muy cerca de mi oído —. Por último, te dejaré muy claro que Alex Crild es mío. No te quiero cerca de él y tampoco quiero que le digas nada de esto o... —mis ojos se llenan de lágrimas cuando el líquido verdoso es derramado sobre mi cabello, ropa y zapatos —... Te lo aseguro, Perrenni, esto es poco para lo que yo y todas aquí te haremos.
Su sonrisa de suficiencia es acompañada de un toque de satisfacción cuando yo solo lloro sin importar el momento. Así soy yo, lloro mucho y por todo, por esa razón siempre me trataron de tonta en el colegio. Por esa razón siempre fui el blanco del bullying a la hora de someter a alguien.
— ¡Uy! Es mejor que vayas a casa. Es un batido verde y me han dicho que luego de un rato... Apesta —todas sus compañeras ríen y se marchan, hablando de mí.
Mi cerebro tarda en reaccionar. Me siento demasiado sensible y apenas quedo sola, exploto en un incontrolable llanto. Me siento humillada, pisoteada y sola. Desde hace un mes Meli comenzó a irse más temprano y a llegar más tarde. Desde hace un mes ya no cuento con mi mejor amiga y la mayor parte del tiempo la paso así, sola.
Seco mis lágrimas intentando dejar de ser tan tonta, pero no puedo. No hay nadie en los pasillos, todos se fueron hace dos horas y yo tenía que terminar de editar un artículo del periódico escolar. Supongo que la directora también se fue y no quiero hablar del personal de servicio. Estoy sola y como era de esperarse, las animadoras y los jugadores se quedaron para entrenar y esas cosas.
¿Cómo no lo pensé? Era obvio que ella vendría por su presa favorita apenas terminara de practicar.
Las lágrimas no dejan de salir de mis ojos, pero con todo y mi descontrolado llanto camino hasta el baño femenino más cercano.
El batido se desliza por mi cabello, ropa, zapatos y cae al suelo. No hago ni digo nada, solo me observo en el espejo sintiéndome más tonta y humillada que de costumbre. ¿Por qué dejo que me hagan esto?
Tomo algunas servilletas de mi bolso, limpiando lo más que puedo y mojo mi cara con agua para alivianar la presión en mí pecho. Soy una estúpida, una tonta, ¿por qué pensé que sería una buena idea preguntarle delante de todos en el pasillo? Si lo hubiera hecho de otro modo, nada de esto estaría pasando. Debí hacerle caso a Thomas, él me dijo que le hablara a solas.
Mi cabello queda aún lleno del líquido pero lo ignoro quedando así. Lo que deseo ahora es salir de aquí, ir a mi casa y llorar hasta quedarme dormida.
Camino por el solitario pasillo y llego a la salida más cabizbaja que nunca. Solo hay chicos del equipo subiendo a sus respectivos autos lujosos. Todos son adinerados como yo, lástima que el dinero no compra el valor.
Escucho el sonido de una motocicleta a lo lejos y observo a Maya a la distancia. Es la mejor amiga de Alex, parte de la familia y la chica que lo besó en la fiesta de Gael. Un sentimiento llamado envidia me invade enseguida. ¿Por qué no puedo ser ella? Creo que la única chica a la que Alex ha permitido besarle es ella.
Detallo su cabello cuando se quita el casco, sin duda lo entiendo. Maya Crild es preciosa y ella misma lo sabe. Cabello largo y negro, ojos azules oscuros, labios hermosos y rosados, sonrisa perfecta y encantadora. Lástima que no sonríe mucho, es casi idéntica a él pero en una versión femenina.
Intento pasar desapercibida, (para que no me vea así), pero solo cierro mis ojos con fuerza cuando ella comienza a caminar hacia mí. Lleva un top blanco corto, un short alto negro, una chaqueta de cuero y unas botas militares del mismo color. Se ve como el sueño de cualquier hombre (y mujer) y bastante interesada en mi actual imagen.
— ¿Qué tienes en el cabello? —una de sus perfectas cejas se alza en mi dirección. Lo peor es que todos nos observan porque uno, ella nunca pasa desapercibida y dos, yo estoy como para protagonizar una película de terror.
—No es nada, hablemos otro día, ¿sí? —intento esquivarla pero me frena, sujetando mi brazo izquierdo.
—Jennie, sé que no nos conocemos mucho, pero eres parte del grupo —sus ojos recorren toda mi ropa y cabello —. Esto no parece una torpeza ni nada ocasionado por un accidente, ¿quién te lo hizo? —su tono de voz me hace sentir más pequeña que nunca. Es dominante, confiado y amenazante, todo lo opuesto a mí.
— ¿Podemos no hablar de eso? Solo quiero salir de aquí —mi voz amenaza con dejarme en ridículo, como siempre. Estoy a punto de llorar de nuevo y ella lo nota, su postura lo evidencia.
— ¿Tienes chofer? ¿Auto? —varias lágrimas resbalan por mis mejillas y asiento, observando atentamente sus movimientos —. Vale, te acompaño. Pero después me contarás que fue lo que sucedió.
—No hace falta... —su simple mirada hace que me calle todas mis palabras.
Mi chofer no dice nada en cuanto me ve, simplemente abre la puerta del auto y me deja a solas para que me despida de la mayor. ¿Qué se supone que le contaré? ¿Que un par de animadoras y su capitana se comenzaron a meter conmigo por ser cercana a Alex? Claro, y todo eso sonará menos ridículo.
— ¿Es la primera vez que lo hacen? —su pregunta me sorprende. Y lo más sorprendente aún: se ve genuinamente interesada.
—Desde hace un tiempo... Pero nunca me habían hecho algo así —señalo mi cabello, todo pegajoso por el líquido.
— ¿Hiciste algo? ¿Te defendiste? —Su cuerpo se inclina hacia mí, provocando que inconscientemente me aleje de su cercanía. Ella solo lo ignora.
—Eran muchas...
—Así sean veinte, Jennie —ella niega, en desacuerdo con mi cobardía —. Si le das un golpe a una, demostrarás que no eres una cobarde. Si dejas que te humillen una vez, prepárate para ser el blanco muchas veces más. Lo digo por experiencia.
Frunzo el ceño. ¿Maya? ¿A ella la humillaron? Hago memoria y la observo con más atención. ¿Se refiera a William? Escuché sobre sus constantes abusos pero no sabía que ella lo consideraba tan... Vale. Sin duda ahora entiendo el odio y la rabia de Alex. Ese chico se metió con su mejor amiga.
—Así estés cagada del miedo y tengas las palabras atoradas aquí —su dedo se detiene en mi cuello —, tú tienes que demostrar que tienes ovarios. No dejes que te vuelvan a humillar de esa manera, mucho menos por un hombre. Te aseguro que nada vale tanto la pena —mis mejillas arden de inmediato.
— ¿Cómo sabes que...? —doy un paso hacia atrás cuando ella me acorrala contra el auto. Observo hacia otro lado para no quedar tan cerca de su cara y cierro con fuerza los ojos reuniendo un poco de valentía —. N-no me gustan las mujeres... —susurro casi inaudible. Mi corazón se acelera mucho más en mi pecho al sentir su calor corporal, pero más nada. Ella no dice nada y tampoco se aleja, solo se mantiene ahí, como si le divirtiera mi reacción.
—A mí no me gustas tú, niñita —su comentario me hace abrir lentamente los ojos. En cuanto me encuentro con su sonrisa, la vergüenza y el arrepentimiento me invaden enseguida. ¡Qué tonta! Claro que no le gusto —. Es obvio que te gusta Alex, todos lo sabemos. Además, la única obsesionada capaz de hacer esto es Gabriela, ¿no? Bueno, espero que sigas mi consejo. Sobre todo el de no aguantar tanta mierda por un hombre.
Mi respiración vuelve a la normalidad cuando ella se aleja. Ninguna de las dos dice nada más, solo se da la vuelta y comienza a caminar siendo seguida por los ojos de todos, incluyendo los míos.
Sí, definitivamente es una versión femenina de Alex Crild. Lamentablemente me di cuenta de que en ninguna de las dos versiones le intereso a él.
...
¡Hola! Espero que les haya gustado.
Sé que no tendrá tanta receptividad como un capítulo normal, por eso quiero agradecer a todos los lectores que tomen su tiempo para leerlo. Les agradezco mucho eso.
Me estoy esforzando mucho con esta historia, en serio, nunca había hecho tantas cosas por una sola obra. Por eso agradezco, (sí, de nuevo), a los que están valorando mi esfuerzo. A ti, por votar, a ti, por comentar, incluso a ti, por hacer edits. En serio, muchísimas gracias, no saben lo mucho que me motivan a seguir haciendo lo que amo.
Sé que hay muchas personas a las que no le agrada la sexualidad de Alex, también hay muchas que no están felices por la historia y les aburre, lo lamento. Lamento no escribir cosas de su agrado, lamento solo complacerme a mí misma.
Mi historia y, hablando en general, mis historias no son perfectas, con los títulos se dice todo. ¿Embarazada de mi Enemigo? ¿En serio? Nadie se las toma en serio, pero las escribí con una mentalidad simple, las escribí esperando absolutamente nada, solo lo hice para entretenerme y matar el aburrimiento de mis días de instituto. Y sí, mucho texto, me estoy excediendo, lo que quiero decir es que mis historias no son perfectas, tienen fallas, me avergüenzan, la mayor parte del tiempo las quiero eliminar... Pero son mis obras, los personajes son mis bebés, mi esfuerzo... Y las amo a mi manera. No son perfectas, pero las hice yo. Ustedes están aquí por ellas, porque les gustaron y se quedaron a averiguar lo que pasaba con todos los personajes conocidos a lo largo de la saga. Ustedes están aquí a pesar de mis bajones, de mis actualizaciones tardías, de mis crisis, después de años.
¡Miércoles! ¡¿Qué hacen aquí?! No lo sé, pero les agradezco por eso. Gracias por estar aquí después de todo este tiempo. Mis historias no son perfectas, pero ustedes sí y yo a ustedes los amo, no saben cuánto. No estoy aquí para darles lo que quieren, estoy aquí para desahogar el drama de mi imaginación y son ustedes los que deciden si quedarse o no.
Con mucho amor y un beso en la boca.
—Nepasavoir.
Puto el que lo lea.
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