CAPÍTULO 15
Capítulo dedicado a @AnSL09 <3
"Lo primero es que casi muero con la tensión entré estos dos (ame❤️), pero claramente tienen que aprender a comunicarse, Alex tratar de no se tan brusco y se que no es fácil para el pero también tiene entender que para niels es algo contradictorio su actitud. NIELS CELOSO😍 que belloooo, es muy tierno verlo de ese modo. Y Gaby? Que fastidio 😒 tiene que aprender a aceptar un no. Definitivamente Aniels son mi pareja favorita de la saga arete son tan tiernos y tontos que los amo❤️
Gracias por el capítulo, lo ameeeeeeeee 🥰 me encanta lo que escribes."
El plan.
Thomas.
El odio y la ira dominan mi cuerpo. Aunque el primer pensamiento que viene a mí es asesinar a cualquiera de los dos, mi conciencia y razón me impiden dar un paso.
A Melanie la están manipulando. Tienen un vídeo de nosotros dos. La directora o William están detrás de todo esto. Es muy grave. Esto es extremadamente grave y debo contárselo a alguien.
¿Pero a quién? Melanie no quería que nadie se enterara de nuestra relación, ella sabía que eso nos traería problemas con nuestras familias. Pero necesitamos ayuda, tienen un vídeo de nosotros dos.
¿Qué palabras estarán usando para manipularla? ¿Bajo cuanta presión está viviendo? ¿Quién o quiénes son los que le están haciendo todo esto? La directora o William, es obvio, pero ¿cuál de los dos? ¿Son ambos?
Thomas, 12:48 pm
¿Dónde estás? Necesito contarte algo.
Es importante.
Salgo del lugar y comienzo a bajar las escaleras, buscando con la mirada las cámaras imposibles de detectar. Seguramente por eso Meli se encontraba tan nerviosa cuando me habló esta mañana, la directora debe tener cámaras en todos los lugares y nosotros como idiotas nos confiamos.
La razón por la que nos besábamos sin miedo en las aulas, era simple: ella y yo habíamos descubierto cada una de las posiciones de las cámaras. Sabíamos a qué lugar apuntaban y en donde nos podíamos juntar para que no nos vieran. En el salón de historia era cerca de la puerta. En el de matemáticas, en la esquina derecha del ala norte. La de literatura, justo abajo del estante de libros. Aprendimos a ser discretos y sigilosos a la hora de encontrarnos. Pero nos confiamos demasiado...
Necesito ayudarla.
Maykel, 12:52 pm.
Ya me iba para mi casa, mi última clase se canceló ¿pasa algo?
¿Hola?
Thomas ???
Thomas, 13:00 pm.
Nos vemos en las gradas.
Lo bueno de tener un amigo chismoso y medio paparazzi, es que no tarda en llegar a los lugares en donde se tiene nueva información. Apenas pongo un pie en las gradas, visualizo a Maykel sentado ahí. Toda su atención está en su teléfono, aunque su ceño fruncido me indica que no está tan feliz como siempre, parece frustrado.
— ¿Qué tienes? —mi pregunta no parece sorprenderlo. Lo que siempre me ha impresionado de Maykel es su intenso poder auditivo. Tiene el don de una vecina chismosa y eso siempre ha marcado la diferencia en el periódico escolar. Obtenemos información confiable y rápida gracias a él.
—Es Mili, otra vez desapareció —por su expresión, sé que se encuentra desilusionado.
Aunque lo quiera negar, mi amigo esconde su sentimentalismo detrás de esa vida promiscua. Desde que estuvo con Mili hace un año, Maykel se ¿enamoró? De ella. No sé si esté completamente enamorado, jamás he hablado seriamente del tema con él, pero ha dado todas las señales de estarlo. La busca, la fastidia, finge desinterés, se desilusiona cuando no está, actúa más imbécil de lo que es cuando está ella. En fin, hace todo lo que hacemos los chicos cuando queremos ocultar que una chica nos gusta.
No es mi caso, yo suelo demostrar mucho interés, pero tengo amigos y todos actúan exactamente como lo describí. Me atrevería a decir que Alex es igual, aunque nunca lo he visto interesado en alguien. Es un alma sin sentimientos.
— ¿Ella te gusta mucho, verdad? —pregunto, después de un silencio incómodo por parte de ambos.
— ¿Me gusta? Sí. ¿Mucho? No. Lo normal, solo que me preocupa —se mofa de la situación, como si realmente no le afectara en nada —. ¿Qué era lo que me querías contar?
Me remuevo nervioso. Por un momento olvidé la razón por la que cité a mi amigo lejos de las cámaras. Este es el único lugar en donde no queda evidencia de nada de lo que se hace o habla.
— ¿Thomas? ¿Qué pasa? —Maykel frunce el ceño, poniendo su mano en mi hombro.
Sé que es algo grave, sé que debería buscar ayuda de alguien mayor o más sabio. Pero conozco a Melanie, ella es inteligente y estoy seguro de que si no ha hablado, es porque tiene algo más importante en mente. Debe tener un plan y debo hallar la forma de descubrirlo.
—Melanie nunca me engañó —mi comentario parece confundirlo aún más —. La están manipulando, Maykel... La están amenazando con un vídeo de nosotros... Juntos.
— ¡Wow! ¡Wow! Espera, espera... —él abre sus ojos, como intentando procesar toda la información con rapidez — ¿Cómo sabes eso? ¿Qué clase de vídeo? ¿Estamos pensando en la misma clase de vídeo? Porque... —mi mirada lo dice todo y él cubre su boca, impactado —. Mierda, Thomas...
—Lo sé, estoy igual —paso mis manos por mi cabello —. Estoy seguro de que la directora o William tienen sus manos metidas en esto. La razón es que no sé cuál de los dos y no tengo pruebas de nada. No puedo acusarlos y estoy seguro de que Melanie tampoco... Ella está pasando por todo esto sola.
Maykel se queda en silencio un buen rato. Minutos, de hecho. Ninguno de los dos se atreve a interrumpir el silencio, solo observamos a la figura que corre sin parar por todo el campus. Es Alex y no entiendo qué hace aquí, se supone que debería estar en clases. ¿Le pasó algo? ¿Por qué parece molesto?
—Esto es grave, bro —asiento, sabiendo eso —. ¿Ya hablaste con Melanie? Mierda... Ahora me siento mal por haberla juzgado. ¿Crees que por eso ha estado actuando tan extraña? Desde que inició su relación parece otra...
— ¿A qué te refieres? —lo observo sin entender. Si bien he notado algunos cambios en su apariencia y comportamiento, sé que la razón por la que casi no la veo en el instituto es porque ella me esquiva y se esconde de mí. Casi no nos vemos porque me evita y yo tampoco hago mucho para encontrármela. La manera más fácil de olvidar a alguien es alejarte de todo lo que te recuerda a esa persona y sobre todo de esa persona.
— ¿Es una pregunta sarcástica o qué? —Maykel frunce el ceño —. Thomas, ¿ya viste a Melanie? Se cortó el cabello, está en su etapa emo, no habla con casi nadie, llega tarde y se va temprano, fuma... —dejo de escuchar después de la última palabra.
¿Fuma? ¿Melanie fuma? ¿Desde cuándo ella fuma?
—... Digo, es muy obvio. Pasó de ser un terrón de azúcar a convertirse en una cucharada de canela. No es la misma, está demostrando toda la frustración que lleva dentro —niega y se concentra en la figura de mi gemelo. Ya comenzaron al llegar varios jugadores y a la distancia puedo visualizar a Kazumi y a Niels. Mi ceño se frunce enseguida.
Sigo con celos de gemelo y sinceramente me siento ridículo.
— ¿Crees que sea verdad eso de que Alex está con Gaby? Es que no sé, Alex nunca me ha dado esa imagen... Pensé que le gustaba Jennie —la voz de mi amigo me saca de mis pensamientos, yo solo niego.
—Es mentira, Alex no soporta a Gabriela, le cae mal —suspiro, intentando recordar a una persona que a Alex no le caiga mal —. Creo que sí le gusta Jennie, es a la única que no ha...
— ¿Humillado? ¿Rechazado? ¿Avergonzado? Seh —Maykel ríe, negando lentamente —. Imagínate que al final sí le guste Gaby, tendrás de cuñada a la capitana de las animadoras —golpea mi hombro repetidas veces y yo niego, observando como Alex habla con el arquero de su equipo.
—Mi hermano puede ser un dolor de culo, pero tan malos gustos no tiene —y no hablo de lo físico, hablo de lo mental.
Alex puede ser una mierda, pero sé que en el fondo, muy, muy, muy en el fondo, es una buena persona y no buscaría algo menos para sí. Creo que ambos tenemos eso en común, al final del día, siempre logramos encontrar a la persona indicada para nosotros.
...
DOS SEMANAS DESPUÉS
El día de acción de gracias, solemos hacer una gran cena para compartir en familia.
Siempre lo hacíamos en casa de mi mamá, (en mi casa), pero luego de que David compró su casa, se nos ocurrió que era mejor para los niños y para todos que la hiciéramos aquí.
Lo bueno de este día, en realidad no es la comida, (eso también es bueno). Me encanta este día porque podemos reunirnos todos y hablar o celebrar eso que no le hemos contado a la familia.
Ya llegaron Sthepen y los gemelos Wells, están Dania, Daniel y Dael, se encuentran Miley, Taylor y las bestias y por supuesto que Venus, Minive, David, Lauren, Maya y los mellizos. Estamos todos, inclusive los hermanos, primos, padres, sobrinos y ahijados de estos. Cuando digo que es una celebración grande, no miento. Esto siempre suele terminar en recuerdos épicos.
Y no mentiré. Amo este día porque llevo una semana planeando exactamente todo lo que haré con Melanie. No le he dicho nada, no la he contactado y ni siquiera mirado. Mi chica es inteligente, si ella no me dijo nada fue por algo y confío plenamente en su intuición. Sé que piensa que está trabajando sola, pero no. Comencé a planear nuestro encuentro y la forma en la que le diré todo muy detalladamente. Tengo que ser mucho más precavido que antes e incluso, tengo que desconfiar de absolutamente todos los que nos rodean. En este momento, ella y yo somos blancos fáciles ante los que están detrás de todo esto. Debemos pensar con mente fría y sobre todo yo. Debo controlar mis ganas de matar a William a golpes.
—Tío, ¿me ayudas? —Kendall me pasa una soda. La abro después de asentir levemente y él sonríe agradeciéndome con un sorbo.
— ¿Por qué estás todo mojado? ¿Y Noah? —él se encoje de hombros y señala la piscina. Supongo que se metió ahí con todo y ropa, Venus lo va a matar —. Sécate antes de que la bruja te vea —él ríe por el apodo hacia su mamá y yo muevo la toalla en su cabello que queda mirando en diferentes direcciones.
— ¿Me dijiste bruja? —la voz femenina detrás de mí, me hace tragar grueso.
— ¿Qué? No, ¿cómo crees? —me hago el desentendido, Kendall ríe y observa a su mamá con ojos de cachorrito —. Listo. Huye —le susurro y él no duda en correr, alejándose de nosotros.
Las manos de mi hermana se detienen sobre mis hombros y echo la cabeza hacia atrás encontrando nuestras miradas.
— ¿Qué tienes? —me pregunta, moviendo la cabeza hacia un lado.
—Hambre —mi respuesta la hace sonreír.
—Bien, vamos a comer.
Asiento y me levanto, hablando con ella y caminando hasta el comedor en donde se encuentran todos. Incluso los hermanos de la rubia mayor. Sí, Melanie está aquí.
Me sirvo una copa de vino bajo la mirada interrogante de mi mami, a quien le sonrío, inocente, antes de tomar un trago. Desde hace un tiempo ya nos están dando más libertad para beber pero todavía tienen ese reflejo de advertirnos con la mirada.
—Escúchenme atentamente —la voz de Dania hace que todos quedemos en silencio. Observo a Melanie inconscientemente y lo que me hace sentir una corriente es que ella me devuelve la mirada al mismo tiempo. Y hago algo que la confunde mucho más; le sonrío —. Yo no preparé esta cena, yo ayudé a prepararla —despego mi mirada y observo otra vez a Dania, confundido.
— Y... ¿Quién la preparó? —Venus deja el cubierto a un lado, como temiendo lo peor.
—Lauren.
Todos soltamos los cubiertos como si quemaran. David nos mira mal y Maya y Mili explotan en risas al instante. Por suerte mi cuñada no se encuentra, supongo que está en la cocina y sinceramente me cuesta imaginarla allí. A Lauren se le quema hasta el agua, estoy seguro de que su comida debe saber horrible y sinceramente ya se me quitó el hambre de solo pensarlo.
—Dejaré algo claro... —Maya y Mili deciden callar, al encontrarse con la mirada amenazante de Dania —... Lau se esforzó muchísimo para mejorar. Ha estado practicando conmigo y créanme que si la hacen sentir mal aunque sea con una mirada, les clavaré un cuchillo en el ojo. ¿Estamos? —todos asentimos, sin ganas de ser víctimas de esta mujer —. Bien, iré a buscar los platillos que faltan —ella sonríe inocente y se va, dejándonos en silencio.
Observo mi plato y trago grueso. Según Maya, Lauren cocina terrible. Yo no quiero ser víctima de eso. Tengo miedo.
Las chicas llegan con el platillo más llamativo: el pavo. Lauren se ve radiante al entrar, lleva un vestido ajustado al cuerpo y un peinado que recoge todo su cabello. Puedo notar lo nerviosa que está y lo mucho que nos mira a la cara buscando alguna mala expresión. Tiene miedo.
—Huele bien —comento, haciéndola sonreír un poco.
—Se ve increíble —Miley asiente y los demás concuerdan de inmediato.
Comienzo a servirme una vez que terminamos de escuchar—y decir—algunas palabras. Sin esperar lo mejor pero tampoco lo peor. No tengo altas expectativas, pero si la ayudó Dania me queda un poco de fe.
Observo la cara de todos antes de dar el primer bocado. Los demás hacen lo mismo.
—Bueno... —Dania es la primera en hablar, aclarando su garganta.
Algunos ríen por lo bajo y observan a Lauren, ella solo se cubre la cara con las manos.
—Está horrible, ¿verdad?
—Pues... Creo que Dania debería dejar de ser chef —Maya niega, tomando un trago de agua —. ¿No dijiste que la habías ayudado? —por la cara de Dania, sé que está buscando un objeto para lanzárselo a la menor.
—Sí, ¿por qué?
—Mejor me voy —Lauren se levanta, disimulando sus ganas de llorar.
—Es que ya te superaron, tenemos a la nueva chef de la familia —todos reímos cuando termina de hablar y quedamos más confundidos cuando Lauren rompe en un incontrolable llanto.
—Hey... Ren, ¿qué pasó? —David se levanta, abrazándola y tocando su cara.
—Es que la cebolla me puso los ojos sensibles...
Luego de reír, celebramos y brindamos por otro año lleno de ganancias tanto materiales como emocionales. En todo momento yo solo observo a Melanie, quien no hace más que mover la comida de un lado a otro en el plato. No la he visto comer un solo bocado desde que llegó.
—Entonces te llamas Niels, ¿no? —por alguna razón, Venus parece interesada en el invitado de mi gemelo.
Como no es extraño, cada año invitamos a nuestros amigos a celebrar con nosotros. Después de sus cenas, ellos vienen a nuestra casa a pasar el rato. Este año Alex invitó a su nuevo amigo. Pero no, no por la cena, sino porque ambos tienen que hacer un trabajo y Niels se quedará a dormir en nuestra casa. Alex tenía días planeando esto, por lo que a nadie le sorprende ver al arquero aquí.
—Sí —por primera vez habla, con la cara más sonrojada de lo normal. Lo entiendo, si mi hermana me mirara con esa sonrisa de loca a mí, también tendría miedo.
— ¿Cómo conociste a Alex? —siguen las preguntas. Al parecer Venus no encontró un mejor momento que este para interrogarlo.
—Es el capitán del equipo y yo soy el arquero —él balbucea y tartamudea. Alex solo le lanza una mirada de "ya cállate" a Venus.
— ¡Wow! ¿También juegas futbol? ¿Tienes pensado dedicarte a eso en un fututo? Alex sí...
— ¡Hola! —Maykel interrumpe el incómodo momento, apareciendo con una botella y una tarta de manzana —. Mi mami me dijo que trajera esto, ¡feliz día!
— ¿La tarta o la botella? —Daniel se cruza de brazos, observándolo divertido.
—No pondré la reputación de mi mami por debajo de la mía —todos ríen, levantándose de la mesa.
Todos, menos Melanie y yo. Ella ni siquiera le ha dado más de tres cucharadas a la comida. Se ve pálida.
—Meli, ¿te sientes bien? —Phoenix toma su mano, llamando la atención de todos.
—No has comido nada, hija, ¿estás bien? —Phoebe es la que habla esta vez, dejando atrás su máscara de hielo.
Pocas veces he visto a esta mujer demostrar sus sentimientos y esta es una de ellas. Debo aceptar que para tener ese carácter y compostura, es una excelente madre cuando debe serlo.
— ¿No te gustó la comida? Podemos preparar otra cosa para ti —Lauren asegura, mostrando su lado más dulce y maternal.
—Me siento cansada, ¿puedo ir a la habitación? Volveré cuando me sienta mejor —pide, y ambas asienten viéndola marcharse.
Los demás chicos no tardan en llegar. Josh es el último, acompañado de sus padres y su hermanito de tres años. Siempre lo traen en las reuniones familiares para que juegue con los demás bebés de la familia.
—Volveremos a las diez, ¡cuídense! —los padres de Josh se despiden, luego de hablar un rato con mi mamá.
Taylor pone música una vez que recogemos todo de la mesa. Miley cambia a las niñas y se las encarga a Daniel y a Dania. Ambos están cuidando a los bebés dentro de la piscina.
— ¿Qué tiene Meli? —Maykel se detiene a mi lado, observando a la distancia a la mejor amiga de Maya.
Mili prácticamente vive aquí. Duerme en la habitación de Maya y al pasar tanto tiempo con la familia, David decidió tomar una de las habitaciones de invitados y crear un salón de diseño exclusivamente para la menor. Es como otra hija para ellos y todos mis hermanos tienen grandes expectativas para su futuro. Es la promesa de la moda, la socia más joven de las empresas Crild y una de las diseñadoras oficiales del Areté Crild, (la academia de modelaje de Taylor).
—No lo sé, no quiso comer casi nada —suspiro, bastante preocupado. ¿Por esa razón ha bajado tanto de peso? Hoy se puso un traje de baño y se notó, no se veía mal, pero la conozco perfectamente y noté el cambio.
— ¿No será que está embarazada? —su pregunta me hace marearme durante un segundo.
— ¿Qué? ¡Claro que no! Nosotros nos protegimos y ella no ha estado con nadie más... —elijo creer que no.
—No es por nada, hermano, pero con las ganas que le tiene William, no dudo que ya lo hayan hecho. A ese tipo cada vez que la ve se le hace agua la boca —si saberlo ya me hace perder la cordura, que Maykel lo diga me hace ver en rojo.
Melanie no ha estado con él. Lo sé, algo me lo dice. Ella jamás estaría con alguien sin sentirse preparada y mucho menos con ese imbécil. Me niego a creer lo contrario.
—Ella no está embarazada. Deja de decir estupideces.
—Lo que tú digas, pero esos síntomas me parecen muy raros —el ojiverde se va, no sin antes lanzarme una mira de "te lo estoy advirtiendo".
Me quedo con esa duda y un extraño malestar. Estuvimos juntos hace más de un mes. ¿Podría estar embarazada de mí?
Un momento, ¿qué estoy pensando? Melanie no está embarazada.
Me tomo un trago de cerveza sin intenciones de pensar en eso y me acerco a Jennie, quien está observando a todos los demás hablar y convivir. Como siempre, está apartada y no parece muy segura de querer quitarse el vestido. Todos estamos en short o ropa de baño, ella es la única que está completamente vestida.
— ¿Qué tienes? —me siento a su lado, sorprendiéndola por lo inesperado.
—Estoy esperando a Meli, no sé cuándo saldrá —observa sus manos y vuelve a suspirar.
— ¿Cómo estás? He escuchado muchas cosas estos días —la observo detenidamente, esperando que confiese de una vez por todas quién es el que se está metiendo con ella.
No soy tonto. He escuchado y me he dado cuenta de que está siendo el blanco de muchas burlas y lo peor de todo es que ella no habla ni pide ayuda. Todos los chicos han estado insistiéndole en que diga nombres o al menos de una pista, pero ella no tiene el valor. Es como si le temiera a alguien y eso me preocupa. No solo se trata de bullying psicológico, esto ya pasó a lo material y físico. Se tuvo que hacer un flequillo porque le pegaron un chicle en el cabello.
—Estoy bien —su respuesta es automática. Ni siquiera disimula su mirada angustiada.
—Jennie, ¿vamos? —la voz femenina la salva de mi interrogatorio. Observo a la Melanie cuando se detiene frente a nosotros y no dudo en recorrerla con la mirada sin disimulo alguno.
Tiene un traje de baño blanco, de dos piezas y que se ajusta a la perfección a su cuerpo. Melanie ya dejó de ser una niña y eso se nota por completo. Su cuerpo, su cara, su voz. Todo en ella está increíblemente dotado y se ve como la chica más sexy del mundo. No sé si es porque estoy enamorado o porque es verdad, pero lo que sí es innegable es su belleza. Parece una diosa.
— ¿Por qué no comiste? —le pregunto, sorprendiéndola al instante.
Es la primera vez que le hablo en todo este tiempo y por alguna razón parece emocionarla. No lo demuestra mucho, pero por un momento se le olvida disimular y su cara se impregna de un conocido color rojo.
—No tenía hambre... —balbucea, sin dejar de verme a los ojos.
—Te lo perdiste. La comida estaba casi tan deliciosa como tú —aunque intento contener mi risa, no puedo evitar soltarla al ver la cara de ambas chicas. Melanie está más roja que nunca y Jennie tiene con los globos oculares más salidos de lo normal —. Es broma, no se pongan así.
—Broma... Claro —Meli finge una sonrisa, que desaparece una y otra vez de su cara. Está nerviosa.
— ¿Qué harán ahora? —finjo tranquilidad, caminando junto a ellas hasta la piscina.
—Hablar, tal vez bailar y eso... ¿Por qué? —dejo de escucharla y observo su vientre. No parece embarazada.
Es que no lo está. ¿Por qué Maykel me metió esas ideas en la cabeza? Ahora no puedo dejar de pensar en eso.
—... ¿Thomas? —la voz de Meli me saca de mis pensamientos, ahora está ella sola, Jennie se metió al agua para no tener que estar la vista de todos tanto tiempo, (ya se quitó el vestido) —. ¿Me escuchaste? Pregunté que qué te pasa —por su mirada, sé que está esperando lo peor de mí. Ella aún piensa que la odio o algo parecido.
— ¿Es muy raro que quiera recuperar nuestra amistad? —finjo inocencia, ganándome una mirada extraña por parte de ella.
—Es muy raro que me hables después de... De todo este tiempo —se cruza de brazos, provocando instantáneamente que concentre mi mirada en sus senos.
—No es raro para mí. Quería hacerlo desde hace mucho y creo que es el momento indicado —sonrío, encontrándome de nuevo con sus ojos —. Eres mi mejor amiga también, no podemos ignorarnos para toda la vida.
—También fuimos...
—Sí, fuimos muchas cosas, pero ya no —la interrumpo, ganándome una mirada dolida y poco disimulada —. No tiene nada de malo comenzar de nuevo. Ahora tú tienes novio, pero eso no significa que no podamos ser amigos.
— ¿Amigos? —su sonrisa no llega hasta sus ojos, parece de todo, menos feliz.
—Sí, amigos muy cercanos —mis manos se detienen en su cintura, justo cuando comienza otra canción —. Amigos que se pueden hacer favores. Puedo mojarte si quieres.
— ¿Ah?
— ¿Qué? —sonrío aún más por su cara. Se encuentra muy confundida —. No seas mal pensada, Meli, hablo de esto —río y doy un paso hacia atrás, escuchando su grito de impresión al caer a la piscina.
— ¡Thomas! —salpica agua furiosa, gritando una y otra vez que no se quería mojar el cabello.
—No seas dramática, igual te ves linda así —la observo divertido, disimulando que no me intimida su mirada de molestia—. Lo siento, es que siempre me ha gustado verte así.
— ¿Así cómo?
—Mojada.
Ella ignora mi comentario, solo se exprime el cabello, sentándose de un salto en el muro de la piscina. No miento, realmente se ve linda así.
— Entonces... ¿Quieres ser mi amigo? —me observa fijamente, como si temiera mi respuesta.
¿Cuántas cosas se ha tenido que callar por miedo? ¿De cuántas cosas se ha privado desde que la están amenazando? ¿Qué más me ha estado ocultando? ¿A quién le teme tanto? ¿Por qué no ha tenido el valor de decirme nada?
—Sí —respondo, sentándome a un lado de ella —. ¿Puedo ser tu amigo? —ella no responde, solo me observa fijamente, intentando adivinar qué estoy pensando.
—Tú siempre has sido más que un amigo —susurra, pero de igual manera la escucho y eso parece ser suficiente para nosotros. Ambos nos quedamos en silencio, disfrutando la compañía y viendo fijamente el agua.
Me gustaría contarle todo de una vez, pero no está en los planes y quiero saber primero qué es lo que ella está planeando. Aún con miedo, aún amenazada, Melanie es muy inteligente y sé que debe tener algo entre manos. Si no me lo ha dicho, es por algo, confío en ella. Pero quiero esperar el momento indicado para decirle que yo sé todo, que no tiene que luchar sola y que este es un problema de ambos. Ambos salimos en ese vídeo y ambos somos responsables de él.
Pongo una mano cerca de la suya y lentamente nuestros dedos se rozan. Su dedo meñique termina enlazándose con él mío y ambos nos miramos sin decir nada.
La extraño más de lo que podría describir con palabras.
—Estás fría —frunzo el ceño. El agua de la piscina está a temperatura ambiente, no entiendo por qué ella está tan helada.
—Sí, me siento un poco mal —murmura y pone una mano en su cabeza. Yo solo trago saliva.
No está embarazada. No está embarazada. No está embarazada.
¿Y si está embarazada? ¿Quién es el papá? Estoy seguro de que Meli no se ha acostado con él. ¿Entonces soy yo? ¿Está embarazada de mí?
¡Dios! Solo tenemos diecisiete años, ¿qué haremos con nuestras vidas? Somos muy jóvenes para ser padres, ¿cómo estudiaremos y trabajaremos con un bebé? ¿Cómo lo tomarán nuestras familias? ¿Qué dirán nuestros hermanos? ¿Nos dejarán estar juntos? ¿Melanie querrá o no tener al bebé? Yo estoy dispuesto a apoyarla en lo que decida.
¿Qué mierda? ¿Soy papá?
— ¡Thomas! ¿Qué tienes? —la voz de Meli me saca de mis pensamientos —. Pusiste una cara de espanto... ¿Estás bien? —trago saliva, notando que tengo la garganta más seca de lo normal.
—Iré a buscar agua, yo...—balbuceo y me levanto, ella hace lo mismo, sujetándose de mi mano.
—Yo igual, tengo ganas de tomar ju... —la atajo en un movimiento cuando se va de lado. Ella toma mis hombros y yo su cintura, al mismo tiempo que sus piernas dejan de ejercer fuerza.
— ¿Meli? —la observo con preocupación. Todo su cuerpo tiembla y se ve increíblemente pálida. Muchísimo más que cuando estábamos cenando.
—Estoy bien, solo estoy algo mareada... —ella hace una mueca e intenta separarse, volviéndose a debilitar al instante —. Llama a mi mamá, no me siento bien...
Le hago señas a Miley, quien viene en segundos con una expresión preocupada. Acuesto a Melanie en una de las sillas de bronceado, algunos buscan toallas para cubrirla y otros un vaso de agua con azúcar con la teoría de que se le bajó la tensión.
Yo en ningún momento me despego de su lado. Muchísimos pensamientos vienen a mí y entre ellos, ¿nos protegimos la última vez que estuvimos juntos? Lo recuerdo perfectamente, fue en mi habitación antes de que todo esto explotara, (lo de ella y William, lo de la fiesta de Gael, todo), estábamos molestos y lo hicimos, pero yo recuerdo que me puse un preservativo.
¿Y si es de William? ¿Será que se acostó con William? ¿Y si está esperando un hijo de él?
Mierda, eso me dolería demasiado.
—La llevaremos al hospital, esto no es normal y me preocupa que le esté pasando algo grave —Miley comienza a dar órdenes, marcando un número de teléfono y alejándose del resto de las personas.
La mamá de Meli se sienta a su lado, no dice nada, solo acaricia la mejilla de su hija y la observa como si de una bebé se tratase. Bueno, tiene sentido. Meli es la bebé de los Russell.
— ¿Por qué no me dijiste que te sentías mal? —sus dedos viajan por el cabello corto de su hija, quien simplemente niega, disfrutando las caricias.
—No quería arruinar la cena... Y antes no me sentía tan mal —por su cara, sé que tiene fuertes ganas de vomitar —. Debió ser el desayuno...
—Ya, vámonos —Taylor es quien carga a Meli.
Los demás deciden quedarse cuidando de los bebés y yo no dudo en insistir con que me dejen ir al hospital. A nadie le parece extraño, todos saben que Melanie y yo siempre hemos sido muy unidos.
—Me alegra que ya se hablen, me había extrañado que estuvieran tan alejados estas semanas—el comentario de su mamá me hace tragar saliva. No sabía que ella estaba tan al pendiente de la vida social de su hija.
—Habíamos estado muy ocupados con el instituto —miento, cubriendo mejor el cuerpo de Meli.
Tiene la cabeza apoyada en el regazo de su mamá y sus pies están sobre mis piernas. En cada vuelta o movimiento brucos que hace la camioneta, ella no hace más que revolverse y lloriquear.
Yo solo me decido por los posibles nombres de nuestra hija o hijo.
La llegada al hospital es de todo menos silenciosa. Apenas entramos, ya hay un señor que reconozco como el padrino de Miley y de todos los hermanos Russell. Este nos tiene una camilla preparada y Melanie no tarda en ser trasladada a la sala de emergencias.
Yo voy a su lado, corro junto a los enfermeros y tomo su mano justo cuando nuestras miradas se encuentran. No sé si es preocupación o desesperación lo que percibo en ella, lo que sí sé, es que eso es lo único que se apodera de mi cuerpo.
...
¡¿OTRO BEBÉ CRILD?! ¿Ustedes que opinan?
Me gustó mucho este capítulo porque por fin pude agregar algo de intriga al romance de Thomas y Meli. Creo que al tener todo tan claro en su relación, (hablo de los problemas y la chispa de su historia), no tenemos mucho tiempo de emocionarnos con ellos. Quiero comenzar a profundizar en eso.
Este es el primer capítulo del maratón que se ganaron. Por ahí viene un extra y un capítulo de Alex, espero que les guste <3
¡Felices 6k de Gemelos Problemáticos!🥺🖤🤍
Con mucho amor y un beso en la boca.
—Nepasavoir.
Puto el que lo lea
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