CAPÍTULO 13

Capítulo dedicado a @luzgimenez211 <3 

"Mi opinión sobre Aniels, la verdad nunca me gustaron las parejas homosexuales, PERO desde que empecé a leer está historia ME ENCANTA es distinto, es mágico y eso es lo que transmiten ellos magia, estoy segura que habrá problemas ya que los dos por separado son luego unos problemas jaja. Mi opinión de jake es que es una persona en quien se puede confiar u creo que aunque Alex lo niegue es un apoyo y Ojalá hasta sean buenos amigos. Me fascinan cada una de las historias que escribes no termino de creer la facilidad con la que puedes transmitir tantas cosas. Sigue adelante en esto, te veo en un futuro siendo suuuuuperrr famosa."


Este comentario significó mucho para mí, muchísimas gracias por pensar eso 🥺❤

Las señales.


Thomas.


Si hay algo que se volvió una rutina y un hábito en mi hogar, es escuchar la música de Alex todos los días.

Todas las mañanas al ir al instituto, él coloca música y se alista escuchándola a todo volumen. The Neighbourhood es su banda favorita, no es nada nuevo que esté escuchando música de ellos. ¿Pero cantando? A Alex no le gusta que lo escuchen cantar. Él odia ser el centro de atención.

—Lo sé, estoy igual que tú —aunque mis intentos de ser invisible se ven opacados cuando Venus habla, no abro por completo la puerta de mi habitación. Mi hermana está apoyada en una de las paredes del pasillo y yo tengo la puerta entreabierta. Los dos estamos escuchando a un Alex Crild relajado —. ¿Crees que esté enfermo? —mi hermana vuelve a hablar, en voz baja.

Esto es muy raro. Escuchar a Alex cantar significa que no está molesto. Saber que Alex no está molesto, significa que está feliz. Y Alex feliz me asusta mucho. No sé qué es lo que está pasando.

—Llama a mamá, tal vez a ella sí le diga lo que tiene —Venus contempla la opción, pero termina negando, diciendo que es mejor no dañar el tan extraño acontecimiento.

Yo digo que sí está enfermo.

El viaje en limosina es más extraño todavía. Todo se debe a que Alex saluda secamente a Jake, —recalco, lo saluda —, y este no deja de sonreír y vernos por el retrovisor. No entiendo absolutamente nada y, de alguna manera, una punzada de celos me invade por ello. Porque mis sospechas de que Jake sabe algo más que yo me crean molestia de gemelo. Porque al parecer un chofer es más cercano a mi hermano que yo.

¿Desde cuándo se llevan bien, de paso?

—Adiós, Jake —me despido, disimulando la amargura de ser nuevamente desplazado.

Primero Maya y ahora él, ¿quién vendrá después? ¿Niels? Con lo mucho que este ha participado en la vida social de mi gemelo, no lo dudo.

¿Es que soy yo el del problema? ¿Por qué todos terminan cambiándome o alejándose de mí? ¿Qué hice mal? Odio esta mierda.

—Hola, guapo —Félix se me pega como un chicle, justo cuando llego a mi casillero.

—Hola.

Aunque su expresión me hace saber que es consciente de mi mal humor, él me comienza a hablar como si nada. Él sabe que no soy grosero como Alex, que no le saldré con cuatro patadas y que no lo ignoraré o lo dejaré tirado. Me conoce tan bien que me cuenta sus problemas para distraerme de los míos y sinceramente lo agradezco. La historia de su romance con Katherine es más entretenida que mi vida familiar y romántica.

— ¿Por qué no la invitas a salir? —hablo, sin dejar de releer el informe que preparé para la clase de literatura.

—Porque no quiero que se ilusione —él suspira, como si no lo estuviera entendiendo —. No la quiero para algo serio, pero tampoco quiero que se sienta utilizada. No quiero ser tan mierda, ¿vale? No sé cómo tratar a las chicas después del sexo —susurra la última palabra.

A veces no entiendo cómo es que las chicas caen en sus "garras". Es tan idiota.

—Háblale claro. No la ilusiones. Dile lo que quieres y ya. Cumples con ser claro, no puedes controlar la reacción que tenga ella.

Cuánto daría porque Melanie hubiera hecho eso conmigo. Pero no, me ilusionó y me utilizó como a un imbécil.

A veces las mujeres pueden hacer el mismo daño que los hombres; incluso más y mejor planeado.

Mi llegada al salón no es disimulada y ni de muy bajo perfil que digamos. Todos los que están ahí notan mi llegada y de cierta manera me incomoda ser visto por el montón de ojos femeninos. Antes no me importaba, antes solo me enfocaba en una sola persona. Pero esta vez no es así y la razón es porque esa persona es a la que más quiero mantener lejos en este momento.

Literatura es la única clase que comparto con ella. La única clase en la que siempre nos sentábamos juntos y en la que aprovechábamos para estudiar y visitarnos mutuamente a nuestras casas.

Por esa razón siempre buscabas excusas para evadir la asignatura y faltar a clases. Por esa razón agradecía que Meli no asistiera. Por esa razón me alegraba cuando la profesora faltaba.

Por primera vez en un mes coincidimos en la misma clase, en los mismos asientos y en el mismo equipo. Aquí siempre trabajábamos juntos.

Por alguna razón —extremadamente extraña, repito—, ella aún no ha llegado. Es muy extraño porque Félix me dijo que la había visto en la entrada, ¿entonces por qué no pasa? Melanie es extremadamente perfeccionista con la puntualidad. Ella nunca falta, ella siempre está cinco minutos antes que cualquiera.

El timbre suena, justo cuando los últimos estudiantes terminan de sentarse y la profesora entra con un montón de papeles entre los brazos. Es una mujer de treinta y tantos bajita. La razón de su torpeza nadie la entiende, también se ve que es muy linda e inteligente, pero siempre tropieza con algo y termina botando sus cosas al suelo. Justo como ahora.

—Oh, gracias, Thomas —ella toma mi mano cuando la ayudo a levantarse. También hago lo mismo con sus cosas, colocándolas en el escritorio y terminando con las risas de mis compañeros. No entiendo por qué se ríen, son unos idiotas —. Bien, chicos, pasaré la lista y comenzaré a pautar la clase, ¿todos están listos?

Me acomodo en mi asiento y busco mis cosas rápidamente. Callo una y otra vez a mi subconsciente que me pide que diga el nombre de Meli. Algo dentro de mí quiere decirle a la profesora que ella aún no está, que espere un poco, pero no lo hago. Melanie ya está grande y sabe lo que hace.

Garabateo mi libreta y saco algunos diálogos de la obra que presentará el club de teatro. Me dieron el papel principal desde que el anterior Marco —mi personaje— se fracturó un brazo esquiando. Todo fue muy nuevo para mí porque ya estaba acostumbrado a ser un extra, pero supongo que de algo sirvió tener cara bonita. Me eligieron por mi apariencia y presencia escénica.

Marco y su teoría de los elementos. Se trata de un chico con pensamientos críticos que siempre buscaba respuestas a todo. Un día a su aldea llegó un hombre hablando sobre los cuatro elementos y sus virtudes. Según el hombre, solo había un portador de todo ese poder, porque era muy peligroso y limitado tener a más de uno. Según Marco, debían haber más elementos y más portadores, porque algo tan valioso no podía beneficiar a una sola persona. Como castigo, la gente del pueblo retó a Marco a buscar los otros elementos que según él existían. Y lo hizo, por ser tan testarudo salió a buscar otros elementos que no fueran agua, tierra, fuego y aire. Y en el camino descubrió y aprendió muchas cosas.

Es una obra linda, solo que estoy preocupado y no, no por no aprenderme los diálogos, sino por no hacer bien el papel. Me da miedo que me hayan escogido solo por mi cara y no por mi talento. Yo en serio quiero demostrarles a mis hermanos y a mi mamá que soy bueno para esto. No quiero decepcionar a nadie.

—Melanie Russell —escucho el nombre de mi compañera una y otra vez. La profesora decide rendirse la tercera vez y continúa, haciéndome sentir extraño por mi comportamiento.

Yo no soy así. No soy cruel, pero la verdad es que sí soy rencoroso y ahora mismo no siento cosas lindas por ella. No después de lo que pasó el sábado. No después de lo que pasó en mi habitación.

Terminan de pasar la asistencia y comienza la clase. Aunque intento prestar atención, mi mente se pierde una y otra vez en recuerdos de mi ex novia y yo.

La clase es interesante, hablamos de personas que aportaron mucho al mundo del arte y todo lo demás, pero en el momento de nombrar autores, todo me lleva a ella. Todo lo que tiene que ver con eso me lleva a ella.

"Pase lo que pase, no me creas".

¿Qué quiso decir con eso? ¿Ella hablaba de algo más? ¿Ella sabía que todo esto pasaría? No lo entiendo, hay muchas cosas que me gustaría entender, pero no lo logro. Pensar de más significa tener esperanzas y no quiero. No quiero seguir creyendo en ella, no puedo.

—Thomas, nómbrame tres autores que sirvieron de inspiración para el mundo de la poesía —la pregunta suena distante. Sí la escucho, pero no logro captar lo que quiere decir. ¿Qué fue lo que dijo? —. Thomas, ¿repito la pregunta? Pedí que me nombraras a tres autores que aportaron sus conocimientos al mundo de la poesía.

—Poe, Benedetti, Bukowski —alguien más responde por mí, teniendo conocimiento absoluto del tema —. Shakespeare también, pero ya todos lo saben así que sería innecesario nombrarlo —Intento no verla, porque eso sería devolverle la mirada y eso es lo que ella quiere. Ya tiene la atención de todos en el salón, solo le falta la mía.

— ¡Vaya! Señorita Russell, ¿a qué se debe este retraso? —la profesora sonríe, alegre por tener a su alumna más participativa presente.

—Siento la demora, estuve trabajando en el nuevo artículo del periódico escolar, tuvimos que editar todo para subirlo hoy mismo —ella continúa mirándome, consciente del incómodo momento e intentando disimular sus nervios al sentarse a mi lado.

—Oh, entiendo, la próxima vez trae un pase, ¿de acuerdo? Tacharé tu inasistencia de una vez —la clase continúa como si nada. Centrándose en los tres famosos poetas que nombró Meli y cuestionando y recalando qué fue lo que hizo cada uno por el mundo de la literatura.

Yo escribo todo, sin ver a Meli ni una sola vez. Su perfume inunda mis fosas nasales cuando se acerca más de la cuenta y cuando se mueve escribiendo con rapidez. Una que otra vez observo sus manos, las pulseras de oro hacen sonidos al chocar y el reloj blanco en su muñeca hace contraste con sus uñas pintadas de negro. Siempre lo he dicho, las manos de Melanie son extremadamente lindas.

— ¿Tienes...? Eh... ¿Tienes un borra? —su comentario me saca de mis pensamientos. Busco con la mirada su estuche, pero solo visualizo un sacapuntas y dos lapiceros.

—Está ahí, tómalo —señalo mi cartuchera. No la miro, ni respondo a su "gracias". Solo continuo escribiendo preguntándome por qué no usó los lapiceros y ya.

—Bien, chicos. Quiero que de esta clase saquen su propia conclusión y hagan un ensayo sobre su autor favorito. Quiero que sean críticos y muy objetivos, esta evaluación valdrá dos puntos.

— ¿Puede ser en pareja o individual?

—Como deseen, pero deberán marcar la parte de su compañero porque los calificaré individualmente —inmediatamente todos comienza a juntarse y me tenso por completo cuando dos manos se detienen sobre mi cuerpo.

—Thomas, ¿quieres trabajar conmigo? —Destiny, (mi compañera de cabello violeta y ojos grises), toma mi mano con nerviosismo.

—No, él trabajará conmigo —una mano se detiene sobre mi hombro, apretando con fuerza y dejando clara la autoridad.

—Le estoy preguntando a él, no a ti —Destiny le lanza una mala mirada y se vuelve a enfocar en mí, sonriendo con timidez —. ¿Qué dices?

—Thomas...

—Gracias, Destiny, pero no —ella deja de sonreír y da un paso hacia atrás, afectada por el rechazo.

— ¿Qué...? —su mirada de desconcierto viaja de Meli hacia mí, yo solo aprovecho el momento para quitar la mano de la otra chica.

—Prefiero trabajar solo... —por primera vez me giro hacia Melanie y dejo de hablar, de pensar y hasta de respirar —. ¿Qué...?

Parpadeo sorprendido al notar que ya no tiene su largo cabello rubio. Se lo cortó por encima de los hombros y se lo aclaró un poco. Está platinado, está corto y luce... Wow. No luce mal, nada mal. Luce preciosa...

— ¿Qué te hiciste? —las palabras salen con rapidez de mí. Ella solo me observa con temor y algo de duda en su mirada, como si estuviera nerviosa por mi reacción.

— ¿T-te gusta? Lo hice ayer... P-pensé que sería un buen cambio... —sus mejillas se sonrojan con intensidad. Eso solo pasa cuando está muy nerviosa, justo como ahora. Tartamudea sin disimular.

—Te ves... —millones de palabras vienen a mí, pero no digo ninguna. No puedo, la conversación con su novio hace que todo se vuelva caótico —. No es mi problema. Te tiene que gustar a ti, no a mí.

Antes de escuchar lo que ella dice, recojo mis cosas, saliendo con rapidez del salón. Choco con varias personas en el pasillo, pero no volteo a ver a ninguna.

Busco con rapidez las escaleras y comienzo a subir con torpeza, pero no logro llegar al final, algo me lo impide; alguien me lo impide.

Unas manos me empujan hacia una pared y no hago nada para evitar que las coloque sobre mi boca. Solo la observo esperando lo peor. De ella solo espero lo peor.

—Lo siento, Thomas, por favor perdóname.

Su susurro me produce de todo. No quiero estar aquí, no debo estar con ella, pero eso no hace que todo sea diferente. ¿Por qué no se aleja de mí? Todo sería más fácil si dejara de actuar como si yo le importara. No le importo, si realmente lo hiciera, jamás me hubiera utilizado de esa forma.

—Thomas, sé que debes pensar lo peor, pero recuerda... —sus ojos se llenan de lágrimas —. Por favor, recuerda lo que te dije, tú lo sabes muy bien. Por favor, solo escúchame... Tienes que confiar... —sus ojos viajan a todos los lugares, como si temiera que alguien nos estuviera viendo —. Están pasando muchas cosas, todo es muy complicado y no tengo tiempo de explicarte. Nada es lo que parece y nada es tan simple... —a pesar de ser ella la que me está sujetando, puedo notar que es la única acorralada. No deja de temblar —. Ojalá tuviéramos más tiempo —de sus ojos brotan varias lágrimas, como si estuviera pensando muchas cosas a la vez —. Tengo mucho miedo...

— ¿Miedo de qué? —mi pregunta contra su mano no se entiende muy bien. Ella solo la aparta y retrocede dos pasos, sin dejar de observar hacia todos lados.

—Tengo que irme.

No logro decir nada, solo la observo marcharse con la misma rapidez con la que apareció.

¿Qué fue todo eso?

...

Últimas Noticias.

¿TENDREMOS BAILE DE INVIERNO?

Según fuentes confiables, la directora ha estado hablando con el comité de padres y socios para financiar el tan esperado baile escolar.

Como ya saben, antes de cada baile de promoción hay un baile invernal muy aclamado. ¡Este es el baile de invierno! Uno en el que destacarán los alumnos más llamativos y en el que se calificará de etiqueta a todo aquel que se atreva a llevar el atuendo más original.


NO SERÁ PRONTO...

Las remodelaciones del nuevo recinto se robaron la atención y los ingresos que tuvo la institución este mes. Aún así, se espera que tengamos el lugar listo y el capital justo para comenzar a planificar el tan ansiado baile.

Recuerden que cada año intentamos superar al anterior. ¡Tenemos que dar todo de nosotros para que de este se hable muchísimo más! Muevan sus ingresos, planifiquen con sus clubes ¡y lúzcanse! Tenemos que sorprendernos a nosotros mismos.


¿PODRÍA SER ESTE EL LUGAR?

¿Podría ser este el lugar en donde festejaremos?

Al ser uno de los espacios más grandes de todo el instituto, es posible que el comité decida hacer allí el baile. Sería este un buen momento para modernizar el espacio, ¿no creen?

Desde que descubrí este fabuloso sitio, muchas cosas se han venido a mi mente. Muchas ideas emocionantes y muchos planes que podrían contribuir a un futuro más armonioso para los nuevos estudiantes. Sería ideal que muchos otros estudiantes se animaran a descubrir espacios nuevos, eso nos ayudaría a crecer como institución. ¿Qué dicen? Los que crean que es una buena idea, pueden dejar sus opiniones en el sitio web del periódico escolar.


Entrevista.

NO HAY NADA CONFIRMADO

En palabras de la directora, se aclara que esto son solo simples rumores. Con "esto" me refiero al nuevo recinto. El baile de invierno ¡sí se hará! Y, con ello, destacarán entre los estudiantes los futuros rey y reina del baile de promoción.

"No hemos decidido en dónde se hará este baile, lo que sí sé, es que nuestro comité trabajará muchísimo para que sea del agrado de todos..." Recalcó la directora al finalizar la entrevista.

¿Ustedes qué creen? ¿Tienen alguna sugerencia sobre dónde se podría realizar este evento?


¿TENDREMOS ALGUNA TEMÁTICA?

Podría ser de brujas.

Esta memorable noche siempre trae buenos recuerdos. ¿Por qué no hacerla aún mejor? Las solicitudes quedan abiertas y el consejo las está esperando. ¡Sean creativos! Hagamos que este sea el mejor baile del año.

Brujas, duendes... Zombis. Recuerden que este no es el baile de promoción, aquí podemos elegir nuestras propias reglas.


EN OTRAS NOTICIAS...

Temporadas van y temporadas vienen...

La temporada de fútbol, la reelección de los líderes grupales, la última semana de exámenes y un montón de actividades extracurriculares por descubrir. Con este mes completamos una de las etapas más difíciles de la vida estudiantil.

Quedan muchas cosas por descubrir y, lo mejor de todo; tenemos tiempo de sobra para organizar nuestras ideas.

Este es el último artículo del año, por esa razón, nos despedimos con un corto mensaje motivacional;

"Nunca dejen que otros decidan como vivir sus vidas".


Fotografías por Maykel Uddin.

Redacción y Maquetación por Melanie Russell y Jennie A. Williams.

...

— ¿Dónde está Melanie? —le pregunto a Jennie, releyendo una y otra vez la última frase del artículo.

—Está almorzando con William —su voz es un susurro, como si estuviera pensando en otra cosa. Y eso parece, se encuentra concentrada en la comida que ni siquiera ha probado.

—Gracias —me levanto dispuesto a irme, pero me vuelvo a sentar, sujetando una de sus manos —. ¿Estás bien?

Aunque en este momento estoy intentando perseguir a Melanie, — espiarla, mejor dicho—, me preocupa el aspecto de Jennie. Sus ojos están hinchados y su aspecto realmente no es el mejor. Esta mañana no me dio tiempo de nada, me fui directo a clases y no me tomé el tiempo de saludarla. No sé qué es lo que ocurre, pero estar mal no me impide preocuparme por el bienestar de mis amigos.

—Sí, tranquilo —ella me sonríe, aunque sus ojos no demuestran lo que dice.

— ¿Segura? —insisto, porque si una cosa conozco es esa, disimular las ganas de llorar y desahogarse.

—Segura, en serio —sus ojos se humedecen y su voz se corta un poco, aún así, respira hondo y fuerza otra sonrisa —. Escuché que irían a comer a la sala de profesores. Hoy hay junta, así que supongo que está desocupada. Ve, ya está por terminarse el receso.

Decido dejar de insistir y me alejo, en busca del lugar que me indicó.

El instituto Artois se diferencia de otros por tener una estructura anticuada y a la vez moderna. Es amplio, tanto que parece eterno y es uno de los lugares más elegantes y sofisticados de Los Ángeles. Mis hermanos quisieron desde un principio que Alex y yo estudiáramos aquí. Es difícil obtener un cupo y es aún más difícil mantener el ritmo académico. Si no tienes dinero, tu única meta debe ser mantener el promedio en diez para no perder la beca. A diferencia de otros estudiantes, Melanie se destaca por tener dinero y las calificaciones más intachables del lugar.

Contamos con nuestro propio auditorio, piscinas climatizadas, un campo de fútbol, una cancha de básquet, una cancha de tenis, un equipo de animadores, tres gimnasios, un comedor, una orquesta, salones de juego, clubes de baile, pintura, teatro, poesía, dibujo, ajedrez, golf, etc. Grupos de apoyo, salas de computación, tres bibliotecas, dos cines (solo para ver películas o documentales elegidos por los profesores), un comité estudiantil, nuestra propia página web (manejada por los estudiantes), nuestro periódico escolar y un montón de cosas que cualquier estudiante amaría vivir.

Sí, todo eso sería excelente si la institución no fuera manejada por una directora tan patética.

Como dijo Jennie, la sala de profesores está vacía porque estos tienen una reunión. Por esa razón un malestar me invade al escuchar una conversación de una chica y un chico.

—Mi mamá no me deja —las palabras de Meli eliminan la sonrisa del idiota.

— ¿No crees que ya estás grande? Deberías aplicar eso que escribiste en el periódico —la molestia es evidente en su voz. Meli solo toma un sorbo de jugo.

—Lo dice el que parece el títere de su mamá —su expresión cambia a una de maldad —. No es asunto tuyo el cómo mi mamá decide dejarme vivir. No te metas.

Noto como William respira hondo y asiente, como calmando su rabia interior.

—Te crees muy mala y eres tan patética... —sus dedos se enredan en el corto cabello de Meli —. Quiero ver qué harás cuando ya no te queden opciones. Ese momento llegará quieras o no.

—Quita tus asquerosas manos de mi cuerpo —Melanie se levanta, empujándolo con fuerza —. El día que tú llegues a tocarme de esa forma, tendré que estar muerta. Antes no, mucho menos después de descubrir lo imbécil y repugnante que eres. No tienes idea de cuánto te odio.

Ella intenta irse, pero él la toma acorralándola contra la mesa.

—Se me está colmando la paciencia, Melanie... —su susurro se vuelve casi inaudible, aún más cuando esconde la cara en el cuello de Meli —. Tú no me quieres ver molesto, te lo aseguro.

La ira me invade al segundo. Intento controlarme, pero no lo logro. Apenas intento dar un paso en dirección a ellos, un gemido y un grito interrumpen el silencioso lugar. Un quejido por parte de él.

—Y yo te aseguro que tú no me quieres ver molesta a mí —Melanie sonríe, viendo como su novio se retuerce de dolor en el suelo —. Imbécil.

Antes de que ella pueda verme, yo decido huir de ahí de la manera más cautelosa posible.

Recreo la escena una y otra vez, recapitulando lo que ella y yo vivimos antes de esto.

"Soy una tonta, hice algo malo"

Sus palabras inundan mi mente. Subo las escaleras que llevan a esa dichosa puerta roja y entro, observando todos los cambios que le han hecho.

"Lo descubrí hace una semana con Jenn"

"¿La directora lo sabe?"

"Sí, le informamos sobre nuestra intención y le pareció una buena idea"

Detallo todo el lugar. Con las remodelaciones se ve casi irreconocible, lo único que está intacto en mi mente es el lugar en donde Melanie y yo estuvimos juntos. El lugar en donde ya no está el escritorio pero sí los materiales que están usando para trabajar.

"¿Sabes si está protegida?"

"No lo creo... Ella no me notificó su visita al lugar"

Cada palabra comienza a tener sentido en mi mente. Su comportamiento, su miedo, su extraña forma de actuar. Todo.

¿Por qué después de estar aquí Melanie desapareció una semana?

¿Por qué de la noche a la mañana se enamoró del hijo de la directora?

¿Por qué está con él si se nota que le da asco como persona?

"¿Todo bien?"

Recuerdo la pregunta que le hice después de eso. Cuando terminamos de hacer eso y ella se puso rara. Recuerdo su mirada extraña que luego cambió.

Busco con nerviosismo la dirección y trago grueso acercándome a la esquina. Busco una silla y me subo en ella, tanteando con los dedos ese pequeño rincón de madera. Entonces lo noto. Golpeo una y otra vez lo que parece ser un pequeño círculo de plástico negro, mejor conocido como una cámara.

Las cámaras que son casi imposibles de detectar con la vista, pero que son efectivas para grabar absolutamente todo lo que pasa frente a ellas.

"Thomas, esto es más grave de lo que te imaginas"

Todo cobra sentido. Desde su supuesta semana de reposo, hasta su comportamiento extraño en la fiesta.

"Nos van a separar"

Ella lo sabía desde mucho antes, a ella ya la estaban manipulando con eso.

"Tú me conoces"

Ella sabía que yo la odiaría. Por eso me dijo todo eso. Por eso sus miradas confundidas, por eso su llanto, por eso su miedo.

Ella fue la que ideó aquel día ese encuentro. Ella quiso que tuviéramos sexo en esta habitación sin ser consciente de que nos grabaría una de esas cámaras. Ella no sospechó que eso traería consecuencias tan graves y ahora está pagando sola los platos rotos. Ella se siente culpable por todo esto.

Nunca fue un engaño o una infidelidad. Yo para Melanie no fui un juego, la verdad de todo esto es que alguien la está manipulando.

William o la directora... Uno de esos dos. Por eso ella me dijo todo eso.

Todo este tiempo estuve odiando a la persona incorrecta. Melanie nunca tuvo la culpa de nada, ella solo está siendo manipulada por una persona que tiene en sus manos un vídeo de nosotros dos...

"Pase lo que pase, no me creas"

Melanie nunca me engañó porque quiso... A ella la están obligando a engañar a todos.

...

Jejeje... Casi un mes sin actualizar. Lo siento muchísimo, chicos, he tenido las semanas más ocupadas de toda mi vida:( 

Al menos les traje un capítulo satisfactorio, yo dije anteriormente que habría muchos secretos y problemas, más no dije cuáles. 

¿Cómo creen que reaccionará Thomas?

¿Qué piensan de Melanie?

RESPONDAN, así se me hará más fácil elegir la próxima dedicatoria. Aunque no lo crean, sus comentarios me motivan a escribir:(

Prometo ya no tardar tanto, haré lo que pueda para actualizar de nuevo esta semana. 

Con mucho amor y un beso en la boca. 

—Nepasavoir.



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