Los días pasaron y tanto Jimin como su madre se la pasaban cómodamente en la casa del alfa, mientras que este se la pasan trabajando en la oficina.

–Jimin, necesito que me acompañes a un lugar....

–Claro Hyung, ¿A dónde vamos?

–A un lugar... Va a ser algo rápido, en unos minutos una enfermera va a llegar para que este al pendiente de tu madre.

–Y... ¿Cómo debo vestirme? Es algo formal o algo casual... O...

–Hummm... Ven, tengo algo en mi habitación que tienes que usar.–habló el Alfa y ambos caminaron hasta la habitación del mayor

Jimin, en el tiempo que llevaba viviendo en la casa del alfa jamás se había acercado a la habitación y mucho menos había entrado al lugar.

–Es muy solitario... Se siente muy solitario aquí... Casi no tiene color... –habló Jimin viendo la habitación con tonos oscuros como negro, gris y blanco.

–Para mí está bien... Por eso me imaginé que la decoración de tu habitación te iba a gustar, es todo lo contrario a el mío.... Toma, tienes que ponerte esto... –habló el Alfa entregado las prendas de ropa.

–Hyung.. Pero esto... Es ropa suya...

–Si, por que a donde vamos habrá gente que te conoce como mi pareja y pues, no podemos quedar mal así que, seguiremos haciendo que piensen que somos pareja. ¿De acuerdo?

–Oh, está bien... Ahora vuelvo iré a cambiarme la ropa.

Mientras Jimin se vestía con ropa que el Alfa le había escogido especialmente, sonó el timbre de la casa, Jimin supuso que era la enfermera que había solicitado el Alfa para que cuidara de su madre.

Mientras se vestía con una camisa blanca, unos pantalones un poco ajustados color negro y una sudadera gris con blanco que le quedan un poco grande por ser del Alfa, que por cierto, tenía su aroma impregnado en cada prenda que le había dado.

Jimin salió del baño de su habitación y salió de esta no sin antes verde en el espejo y arreglarse un pico el cabello.

Bajo las escaleras para encontrarse con el Alfa y detrás de el una joven que al parecer era beta ya que Jimin no encontraba su aroma de ella.

–Muy bien, ambos tienen que acompañarme a la habitación de la señora Kim. –sonó mucho más a una orden lo que dijo el Alfa.

Ambos siguieron al Alfa hasta llegar a la habitación donde se encontraba la madre de Jimin.

–Muy bien señora, joven Park, les presentó a la enfermera a su disposición. –habló el Alfa dejando que la enfermera hablará.

–Muy Buenos días, mi nombre es Kim Hyuna soy una Omega, pero no se preocupen, estoy casada... –habló enseñando su anillo de compromiso.– Yo soy la nueva enfermera que cuidara de la salud de la señora Kim. –finalizó

–Bien, esta enfermera es de confianza y recomendada por el hospital de mi hermano. Bueno señora Kim, el joven Park y yo nos retiramos, si se siente mal o algo parecido no dudé en llamar a la señorita Kim, ella le ayudará. Con su permiso.

La mujer solo les dio una sonrisa y vio como los chicos se iban dejándolas a solas.

–Muy bien señora Kim, es un gusto conocerla, espero que nos llevemos bien....

Por otro lado se encontraban los chicos saliendo de la casa.

–Hyung... ¿Puedo saber a dónde vamos?

–Bueno, iremos de compras... –habló el Alfa y abrió la puerta de copiloto de su auto para que Jimin subiera

Una vez ambos en el auto Jimin volvió a hablar.

–¿De compras? ¿Qué va a comprar Hyung? ¿Comprara vegetales para cocinar? ¿Frutas? O...

–Te compraré cosas a ti y a tu madre. –interrumpió al Omega.

Jimin solo se quedó en silencio analizando lo que le dijo el Alfa.

–Pero.... Hyung, no es necesario...

–Claro que lo es.

–No es cierto...

–Claro que sí, mira ya llegamos. Vamos.

Jimin sin darse cuenta que ya habían llegado al centro comercial, como es que había llegado tan rápido? No recordaba haber visto un centro comercial tan cerca de la casa del Alfa.

Bajo del Auto por que el Alfa había abierto su puerta y se vio en la necesidad de bajarse.

–Bueno, solo quiero que la pasemos bien un rato... Así que.. No quiero que me estés negando algo que si quieres.

–Pero Hyung... No es necesario que gaste su dinero en mi

–También es tu dinero. –dijo el Alfa sin pensar.

Jimin solo se quedó callado y fingió no escuchar eso pero su sonrojo lo delató

–Bueno lo primero que haremos será... Entrar.

Jimin comenzó a soltar unas ligeras carcajadas al escuchar las ocurrencias del Alfa.

Entraron al centro comercial y caminaron hasta llegar a un elevador.
Ambos entraron y el Alfa presionó el botón número cinco.

–No sé si te vaya a gustar esto pero pues... Te guste o no tienes que hacerlo.

–¿Qué cosa?

El Alfa no dijo nada y solo estiró su mano para que Jimin la tomara entre la suya.

–Solo te diré que habrán algunos reporteros y pues... No tengo ni la más mínima idea de quien dijo que tú y yo éramos pareja pero... Para no levantar sospechas... Tenemos que aparentar ser una pareja.

Jimin solo escucho atento y tomó rápidamente la mano del Alfa para entrelazar sus dedos justo antes de que las puertas del elevador se abrieran. Ambos sonrieron al sentir sus manos unidas.

Caminaron por el piso número cinco hasta llegar a un local de electrónica.

Al entrar los recibieron un par de flashes de cámaras. Ambos las ignoraron y el Alfa apretó un poco la pequeña mano que estaba entre la suya. Jimin solo se sonrojo y camino un poco más cerca del Alfa.

–Necesito un celular, el más reciente con un sistema operativo bueno y seguro equipado con buena Cámara y suficiente almacenamiento. –habló el Alfa a la joven que estaba detrás del mostrador.

Ella solo asintió y corrió hacia un es tanto donde tenía los celulares más recientes y como se lo había pedido su jefe.

Si, su jefe, el Alfa era dueño de ese centro comercial.

La joven le explicó de los cuatro celulares que había mostrado, explicó de cada uno su función y todo lo que se debe de saber de un celular inteligente.

–¿Cual quieres? –pregunto el Alfa mirando a Jimin.

Jimin solo le apretó un poco la mano y miro algo confundido al Alfa.

–No lo sé... Los cuatro me gustan... Pero.... Creo que me gusto más este... –habló Jimin y escogió el que tenía como color arena en la carcasa.

Jimin sin saber escogió el más reciente e inteligente y digo no sabía por qué no había puesto atención a lo que había dicho la joven.

–Bien, me llevó este. El pago será por tarjeta. –habló el Alfa indicando el celular que había escogido el Omega y saco una de sus tarjetas para pagar, pero sin soltar la mano del Omega.

Saliendo del lugar Jimin hablo primero.

–¿Por qué... Lo compró?

–Necesitamos estar comunicados... Además... Recuerda que en el contrato decía que conmigo podías tener todos los lujos que quisieras.

-Si supieras que lo hago más por amor hacia ti que por el contrato...Solo espero el momento indicado para poder estar contigo de forma oficial.... -pensó el Alfa.

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