Finalmente era el día en que viajarían, los gemelos habían terminado de preparar sus maletas, dos cada uno y una especial en donde habían muchas cosas que podrían usar con su alfa. Sus padres los veían un poco preocupados, pero al mismo tiempo aliviados porque veían a sus hijos tan felices al lado de un buen alfa, no podían pedir más para ellos, tal vez que puedan cumplir con todo lo que desean hacer, solo eso estaría bien para conseguir la felicidad de sus pequeños.

—Mami no llores — pidió Rian abrazando a la mujer.

—Pero es que, es la primera vez que salen por tanto tiempo con amigos — sorbió la mujer mientras los abrazaba fuertemente.

—Papi —llamaron ambos.

—Ya, ya. Cariño tienes que dejarlos ir, se acaban de llevar las maletas para el abordaje y ellos tienen que ir con su alfa para subir al jet — explicó el señor Lee con una gran sonrisa.

—Está bien, me llaman cuando lleguen a donde se vayan a hospedar ¿ok? Si no me llaman, juro que averiguo en donde están y yo misma los iré a traer —hizo un puchero.

—Si, mami — asintieron ambos dejando un beso en cada mejilla de la mujer y luego hicieron lo mismo con su padre.

—Chan, por favor cuídalos bien — pidió el señor Lee al ver a Chan acercarse.

—Claro que los cuidaré, además a donde vamos no habrá mucho peligro — sonrió sin querer decir mucho.

—Bien, vayan entonces — los apuró la mujer — Los veo en una semana.

—Adiós — se despidieron los gemelos tomando las manos de Chan.

Los señores Lee los vieron pasar por la puerta de abordaje y después de unos minutos decidieron regresar a su propio hogar.

Felix y Rian habían viajado en primera clase de aviones comunes y corrientes. Pero esta era la primera vez que viajarían en un jet privado y lo mejor era que estaban con todos aquellos que consideraban amigos.

—El viaje durara unas cuantas horas — explicó Chan sentándose e indicando en donde podían sentarse también.

—Aquí hay de todo —comentó Rian emocionado.

—Lo sé, esto es increíble —asintió Felix de acuerdo.

—¡Hasta hay una cama! —exclamó JeongIn desde la parte de atrás en donde, exactamente, estaba la cama.

—¿Podemos ir? —cuestionaron ambos.

—Solo esperemos a que despeguen, cuando señalen que todo está bien, pueden levantarse —aclaró antes de que los gemelos pudieran levantarse — HyunJin, deberías decirle a tu omega y a tu alfita que se sienten de una vez.

—JeongIn, SeungMin —los llamó con voz demandante pero no fría.

—Ya vamos, hyung —asintieron ambos caminando hacia él.

Después de que MinHo y JiSung llegarán, siendo los últimos en abordar. El jet despegó y luego de unos minutos, solo pudieron observar a cuatro cachorros emocionados caminando de un lado a otro, eso hasta que los cuatro se cansaron y terminaron durmiendo en la cama que había en el jet.

Después de unas cuantas horas, llegaron finalmente a su destino. Era una ciudad con hermosas playas, y muchos turistas. Por todos lados se veían personas de diferentes países, hablando en todo tipo de idiomas, algo que fascino a los gemelos.

—¿Podemos ir a la playa? — cuestionó Felix emocionado.

—Después de desempacar, por supuesto —agregó Rian.

—Claro —asintió Chan con una sonrisa que se amplió al ver la incertidumbre en los rostros de sus omegas al notar que estaban yendo al puerto y no a un hotel.

—¿A dónde vamos, alfa? — cuestionaron.

—Es sorpresa.

A pesar de la insistencia, Chan no dijo nada, tampoco dejo entrever algo que les pudiera decir a los gemelos a donde iban. Tenían sospechas de algo, pero no estaban seguros, menos cuando subieron a un hermoso yate.

Los gemelos entonces cambiaron su atención al hermoso yate, a verlo de arriba abajo junto a SeungMin quien los guiaba, teniendo especial atención en JeongIn. Pero el viaje no fue muy largo, llegaron bastante rápido a la última locación.

—So, you can leave us now. Thanks for everything —agradecio MinHo en inglés.

—If you want me to get back, just give me a call sir, I'll be back in no time — respondió el capitán del yate.

—Thanks.

—Have a good time —finalmente el capitan subio al yate y se fue.

—Bien, ya podemos ir a la casa de playa — señaló MinHo tomando su maleta y la de su omega.

—¡¿Es una playa privada?! — exclamaron los gemelos y JeongIn.

—Si ¿no les dijimos? —cuestionó JiSung — Es mía, me la regaló mi abuelo después de que le ayude a abrir un nuevo hotel en Tokio ¿saben lo difícil que fue meterse en ese mercado? Los coreanos no somos muy bienvenidos, pero aun así terminaron aceptándonos —sonrió orgulloso.

—¡Hyung eres increíble!— exclamaron asombrados.

—Hey, yo pagué el jet — señalo Chan.

—Y yo el yate —agregó HyunJin con un puchero.

—Oh, nuestro alfa es increíble — asintió Rian.

—Muy increíble —concordó Felix.

—HyunJinie-hyung eres aún más genial — exclamó JeongIn abrazándolo.

—Yo te mostré todo — SeungMin llamó su atención con un puchero adorable.

—Tú también eres genial SeungMinnie — soltó dejando un beso en su mejilla

—Bien, vamos todos a la casa, el sol está comenzando a bajar —ordenó JiSung.

Entre todos llevaron las maletas, aunque Chan hubiera querido llevar las maletas de sus omegas, sinceramente no podía con todas. Tampoco habían pedido ayuda de sirvientes porque deseaban estar solos en aquel lugar, JiSung le había dado vacaciones a los que se encargaban de mantener su pequeña mansión en buen estado.

Al llegar finalmente a la mansión, cada uno escogió una habitación, lo mejor de aquel lugar, era que estaba creado específicamente para que las habitaciones tuvieran un buen espacio entre sí, además de estar insonorizadas y con aire acondicionado por supuesto.

Todo aquel lugar era como un paraíso, tenían un invernadero donde se podía cultivar todo tipo de verduras y plantas. El techo de la mansión estaba repleto de placas en donde se recolectaba toda la luz solar que se podía e incluso, cuando llovía tenían un equipo especial para que se cubriera de manera automática, así las placas no se arruinaban fácilmente pero en aquel lugar era muy raro que lloviera de manera inesperada.

Aunque la pequeña isla era patrimonio de la familia Yang, la mansión había sido diseñada y creada por MinHo, JiSung, HyunJin y Chan. Entre los cuatro habían tomado decisiones, habían contratado personas profesionales para crearla y se sentían felices de haber gastado una pequeña fortuna en el lugar. Porque era el lugar al cuál podían escapar, un lugar que solo ellos conocían y al que nadie, más que ellos, podía acceder.

—¡Es un lugar increíble! —exclamaron ambos.

—Lo es, gastamos mucho en este lugar, pueden verlo como su pequeño paraíso —explicó Chan dejando las maletas a un lado para luego recostarse en la cama.

—¿Tú hiciste la casa, alfa? — cuestionó Rian acostándose a su lado.

—Entre MinHo, JiSung y HyunJin, dimos ideas y contratamos a expertos — explicó.

—Nuestro alfa es demasiado increíble — comentó Felix recostándose a su lado — Deberíamos de darle una recompensa.

—¿Qué tienen en mente? —cuestionó Chan coqueto.

—Tú lo sabes, alfa — Rian susurró en su oído.

—Sorpréndanme — pidió con una sonrisa recibiendo el delicioso beso de parte de Rian.

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🔞‼️

Felix por su parte no espero demasiado, simplemente desabrocho el pantalón de Chan y lo bajo junto a su ropa interior. El miembro comenzaba a erguirse y Felix solamente pudo relamerse los labios ante la vista. Fue en ese momento que Felix bajo su cabeza para lamer a lo largo del miembro del alfa, después de dejar un tierno beso en el glande, Felix lo metió a su boca.

Chan solo pudo jadear complacido ante la sensación de su pene siendo atrapado en la cálida boca del omega. Rian por su parte comenzó a quitarse la ropa por sí mismo, sin dejar los labios del alfa, solamente lo dejaba respirar por breves intervalos de tiempo.

Después de quitarse la playera, Chan se levantó para terminar de quitarse la ropa y los gemelos también lo hicieron. Llevaban una maldita semana en abstinencia, no podían esperar más para hacerlo.

Esta vez fue Rian quien se arrodillo frente al alfa para meter el miembro a su boca. Felix por su parte se subió sobre la cama y dejo su trasero a la vista de Chan, se agacho un poco y separo sus nalgas con sus manos para darle vía libre al alfa.

Chan ni lento ni perezoso amaso las firmes nalgas del omega y se acercó para lamer el lubricante natural que había salido y que escurría por el muslo del omega. Sin embargo no uso su lengua, esta vez solo metió sus dedos, disfrutando del temblor en el cuerpo del menor. Además tenía a Rian haciendo un gran trabajo en su pene, no podría resistir tanto si seguía succionando de esa manera.

—¿Crees estar listo, Lixie? — cuestionó Chan con una sonrisa.

—Si, alfa. Estoy listo — afirmó emocionado.

—Bien, recuéstate en la cama. Adoro que estas camas sean tan altas — sonrió emocionado.

—¿Así? —cuestionó acostándose boca arriba.

—Perfecto — asintió acercándose para penetrar poco a poco al omega.

—¿Y yo? — Rian pregunto con un puchero.

—Ponte encima de tu hermano, debo prepararte.

Entonces Rian hizo lo pedido, se sentó sobre la cadera de su hermano pero Chan lo hizo levantar su trasero, dejando su rostro muy cerca del de su gemelo. Ambos no esperaron demasiado para comenzar a besarse mientras sentían como Chan los penetraba, a Felix con su pene y a Rian con sus dedos.

—Ah, alfa —gimió Felix aferrándose a los hombros de su hermano.

—Se siente tan bien, tan profundo — gimió Rian besando el cuello de Felix.

—Ustedes son tan apretados, joder — gruño Chan dando una fuerte estocada, haciendo gritar a Felix.

Después de unas estocadas más, Chan dejo en paz la entrada de Rian y lo hizo bajar hasta juntar su miembro con el de Felix y sin previo aviso, lo penetro.

Rian solo pudo gritar extasiado, había sido una embestida fuerte que lo hizo moverse haciendo que su miembro acariciara el miembro de su hermano y por ende Felix también gimió con gusto. Chan se mantuvo intercalando las embestidas, unas para Felix y otras para Rian, le encantaba ver como los anos de los pequeños quedaban abiertos justo para él.

Sin embargo los tres sabían que necesitaban correrse, la pregunta era ¿quién se correría primero entre los gemelos?

—E-el que nngg gima en la siguiente embestidaah... pierde ¿trato? — cuestionó Felix al sentir como era penetrado.

—Biennn, oh alfa —gimió Rian.

—1, 2, 3 —contaron ambos.

—Oh están tan callados —susurro Chan aplastando levemente a Rian — ¿A quién debería anudar primero? — cuestionó dando una fuerte embestida a Felix, quien apretó los dientes para no gemir — Tal vez Riannie — gruñó al penetrarlo con fuerza — o tal vez Lixie —continuó con Felix.

Ninguno gemía, pero estaban comenzando a desesperarse, debido a eso Felix tuvo la magnífica idea de acercarse al cuello de Rian y comenzar a morderlo, succionaba y lamia con gusto hasta que escucho un quejido de parte de su hermano.

—¡Perdiste! —exclamó emocionado — Por favor alfa, anudame, por favor — suplico abriendo las piernas todo lo que podía.

—Muy bien —asintió.

Chan entonces se enfocó en penetrar rápidamente a Felix, eran penetraciones rápidas y erráticas, no tenían un ritmo continuo. Simplemente era Chan tomando las caderas de Felix para llegar aún más profundo, si es que se podía. Mientras Rian un poco molesto, beso a su hermano, dejándole marquitas en el cuello y en las clavículas.

—¡Oh por Dios! —exclamó entre espasmos mientras intentaba aferrarse a su hermano.

—Joder, estás tan apretado — gruño aferrándose a las caderas del omega.

Después de unas cuantas embestidas, Chan anudo a Felix y el omega simplemente disfruto al sentir al alfa corriéndose dentro de él. Rian por su parte besaba a su hermano, él también necesitaba atención, pero entendía como se sentía Felix en ese momento.

Sin embargo Chan, sabiendo de antemano como le gustaban las cosas a Rian, simplemente tomo sus caderas para comenzar a penetrarlo, no importaba si aún seguía sobre Felix, solamente continuo penetrándolo de manera intensa. Rian no gemia solamente, comenzó a gritar ante lo bien que se sentía, Chan incluso le dio unas cuantas nalgadas y Felix lo acariciaba, incluyendo masturbar su pene.

—¡Me voy a correr, alfa! —exclamó encantado.

—Hazlo, omega — gruño dando las últimas embestidas.

—Dios, amo tanto esto — soltó Rian encantado.

—Yo también —asintió Chan besando la espalda del menor.

Entre mimos, los tres se relajaron para después simplemente acostarse en la cama y dormir, porque ya era demasiado tarde y probablemente se perdieron la cena con sus amigos, aunque tal vez ellos estarían igual en ese momento.     

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¡gracias por leer!