CAPITULO 31

8 de junio del 2019

En el cuartel del programa de espías, Ernie Kilian se pasó una mano por su calva cabeza, suspirando ante mucho estrés. El inicio de sus problemas fueron sus dos antiguos alumnos, los gemelos Crowell, después le siguieron sus amigos de la Manada junto con uno de los espías Alfa más jóvenes de la agencia. Y para arruinarle más la vida, sus viejos amigos del programa de espías se habían involucrado con los gemelos de modo que había que trabajar más de la cuenta.

Las horas transcurrían tan lentas como una anciana con una andadera. Ernie era el principal al mando de la captura de los gemelos y el gran grupo que les seguían. Todavía seguían en la mira de la ASPM por lo cometido semanas atrás.

Estaba cansado, harto de realizar posibles búsquedas de los gemelos Crowell, los lobos y sus amigos. Lo que más añoraba era su cama al final del día, deseando dormir para sentirse rejuvenecido y lleno de energía, pero al despertar lo hacía amargado y tenía que regresar a las largas horas a su cubículo.

Un joven analista llamado Kyle Rockford (ahora sí se aprendió el nombre), iba y venía a su cubículo con información desde hacía mucho tiempo. Siempre dejaba papeles con diferentes informes, presuntos movimientos de los Crowell y el equipo que habían hecho. También asuntos de RAGE, que ya era el colmo tener que lidiar con un solo grupo, ahora había que lidiar con otro montón de idiotas.

Con el hecho de que redujeron tantos espías cuando se activó la autodestrucción de los otros cuarteles, los que quedaban debían seguir trabajando. Con el personal ajustado, Ernie pensaba que su labor era una mierda, quería irse. Preferiría estar en la acción, pero su parte se reducía a quedarse en este cuartel. No había visto nada más del exterior desde hace meses.

Kyle volvió a dejarle papeles, aunque esta vez se lució dejándole un café cargado como a Ernie le gusta. Ernie le enseñó una sonrisa a modo de agradecimiento.

―Hubo un disturbio el día de ayer ―murmuró Kyle.

Ernie levantó la mirada, fijándose que el analista tenía ojeras más grandes que la ocasión en la que los Crowell se movían por Birmingham. Ernie suspiró.

―¿Ahora qué hizo RAGE?

―No parece tratarse de RAGE solamente, se cree que también ha tenido que ver con los gemelos Crowell y su Manada de lobos.

Ernie en otros tiempos habría reaccionado impresionado y avivado por saber más, pero hoy solo torció la boca de disgusto. Movió la cabeza como gesto de que continuara hablando.

―Pudimos hackear las grabaciones que la policía guardó ―dijo Kyle. Le enseñó una sonrisa clara a Ernie―. Las hemos borrado también, así que nos quedamos con la evidencia.

―Bien hecho.

―Vimos algunas grabaciones en las que los gemelos y los lobos de la Manada deambulaban un orfanato, el mismo que tuvo el disturbio de anoche ―Kyle le alargó un recorte del periódico, pero que lo había impreso en papel bond. Se veían los escombros del orfanato. También las caras de algunos lobos: Ariana, Liam y Stephen. Ernie prestó atención a la imagen de Stephen, como un auxiliar se pudo haber convertido en un espía corrupto lo molestó―. Soldados de RAGE murieron, pero...

Ernie volvió a alzar la mirada, viendo como Kyle le mostraba otras imágenes que había impreso, donde se veían personas con un traje oscuro.

―Vimos otra gente que atacaba a RAGE. Estaban mejor armados que los soldados, no sabemos si en el bando de los gemelos ellos reclutaron espías. Intentamos escanear sus rostros y nos ha arrojado resultados negativos, no constan en nuestro sistema.

―¿Eran pocos?

―Al contrario, algunos cuerpos que no quedaron bajo los escombros nos hacen suponer que eran más.

Ernie dio un sorbo al café.

―Fuerzas especiales, quizá. Si Nick está con ellos, entonces los habrá ayudando consiguiendo militares buenos para lo que sea que estén haciendo.

―Estuvieron atacando a RAGE ―murmuró Kyle.

―Ya... pero aún no hemos de olvidar el problemón que hicieron los Crowell con la muerte de Freeman ―Ernie se fregó la cara, cansado de pensar―. No cuadra nada en todo esto y me está cansando...

Dio otro sorbo al café y se retrepó en el asiento.

―¿A cuántos espías mandará a investigar? ―preguntó Kyle.

―No lo sé, tendré que pensarlo.

―Deberá decidirlo rápido antes de que ellos se vayan de Kansas ―Kyle estaba a punto de salir del cubículo―. Por cierto, un señor está convocando a una macro reunión a espías, analistas y demás personal que hay en este cuartel.

Ernie frunció el ceño.

―¿De quién se trata?

―Un señor que admitió ser el reemplazo del difunto director del cuartel general de Europa.

***

Goleman reparó en que el personal que había en este cuartel era bajo, ajustado. Se imaginó que podía haber casi cien personas, pueda que mucho menos. Goleman, el director de los DELTA, ojeó a cada recién llegado ocupando un asiento en la sala de uso múltiple. Hubo espacios vacíos de asientos y cuando pensó que ya estaban todos, tomó un micrófono para hablar.

No quería inventar un nombre y apellido tan diferente del apodo que se había puesto para los Cuatro Gobernantes, así que decidió mantenerlo. Saludó a todos, presentándose como Paul Goleman.

―Mi motivo para citar a todo el personal, fue para hablarles del gran problema que han tenido que aguantar en estos días con respecto a RAGE y por los gemelos Crowell. Queremos que este personal se traslade a Alaska para trabajar con los espías y analistas que tenemos.

Muchos cuchichearon, confusos al enterarse de ir a Alaska.

―Entiendo que tengan sus dudas y responderé a cada una de ellas.

Una espía alzó la mano y Goleman la señaló.

―¿Por qué no haberlo hecho antes cuando estábamos jodidos por la destrucción de nuestros cuarteles y ajuste de personal?

―Señorita, primero señalaré que, como director sustituto del cuartel europeo que lo dirigía Donald Herrmann, que en paz descanse, nos vemos obligados a mantener en silencio la existencia de un cuartel existente en Alaska. Todos los directores saben de ello. Sé que el director George Freeman murió después y que, a pesar de que quedaba el director del cuartel de Norteamérica murió recientemente a manos de un soldado élite de RAGE hace unos días. Sin una directiva que pudiera reemplazarla, me vi en la obligación de decidir el momento idóneo en el que pudiera estar en una sala frente a ustedes.

» La razón por la que no he salido antes es porque en el cuartel de Alaska hemos tenido que ser precavidos. Estuvimos al pendiente de analizar a cada espía hasta saber si no teníamos a un traidor entre nosotros, porque llegamos a descubrir que Horace Maxon, actuaba a favor de RAGE. Se cree que Horace ayudó a Tony Oldman desde que fundaron RAGE.

Otro extenso murmullo de voces opacó la sala. Goleman hizo un gesto con la mano para que guarden silencio.

―Descubrimos que Horace tenía información sobre RAGE, trabajaba con ellos. Pues en el hogar de su hermano había soldados a su mando. Por eso lo sabemos ―Goleman vio interés en los espías―. Íbamos a aparecer antes. Yo iba a hablar con ustedes, pero temimos por nosotros a que también activen nuestro código de auto destrucción. Así que nos mantuvimos ocultos, pero también investigando y averiguando.

Kyle Rockford levantó la mano y Goleman le concedió la oportunidad de preguntar.

―Anoche hubo una confrontación de soldados de RAGE en un orfanato, ahí estaban los gemelos, aunque también estaban otros hombres, parecían espías. ¿Los envió usted?

―Por supuesto.

―¿Por qué no lo dijo?

―Porque nosotros atacamos en secreto ―dijo Goleman―. Creo que está demás decir que hay unidades de fuerzas especiales que también se encargan de RAGE, nosotros nos mezclamos entre esa gente para que así nuestros espías no sean descubiertos. Espero que entiendan que es nuestra medida de contingencia, mucho más secreta que la que esta agencia ha estado ejecutando.

Esta vez volvieron a alzar la mano y Goleman dejó que otro hombre haga su pregunta.

―¿Qué haremos ahora? ―preguntó Ernie Kilian.

―Trabajar con nosotros en Alaska. Trataremos de seguir trabajando, investigando a RAGE y deteniendo a sus soldados. Así como capturar con vida a los gemelos Crowell por sus actos. Es decir, que ya no estarán solos, ya no más. El cuartel de Alaska se unirá a los dos que quedan para aumentar nuestra fuerza. Colaboraremos y detendremos a nuestros enemigos, los estúpidos soldados de RAGE.

Los espías asintieron con la cabeza, agradecidos. En cierta forma, así era mucho mejor. De todos modos, no iban a cuestionar lo que un director sustituto diga, pues los directores siempre sabrán más que un espía Alfa que lleva años en este tipo de trabajo. Un secreto es un secreto, no había para qué descubrir.

Goleman vio complacido como ellos caían rendidos a él. Sabía que pudo engatusarlos para que estos espías se unan a sus espías DELTA. Mantendría el secreto de los pisos inferiores restantes, porque lo único que alcanzarían a ver estos hombres y mujeres sería el primer y segundo piso, el resto de pisos subterráneos ellos no lo verían.

―Preparen sus cosas, espías, analistas y demás ―dijo Goleman juntando ambas manos―. Continuaremos con este trabajo en Alaska. No tendrán que preocuparse del frío y las horas de trabajo, ahora podrán descansar un poco más de la cuenta.

***

Ernie Kilian pensó que todos espías estúpidos que lo rodeaban se habían dejado convencer con vagas palabras. Aunque no tan vagas, en realidad, porque les estaba dando lo que más deseaba esta gente, era como matar la sed de un hombre del desierto. Él en cambio no se vio persuadido por ese tal Paul Goleman. No sabía si otro espía pensaba igual que él.

Tristemente todos sí se vieron persuadidos cuando terminó la reunión.

Ernie se convencía así mismo de que algo no estaba bien.

No iba a irse con ellos. De todas formas, los Crowell estaban en Kansas, quizá, por lo que preferiría encargarse de este asunto personalmente. Ya estaba cansado de enviar a espías, era mejor que se enfoque por su cuenta. Aunque no iba a hacerlo solo, así que llamó al analista joven que siempre venía a verlo.

―No lo entiendo, señor ¿por qué no vamos con los demás?

―En el viaje te lo explico ―dijo Ernie mientras conducía al chico por el cuartel, por el sector sur donde estaban todas las avionetas, helicópteros y aviones―. Tengo un avión propio, nos iremos en ése. Hagámoslo antes de que se den cuenta de que nos hemos separado de ellos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top