CAPITULO 26
La muerte de Carlos Quintana se volvió noticia en Kansas, se habló al respecto de un tirador en un edificio en concreto, pero les costaba saber desde cuál ventana pudo haber venido la bala. No se halló evidencias al respecto, tampoco se llegarían a hallar porque las cámaras de Ojo de Águila habían sido descompuestas de repente, sin ninguna explicación lógica.
Después de la muerte de Carlos precedieron otras acciones de RAGE en las que Nathan estuvo involucrado. Otras muertes a diferentes personas, el gemelo las cometía sin rechistar.
Los Contactos de RAGE también se encargaban de situaciones similares, aunque Isabella por el momento solo quería comprobar la fidelidad del gemelo Crowell. No había actuado en contra de RAGE, le parecía impresionante que actuara según sus órdenes, aunque no podía evitar sentir que aquellas acciones eran un modo de ganarse su confianza.
Aún no podía confiar en él.
Mientras iba con Nathan a los asesinatos, Xavier le seguía comentando que la situación con la Manada de lobos no había cambiado nada. Ni siquiera hubo otra discusión de parte de Stephen y Ariana, tan solo se habían separado de habitaciones y cuando era momento de desayunar, almorzar o cenar no mediaban palabra.
Durante esta semana la Manada de lobos se atrevió a salir del Central Yart para comprar algunas cosas, incluso veían la probabilidad de salir a otro hotel.
Aunque no tenían dificultad para seguir en el mismo hotel, pensaban que podrían cambiar su hospedaje a otro. De todas formas, seguía sin suceder nada interesante hasta el día 7 de ese mes, cuando Kenny McFly fue a la habitación de Ariana.
***
7 de junio del 2019
Kenny dio unos golpecitos en la puerta de Ariana cuando el sol se iba ocultando en el horizonte. Llevaba su laptop bajo el brazo. Ariana vio que era él y se apartó para dejarlo pasar.
―¿Tienes algo importante que decirme? ―Inquirió Ariana.
El analista miró que su amiga se encontraba con un gesto cansado, su rostro delataba que las horas de sueño no las conciliaba bien. Su aspecto alegre, sagaz y vivo que vio en ella cuando se conocieron, había sido reemplazado por una expresión agotada, afligida y desdeñosa. Era como haberla despertado amargada en la madrugada.
Kenny vio como ella cerraba la puerta y, a pesar de que nadie los escucharía, él habló en voz baja.
―He encontrado a Nathan.
Bastó decir esas palabras para que el rostro de la gemela recuperara cierto color y vivacidad. Se llevó unos mechones tras las orejas y se sentó al lado de Kenny.
―¿Estás seguro de que es él?
―He sospechado que algunas de las noticias podían ser evidencia de que fue él ―respondió Kenny―. Empecé con esta investigación desde la muerte de Carlos Quintana.
―El de la bala perdida.
―Sí. Luego traté de seguir el rastro de otras víctimas que presuntamente eran de RAGE. Pero no se sabía algo muy concreto, hasta que traté de revisar con mucho más cuidado en los alrededores de cada cámara. Al final logré dar con él ―Kenny abrió su laptop y le enseñó una imagen, su hermano estaba al lado de lo que Ariana y Kenny afirmarían como un fantasma, pues Nathan estaba al lado de Stela Oldman―. Esto me preocupa... ¿Nathan ha estado sirviendo a RAGE cometiendo los asesinatos?
Ariana negó con la cabeza.
―Eso sería estúpido.
Kenny señaló su pantalla con el dedo.
―Nathan es un asesino increíble usando el instinto asesino, ¿no sería exagerado pensar que él ha estado matando a esas personas?
Ariana bufó.
―¿Por qué Nathan estaría trabajando para esas escorias?
―No lo sé, pero tampoco me parece una tontería creer que está ayudándolos por alguna razón.
―Sería absurdo que Nathan se haya creído esa historia de que los DELTA son reales.
―Es una posibilidad.
Ariana miró de reojo la imagen de su hermano.
―¿Le has dicho a Stephen de esto?
El analista meneó la cabeza.
―No, no lo hice. Supuse que desde la discusión que tuvieron... creí que eras tú quien debía enterarse primero de Nathan antes que él.
―Hiciste bien ―dijo Ariana―. Si has encontrado a Nathan, ¿sabes dónde está justo ahora?
Kenny presionó unas cuantas teclas y volvió a mostrarle la pantalla.
―En este orfanato ―Kenny río―. Lo he encontrado más rápido que la ASPM.
Ariana asintió con la cabeza luego de leer la dirección tres veces.
―Iré a buscarlo.
―Espera ―Espetó Kenny―. ¿Vas a ir sola?
―Tengo un plan en mente, no necesitaré que la Manada me siga, podré sola ―Ariana al ver el gesto preocupado de Kenny hizo rodar los ojos―. No me van a matar, lo sé bien. Deja que yo me encargue y tú no le digas nada a Stephen, ¿de acuerdo?
―De acuerdo...
―Kenny, lo estoy diciendo en serio ―dijo―. No quiero que lo sepan, ¿puedo confiar en ti?
Después de un instante de indecisión, el analista asintió con su cabeza.
―Prometo no decir nada... pero por favor, regresa con vida, ¿sí?
―Descuida. Saldré a buscarlo esta noche y volveré en unos días.
***
Desde el otro hotel, Xavier tenía los ojos tan abiertos al oír aquello que de inmediato mandó esta información a Isabella. Redactó un corto resumen de la conversación y le enviaría también un audio recortado en el que se escucharía únicamente esta conversación que tuvieron este par.
Xavier al cabo de unos minutos pudo enviar el mensaje a Isabella. Supuso que pondría a los soldados de RAGE a la espera de la llegada de Ariana, aunque no sabía qué es lo que haría Isabella. Para Xavier, que Contacto 1 la mate y desaparezca el cuerpo para antes de que el hermano se entere no sería un problema, ya que el gemelo seguía siendo un perro fiel a Isabella, ni siquiera se preocuparía en decirle lo que hicieron con su hermana.
Después desearía la muerte de los demás lobos, estaba claro que ellos se darían cuenta de la ausencia de la loba y saldrían a buscarla. Pueda que el analista termine revelando la verdad. Tal vez así podrían tenderle una trampa para matarlos.
Aunque sus deseos esperaban ser cumplidos a través de Isabella, esta simplemente aclaró que la tendrían encerrada para cuando llegue al orfanato. Ya pensará ella qué hacer con Ariana.
Mientras tanto, Xavier tendría que limitarse a seguir vigilando.
Lo cual siguió haciendo cuando terminó de enviarse el mensaje. Xavier veía que Ariana ya se estaba preparando con anticipación, también mencionó brevemente buscar un arma de fuego que había guardado. Los demás seguían en sus patéticas rutinas diarias, nada había cambiado para ellos en estos días. Cuando fue la hora de la cena y llamaron a Ariana, esta dijo que no se sentía bien del estómago por lo que no saldría a comer con sus amigos.
Liam y Beatrice le desearon lo mejor para que se cure, si necesitaba algo no dude en decirles. Xavier no despegó la mirada de la gemela en ningún momento, su prioridad era ella. Ariana había cerrado sus cortinas cuando el cielo se volvió un manto oscuro donde se hallaban diminutos destellos de estrellas.
Soltó un último suspiro y abandonó su cuarto, era momento de salir a buscarlo.
Xavier envió un mensaje nuevo a Isabella, de modo que ahora sabía que la gemela Crowell se acercaría al orfanato sosteniendo una pistola. Isabella agradeció cada informe enviado, así que lo siguiente que le pidió fue que estuviera pendiente del resto de la Manada. Xavier asintió y esperaría a que la Manada de lobos volviera a sus habitaciones.
Mientras tanto, él también se pondría a comer. Hace unos diez minutos había un plato cubierto con otro plato, lo que sería su cena. Unas costillas de res que comenzaron a gustarle desde que llegó a este hotel.
Devoraba el plato con rapidez aun sabiendo que la Manada tardaría en regresar a su respectivo piso. Comía en la oscuridad de su habitación, la única luz era la de una pantalla en la que enviaba las anotaciones y audios a Isabella.
Xavier se había puesto a pensar sobre algunas personas. De hecho, se llevaba preguntando desde la desaparición de Ernest Urei, ¿dónde estaban aquellos que antaño fueron sus compañeros en el programa de espías? Además de Bill y Esther Crowell, estaban Nick, Lissa y Anna, quienes también fueron compañeros en posteriores misiones. No les tenía tanta consideración, poco les importaba, aunque por ahora sí se preguntaba sobre ellos.
Incluso sobre Rachel Flemming, quien ayudó a los Crowell a escapar hace meses de la trampa de Horace.
Todas estas personas llevaban desaparecidas, era imposible que estuvieran muertas.
Xavier dejó de masticar al creer que su puerta había sido cerrada. Miró por encima de su hombro y aguzó el oído.
Nada.
―Debió ser otra puerta.
Volvió a comer la costilla y bebió la mitad de su vaso de agua para tragarlo con facilidad. Al terminar, dejó el plato en el suelo y se limpió los dedos con una servilleta tan suave como la seda misma. Le sorprendía la calidad que podían tener las comidas y cosas en un hotel lujoso.
Cuando iba a agarrar los binoculares, miró que en la ventana había una silueta de pie. Como si se tratara de un fantasma. Este movió el interruptor de la luz, haciendo que Xavier se estremeciera. Levantó la mirada al recién llegado sosteniendo una pistola.
―Así como los estabas vigilando a ellos, nosotros también te estuvimos vigilando a ti ―dijo Nick Tolbert.
Lo que salió de la pistola no fue una bala sino un dardo que dio directamente entre ceja y ceja de Xavier. Cayó hacia atrás en su silla, soltando su plato de comida y babeando por la comisura de su boca.
Nick se puso un celular al oído.
―Muchachos, dense prisa para que alcancen a Ariana ―Colgó y miró de reojo a Lissa y Anna empujaban una carretilla con dos maletas grandes encima. En realidad, por fuera se veía como si estuvieran dos, una sobre la otra, pero la realidad era otra y es que daban este aspecto de estar separadas, pero en realidad permitirían eran una sola porque en su interior estaba agujereada, así podrían llevar un cuerpo como el de Xavier―. Los lobos harán su parte mientras enviamos mensajes falsos a Contacto 1. Mientras tanto... nosotros nos llevaremos a este cabrón.
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