CAPITULO 16
13 de mayo del 2019
Al amanecer, las noticias sobre lo ocurrido en ambas fábricas de textilería aparecieron y sorprendieron al público. Por supuesto que la culpa recayó sobre RAGE, mas no en los DELTA porque para ellos era fácil evadir esa clase de situaciones.
La Manada de lobos seguía en Oklahoma, desanimados. Era Ariana quien más triste y preocupada se sentía, pues esperaba que su hermano siguiera vivo y no en manos de los DELTA. Hasta deseó que fuera RAGE quienes lo tuvieran apresado todavía.
Según Augustus, había más espías DELTA en la otra fábrica. Para cuando Ariana intentara persuadir a Brennaman de que salieran a buscarlos, fue demasiado tarde ya que él le enseñó un reporte que recibió recientemente y haciéndole entender a Ariana que esos espías habían muerto.
―¿A manos de Nathan?
―Así parece. Pero también de otra persona más, quiero que tus compañeros y tú vean esto.
La Manada de lobos se reunió y les enseñó algunas fotos y grabaciones de lo que parecía una mujer envuelta en una especie de traje que cubría su cuerpo de pies a cabeza. Resistía balas del calibre de un rifle de asalto, lo que desconcertó a todos allí.
―Aún no sabemos quién es ―dijo Augustus―, pero tiene un traje increíble a prueba de balas.
―¿No fue desarrollado por ustedes? ―preguntó Stephen.
Augustus alzó ambas cejas.
―Nosotros seguimos usando chalecos o cascos, hasta protectores para las extremidades para evitar las balas, pero esto es diferente. Esta tecnología, según he leído por nuevas filtraciones, fue creada por Horace Maxon.
―¿Tan inteligente era como para crear algo así? ―inquirió Beatrice.
―Así parece. Han logrado descubrir que ese traje es resistente a las balas y a objetos afilados, los espías DELTA que tratan de pelear contra ella no logran herirla.
―¿Desde cuándo lo han descubierto? ―preguntó Liam.
―Desde hace unas semanas apareció esta persona y nos ha tomado por sorpresa. Sea quién sea, pelea muy bien y es invulnerable.
―¿Y qué hay de Nathan? ―preguntó Sonya―. ¿Acaso él no peleó hasta salir de allí?
Augustus fue colocando las otras grabaciones que le enviaron.
―Por supuesto, pero no salió de allí. A Nathan le pasó algo raro el día anterior. Miren esto.
Entonces pudieron ver vídeos donde Nathan tenía los ojos inyectados en sangre, peleando con más brutalidad que antes. Ariana, quien se sentía muy familiarizada con su instinto asesino veía diferencias abismales con lo que ella estaba viendo en pantalla. Ver los ojos de su hermano, despertó un nuevo miedo.
―La bestia de la que mi abuelo me habló... despertó en Nathan.
―Esto sí es nuevo ―Señaló Augustus―. Lo que conocemos sobre su instinto asesino se aleja mucho de esta nueva versión.
―¿Pero cómo pasó eso? ―preguntó Sonya de repente. Todas las miradas se centraron en ella, pero Sonya miraba fijamente a Ariana―. ¿Cómo se supone que la naturaleza oscura de la Marca Sanguinaria aparezca?
Ariana hurgó en sus recuerdos, tratando de hallar la respuesta.
―Mi abuelo no fue muy claro, tan solo nos dijo que la Marca al estar dividida podría ser un indicio de que el portador despertará una bestia. No nos especificó el cómo.
―Creo recordar que en Alabama ustedes comentaron algo de que su instinto asesino iba a ser diferente cuando creyeron que nos mataron a Sonya y a mí ―dijo Stephen―. Nathan debió revivir otro dolor, ¿o me equivoco?
―Si eso es así... ―Ariana titubeó―, ¿habrá muerto Luke o Kenny?
Se hizo un silencio entre la Manada de lobos, otro compañero menos no podía ser bueno para ellos. Augustus revisó su celular y luego de unos segundos de búsqueda, soltó un fuerte resoplo.
Le dio la vuelta a su celular y la Manada de lobos se acercó para ver la terrible imagen: Luke Thomas tenía su tarjeta en color gris y con una gran X tachada encima. Eso solo significaba que así como Sasha, él había muerto. Se hizo un largo y prologando silencio en la sala.
Algunos se preguntaron cómo habrá muerto, otros no quisieron saberlo ni mucho menos imaginarlo. De entre ellos, Beatrice sorbió su nariz y suspiró. La respuesta sobre el despertar de la bestia en Nathan estaba clara. Liam luego de un largo rato, trató de retomar el tema.
―Si lo que tiene Nathan ahora es peligroso, ¿entonces debemos tener cuidado de él?
Stephen carraspeó e intentó responderle.
―Si la naturaleza de la Marca Sanguinaria dicta que asesinará a cualquiera, incluso un ser querido, entonces es probable que debamos tener cuidado. Al menos hasta saber cuál es la verdadera situación de Nathan, porque desconocemos si esta bestia se mantiene despierta todo el tiempo y ya no se trate del Nathan que conocemos.
Eso generó más incertidumbre entre la Manada, aunque esperaban recibir las respuestas pronto. En ese instante, Augustus recibió una llamada y la atendió. La Manada de lobos se percató de que él abrió los ojos, sorprendido.
―Sí... Eso es bueno, muy bueno. Traigánlo de inmediato ―dijo Augustus Brennaman y colgó. Les sonrió a la Manada de lobos―. Buenas noticias, han encontrado a su amigo Kenny McFly y lo van a traer aquí.
Oír eso, fue un alivio para ellos.
***
A mediodía por la carretera iba una hilera de cuatro coches por los alrededores de Kansas. En el auto que iba adelante viajaban tres personas. Isabella, Stela y Nathan. Aunque las dos hermanas iban sentadas al frente, Nathan en cambio se encontraba sentado, envuelto en una exagerada e incluso cómica cantidad de cinta de embalaje como si fuera un capullo del que saldría una mariposa. Su cabeza estaba descubierta y tenía la boca tapada con cinta adhesiva.
Seguía con los ojos cerrados y con la cara limpia, no había rastro de la sangre que había caído en rojos hilillos por sus mejillas. Aunque todavía necesitaba asearse, cuando despierte lo hará.
Las hermanas seguían llevándolo lejos, lo más lejos posible de Oklahoma. Como Stela tenía cierta noción de cómo usaban los escáneres faciales de la ASPM, pensó que podrían burlar cualquier intento de la agencia si evitaban salir del coche.
Stela se removió en su asiento, inquieta. Miró nuevamente por el retrovisor.
―¿Qué te pasa? ―preguntó Isabella.
―Siento que no fue suficiente cinta de embalaje. ¿Es raro que piense que de repente abrirá los ojos y nos matará a nosotras?
―No tengas miedo, estamos a salvo.
―Sigo sin entender por qué decidiste que fueramos nosotras la que lo llevaramos en auto.
―Por si se le ocurre alguna cosa. Estará inmóvil, pero no me dejaré atacar por un espía, he oído algunas historias de cómo algunos que han estado atados así, se han liberado y después mataron a soldados de RAGE. Lo que a mí me interesa saber, es por qué carajos liberaste a Nathan y a sus amigos.
Isabella vio por el rabillo del ojo que su hermana parecía refunfuñar, encogerse, como si fuera una niña. Se acercaba un regaño para ella y se portaba así de repente. Quizá sea algo que saliera por instinto al tratarse de ser su hermana.
―Pensé que podría ser mejor para RAGE, no me equivoqué al final.
―Tomaste una decisión arriesgada sin consultarme ―replicó Isabella―. ¿Y si Nathan lograba escapar con sus dos amigos?
―Pero no fue así, no escapó.
―¡Pero uno de ellos sí escapó! ―gritó Isabella sin apartar la vista de la carretera. A pesar de que no estaba viendo a Stela, suponía que esta se hundiría en el asiento, de brazos cruzados y con los hombros alzados―. Creí que no te dejarías llevar por tontos sentimentalismos, en esta guerra contra los putos DELTA no podemos dejarnos llevar así. Por favor, Stela, has actuado con más coherencia antes, ¿en serio me das a entender que esta gente, estos estúpidos espías que queremos muertos, te han ablandado?
Stela soltó un largo suspiró.
―Creo que sí ―respondió Stela con la mirada baja―. Yo estuve ahí, Isabella, las cosas... se sentían diferentes. Sé que no es la ASPM DELTA con quienes estuve, pero este lado de la ASPM que yo viví fue mejor ―Stela miró a su hermana―. Conocí más gente, tuve más amigos que los Contactos de RAGE.
―Fue un error haberte enviado ―dijo Isabella con dureza―. Yo debí haber ido en tu lugar.
―No fue un error ―dijo Stela, enfadada―. Hice las cosas tal como Horace y papá esperaron de mí.
―Antes sí, ¿y ahora sigues haciéndolas como ellos esperarían?
Stela iba a responder, pero se quedó con la boca abierta, sin soltar una sola palabra. Se arrepintió y retrocedió.
―Te necesito, Stela ―dijo Isabella con pesar―. En esta guerra debemos tenernos la una a la otra, pero siendo duras con nuestros enemigos. Recuérdalo bien, el espía que está en el asiento trasero, no es tu amigo, es solo un enemigo al que has estado mintiendo todo este tiempo. Así como el otro que murió anoche.
Stela miró de reojo a Nathan, quién seguía dormido. Aunque las palabras de su hermana señalaban a Nathan como enemigo, Stela seguía pensando un poco lo contrario. Incluso cuando Tony murió por culpa de Nathan y su hermana.
Aunque Isabella dijera que son enemigos, para ella en cierto tiempo los consideró amigos.
―Me sorprende que estés trayendo el cuerpo de Luke Thomas en uno de vehículos de atrás. ¿Por qué no lo dejaste allá en la fábrica?
―Quiero darle una lección a Nathan ―respondió Isabella―. Creo que tengo la idea perfecta de cómo hacer que Nathan sea parte de RAGE.
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