CAPITULO 11
«No llores... por favor, no llores ahora... ¡NO LLORES AHORA!»
A pesar de sus gritos internos, Stela soltó lágrimas, pero que se fundieron bien entre las lágrimas que había derramado entre las demás que ocasionó el puñetazo de Tony en la nariz y la asfixia que le estaba provocando, pues sus ojos lagrimeaban y los tenía ligeramente inyectados en sangre. A Stela le costó despegar la mirada del cuerpo de Tony, que yacía sobre el polvoriento helipuerto, justo cuando la guerra que se desató dentro de New Garden había culminado.
Sintió las manos de los gemelos Crowell tocarla haciendo que se aparte del líder de RAGE. Nunca en su vida se sintió tan asqueada. No mataron directamente a Tony, pero de no ser porque se obsesionaron con querer investigarlos, nada de esto habría pasado, todo seguiría bien en RAGE como siempre lo ha estado...
Ariana palpó la cara de Stela quitándole polvo y Nathan se aseguraba de limpiar manchas de sangre que en realidad era de Tony, unas cuantas gotas la habían salpicado.
―¿Stela, estás bien? ―preguntó Ariana.
Stela parpadeó y miró a Ariana a los ojos.
«QUIERO ASESINARTE A TI Y A TU ESTÚPIDO HERMANO, ¡QUIERO ASESINARLOS!»
―¿Stela? Oye, reacciona, ¿te encuentras bien? ¿Sientes algún dolor? ―preguntó Nathan.
«NO QUIERO SU AMABILIDAD... LOS MATARÉ IGUAL COMO A SUS PUTOS PADRES.»
Agachó la cabeza. A pesar de que sus deseos eran que los quería muertos, le prometió a Tony que no podía hacer eso, puesto que, sin los gemelos, los DELTA seguirán existiendo.
Inhaló y exhaló. Inventó rápidamente una mentira.
―Apenas los oigo, ¿qué dicen?
―¿Te encuentras bien? ―repitió Nathan más alto.
―Sí ―respondió ella, controlándose―. Me duele la nariz, pero no es nada grave.
―Deja que te ayudemos ―Suplicó Ariana.
―No se preocupen ―dijo Stela poniéndose de pie―. Puedo caminar sola.
***
24 de marzo del 2019
Stela respingó al oír el timbrazo de su móvil cuando miraba la ventana del hotel de Manhattan. Miró de reojo la pantalla, siempre un número desconocido. Sabía que se trataba de Isabella que trataba de contactar con ella, pero Stela no quería responder. Desde la muerte de Tony se había sentido muy deprimida, lloraba por las noches y tenía problemas al alimentarse, pues todo lo que comía lo terminaba vomitando.
Aún mantenía la mentira de ser la loba Stela Winfred frente a sus amigos de la Manada, era necesario que siguiera fingiendo un poco más. Su mente estaba bloqueada, la imagen de Tony apretando el gatillo acabando con su vida se repetía una y otra vez. La misma imagen la acosaba en despierta o en sus sueños.
Y se detestaba así misma al insultarlo cuando habían sacado su cuerpo de New Garden. Tony siendo cargado al exterior mientras Beatrice se mostraba amigable era un pensamiento detestable. Por un instante Stela Winfred y Stela Oldman se mezclaron entre sí para ella, en un pequeño segundo no sabía quién era.
―Después de esto nos merecemos unas pequeñas vacaciones. Al menos un par de días ―Había dicho Beatrice unos días antes.
Y Stela no sabía que es lo que había dicho en realidad, tan solo respondió de forma mecánica.
―Opino lo mismo.
Quería matar a Nathan y Ariana Crowell. Si tan solo hubieran colaborado con Tony cuando RAGE los llevó al Lonart, nunca habría sucedido esto... seguía convencida de que eso sería así. Al igual que con muchas otras cosas.
El móvil volvió a vibrar sobre la mesa, Stela ya estresada y desanimada iba a apagarlo, pero prefirió hablar con Isabella. Al contestar, escuchó a su hermana con una voz triste, apagada.
―¿Por qué no respondías?
Stela torció la mandíbula.
―Buen día.
―¡¿Por qué no respondías?!
―No estaba de humor... papá...
―Ya sé lo que pasó con papá ―Exclamó Isabella, alzando la voz―. Esperaba que me llamaras, también te necesitaba...
Stela suspiró.
―El plan fracasó. Horace había dicho que los Crowell y la Manada de lobos morirían y no fue así... ―Su voz entorpeció al borde de las lágrimas―, vi a Tony morir y yo podía haber matado a los Crowell porque estaban muy débiles en ese momento...
―¿Y no lo hiciste porque Tony te dijo que le prometieras que los Crowell formen parte de RAGE?
Esa pregunta despertó a Stela de su ensimismamiento.
―¿Habló de eso contigo?
―Lo hizo. Antes de irse, me llamó y me dijo que los Crowell son la clave para acabar con los DELTA.
―¿Qué tan convencida estás de eso?
―Mucho. Seamos realistas, Stela, necesitamos Guerreros Sanguinarios si queremos cumplir el deseo de Tony. Si a Chikae se le acaba el poder del Guerrero, será uno menos que podrá ayudar... y el hecho de que los Crowell lo tengan, incluso por tratarse de Guerreros con el poder a medias, nos sirve más de lo que creemos.
Stela se limpió un par de lágrimas.
―¿Quieres retomar el plan de Tony?
―Es la mejor opción. He intentado hablar con Horace al respecto, pero no ha contestado mis mensajes.
―Tal vez esté de luto. Pues a pesar de todo, a Horace le agradaba Tony.
***
25 de marzo del 2019
―Es hora de mandar a la mierda todo esto con todos estos hijos de puta. El Plan Maestro debe continuar.
Cuando Horace terminó de decir esas palabras (habiendo matado antes a George Freeman y encerrando a los Crowell en ese despacho), apretó el botón que activaban los códigos de auto destrucción de tres cuarteles de la ASPM. Mientras todo se estaba volviendo un caos, Horace aprovechó el poco tiempo que tenía mientras las cámaras aún no se componían. Se movió lo suficiente como para mezclarse entre la gente que miraba los pasillos por donde corrían los espías cargando un pesado carrito que tenía encima un láser potente capaz de cortar el metal.
Tardaría su tiempo, de todos modos, su trabajo ya estaba hecho.
La razón por la que buscó a George Freeman, fue porque así eliminaba a sus marionetas más importantes en caso de que quieran revelarse luego de la muerte de Tony. Pues Horace tenía comiendo de su mano a George hace tiempo, pero igual podría revelarse contra él y decir que siempre estuvo enviando información a Contacto 4 a espaldas de la agencia. Sería un coste caro hacer esas revelaciones, pero si él seguía con vida mientras seguía con el Plan Maestro, pues sería un estorbo en el camino.
Aunque le preocupó mucho oírlo decir que él era Contacto 4... No dijo un número cualquiera, él había acertado, ¿desde cuándo lo estuvo sospechando? No sabía cómo, pero haberse deshecho de él fue bueno, pues si descubrían su identidad, RAGE tendría serios problemas.
En cuanto a los Crowell, bueno, lo que tenga que ver con ellos ya no será importante. Su castigo no será la prisión normal, sino que irán a parar a las cámaras de prueba de los DELTA. Horace lo sabía bien, así que en cierta forma, esta acción de dejarlos encerrados a merced de los científicos DELTA era la mejor venganza por la muerte de Tony.
Estaban a mano.
O eso es lo que creía hasta que horas después se enteró que los Crowell escaparon en la avioneta con la ayuda de dos mujeres... ¿y si ellas también sospechaban de que Horace era Contacto 4? No podía matarlas, pero sí esperar a que la ASPM considere enviarlas a prisión y, de alguna forma al ser colaboradoras en el escape de los gemelos, pues caerían en manos de los DELTA. No tenía que preocuparse mucho, creía Horace.
Sin embargo, lo más molesto de aquel día no fue la llegada del resto de espías de la ASPM, aquellos que no murieron en los Cuarteles, sino recibir la llamada de Isabella preguntándole por los Crowell porque necesitaba incluirlos en RAGE.
―Déjame ver si entiendo ―dijo Horace, impaciente―. ¿Acabas de replantear la opción de meter a los gemelos en RAGE como lo intentó Tony? ¿Es en serio? ¿Sabes que por eso Tony murió?
―Haré las cosas diferentes ―dijo Isabella―. Tú sabes que los DELTA no dejarán de existirán si no tenemos un buen equipo de Guerreros.
―No me interesa eso, Isabella, ya pensaremos en otras formas de acabar con ellos o mejor aún, buscaré otros Guerreros. Intenté matar a los Crowell, no murieron. Traté de inculparlos en un acto que no cometieron y han escapado... ¡Entiende que meterse con ese par es un maldito dolor de cabeza! No pienso seguir tratando con ellos, ni siquiera buscarlos. Que suceda con ellos lo que sea, a mí ya no me importa.
―Pues ahora te lo exigiré, Horace ―Murmuró Isabella―. Necesito a Nathan y Ariana.
Horace frunció el ceño.
―¿Tony te otorga su cargo y lo primero que quieres hacer es volverte una niña terca?
―Los necesito ―repitió Isabella―. Me vas ayudar te guste o no.
Isabella colgó la llamada y para cuando Horace trató de contestar, este tan solo enfureció.
***
Cuando inició el mes de abril del 2019, Isabella seguía sin noticias de los gemelos Crowell. Ni de Horace ni de ningún informante de RAGE. A este paso no habría ningún avance, necesitaba a los Crowell, sin embargo, se cuestionó en cómo y qué haría con ellos para convencerlos. Aunque no solo se trataba de persuadir, sino de encontrarlos y raptarlos. Sabía que el intento de Tony era de convencer que la ASPM fue la culpable de la muerte de la familia Crowell y no RAGE, no obstante, esa mentira no funcionó. Lo que Isabella pensó esta vez, es que ahora sí hablaría con la verdad.
Les confesará la existencia de los DELTA, solo así podrían considerarlo.
Sin embargo, con Horace oculto luego del asesinato a George Freeman y con todo lo ocurrido en los cuarteles de la agencia secreta, pues no tenía manera de crear un plan. Ni siquiera tenía a los Contactos cerca, los tenía lejos con sus propias tareas. Así que consideró traer a Stela para que la ayude y fue así como organizó una falsa muerte.
***
15 de abril del 2019
Según lo que su hermana le había pedido, tendría que aparentar que se trataba de una misión como cualquier otra. Stela había viajado con Sasha y Luke a Portland, a la apertura del nuevo tren y su respectiva ruta, pues esta conectaba con las ciudades cercanas.
Además, Isabella ya se encargó de la gente que subiría al tren. Pues todos se trataban de políticos corruptos que recibieron la invitación de asistir y subirse al tren cuando salga. Así fue como ajustó el evento, Stela solo debía seguir fingiendo. Incluso se encargó de que en la misión un espía (que en realidad era un soldado de RAGE), le confiriera el objetivo de que ella vaya en el tren.
Así podría estar en el interior.
Stela siguió las indicaciones de su hermana: subir al tren e ir directo a los vagones delanteros. Detrás de una silla distinguió un maletín, el cual tomó y abrió. En su interior estaba un brazo de verdad cortado unas horas antes, en él se podía distinguir el tatuaje del Ying Yang de la Manada de lobos. El brazo le pertenecía a otra mujer de RAGE, pero que descubrieron que la información la filtraba a la policía, era una evidente traición por lo que no tuvieron piedad con ella, así que la engañaron diciendo que haría algo importante y que por eso debía hacerse el tatuaje.
Entonces ella murió y su brazo terminó en ese maletín. Stela dejó el brazo en un sitio con la esperanza que la explosión no lo chamuscara demasiado.
Todo aquello lo tuvo que hacer con tanta rapidez y para cuando el último vagón explotó, Stela respingó y se apuró golpeando el centro de su pecho. Mientras cada vagón se consumía por las llamas de la explosión, Stela ya tenía el cuerpo cubierto por el nanotraje. El traje lo tenía oculto bajo su ropa y este simplemente envolvió todo su cuerpo, incluyendo su ropa.
El traje estaba completo, Horace se había esforzado en modificar los últimos detalles y consiguió que las piezas nano se acoplaran a la cabeza de manera que no lastimaran zonas sensibles como los oídos, boca, nariz y ojos. Esta armadura salía por debajo de su ropa para cubrirla por encima de la misma. El nanotraje era de color gris con líneas rojas que de vez en cuando titilaban y el casco cubría toda la cabeza incluyendo el cabello. El rostro cubierto de nanotecnología le permitía ver sin problema, ni siquiera apretaba ninguna parte de su cuerpo puesto que se adaptaba al del usuario.
Obviamente la detonación hizo que Stela saliera chocándose contra una de las paredes y asientos del vagón, pero cuando se hubo descarrilado todo el tren, ella salió corriendo por una ventana destrozada, mezclándose en la noche entre los árboles.
Golpeó su pecho una vez más y el nanotraje se ocultó, al final logró escapar en un coche que la estaba esperando en la carretera.
***
19 de abril del 2019
Finalmente regresó con su hermana. Stela había vuelto y le devolvió el traje en un maletín especial que permitía portarlo. Apenas se saludaron en un departamento en otra ciudad de Maine, ellas comenzaron hablar.
―Tengo entendido que los Crowell siguen desaparecidos ―dijo Stela―. ¿No has sabido nada de ellos antes de marcharte?
―Nada. ¿Y tú?
―Tampoco. Se supone que la costosa avioneta en la que se fueron marcó diferentes rutas, así que no lo sé.
―¿Le has preguntado a Horace?
―No, él está con su hermano Harry. Se ha ocultado desde que se enteró que Freeman sospechaba de él como Contacto 4.
Stela abrió los ojos.
―¿Sospechar? ¿Freeman sospechó de Horace? Eso es imposible...
―Es lo que yo también pensé, pero ahora estará en la mansión de Harry hasta que él vea prudente salir.
―No nos ayudará.
―No, no lo hará ―dijo Isabella, suspirando―, además se ha vuelto a ocupar con el Virus Fantasma, intenta recrear lo que los padres de los gemelos robaron el año pasado ―dijo Isabella, suspirando―. Tendremos que pensar en algo para encontrarlos y luego secuestrarlos. Pero también tenemos que acordar con los Contactos si van a estar de nuestra parte para que nos ayuden, que estén de nuestro lado. Les comentaré el nuevo plan con respecto a los gemelos Crowell para que evalúen la situación.
―Cuando tengan tiempo ―dijo Stela.
―Sí, cuando tengan tiempo.
***
Los Contactos de RAGE recibieron la nueva información enviada por Isabella. Cada uno evaluó la importancia, infiriendo posibles consecuencias. No sonaba como el mejor plan y mucho menos considerando que los gemelos Crowell seguían desaparecidos. Se había hecho una reunión más formal en el que la mayoría de Contactos se hizo presente, el día 26 de abril y de no ser por Xavier Magnuson, el reciente Contacto, muy probablemente el resto de miembros de RAGE no habrían tomado en cuenta la opción de integrar a Nathan y Ariana Crowell ayudándolos en la aniquilación de los DELTA, para después matarlos por los graves daños que ocasionaron a RAGE.
Estos comentarios llegaron a Isabella y Stela, las cuales se sintieron aliviadas de que hubiera apoyo para hacer un plan de secuestro nuevamente.
No obstante, a pesar de que tuvieron un pequeño rastro de los gemelos en Birmingham, Alabama, tampoco supieron localizarlos. Parecía que las cosas seguirían así, hasta que llegó el día en el que Horace los contactó a todos desde que descubrió que uno de sus informantes en la ASPM desapareció, se trataba de Ernest Urei.
El simple hecho de su desaparición había agobiado a Horace, por lo que instó a todos los Contactos a hacerse presentes para que lo protejan.
***
11 de mayo del 2019
Por la noche, en el aeropuerto de Oklahoma, Stela e Isabella estaban esperando al resto de Contactos, esperando que ya todos hayan cumplido sus trabajos. No estaban tan lejos de la mansión de Harry, llegarían a la hora de la fiesta elegante, aunque ellos no traían nada formal. Cuando se hubieron reencontrado todos, caminaron hacia la salida.
―¿Formalidad? ¡Odio los malditos trajes! ―Había dicho Elliot.
―Solo será esta ocasión, Elliot... ―murmuró Alan.
―Prefiero ir con esta camiseta y ya.
―Pero es muy fea ―dijo Alicia.
Rowena se volvió hacia el loco de Elliot.
―Esa camisa huele mal ―dijo Rowena mintiéndole―, ¿cómo se te ocurre ponerte eso?
―Silencio, la lavé la semana pasada, mami, ¡no me presiones tanto para que tú y yo seamos pareja!
―Para que mierda hablé...
Eso sacó una carcajada a las hermanas Oldman hasta que sus celulares vibraron. El de cada Contacto había sonado, para cuando revisaron las pantallas, descubrieron el último mensaje que Horace Maxon había enviado antes de que se suicidara en la mansión de su hermano.
*―*―*
12 de mayo del 2019 (ACTUALIDAD)
―... el mensaje decía que había enviado el resto del Virus Fantasma a otro computador que tenía. Una laptop similar, mejor dicho ―dijo Isabella frente a Nathan, Luke y Kenny―. Hizo el esfuerzo de que ustedes lo vieran pensando que era algo importante. Fue una buena idea, Horace quizá ya vio inútil algo como el virus a estas alturas, aunque fue así como nos preparamos con nuestras cosas para ir a por ustedes. Creíamos que vendrían toda la Manada de lobos, pero veo que me he equivocado, solo están ustedes tres.
―Bueno, al final nos hemos hecho con uno Guerrero Sanguinario ―murmuró Stela―. Y hemos contado la verdad, toda la verdad.
En realidad, hubo algún que otro detalle que omitieron, como el que matarían a los gemelos Crowell luego de terminar el Plan Maestro, esa fue lo que mejor ocultaron ambas hermanas. También se siguieron refiriendo a los Contactos por sus números, no por sus nombres.
Stela consultó el reloj de su celular, habían transcurrido horas, pues ya era de noche para cuando la narración de ambas culminó.
―¿Y bien? ¿Qué opinan? ―preguntó Isabella.
―Que es una historia muy larga y aburrida ―dijo Luke―. Quizá lo único creíble sea lo del traje, que es lo que tú llevabas ayer.
―Yo aún sigo con dudas de creerlo ―dijo Kenny con la mirada baja―. Cómo podemos saber si es cierto todo esto. Según esta historia, con los DELTA no se puede tener evidencias. A menos que haya que tener mucho cuidado.
―Lo que se resume en que toda esta mierda que nos contaron es mentira ―dijo Nathan―. ¿Otro grupo anexo a la ASPM oculta en Alaska, donde metieron a la familia de Tony y a esa Contacto 7, para así hacerles experimentos? Eso es estúpido, la ASPM debería saber eso...
―Pero no lo saben, incluso Tony vio absurdo que exista un "grupo secreto a expensas del grupo secreto". Sé que es complicado de creer sin tener pruebas, pero en serio ellos existen y siempre fueron los objetivos de RAGE...
Nathan meneó la cabeza.
―Me niego a creer esta historia, sigo creyendo que la ASPM es el bando bueno.
Isabella y Stela se miraron a la vez. Tanto tiempo esperando que esta manera diera frutos, que podría servir de algo... para que al final estos lobos no se creyeran más que la historia del nanotraje de Horace. Ya no importaba, quizá debían de planear otras cosas, pero sin Horace en RAGE se complicarán mucho, puesto que él se encargaba de miles de cosas que a otros le resultaría imposible.
―Hay que encerrarlos ―dijo Isabella, levantándose―. Ya veremos qué hacer con ustedes luego.
Los tres fueron vendados los ojos, siguieron órdenes de cómo moverse. Nathan iba en medio de la fila que iba siendo escoltada por varios soldados armados, preparados para cualquier posible movimiento de Nathan en querer hacerse el héroe. Sabía de sobra que si hacía, aunque sea una cosa fuera de lugar, Luke y Kenny morirían.
Caminaron según fueron indicados y con cuidado bajaron los escalones a un sitio más frío y polvoriento. Fueron detenidos a mitad de camino y les dijeron que mirasen hacia la derecha en un movimiento de pies en noventa grados. Como si fueran militares. Entonces abrieron tres puertas y el primer en ser encerrado fue Nathan. Por el sonido de la puerta, era bastante gruesa como para que alguien quisiera tumbarla.
Cuando su puerta se cerró, sus amigos fueron encerrados en prisiones contiguas.
Media hora después, Isabella y Stela se quedaron juntas en otra sala.
―Intentaré pensar en algo ―dijo Isabella―. No sé si intimidando a Nathan sirva de algo...
―Papá creía que hacer eso podría hacer que se rebele en tu contra, por eso cuando capturaron a sus amigos él se molestó con Rowena porque no lo pensó mucho, cuando los tuvieron en Bridge City.
―Pues con algo tendrán que hacernos caso. Mañana seguiremos pensando, he traído algo de cenar, espero que te guste.
―Gracias, creo que desde la tarde no he...
Para ese entonces, las hermanas oyeron los cristales destrozándose, venía del resto del lugar. Entonces le siguieron las detonaciones, bombas se arrojaron dentro. Y luego seguirían los disparos...
―¡Nos están atacando! ―Exclamó Isabella poniéndose de pie de un salto y golpeando su pecho, sacando el nanotraje cubriendo su cuerpo hasta que tapó toda su cabeza―. Ve por un arma, iré matando a quienes acaban de abrir fuego contra RAGE.
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