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Era fácil de explicar, Minho por fin había comprendido su amor por Jisung en todas sus fases. A los nueve, a los diecisiete y a sus veintun años. No era mentira, Minho si se había enamorado de Jisung a primera vista. Pero ahora simplemente y sencillamente ya se había enamorada de la persona que Jisung es.
El vídeo fue tendencia en redes durante tres semanas todos brincaban en orgullo pues no solo se aclaró por fin la "supuesta" relación de los primeros modelos de Seoho industries. Sino que aparte de eso, dieron a aclarar que aunque no haya una relación ellos forman parte de la comunidad LGTBIQ+
Dieron el claro mensaje, sus fans y muchos más llenaban salas de comentarios, unos apoyando y agradeciendo la honestidad otros quizá queriendo dañar la imagen de ellos tres. Al final, resultó ser un gran nuevo comienzo.
Y aunque dejaron de ser tendencia la cuarta semana porque ya habría algún nuevo chisme, una gran canción nueva, o cualquier escándalo para hablar y hacerlo más grande de lo que debería, bueno, al punto. Ellos estaban felices de lo que lograron.
Hyunjin y Felix eran los más felices, era momento de su gran temporada alta, al verse claramente Homosexuales, corrían llamados a toda hora para ser las caras de diferentes marcas. Era la temporada alta de los gays.
Mihno estaba en la discordia, aún tenía el apoyo de miles de fans, de sus amigos y el de sus padres.
Pero aún su pecho se sentía vacío. Su última conversación con Jisung había terminado en mierda pura, le gustaría poder retroceder el tiempo y solucionar las cosas, pero por más que diera vueltas en su cabeza no sabía cómo hacer para solucionar las cosas.
En otra parte, si Minho estaba mal, ciertamente Jisung estaba mucho peor. El menor cuando apenas sintió que tenía las cosas claras, todo se fue repentinamente a la mierda.
Estaba triste, decaído y hecho un asco de persona.
No hay que culparlo, su mente lo tiene invadido de mierda desde que cumplió la mayoría de edad, seamos sinceros, Jisung se dice a si mismo que es miserable desde hace mucho y ahora otra vez lo es.
Está en un vucle, en un vacío sin sentido, dando vueltas sin encontrar la solución, cuando cree que algo está tomando forma, está claro que el mundo le hará sentir lo contrario al doble.
— Bebé, ¿Estás bien? Casi no has comido?
Jisung alza su vista, la comida está casi completa, su madre lo ve con preocupación, son solo ellos dos en el comedor, por ahora su padre no está en casa y no sabe si eso lo hace sentir mejor.
Aunque quizá tampoco es como si agradeciera la presencia exacta de su mamá. Su madre podría ser compasiva y tranquila. Lo entiende como madre, la señora Han, lo ayuda, no lo juzga aunque seguro que ella sabe que no está bien.
Ella podría ser una buena madre y Jisung lo agradece. Solamente había un pequeño detalle.
Para ella solo hay una respuesta en la vida. El doctor Lee.
— ¿Cuando fue la última vez que fuiste con el doctor Lee? No te vez nada bien Jisung.
Ella no quería llevarlo con un psicólogo o a terapia, ella buscaba al doctor Lee como si fuera el mismo dios.
Y no estaba nada mal, el doctor era increíble, lo malo es que es el papá de quién creyó su mejor amigo.
— ¿Quieres ir con el doctor Lee?
— Estoy bien así mamá, solo estoy lleno.
Claro que ella no lo dejaría ir tan fácilmente, repito, para su mamá todo el mundo se soluciona a base del doctor Lee. — Insisto Jisung, deberías de ir con el doctor Lee.
No tiene ánimos, no quiere iniciar una discusión pero simplemente no quiere, no ahora, no sabe que será de él, no quiere estar cerca de Minho de ninguna manera. Quisiera desaparecer, pero también quiere saber la verdad. Porque duele.
Su corazón duele aunque quiera negarlo, duele la mentira pero duele más la decepción. Jisung estaba casi seguro de estar enamorado. Y casi pudo sentir el sentimiento mutuo, pero ahora ya no importaba, ahora era un simple fragmento de mierda más en su vida.
Y mierda, dolía intentar querer seguir adelante.
— Por favor, mamá, no tengo ánimos ahora.
Ella sonríe parece compasiva, tranquila y calmada. — Está bien, entonces habla con tu mamá. Anda ve arréglate, hay que salir. Hazlo por mi ¿si?
Jisung decide obedecer porque es mejor que ir con el señor Lee, sonríe un poquito obligado de creer que será mejor.
Tarda casi una hora en arreglarse, no se debate mucho en ponerse todos los accesorios posibles, jeans, chaqueta y gorra por si hace sol.
— Voy a matar a ese idiota. — Dice Jeongin, está arregladose y de pura casualidad su amigo llama para saber cómo está después de ese momento. Jisung quiere al menos reír un poco ante ello, aún así solo niega con los ojos cerrados. — ¿Cómo se le ocurre hacerte eso? Mierda, Jisung bloquealo y no le hables nunca, hay que arruinar su carrera es un idiota de mierda. Dios juro que si lo veo le voy a romper la cara.
Su Innie suena asquerosamente molesto que es lindo escucharlo. — No te preocupes, por favor, voy a estar bien... Y no le rompas la cara, no quiero que tu imagen se arruine por mi culpa.
Jeongin mágicamente borró la expresión molesta de su cara a una más tranquila. — Desearía poder estar ahí para tí amigo. No me gusta que estés triste. Perdóname.
— Estaré bien, no me debes nad, voy a salir con mamá. Te quiero, Innie.
— También te quiero. Sugie.
El camino por carretera es tranquilo, silencioso, con calma, se alivia de no estar inundado de preguntas, las calles son coloridas, alegres, hay grandes carteles con aquellas caras que desea evitar por un tiempo.
Jisung quería alejarse de eso pero a este punto era casi imposible no ver a Minho por todos lados, por controversia u otra cosa, pero era famoso, estaba en los carteles, en internet, televisión e incluso el radio.
Se dió cuenta de lo mal que estaba cuando su madre apagó con prisa la locución que hablaba de Lee.
El camino siguió comieron helado en su heladería favorita, obtuvo un postre que no pidió, incluso una señora los reconoció por los bares y habló de un montón de cosas de las cuales en realidad no prestó atención.
— La señora Wendy fue muy amable, quizá tu padre la ha de conocer. ¿No te llamó la atención?
— Mamá yo soy gay.
— No me refiero a eso. ¿No pusiste atención? — En realidad no, así que negó con los labios fruncidos. — Ella dijo que si hijo está estudiando en Singapur. Está aprendiendo de todo, idiomas y administración, ¿No te interesa?... Mira, es el doctor Lee. Vamos a ver.
Jisung detiene toda su paz por completo mirando a su madre con desesperación. — No mamá, no tenemos que hacer nada. No es de nuestra incumbencia. ¡Por favor!
Y justo termina de hablar cuando la señora Lee estaciona a unos metros del consultorio del doctor. Ella baja dándole unas palmadas. — Anda vamos. Solo hay que saludar.
— Aveces creo que estás enamorada del señor Lee.
— Vamos, ¿Quién no quiere ser amiga de un doctor?
— ¡Ma-
Ella no alcanza a escucharlo, y totalmente resignado decide acompañarla, el consultorio está cerrado y en frente hay un gran camión de mudanza. El doctor no tarda tanto en verlos y reconocerlos sonriendo en grande.
— Oh Youn ming, buenos días, supongo que mi secretaria aún no te ha avisado.
Los más adultos se saludan con la típica reverencia, Jisung saluda a distancia al doctor Lee. ¿Cómo alguien puede verse tan perfecto utilizando bermudas?
— ¿Qué tienen que avisarme?
— Estoy cerrando mi consultorio. Pero le dije a mi secretaria que al avisar diera referencias de mis demás colegas en esta misma clínica. — El señor Lee está sonriendo. Demasiado.
Jisung sabía que el doctor Lee era como la medicina diaria de su mamá, para ella, él podía curar todo con solo hablando.
Literalmente.
Así que si parece que su mamá se desmayara o algo así, es pura realidad. Empieza borrando su sonrisa.
— ¿Va a cerrar? ¿Está mudandose a dónde irá?
— Estoy cerrando. — Aclara nuevamente el señor, nunca puede terminar de creer lo jodidamente apuesto que ese hombre, y claramente se imagina a Mihno unos años después mirándose tan sensual como sus dos padres. Dios. — Recibí una oferta de trabajo en una clínica psiquiatra, es como ... Mi sueño desempeñar mi carrera al cien por ciento. Apenas podré atender a mi familia con este nuevo trabajo, no tendré tiempo para cosas como estás. Es duro pero es hora de avanzar.
Su mamá decae, hasta parece que el señor Lee sabe que no midió sus palabras. — Pero oye, ya lo he dicho, nosotros somos más que doctor y paciente, ya sabes que si quieres no sé... Hablar un poco podemos salir a tomar un café y eso. Yo te considero más que mi paciente Youn ming. Así que déjame de llamar doctor Lee y dime Dae Han. ¡Oh!... ¿Qué tal si nos acompañan? Bueno... Mi esposo y mi hijo harán un tipo de celebración por mi ascenso, puedes llevar a tu marido será a las cuatro. Digo, si quieres, claro.
Hubiera jurado que el doctor Lee acompañaba cada una de sus palabras con algo de vergüenza. Hasta los señores también llegan a ser de esa manera.
Que pesar.
Jisung no sé hubiera imaginado que sus padres tirarian la casa por la ventana con tal de verse decentes y "presentables" ante los padres de Minho, era cierto, el señor Lee es un buen doctor, ahora con un puesto importante, es guapo, grande, amable y bastante bien posicionado económicamente, sinceramente el sueño de cualquiera. Luego tenemos al señor Grisha que es manager de Mihno, Felix y Hyunjin quien ha sabido como sacar aquellos tres y ha logrado hacer a tres tipos realmente exitosos, tiene varias carreras, un excelente físico, se crío en Rusia, fue soldado, y eso que aún no incluimos a la señorita Seoho. La familia de Minho estaba llenas de sopresa sin duda.
— ¡Jisung vámonos!
Sinceramente está no era su semana, pero realmente tampoco lo era su día, en especial ese. Vería a Minho, quizá hubiera sido mejor haberles dicho que había discutido con quién dice ser su mejor amigo. Quizá así las cosas no fueran futuramente incómodas.
— ¿Me veo bien? ¿Los señores Lee dirían que soy un tipo importante? — Su padre posa frente al espejo, un tipo millonario posa frente al espejo esperando llevar una buena impresión, se había cambiado unas cuarto veces, se puso corbata pero luego la tiró, buscaba entre Luis Vitton, Sanit Laurent, Chanel y quién sabe cuántos más perfumes caros. Al final como todo señor básico se puso jeans y una chaqueta de cuero, su mamá llevaba un vestido gris que le llegaba a la rodilla, y se cuestionó "¿Cuál de todas mis bolsas caras voy a utilizar?" Prada, Dior, Dolce gabbana, Balenciaga, balmain, Louis Vitton, Gucci, ay no sé, se estresé?"
— Literalmente tienes más de cinco bares en la lista de mejores lugares para visitar en corea, con millones de ingresos anuales y me refiero a dólares. Y cualquier bolsa es buena mamá.
Sus padres lo ignoraron y siguieron escogiendo con ayuda de ellos mismos.
— Te vez increíble amor.
— La Padra cariño.
Era una terraza solo para ellos, grande, cara seguramente, con meseros atendiendo sus pedidos al instante.
Todos y cada uno estaban ahí, sin excepción.
Jisung decidió hacer lo que cualquier adolescente en sus veinte hiciera (no adolescente) ignorar el hecho que sentía que estaba ahogado en la mierda y actuar como si nada.
A la hora estaba incómodo, mirando como los chefs hacían trucos y escuchando a los más mayores gritar sorprendidos.
Hizo trucos con comida y parejas, a sus padres, a los señores Lee, a Hyunjin y Felix.
— Está soltería. Dios mío, soy demasiado exitosa, guapa y rica. No necesito una pareja pero tampoco apruebo esta humillación.
Aún así Seoho se ruborizó cuando el chef hizo una flor con helado para ella.
Minho y Jisung se miraron por unos minutos en silencio, ambos quisieron decir algo pero al final no llegó a nada. Era un infierno la incomodidad y el paso de las horas.
Jugaron y bebieron, Jisung como ahora se consideraba una persona tacaña con un sueldo nada comparado a lo que ganaba a sus dieciocho se concentraba más en calcular todo el dinero que se estaba gastando los señores Lee. Así mismo calcular que han de tener bastante.
Carne cara, atención especial, lugar privado, chef, luces, alcohol de las mejores reservas. Podría escuchar al señor Grisha y a su papá teniendo largas conversaciones sobre un vodka o un whisky. Su papá lo recomendaba o el señor Grisha decía algo que ni él, (que atendió la barra de un bar) pudo entender.
— Has probado más licor del que conozco, y tú resistencia es fenomenal.
La señorita Seoho asintió, los adultos de verdad estaban sumidos en su plática. — Es ruso, por eso también tiene un ego impresionante. No te lo recomiendo.
Ya eran las diez de la noche, estaba sentado sin nada que hacer más que observar a los demás.
Felix y Hyunjin estaban juntos, riendo y conviviendo.
La señorita Seoho competía con su hermano tomando una botella de cerveza mientras el señor Lee los miraba con vergüenza. Cabe aclarar que todos le iban a la señorita Seoho.
Sus padres no se quedan atrás, animando el concurso puesto que en la ronda anterior su papá había pedido contra el señor Grisha. Y está ya era la ronda final.
Entonces mirando sobre su hombro se siente ser invadido, no tenía que ser muy inteligente para saber de que se trataba.
— No estoy listo para hablar contigo.
— Lo sé. — Contestó Minho, entendía que el mayor solo era un idiota, era lindo, detallista, comprensivo, de tan solo verlo le daban ganas de besarlo y abrazarlo como un koala. Estaba muy enojado pero no podía culparse, su corazón quería a Minho y él también. — Quería agradecerte.
Jisung se inquieta un poco volteando a verlo, su amigo o lo que fuera tenía una pequeña sonrisa que se miraba mil veces mejor gracias a la luz de la luna y las lámparas haciendo mas liviana la situación.
— Mis padres son....viejos. — El mayor ríe. — Vienen de otra generación en dónde la mayoría de quienes fueron sus amigos no aceptan el hecho de que se sientan tan liberales siendo una pareja gay. No tienen muchos amigos, y los pocos que tienen viven en otros países o no convienen juntos. Les a avergüenza convivir con ellos o tienen miedo a los prejuicios. Pero tus papás, están aquí, tiene mucho que no veo a mis padres tan felices conviviendo con otras personas. Ellos simplemente no los juzgaron, no empezaron con las típicas preguntas homofóbicas e incómodas. Hasta parece que fueran amigos de varios años. Después de tanto rechazo, crei que mis padres, nunca más podrían tener una amistad. — Jisung se odia a si mismo por sentirse derretir en ese mismo momento.
Ahora entiende porque el señor Lee parecía nervioso de invitar a su mamá hace una horas, literalmente tenía miedo, podría imaginarse ser rechazado.
Ahora recuerda la gran cara de sopresa de los cuatro incluyendo a la señorita Seoho. Entendía qué estaban sorprendidos de ser aceptados sin ningún tipo de discriminación.
— Supongo que no has dicho nada sobre nosotros. Por eso gracias.
Jisung miró nuevamente a los más mayores, el señor Grisha se declaraba ganador mientras sus padres lo apoyaban y el señor Lee se ahogaba en vergüenza. Quizá Minho tenía razón.
El señor Seongha sonrió mirando a su hijo. — ¿Ustedes creen que arreglen sus problemas?
Grisha también miraba a su hijo de espaldas hablar con Jisung, ya habían pasado varias horas, pero por fin estaban hablando. — Yo espero que sí. Son nuestros niños, seguro sabrán hacer lo mejor.
— Minho está empezando a ver las cosas de otra manera, sabe lo que quiere, mi hijo tiene un gran determinación. Y Jisung, es un chico con un corazón demasiado grande, ambos están capacitados para solucionar sus problemas y empezar una nueva etapa en sus cosas. Estoy seguro que las cosas van a mejorar.
Los padres asintieron, después de todo, eran los adultos, las máquinas que ayudarían a sus hijos en lo que sea con tal de verlos felices.
Minho tenía unos padres increíbles y Jisung también
Jisung no pudo aguantar más, no es que fuera un facilon, solo aceptaría hablar las cosas, nuevamente y está vez que sea sin mentiras.
Entonces sorprendió a Minho, lo abrazó recargando su rostro en el hombro de su amigo. Hipó pero no lloró, solo se dejó abrazar. — Eres un idiota.
— Perdón Jisung.
— Cállate ¿Si? Mañana hay que hablar, ahora solo abrázame. Y júrame que me hablaras con la verdad y no me vas a dejar ir hasta que te crea y te perdone.
Era una buena oferta, se abrazaron ignorando todo, eran solo ellos dos. Solo ellos sumergidos el su amor y deseo. Se querían se amaban, aún dentro de los errores en los que se sumergieron por ahora, las cosas iban a estar un poco mejor.
Jisung había puesto las cosas en orden en su cabeza y su corazón.
Mihno aprendió de los errores y supo que era hora de madurar.
Felix y Hyunjin chocaron sus puños como si ellos fueran el cupido a cargo de esa pareja destinada.
Este, otro y otro y se acaba 🤩👍🏻
Por fin(?
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