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En la preciada actualidad, la llegada de todo Seoho industries (o al menos una buena parte de ella) había sido completa tendencia en redes. Simplemente tendencia por todas partes. Era inimaginable el hecho del gran alboroto por saber a qué se debía su llegada. Hasta que se reveló que todos estaban trabajando para una gran colaboración internacional.

Seoho estaba que se regocijaba en si misma, repitiendo a su hermano mayor que ella era genial y mucho más famosa que él.

Habían sido días relativamente tranquilos; pues solo se estaba planeando todo lo que estaba por venir.

Hyunjin y Felix habían llegado justo el día que la dueña del gran imperio partiría. Esta mujer no estaba cansada, al contrario, regresaría a Corea para presentar su gran audición.

— Me gustaría poder acompañarte. — El señor Grisha sonríe de medio lado mientras acaricia los cabellos recién alaciados de su hermana. Era divertido verlos a ambos, su parecido, su forma de ser y su diferencia en alturas hace la escena conmovedora, claro, acompañado del gran puchero de la gran dueña.

Seoho alzó la cabeza sin llegar a más que la barbilla baja de su hermano, Minho y Hyunjin no podían creer aguantar más la risa ante la forma en que esos dos adultos se comportaban. — Ni lo sueñes, agradece que te doy mi entera confianza para ser mi cara y mis ojos acá mientras yo estoy en la audición. Eres mi hermano, confío en tí y en qué sabrás terminar esto por mí, Jung Soo.

— Entiendo, ten un buen viaje, yo me haré cargo de quitarte tu imperio sin que te des cuenta, Trisha.

— Tonto.

Lograron terminar de despedirse estando en el living room, de ahí a todos excepto a Seoho tenían que tomar en cuenta que pronto sería hora de trabajar.

Aún así, era la primera vez en ese momento que el par de novios y un Minho podrían estar juntos. Solos.

Verdaderamente no había grandes sonrisas en sus labios y desde ya que Minho se había sentido ofensivamente juzgado con la mirada.

Si fuera honesto podría decir que Felix lo estaba juzgando demasiado con tan solo verlo.

Apenas estuvieron encerrados los tres, Minho intentó por justificar cualquier idiotez que pudo haber hecho, quizá pronunció mal Croissant frente a Felix, tendría sentido, Felix es un reportero profesional.

— Adivino. — El menor de los tres interrumpió cualquier de sus intentos, se cruzó de brazos y alzó una de sus cejas dándole una (demasiado) mirada juzgadora. — Hiciste algo impulsivo, arruinaste todo y por eso Han habla como si llevara horas escondido de un asesino.

Oh.

Vaya ...

No era por el croissant.

Era por eso...

— Maldición. — Ahora fue Hyunjin quien habló. — ¿Qué hiciste?

Probablemente habló muy despacio, muy quedito debido a la pena que lo inundaba. Porque ambos preguntaron lo mismo al mismo tiempo. — ¿Hiciste que?

— Yo... Besé a Jisung.

Ni siquiera intentaron por hacer chistosa la situación, Felix apenas abrió los ojos en sorpresa mientras Hyunjin se mantuvo quieto y callado.

— Yo besé a Jisung.

Hyunjin y Felix se vieron entre sí, algo les hicieron en Japón que parecían diferentes, no esos dos pequeños novios suyos, sino más serios.

O quizá solo estaba algo nervioso.

— Sabes. — Felix es el primero en hablar. — Hablé con Jisung poco antes de subir al avión. Su tono de voz era pánico puro. Minho, ¿Te has puesto a imaginar que siente Jisung ante todo esto? Mira. Lo estás haciendo muy mal. No te haré verlo de otra manera.

— Tienes dos novios, besaste a tu mejor amigo. Haces todo confuso, incluso para nosotros.

Mierda. Claro que lo sabía, claro que lo había pensado. Minho en ocasiones al tener la mente en blanco pensaba justo en eso. En qué hacia todo mal, en que sería confuso para Han. En qué no pudo haberle dicho realmente lo que sentía. Intentó hablar con él y Jisung no respondió a sus llamadas o mensajes.

Estaba a horas y kilómetros de él. Quería darle la cara, quería tomarle el rostro y contarle exactamente todo.

— Lo sé, de verdad lo sé y estoy jodiendome a cada rato pensando en eso. — Minho rasca sus cabellos, está fastidiado, está confundido. — Yo de verdad quiero arreglar las cosas.

Habla con lentitud, sus palabras están cortadas ante el llanto, la confusión, el malestar en su pecho. Sus novios relajan sus hombros, parecen por fin entender un poco su situación. Minho lo hizo mal, lo sabe desde el comienzo. Minho debió ser más sincero, debió de hacer mejor las cosas. No debió de haber jugado, no debió de disfrutar los momentos sino era realmente lo que él quería.

Minho por fin siente mucha más culpa de la que ha sentido desde siempre.

— Lo hice mal. Yo sé que está mal.

— Mira. — Felix habla con tranquilidad, le limpia las pequeñas lágrimas que intentan salir de sus ojitos. — Las cosas pasan por algo. ¿Sabes? Todo lo sucedido es inevitable, solo hay que ir hacia el futuro. Sin tí, probablemente no estaría con Hyunjin, tu tía no fuera la genial Seoho y tú padre no estaría siendo tendencia en Twitter como "el papá de Minho" está es tu historia. Todo está ligado a ti. Tú has escrito esto. Todo lo que hiciste fueron para los demás, ahora toca que lo hagas para tí.

— Yah... — Hyunjin suspira. — Pollito tiene razón.

— No me llames pollito.

— Como sea. — Hyunjin niega con la cabeza. — Estamos en Francia, por tí, en una horas nos tomarán mil fotografías. Haremos que esto sea genial, seremos demasiado atractivos mucho más que Taemin y luego, tú vas a solucionar todo, exactamente todo con Jisung.

Probablemente tenían razón. Minho se obligó a asentir formando una ligera sonrisa. Tenis que actuar bien, ahora aparte de modelos era actor, sonreía mientras era maquillillado, reía y saludaba a la cámara. Sus compañeros modelos eran artistas, tenían su propio equipo para grabarlos para presentar a sus fans. Antes preguntaron si podría aparecer en cámara y solamente aceptó sonriendo.

Podría estar confundido pero realmente era feliz. Le gustaba su pequeño mundo. Era divertido, no era rutinario. Tenía a sus grandes amigos, a su familia.

Conocía a personas increíbles que sabía que no eran diferentes dentro de una cámara, solo eran más reales.

Pero aún así, no podía dejar de pensar, en él. En Jisung.

— Tú eres el peor. — Hyunjin lo ataca con una mueca, es divertida la situación. Felix podría ser el nuevo favorito de todo Seoho industries, de los fotógrafos ahí en Francia pero sobre todo era el favorito de Lee Taemin.

Lee Taemin parecía encariñado con Felix, mucho más que encariñado. Y claro, Hyunjin no podría estar más que celoso por ello.

— Dios, no puedes estar celoso, es Taemin, hay un vídeo de él dónde lo señalan como el mejor bailarín por tres generaciones. Segunda, tercera y cuarta.

— Es una persona que puede quitarme a mi chico. Con eso es suficiente.

— Ey. Haremos una toma grupal.

Era increíble como pasaban las horas.

En otro lado, en otra hora, era Corea del sur. Jisung casualmente pasaba por el gran edificio Seoho industries.

O quizá, casualmente Jisung quería recordar a Minho.

La misma Seoho se paseaba en sus tacones Versace. — ¡Jisunie! Por aquí.

Jisung quiso negar ante la mujer. Era Seoho, la tía de su mejor amigo. La mujer que creyó sentir esa... Tensión.

— Señorita Seoho. Creí que también iría a Francia.

Seoho negó con sus ojitos cerrados en dos líneas, recuerda haber visto sus fotografías en internet, vestida de negro con el cabello liso, unos labios rojizos. Ahora, fácilmente podría parecer una chica de preparatoria con ese lindo conjunto pastel y esos tacones Versace rositas.

Se miraba adorable. — Sí, estuve ahí. Pero tenía que regresar. Hace unos meses que ya tenía listo este evento. Habrá una audición para posibles nuevos modelos de mí marca. Estoy muy emocionada, no he dormido en diecisiete horas.

Ella sonrió grande, sus piecitos golpeaban contra el suelo. — ¿Quieres acompañarme? Necesito alguien que me ayude a tomar un punto de vista cercano.

— ¿Yo? — Jisung negó a si mismo justo en el instante. — Pero apenas y nos conocemos señorita Seoho.

— Eres el mejor amigo de mi sobrino, Jisung... — En ese mismo momento, Jisung ya seguía los pasos de Seoho hacia dentro del gran edificio. — Y claro, ustedes se aman, han de tener esa conexión, aparte. Él estará ahí, los dos dando su opinión... Me dará suerte de eso estoy segura.

— ¿Usted dijo qué?

Seoho le dió un leve ademán con su mano mostrando desinterés, al subir al elevador donde una vez se besó con su amigo, pudo notar sus mejillas rositas. Seoho solo sonreía en grande.
— Jisunie. Nada fue necesario. Con tan solo ver cómo te miraba, y como tú lo miras a él... Soy mujer, chico. Lo sentí. Ustedes son muy lindos. No te diré que le pidas ser su novio, o que tengas que estar con él. Porque sería difícil y raro. No tengo idea de que pase por ustedes. Pero solo sé lo obvio.

— Lo lamento.

— No lo lamentes. — Seoho sonríe. Llegan al piso, un chico precioso sacado de alguna novela ficticia llega con ella hablando en tailandes a la vez que le entrega una tableta la cual Seoho le pasa a Jisung. — El amor no se lamenta. Solo se acepta.

Seoho volvió a sonreír de medio lado mientras tecleaba algo en la tablet, ni idea de que hacía todo estaba en tailandes, hablaba con él y a la vez hablaba con aquel guapo chico en ese mismo idioma. 

— ¿Minho, nos escuchas? Casi comenzamos.

Entonces, en la pantalla de la tableta, aparecía su gran preciado amigo. Lucia tan atractivo, ese maquillaje, esas ropas seguramente caras. Su cabello peinado hacia atrás, su nariz enrojecida. Jisung por algún momento olvidó que había besado a su mejor amigo y que se comportó como un idiota cuando Felix lo llamó.

Se llenó de nervios a la vez que solo sonrió, miró a su amigo, la bonita sonrisa de su amigo se sintió cálida y correcta.

Seoho fue la siguiente en sonreír mientras le daba un ligero codeo.

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