(人 •͈ᴗ•͈)-45
Ambos chicos entraron con una pequeña y cálida sonrisa, era diferente. Por primera vez era incomodamente perfecto. Los dos miraron el gran respladar de aquella silla de escritorio donde la grande Seoho estaba sentada con una gran sonrisa llena de seguridad. — Bebé, ven a darle un abrazo a tu tía favorita.
El chico asintió tomando la molestia de abriles la puerta, Seoho por fin pudo dejar de darle la espalda a la puerta para dar una presentación digna de lo genial. — Mi bebé. Ven dale una abrazo a tu tía la favorita.
La mujer se levantó yendo a abrazar a su querido sobrino dejando un besito en su frente. — Tú, debes ser Jisung, eres más lindo en persona que en fotografía. Pequeño. — Seoho le tendió la mano siendo saludada por un ligero estrechon acompañado de una sonrisa aunque aún pensaba en ese beso.
— Jisung ella es mi tía, la señorita Yoo Tr- Seoho. — Minho vió sobre el rabillo del ojo a su mejor amigo, los ojos de Jisung brillan más que nada, y se miraban realmente hermosos.
No puede explicar lo que está sintiendo.
Y para colmo Jisung está aún peor.
— Un gusto conocerla señorita Yoo.
— Por favor. — Ella escondió su rostro bajo sus manos con una sonrisa. — Llámame Seoho, que me digan señorita Yoo me hace sentir que soy igual de inferior a mi pequeño hermano mayor. Claramente, yo ya superé a Grisha.
Jisung sonrió nervioso. — Está bien, señorita Seoho. Un gusto conocerla.
Seoho sonrió. — ¿Les gusta la comida tailandesa? Pedí los mejores platillos.
Ambos pequeños solo se vieron obligados a asentir. Estaban tan incómodos hasta estando en sus propias ropas. ¿En qué pensaban? Realmente. ¿¡En qué estaban pensando!? Tienen la culpa dividida. El que comenzó todo así como el que decidió seguir.
Subieron a la terraza en casi un abismal silencio, claro, sino fuera por los ruiditos infantiles que salían de la boca de la gran Seoho. Probablemente ella lo sabía, probablemente ella sentía esa extraña tensión.
Los platillos estaban ocupando mayor parte de la mesa, Minho no sabía ni un solo nombre de todo eso. Aún así sonrió y se sentó tratando de tener el valor de regalarle una sonrisa a su amigo.
— Entonces... ¿A qué te dedicas pequeño? ... ¿Has pensando en ser modelo?
El modelo Lee casi escupe aquel caldo, y Jisung estuvo igualmente cerca.
— No, señorita. Eso es para los guapos, como, como Minho. Yo no podría soy más de negocios...?
Bueno, soy un simple estudiante de administración.
Seoho abrió sus ojos ante una pequeña sonrisa de asombro, de algún momento a otro, Minho se sintió que solo era espectador en ese almuerzo. — ¿Administración? Eso es genial. Yo también estudio administración, de hecho. Y todo por este "pequeño" negocio.
— ¿Usted estudia? ¿Por qué una señorita tan exitosa como usted tiene que estudiar?
— Soy una persona tan exitosa económicamente hablando para decir que el dinero no es todo. A veces simplemente quieres seguir, no quieres detenerte en un lugar Jisunie. Me gradué como dermatóloga, en área de cosmetología. Logré mi objetivo, soy feliz pero ahora mi sueño es manejar mi empresa de la mejor manera. — Ella le dió un sutil trago a su café que hasta hizo verla más segura de sí misma bajo esa tranquila sonrisa.
— Necesito saber lo que hago, yo solo quería atender personas ahora me toca estar hasta aquí con muchos papeles que aveces no entiendo. Aunque en el piso quince tenga varios trabajadores en contaduría y administración. Simplemente, quiero ser mejor persona.
Los dos estudiantes de administración giraron toda la conversación solo en ellos dos, compartiendo anécdotas y y hasta conocimientos que Lee simplemente no podía, y no podrá entender siquiera intentando.
— Y entonces, le dije: "amigo es que estudio administración"
Por alguna razón los dos rieron, Minho nuevamente no pudo entender, al final su querido amigo parecía cómodo con su tía. A tal punto que parecía él había dejado de tomar relevancia en el almuerzo.
Solo se había dedicado a comer sin siquiera intentar dar algún comentario, ni siquiera sarcástico.
Mejor se dedicó a buscar los mini camarones en su sopita.
— Me pasó, y eso que llevó poco tiempo estudiando, Antes me dedicada a dirigir el bar de mi padre, fue cuando me di cuenta que no servía para los negocios si no me preparaba antes.
— Ya somos dos. — Seoho asintió compartiendo el dolor. — ¡Oh por cierto, Minho! Recordé que tenía que decirte algo. — Ella sonrió mirando a su sobrino cuando inevitablemente formó una sonrisa feliz de por fin entrar a la conversación. — Te tengo una buena noticia, Hyunjin, Felix y tú se van a Francia.
Minho solo parpadeó dos veces. — Sinceramente no me gusta el pan francés, ¿No habrá mejor postre?
— No, Minho, no dije pan francés. Dije, Francia, en París. Tú y otros modelos de Seoho industries irán a París. Tenemos una super grande campaña en colaboración.
— ¡A París! ¿¡Cómo es eso posible!? ¡Iremos a París!
— Eso dije. — Seoho sonrió de nuevo. — ¿No es genial? Tengo a mis modelos seleccionados, eres el último acepta y estaremos listos. Y tranquilo, ya agendamos una cita para tu pasaporte.
— No es una trampa para enviarme a Rusia?
— Ya te dije, no te enviaran a Rusia. Sino quieres ir, aún está Kunno.
— ¡No claro que quiero ir!, ¿Felix y Hyunjin ya lo saben?
— Sí, les llamé hace poco, iba a dejarlo a manos de Grisha pero, está noticia es tan grande y es mi compañía, era mi momento de hacerme sentir poderosa. Eso me hace muy feliz. Ahora iré a su casa a hablar personalmente con mi hermanito y mi querido socio.
Seoho sonrió. Fue a tomar su bolso y sacar sus llaves. — ¿Trajeron coche? — Ella preguntó, Lee y Han se vieron por un pequeño segundo antes de que los dos negaran. — Bien, vamos. Dejemos a Han en su casa, nosotros vayamos juntos con tu papá.
— Vayamos. — Han se adelanta sonríe lleno de nervios no notables para los Yoo. Seoho sonríe entusiasmada, los tres bajan al estacionamiento donde felizmente Seoho habla de su precioso Ferrari rosa.
Les faltó hablarlo.
Simplemente, volvieron a hacerlo mal.
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