El día había llegado, literalmente el gran día había llegado.

— ¿Sí es hoy? — Hyunjin preguntó mirando a sus dos novios, Minho estaba con Felix, los dos en tranquilidad tratando de adivinar en el juego de adivina quién versión NCT.

— A quién le importa. — Minho siquiera alzó su cabeza. — ¿Tú personaje es alto?

— No. Pero... El tuyo, ¿A caso es Sungchan?

Lee mayor borró toda posible sonrisa que pudo haber formado, mientras bajaba sus personajes mirando sus posibilidades.

— ¡Te toca!

Rodando los ojos, Minho quitó su playera, quedando de torso desnudo.

— Pues sí. Es hoy el debut de Jeongin. — Felix sonríe triunfando, yendo hacia los brazos de Hyunjin. No es nada especial.

Por supuesto que no lo es. Minho ve a su novio con la ceja arqueada. Jodido Jeongin nadie lo conoce no es la gran cosa.

— De entre todos nombres revelados, el de I.N es el que más retweets tiene.

Seguramente no tendrá fans, nadie lo va a tomar en serio, es solo un jodido falso japonés.

— Según una captura que enviaron en un club de fans, está número uno, Corea y Japón con mucho apoyo, pues no siempre se ve un chico con doble nacionalidad apunto de ser una estrella.

O sea, es falso, no es lindo, es bajito, tiene aún marcas de acné, un buen sérum no le haría nada mal, no se le entiende nada de lo que habla y mucho menos de lo que escribe.

— Todos dicen que su rostro es bastante angelical y bello, aparte aún su rostro se ve joven, como un pequeño soñador que triunfará muy pronto.

— Ajá, aparte él y sus demás compañeros mandaron cartas en varios idiomas para conocer a sus fans. Muchos creen que fue un gran detalle mandar todas esas lindas palabras en varios idiomas, Jeongin se destacó queriendo escribir en más de sus dos idiomas. Yo lo pude haber ayudado en el inglés para que se viera más natural.

— Me sé toda su agenda. Hoy debuta a las dieciocho, habrá solo cuatro días de promoción en programas coreanos con su grupo. Luego se irán a Japón dónde realmente harán la promoción completa, en Tokio, Osaka y algunos otros centros de radio locales. Todo en total puede que dure un mes entre publicidad y programas de entretenimiento.

Minho alzó la ceja rodando los ojos. — Sigue sin importarme. se alzó de hombros siendo completamente ignorado por sus queridos novios. Bajó a la cocina donde desgraciadamente se encontró con una terrible escena.

— ¡Cielos, aquí no! —

Sus padres se separan con una sonrisa, fotos todos son especialmente afectuosos entre... Otros.  — Minho. Respeta a tus padres. — Grisha lo reprende dándole una ligera palmada en su pierna. — Crees no sabemos lo que hacen ustedes.

— Grisha, eso no se dice. Grosero. — Dae Han como siempre sonríe con tranquilidad. — Son casi las dos, le dije a Felix que le prepararía mi receta de flan para el debut de su amiguito.

Abre su boca con sopresa, sus dos padres asienten entre sí mismos caminando tomados de la mano.

Minho no está enojado, en realidad, está triste, decepcionado, y molesto, muy molesto. Y no es precisamente por Jeongin.

— Tenemos que hablar. — Hyunjin se posiciona frente a él, en sus labios mantiene una pajita dónde se dedica a beber de un café helado. — Felix y yo... Queremos ir a Japón, queríamos saber si quieres ir con nosotros.

Es la primera vez que se siente un tanto "excluido" aunque le haría bien despejar la mente, ahora mismo es justo lo que no desea. No tiene ganas de salir, no quiere hacer nada y ya.

Ni siquiera tiene pasaporte, no desde que puede creer y pensar que lo mandarán a Rusia.

— Vayan sin mi, ustedes irán a ver a ese falso japonés. Me dará tiempo.

— ¿Y para qué? — Hyunjin continúo tomando de su americano haciendo un molesto ruido. — Dime. Anda dímelo.

— ¡Jisung me besó, y no se acuerda, él literalmente me besó a mí, teóricamente ha dicho que probablemente le gusto, pero joder, él me besó, le gustó y me gusta, tengo que hablar con él, decirle lo que siento porque tal parece que él siente lo mismo!
Me besó en la boca, Hyunjin, dijo que quería besarme, yo quiero hablar con él, quiero que todo se resuelva y podemos resolver las cosas.

Hyunjin ni siquiera se inmutó ante sus desorbitados gritos. Él menor solo alzó una ceja tomando de su café. — ¿De verdad? ¿Le dirás?

— ¡Es que él es muy difícil, de atrevió a besarme y ahora no puedo saber si le gustó, no le gusto! ¡Ni siquiera sé si es realmente verdad que no lo recuerda, mierda, tengo nervios de saber si él!... Está inseguro de mí.

Hyunjin solo formó una pequeña sonrisa, no de esas malvadas, por primera vez, no de ese gran tipo de maldad. — Minho, eres un gran tipo, tal parece que Jisung y tú son algún tipo de alma gemela. Tú puedes hacerlo, nosotros te apoyamos, trata de despejar tu mente, no te apures en nada.

Los fríos labios de Hyunjin tocan con suavidad su frente.
Minho recibe el gesto con una pequeña sonrisa.

— Gracias.

— Te quiero, Lee. Sabras hacer bien las cosas. Aunque no parezca, eres inteligente.

Felix llega a colgarse de sus hombros, se ve tan feliz y radiante como siempre. — Lo eres,pero Minho, por favor. No seas impulsivo, no asustes a Jisung.

La conversación termina ahí. Los tres se abrazan entre sí, se dan palabras de aliento. Es cómoda su relación. — Son los mejores. Los quiero.

— Y nosotros a tí.

Están reunidos todos diez minutos antes siquiera den las seis. Los señores Grisha y Dae Han tienen listos los snacks y los dos pequeños las bebidas. Minho ya está sentado casi a la fuerzas con sus brazos cruzados.

— Y a quien le impor...

— ¡Silencio, ya va a empezar! — Felix no hace callar metiendo un puñado de palomitas en su boca.

La cuenta regresiva comienza, es sorpresivo cómo hasta sus propios padres están bramando con entusiasmo la cuenta regresiva tomando de sus frappés.

Y entonces ahí aparece cuando es enfocado uno a uno, su pequeño no gran amigo, luciendo una sonrisa sin esos brackets que alguna vez creyó pegar en un imán, luciendo ese cabello rubio con esos pequeños toques rizados. El maquillaje, que le había lucir sus párpados feos y ese conjunto que no le hacía lucir bien.

Presentan sus nombres, cantan una canción y baila acompañado de sus compañeros. Ni idea de cómo sea la música pero seguramente no lo hizo bien.

Minho toma de su frappé casero mirando despreocupado a Jeongin. No es la gran cosa pero sus padres y sus dos novios aplauden con alegría, los cuatro están felices mirando al falso japonés.

Y entonces, la primera vez, se hizo mil. A cada hora en cualquier momento, podría escuchar a alguno de sus padres o de sus dos traidores novios escuchar una y otra vez aquella molesta canción con la que había hecho su debut el pequeño falso japonés.

Los cuatro cantaban, bailaban el coro, la ponían en todo alta voz posible que hubiera en esa casa, en todas partes escuchaba esa canción. En su casa, en el coche, en el trabajo, en el mall. En todo posible lugar estaba esa canción.

Su tía, sus compañeros, sentía esa jodida canción lo estaba persiguiendo y jodidamente Jeongin tuvo que estar acargo del ese pegadizo coro.

— ¡Ya quiten esa porquería!