ᝰ O9 : everyone would love

El 18 de junio, más específicamente, el día del basquetbolista, su entrenador, quien era más fanático del deporte que todos juntos, organizaba una fiesta después del entrenamiento, donde llevaba cosas tan ridículas como un pastel con forma de pelota de baloncesto entre mucha más comida temática.

Invitaba a otros clubs de deporte de la escuela, como las chicas de voley y los grupos femeninos y masculinos de fútbol, que solían ir por la comida gratis y por las.ridículas decoraciones, y pasaban la tarde en el gimnasio para el festejo.

Luego de una clase para nada ligera, en la cual terminaban exhaustos, tenían un encuentro lleno de comida chatarra y Namjoon solía pasar alcohol para mezclar con sus bebidas.

Casi siempre luego daba una charla emotiva y le decía a cada uno lo especial
que eran y todo lo que servía para el equipo.

Porque sí, Bang Shi Hyuk era a veces un dolor de cabeza en lo entrenamientos, pero era buena persona y quería mucho a los siete, y en el fondo, era un sentimental, por eso terminaba llorando cuando terminaba su charla emotiva, de todos los años.

Aunque los chicos siempre pensaron que era por lo que sea que le ponía a su
bebida.

―Creo que no es el único que pasa vodka en botellas de agua ―comentó Jimin luego de ver al hombre sacar la petaca y llenar su vaso de plástico mientras hablaba con la entrenadora del grupo femenino de voleibol.

―De alguien teníamos que aprender ―dijo Taehyung, para dar un sorbo a su bebida de naranja con vodka.

―¿Te estás desinfectando por dentro? ―preguntó Taehyung, arrugando su nariz ante el fuerte olor que tenía el vaso de su mejor amigo.

―¿Eso es vodka o alcohol etílico? ―preguntó Hoseok.

―Es agua bendita ―dijo Seokjin.

―Para limpiar su boca de los pecados ―añadió Namjoon.

―El "pecado" es la leche de la Yoongi ―dijo Jimin.

Los cinco comenzaron a reír y Taehyung suspiró con fastidio, más al ver que Yoongi no hacía nada para defenderlo.

―¡Yoongi ¡Diles algo!

―Pero mentir también es pecado, Tae. ¿Quieres tener más pecados en tu boca?

―¡Eso es una propuesta indecente~! ―canturreo Jimin, con una sonrisa
enorme y moviendo sus caderas en un estúpido baile― Sexo, sexo, sexo... ¡Oral!

―¡Jimin, cállate! ―gritó Hoseok, viendo como los otros invitados de la fiesta se volteaban a ver.

¿En vez de pedirle sexo oral a Tae le dices "vamos a pecar"? ―preguntó Namjoon, haciendo que volvieran a reír, la risa de limpiaparabrisas de Seokjin sólo los hizo reír más a los siete.

―Jungkook, te invito a pecar ―dijo Hoseok, su mano golpeó los muslos del
mayor, lo suficientemente cerca de su paquete para que sea aún más obsceno.

―Tú me la pecas, idiota ―replicó el castaño.

―Bueno, pero tú me la pecas primero ―contrataco.

―¿Están peleando por quién se la va a mamar a quien ―preguntó Taehyung.

―Qué estúpidos, el sesenta y nueve existe, niños ―avisó Yoongi.

―Si, la pose que siempre te niegas a hacer ―Taehyung rodó los ojos.

―Fuertes declaraciones ―comentó Seokjin con interés.

―Es incómodo ―el pelinegro se encogió
de hombros― Tengo que tener mi cara entre tus nalgas, tu culo no es tan lindo de tan cerca.

Ese comentario desató un caos entre los demás.

―¡Insultó al culo de la suerte!

―¡Tu cara no es linda de cerca, Hyung!

―¡Yo agradecería de tener el Taeculo en mi cara!

―iTAEHYUNGSSI~! ¡Siéntate en mi cara!

―¡Yoongi marica!

El silbato del entrenador interrumpió sus gritos, haciendo que se sobresaltan y miraran al señor con cierto miedo.

―¡Jotos! ¡No dejen en vergüenza al equipo frente a toda la escuela con esos comentarios!

Respondieron con un "Sí, entrenador" antes de volver a darle la espalda, aunque les importaba poco y nada las miradas de los demás o las risas.

―Todos los deportistas son igual de jotos ―dijo Namjoon.

―¿Y las chicas?

―También ―dijo Seokjin con seguridad― Se dan nalgadas, se tiran piropos y se manosean las tetas, en escencia son todas lesbianas, y a la que no le gusta es porque tiene miedo de gustarle.

―Igual que los hombres. ―dijo Taehyung, mirando a Yoongi de reojo― Un clásico.

―Ese culo haría gay a cualquiera ―dijo Yoongi y le dió una nalgada.

―Confirmó ―dijo Jin, al otro lado del rubio, para darle otra nalgada.

―¡Yo quiero, yo quiero! ―dijo Hoseok, para ir hacia Taehyung y hacer lo mismo.

―¡Mi turno! ―gritó Jimin. Yoongi abrazó a Tae por la espalda para que nadie lo tocara, interrumpiendo a Jimin.

―Nada de nalgadas, este culo es mío ―dijo el pelinegro, con su ceño fruncido y mirando con enojo a los demás.

―Ahora que lo pienso... Yoongi tampoco tiene una mala retaguardia ―dijo Seokjin, observando el trasero del capitán de su equipo.

―¡Yoongi entregó el pan dulce! ―anuncio Hoseok, para después dejar una sonora cachetada en las nalgas del
pelinegro.

―¡Jung Marica Hoseok, te voy a destruir! ―gritó Yoongi, le había dolido.

De nuevo, el silbato del entrenador los interrumpió.

―¡Niños! ¡Asustan a los invitados! ―dijo el hombre.

Los siete volvieron hablar juntos con el "Lo sentimos, entrenador".

El hombre de acercó a ellos para hablar, no sabían si el rubor de su rostro era por
la vergüenza ajena o por la bebida.

―A ver, mis niños, yo sé que ustedes se quieren mucho y está exelente que lo
demuestren así ―dijo―. No, no hablo de ustedes dos. ―añadió, al ver que Yoongi
había separado el abrazo con Taehyung― Digo de los siete en general.

>> Este es el último año de cuatro de ustedes, dentro de unos meses Seokjin,
Jimin, Namjoon y Yoongi ―los señaló a cada uno mientras lo nombraba―. Estarán en una universidad, quien sabe qué tan lejos de aquí, y vamos a necesitar más jóvenes que quieran entrar al equipo.

>> Es la última fiesta de ustedes ―dijo,
mirando a los mayores―. Sólo quiero que den una buena imagen al resto para
poder continuar con el club de básquetbol el año que viene, ¿Si?

Sorprendentemente, el entrenador les había hablado bajo, de forma casi penosa, cosa que los hizo sentir un poco mal.

Los siete sólo asintieron, sin decir mucho.

―Bien, gracias, muchachos ¡dijo, para terminar―. Disfruten de la fiesta ―añadió, para retirarse.

Tae hizo un puchero, triste, sabiendo que quedaban un par de meses para que
Yoongi se vaya de la escuela... y lo dejara.

El pelinegro lo notó y tomó su mano, dándole un apretón, le sonrió un poco y
Taehyung correspondió.

Quizá era por la melancolía que le había dejado la charla, o porque querían hacerle caso a su entrenador, pero bajaron las energías y continuaron hablando de forma más calmada, casi parecían decentes.

A eso de las siete de la tarde, se retiraron los siete juntos de la fiesta, quedaban pocas personas, que estaban terminando lo que quedaba del pastel con forma de pelota.

Continuaron hablando en el camino de los pasillos de la escuela, que tenían que atravesar hasta la salida.

―No sé si es que estoy muy ebrio o no lo suficiente, porque me sigo sintiendo mal por esa charla ―dijo Seokjin.

―Nunca se está lo suficientemente
borracho ―dijo Yoongi, como si fuera una regla general.

―¡Los voy a extrañar mucho! ―Hoseok
fue a abrazar a Yoongi, prácticamente se colgó de sus hombros, el pelinegro lo
empujó lejos de forma automática.

―¿Ya te vas a poner sentimental? ―preguntó, mirando al pelirosa limpiando sus lágrimas.

―Sí. ―respondió― Son el mejor equipo de todos, chicos, y los mejores amigos que podría pedir... voy a extrañarlos mucho.

―¿Vas a extrañas sacudir tu pene frente a nosotros? ―preguntó Seokjin.

―¡Claro que sí! ―dijo con un sollozo― Si sigo con otro grupo de baloncesto... lo haré para acordarme de ustedes, en su honor.

Namjoon limpió una lágrima falsa, palmeando su hombro.

―Bro... ―llevó una mano a su pecho de forma dramática.

―Bro ―respondió Hoseok, haciendo lo mismo que él.

―Qué emotivo ―dijo Jimin, con una
expresión dramática en el rostro.

―Jimin ―llamó Hoseok, antes de ir hacia él y abrazarlo con fuerza, el pelirosa le correspondió.

―Voy a extrañarlos mucho,
hyungs... ―murmuró bajito él castaño, sus ojitos brillantes miraron a los mayores de forma triste.

―Bueno, escuchar eso del pequeño sí me dolió ―dijo Namjoon, frotando su pecho sobre su corazón.

–Oh, Hobi~ ―Jimin lo apretó en el abrazo aún más haciendo que el pelirrojo soltará un quejido y riera.

―Toma, Hyung ―Hoseok tomó las mejillas del pelirosa, giró su rostro hacia él, para unir sus labios en un beso.

―Eso no me lo esperaba ―admitió Seokjin.

―Este lugar está lleno de gays ―dijo Yoongi.

―Y tú eres uno de ellos, idiota así que mejor cierra el culo, Yoongi ―dijo Tae.

El flash del celular de Jungkook interrumpió el beso y Hoseok se separó para reír por el fuerte rubor en las mejillas del mayor y su expresión de sorpresa.

―¡Tengo la foto, corre! ¡Corre! ―anunció el castaño, al ver que la foto había salido perfecta, para luego empezar correr, seguido de Hoseok, quien seguía riendo.

―Y ahí se va tu primer beso, Jimin ―dijo Namjoon, pasando un brazo sobre los hombros del pelirosa, aún en shock ―corriendo como Naruto.

―Qué romántico ―comentó Seokjin.

Jimin no podía hablar aún.

―Es la primera vez que se queda callado ―dijo Namjoon― ¿Estará muriendo?

―Por dentro, sí ―dijo Yoongi.

―Déjalo así ―pidió Seokjin.

―Tus besos nunca me dejaron así, Yoongi ―comentó Taehyung.

―Porque Yoongi era el gay en pánico, duh ―dijo el mayor, en tono obvio, haciendo reír al rubio.

Yoongi dió un apretón a la mano de su novio, ocultando una pequeňa sonrisa.

―Ya ni siquiera lo niega, ah ―dijo Seokjin, con burla.

Se despidieron de sus amigos al subir a la moto del pelinegro, en el viaje Taehyung se abrazó a la cintura del mayor con más firmeza que antes.

Al bajar, Tae seguía pareciendo decaído, el pequeño puchero no se había ido después de todo.

―¿Todo bien, bebé? ―preguntó Yoongi, sabiendo que no lo estaba.

―No del todo... te voy a extrañar. ―admitió, luego de un suspiro, sus ojitos lo miraron como si fuera un cachorro triste.

―Yo también, Taehyunnie. ―murmuró el pelinegro.

No dijeron nada más y solo se abrazaron en silencio por un largo rato.


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