🐱Extra: "gatito bonito"🐱
Sus dedos tamborilean sobre sus muslos, los detiene por un momento y respira profundamente, su estómago se había convertido en una bomba de tiempo, en cualquier momento explotaría, liberando esos sentimientos, mejor conocidos como “nervios”.
YoonGi estaba demasiado nervioso.
Su cuerpo completo se encontraba recargado contra una pared, y esa pared le pertenecía al taller de baile con el que contaba su escuela. No le interesaba la danza del cuerpo humano, con decir que no bailaba ningún género musical, y si lo llegaba a hacer sería el hazmerreir de todos, las pocas veces que lo intento fueron un total fracaso de pasos duros y malos. Desde entonces no lo volvió a intentar.
Pero HoSeok si era bueno en lo que respecta con el movimiento del cuerpo, sus pasos podían ser estilizados y bien marcados, lentos o rápidos, su cuerpo vivía por y para el baile.
Y por eso es que YoonGi esperaba a HoSeok, porque se encontraba practicando en el taller de baile.
Desde aquella vez en donde HoSeok lo salvó de aquel viejo y asqueroso hombre que quiso sobrepasarse con él comenzaron a hablarse.
YoonGi pensó que si no fuera por el infortunio de encontrarse con ese horrible hombre quizás ahora no estaría teniendo una conversación con el chico que le gusta,lamentablemente si fuera por YoonGi buscaría el agujero más profundo existente sobre la tierra y se escondería allí con tal de no tener que intentar hablar con la persona que alborota su corazón. Excusándose para sí mismo; que por “vergüenza” no era capaz de confesarse.
Habian arreglado por mensaje (HoSeok pidio el numero de YoonGi esa vez para preguntarle si llego bien a su casa luego de acompañarlo hasta la parada del autobús, asegurándose de que se subiera al correcto) para juntarse a almorzar por la tarde, después de que terminara su clase de baile. El bailarín le invitaria el almuerzo hoy, YoonGi no quería que le pagaran la comida pero por lo poco que estuvo observando en HoSeok en sus conversaciones es que no podías darle una respuesta negativa, no importa lo que le digas, HoSeok no aceptaría nunca la palabra “no” en su vida.
De todas formas no iba a venir con las manos vacías, antes de llegar a su escuela realizó otro recorrido, puso un pie nuevamente en la pastelería en donde estuvo con HoSeok hasta que la lluvia se detuviera y compró dos grandes porciones de pastel, uno con mucha crema batida y frutillas.
Le pareció el pastel indicado, de aspecto sencillo pero dulce, como lo es HoSeok.
El timbre de la escuela resonó, anunciando el tan esperado receso y un cambio de clase para los profesores, los murmullos se amontonaron sobre la puerta del salón de baile para luego convertirse en un gran bullicio con su apertura. Fueron saliendo rápidamente alumnos del salón, algunos dirigiendo una mirada curiosa hacia YoonGi, por supuesto que a él pálido no le importaba que pensaran de él, pero no podía evitar sentirse más nervioso de lo que ya se encontraba.
Por ultimo salio HoSeok, vestido con una simple musculosa blanca y unos shorts verde opaco. Sin mangas que estorbaran YoonGi posó sus ojos en los brazos del chico de tez dorada, no podría encontrarse en su mejor forma, tonificados y marcados, no como un fisiculturista pero sus brazos demostraban un buen aumento de musculatura.
“Tan atractivo” pensó YoonGi, y automáticamente se dio una bofetada mental, no debería estar pensando esas cosas mientras está en presencia de HoSeok.
—¿Te hice esperar mucho?— Ofreciendo una hermosa sonrisa de dientes blancos y perfectos preguntó el bailarín. De su frente caían lentamente algunas gotas de sudor, seguramente la clase que tuvo HoSeok fue intensa y dura.
La sonrisa de HoSeok. Simplemente YoonGi no se cansaria nunca de admirar y ver esa hilera de dientes perfectamente acomodados, ninguno estaba chueco ni mucho menos amarillos. Eran blancos y grandes, la sonrisa perfecta, y esa sonrisa era todo lo que YoonGi necesitaba para sentirse lleno, para sentirse reconocido, porque en ese momento esa sonrisa estaba siendo dirigida solamente para él, para él y para nadie más.
De forma desinteresada negó con la cabeza, dando a entender que no estuvo esperándolo demasiado tiempo recargado sobre la pared. HoSeok entonces dio luz verde para que comenzaran a moverse de ahí y buscar un cómodo lugar para almorzar.
El pálido dio la idea de almorzar en el patio de atrás del colegio, esa patio del cual nunca nadie iba ya que habían muchas plantas con aspecto para nada bonito y el césped no estaba cortado, dando como resultado una especie de “selva” en donde podrían hasta aparecer criaturas o animales extraños.
Quizás todo el alumnado de la institución está inventando de más con respecto a la aparición de animales extraños por no cortar el césped, pero lo cierto para YoonGi es que no concurría nadie por allí y por ende habría paz y tranquilidad absoluta para poder sentarse y conversar con HoSeok.
Hablar con HoSeok… que difícil le resultaba hacerlo. Ahora mismo su estómago le envía punzadas en señal de que está nervioso, recuerda que su amigo NamJoon le aconsejo que en esos casos respire profundamente por la nariz y que luego expulse todo el aire por su boca, un método efectivo en algunos casos.
—¿Estas incomodo?—Pregunto HoSeok. Noto que YoonGi estaba respirando y expulsando muy profundamente el aire, se está sintiendo un poco culpable por toda la situación, quizás el pálido no quería almorzar con HoSeok, o directamente juntarse con él, seguramente YoonGi podría estar realmente incomodo ahora y acepto la invitación de HoSeok solo para no sentirse en deuda por haberlo ayudado esa vez.
—No, no, no lo estoy, es que… soy así siempre, no puedo evitarlo— Suspira cansado. Porque era cierto, YoonGi se inhibe mucho cuando esta con otras personas, y mucho más si tiene que establecer algún tipo de comunicación.
Aun piensa cómo fue que aceptó ponerse orejitas y una cola de gato para salir a repartir volantes. Su amigo nombró a HoSeok y su cerebro automáticamente desconecto su parte lógica y racional para poder adentrarse únicamente sobre su parte sentimental. Esa era la única y jodida razón por la cual logró hacerlo.
—Podemos dejarlo para otro momento, no quiero que sientas que esto es una obligación para ti porque te ayude con ese sujeto— Volvió a hablar HoSeok y YoonGi no podría sentirse más idiota ahora que dio a entender algo totalmente opuesto a lo que él pensaba sobre la invitación, obviamente no lo sentía como una obligación.
Pero joder, le gusta demasiado HoSeok, y no está en sus planes desperdiciar la oportunidad que dios o quien fuera que le esté ayudando, por lo que vuelve a respirar profundamente y a sacar un poco la valentía que tenía escondida muy dentro de su interior.
—¡Quiero estar contigo!—grito—luego para darse cuenta de las peligrosas palabras que había soltado sin pensar mucho en lo que causarian en el contrario. Rapidamente volvio a tomar la palabra para “tratar” de arreglar la situación—¡Perdon!, quise decir que no quiero estar contigo… ¡No! , eso tampoco quise decir, mierda, yo solo… quiero almorzar contigo.
“Bien, YoonGi, esta vez si la cagaste” se dijo mentalmente al ver la expresión de HoSeok, este no decía nada, solo tenia los ojos fijos en los de el pálido, mirándolo.
Pero todo pensamiento negativo desaparece del cerebro de YoonGi cuando escucho la alborotada y fuerte risa que soltó de la nada el bailarín, YoonGi entrecerró sus ojos sin entender.
—Ay, YoonGi, eres tan gracioso, ¡y yo que pense que estabas incómodo! , ven, sentémonos por aquí— señaló HoSeok una banca bastante vieja y maltratada pero que aún seguía en pie, era increíble que todavía en esa parte del patio hubieran todavía bancas para sentarse, otro misterio más para agregar en la lista de cosas extrañas que aparecen en aquel lugar.
Finalmente pusieron sus piernas en marcha para ir a sentarse en la banca, una vez que llegaron HoSeok se sento rapidamente apoyando toda su espalda contra el respaldo y llevando su cabeza hacia atrás, YoonGi en cambio se sentó lentamente y sin apoyarse demasiado en el respaldo, juntando sus piernas lo mas que podía, manteniendo distancia con el bailarín (aunque por dentro se muriera de ganas por que sus piernas se chocaran “accidentalmente”).
—Te gustan los lugares tranquilos y sin una pizca de gente, ¿no es así?—Preguntó el bailarín, con solo ver el lugar podría darse cuenta fácilmente que YoonGi no era alguien al que le gustara rodearse en un mar de personas, y no era por juzgarlo ni mucho menos criticarlo, sino que ya lo había visto varias veces venir por aquí a estar solo, lo veía desde una de las ventanas del salón de danza que justo daba la casualidad de proyectar la mirada hacia este lúgubre patio. Pero eso no se lo mencionaria al pálido.
—Me gusta la tranquilidad. Eso es todo. — responde el pálido con sinceridad.
—Concuerdo contigo.— agrego HoSeok, girando su cabeza para regalarle a YoonGi una de sus tantas sonrisas mágicas.
—Co-comamos por favor— pidió un ruborizado YoonGi, sabía que sus cachetes se habían tornado rojizos, maldita de su suerte por tener una piel demasiada blanca.
Muchas veces se sentía como un lienzo en blanco, listo para que lo llenaran de muchos colores, solo que él quería que fuera HoSeok quien pintara su lienzo.
Comieron en silencio, YoonGi no era de por sí de muchas palabras y menos cuando tenía algo dentro de su boca, por parte de HoSeok tampoco quiso hablar mientras comían, lo único que no podía evitar soltar eran palabras como “mmm esto esta demasiado bueno” por la comida.
—Oh dios, creo que voy a explotar de tanto que comí— HoSeok se sobaba la panza de una manera muy graciosa, YoonGi trato de contener su risa tapándose disimuladamente la boca con su mano.
—Y eso que no comiste el...—”Joder el postre” se dijo, compro esas dos porciones de pastel y recien se acordo que tenia apoyada la caja detrás de su espalda. Con desespero se giró rápidamente para tomar la caja en sus manos y mostrarle a HoSeok la pequeña caja con decoraciones con flores y un fondo totalmente rosa, digna de una hermosa pastelería.
—Oh,¿compraste pastel?—pregunto HoSeok con ojos curiosos, esa caja se le hacía demasiado familiar, ya que el siempre compra en esa pastelería tan bonita y los pasteles de allí nunca le dejaban un mal sabor en su paladar.
—Si… compre dos porciones… — “una para mi y otra para ti” quería decir pero su conciencia racional no se lo permitiría. Con cuidado despegó las solapas que mantenían cerrada la caja para dejar al descubierto las dos porciones de pastel.
Tomó entre sus manos una de las porciones (obviamente la porción poseía un plato de plástico en donde apoyarse) y se la ofreció a HoSeok.
—Gracias, pero no puedo aceptar, tengo que irme ahora, olvide que hoy me tengo que juntar de nuevo con mis compañeros de danza para organizar una coreografía— Con toda la tristeza del mundo el bailarín rechazó esa hermosa y seguramente deliciosa porción de pastel, YoonGi bajo la mirada hacia abajo, por alguna razón su pecho comenzó a dolerle, como si lo hubiesen rechazado, era estúpido si se lo ponía a pensar, nadie le estaba rechazando sentimentalmente, solo era él y sus jodidos problemas.
El bailarín noto la repentina caída de ánimo de YoonGi y se preocupo, no quería que pensara que no le aceptaba el pastel porque no quería nada de él, de verdad estaba muy lleno por la comida anterior y además tenía un compromiso que atender, el pastel seguía en las manos del pálido, por lo que HoSeok paso dedo por la crema y lo llevó hasta sus labios, probando un poco del pastel.
—Esta delicioso YoonGi, gracias— dijo HoSeok y el nombrado levantó la mirada, viendo como HoSeok volvía a meter mano en el pastel, pero no volvió a llevar la crema hasta sus labios, sino que apoyó toda la crema restante en la nariz del más pálido.
—Pruébalo tu también, nos vemos después— despidiéndose sale del campo visual de YoonGi, dirigiéndose dentro de la escuela.
Su nariz estaba llena de crema, y no pudo evitar reírse de lo estúpido que se veía ahora.
De lo estúpidamente enamorado que se veía por HoSeok.
..🐱..
—Deberías verte hermano, luces como toda una colegiala enamorada de quince años— NamJoon llegó temprano al salón como de costumbre, y siempre tenía que acotar algo sobre el aspecto de su amigo pálido, y más ahora que se enteró de que empezó a hablar con el chico de la sonrisa perfecta.
—¿Debería seguir considerandote como mi mejor amigo?— respondió un exhausto YoonGi, hace una semana que no dormía bien, todo el asunto de HoSeok sonriéndole y poniendo crema en su nariz aún seguía en su mente como un fresco recuerdo, siendo que había pasado una semana de aquel suceso.
—Oh vamos, si no fuera por mi grandiosa idea de convertirte en un gatito hoy no estarías hablando con el chico de la sonrisa perfecta.
Para su mala suerte NamJoon no se equivocaba.
Su celular vibro en el bolsillo de su pantalón, lo saco rapidamente para ver de qué se trataba. Era un mensaje de HoSeok.
YoonGi trago en seco, su corazon empezo a darle leves empujoncitos demostrando emocion pura al saber que el mensaje provenía del bailarín.
—¿HoSeok te mando un mensaje? Oh dios necesito ver eso— dijo un emocionado NamJoon, se acercó hasta YoonGi, pegándose como mosca a la miel por la espalda del pálido, YoonGi bufo e intentó sacar a su pesado amigo de encima pero era una batalla perdida, con una diferencia de veinte kilos de mas no podria ganarle nunca. Rendido entro al chat de HoSeok para ver el mensaje.
“¡Hola YoonGi hyung!
Lamento haberme ido tan rápido la otra vez, hoy me encuentro libre y con ganas de ir al centro para jugar algun juego, ¿te gustaría acompañarme?
Estare esperando tu respuesta ^^”
Su corazón volvió a latir con más fuerza, otra vez HoSeok lo estaba invitando a salir, con el. NamJoon también leyó el mensaje por lo que de sus labios se escapó una sonrisa picarona, palmeó los hombros de YoonGi en forma de felicitación.
—Ya lo tienes en tus garras, tigre… o gatito, como tu prefieras—sin dejar de sonreír para darle ánimos a YoonGi.
—Te odio—suspiro YoonGi, regalando un golpe certero en la cabeza del más alto y este lloriqueo un poco del dolor.
..🐱..
—¿Te gusta el tejo?— preguntó un animado HoSeok, se encontraban en el local lleno de máquinas para jugar todo tipo de juegos, ya sea de acción o para matar zombies, también había juegos con mucho más movimiento, como encestar la pelota en la canasta, deslizar un disco plano en una mesa metálica; mejor conocido como el juego del tejo y mucho otros más juegos en los cuales si eras bueno y tenias un poco de suerte podrías ganarte tickets y cambiarlos por algún premio.
YoonGi no era un experto en juegos ya que de su casa no solía salir mucho, se acuñaba siempre en la idea de que era mejor quedarse en su cama y reponer fuerzas para otro dia, dormir era un ejemplo claro.
—Calculo que es un si de tu parte, ese niño nos va a ganar el lugar, ¡vamos!— el bailarín tomó sin pedir permiso la mano de YoonGi, boquiabierto YoonGi siguió los pasos apresurados de HoSeok como pudo, la mano de HoSeok era firme y cálida, encajaba a la perfección con la suya.
Llegaron hasta la mesa metálica con un tablero en donde te marcaba el tiempo de jugada y los puntos que obtendría cada jugador, todo era de un bonito color celeste y el tablero era negro con los números iluminados en rojo.
—No sere amable contigo, quien pierda tendrá que pagar el helado— sentenció HoSeok con una sonrisa “malvada” y YoonGi solo asintió con la cabeza riendo por la actitud niñata de HoSeok.
HoSeok coloco una ficha en la apertura de la máquina y consiguió sacar un disco metálico de color celeste, lo apoyó en la mesa y tomó el mazo de plástico para comenzar la partida.
—¿Listo?—miró expectante a los ojos de YoonGi, asintió con la cabeza dando por entendido que podían comenzar y entonces con el mazo HoSeok golpeó primero el disco metálico, se deslizó fuertemente hasta el extremo del tablero de la parte de YoonGi y se metió de lleno en la pequeña abertura de la mesa, dándole el primer punto a HoSeok.
Y los primeros golpes del bailarín fueron certeros, otorgandose más puntos a el, pero con el transcurrir del tiempo YoonGi se dio cuenta de cómo debía moverse por lo que cuando empezó a acertar el en la apertura de HoSeok chilló un poco de la alegría, como si fuera un niño que jugaba por primera vez al tejo de mesa, la mesa se había vuelto un campo de batalla en donde si o si uno de ellos tendría la victoria y el otro pagaría los helados por la derrota.
El tiempo se estaba acabando y los dedos de los dos dolían por el fuerte agarre sobre el mazo, de pronto y sin ningún aviso YoonGi logró encajar el disco metálico en la apertura del distraído de HoSeok y el timbre del tablero sonó, marcando el fin de la partida.
—¡Gane!— grito de felicidad YoonGi, nunca había ganado en un juego de esas características y haberlo hecho ahora y sin ninguna práctica anterior lo lleno de una extraña sensacion de satisfaccion.
—Suerte de principiantes— Dijo HoSeok cruzándose de brazos, fingiendo estar “molesto” con su derrota pero la verdad era que se sentía bien ver sonreír al chico pálido, dejando relucir sus encías rosadas y sus pequeños dientes derechos.
Despidiéndose del tejo (y obviamente YoonGi juntando los tickets del juego) se dispusieron a jugar con los demás juegos del lugar. Ya cuando el sol se había escondido dieron por terminado la visita a todos los juegos para irse a cambiar las tickes.
YoonGi divisó un bonito gato mediano de color negro, llevaba un listón rosado en el cuello y unas dos argollas plateadas en una de las orejas, un peluche realmente bonito.
—Quiero ese— señaló YoonGi al vendedor que se encontraba en el local para cambiar los tickets por premios, el vendedor no demostró ninguna expresión facial y agarró los papelitos para contarlos, enarcando una ceja respondió— No te alcanza para el gato, te faltan dos tickets más para llevarte este premio, puedes elegir estos por esa cantidad de tickets— el vendedor le mostró a YoonGi otros peluches más pequeños y feos.
—Pero yo quiero ese gato...—frunció los labios formando un puchero sin darse cuenta, se dio la media vuelta para marcharse y mandar a la mierda los tickets que se ganó con tanto esfuerzo pero HoSeok lo detuvo, ahora acercándose al vendedor.
—Qué le parece si le pago la diferencia de los tickes que faltan, queremos al gatito, ¿por favor?— pidió con ojos de cachorro lastimado y perdido en la calle, el vendedor analizó la cara del bailarín y suspiro, aceptando el trato, HoSeok pago la diferencia y le entregó el gato negro a YoonGi.
Antes de salir del lugar HoSeok compro dos helados de chocolate, YoonGi no podría encontrarse más feliz, estaba con HoSeok, consiguió el gato que queria y ademas helado, ¿que mas podria pedir?
Quizá un beso de HoSeok.
No, no y no, definitivamente no debería estar pensando en eso mientras caminaba al lado de HoSeok por las calles iluminadas por los faros y la luna acompañada de las estrellas.
—Eres muy bueno jugando, me sorprendiste demasiado— hablo el bailarín, dando un cumplido al pálido, este se rió y negó con la cabeza.
—Solo fue suerte de principiantes, como tu bien dijiste, gracias— respondió YoonGi.
—¿Me das las gracias por lo del gato? Esos tickets te los ganaste tu solito, yo solo pague la diferencia porque el idiota del vendedor no queria dartelo.
—No me refiero a eso, sino por todo, por defenderme de aquel hombre, por invitarme a comer, por hablar conmigo por chat, por salir a jugar juegos, gracias.
Hubo un momento de silencio, cada uno analizando la situación, YoonGi más que nadie, su corazón no daba tregua ni por un segundo, latiendo sin parar, como si quisiera escaparse de su pecho y huir de la presencia de HoSeok.
HoSeok se enfrentó a YoonGi, posicionándose en frente de él, sus respiraciones cerca la una con la otra y sus miradas conectadas.
Automáticamente HoSeok cerró los ojos, acercando sus labios lentamente a los de YoonGi.
“Esto no puede estar pasando, me va a besar, lo va a ser” pensaba nervioso YoonGi, no estaba preparado para eso, así que decidió apartar su rostro lejos de HoSeok y hablar en voz alta—ahí se está yendo mi autobús, ¡nos vemos en la escuela!
Salió corriendo de HoSeok a toda prisa, con el peluche de gato en sus manos se subió rápidamente al autobús y se sentó al lado de una señora durmiendo con la boca abierta.
—Soy un idiota, perdóname HoSeok.—con una angustia en el pecho hablo para si mismo.
Desperdicio su oportunidad, y quien sabe si volverá a tener otra igual.
..🐱..
—¿Como pudiste escaparte como un cobarde? Yo no te eduque así— esta vez se encontraban en la biblioteca del colegio, NamJoon era el ayudante de la bibliotecaria, y como estaban en horario de clases podían estar ahí y hablar en voz alta ya que ningún alumno se encontraba en ese lugar leyendo o estudiando para un examen.
—Solo no pude hacerlo, ¿Ok? Me puse muy nervioso, su cara estaba muy cerca de mi y sus labios...soy un estúpido— YoonGi enterró su cabeza entre sus brazos doblados y apoyados en la mesa de la biblioteca.
—Deberías hablar con él.—aconsejo Namjoon.
—No puedo, de seguro me odia— respondió desganado, con ganas de llorar por haberla cagado en grande.
—No creo que te odie, el chico sonrisa no parece ser de esos tipos, ve y hablale y aclara toda esta mierda de una maldita vez, tienes que ser valiente—NamJoon habló por última vez con su amigo para irse a acomodar algunos libros que los estudiantes dejaban desacomodados o colocados mal en las secciones.
YoonGi salió de la biblioteca, dirigiendo sus pasos lentamente hacia el salón de danza en donde seguramente se hallaba practicando HoSeok.
Una vez que llego hasta alli se encontro con el sonido de unas risas dentro del salon. Respiro profundamente y golpeó la puerta, no hubo respuesta. Volvió a golpear y nadie contesto, asi que decidio abrir la puerta lentamente.
A los segundos de abrir la puerta ya se estaba arrepintiendo.
Allí se encontraba Hoseok, hablando y riendo animadamente con una chica. Con una chica demasiado bonita a los ojos de cualquier persona. Tenía el pelo bonito y de color negro, le llegaban hasta la cintura para abajo. Su cara perfectamente maquillada y su piel era blanca y se veía suave al tacto.
La chica no paraba de tocar a HoSeok en los hombros por cada cosa que decía este.
Una punzada de dolor se presentó en el estómago de YoonGi, no tenía que haberse ilusionado con HoSeok, quizás lo de anoche fue todo una simple ilusión que le quiso jugar su estúpido cerebro, al fin y al cabo quién podría querer estar con una persona como el.
Nunca podría superar a esa bonita chica.
Trato de dar pasos hacia atrás sin que notaran su presencia pero para su desgracia HoSeok lo noto, y abrió sus ojos sorprendido de ver a YoonGi dentro del salon.
YoonGi no lo resistió y salió corriendo, no podía enfrentar la mirada escudriñadora de HoSeok, mucho menos volver a ver su hermosa y perfecta sonrisa, ni mucho menos sus labios, los cuales no pudo probar.
Siguió corriendo hasta adentrarse en el patio menos utilizado por la escuela y el favorito en sus descansos.
HoSeok logró alcanzarlo hasta allí y tomó la muñeca del contrario, para cuando vio el rostro de YoonGi algo dentro de él sintió culpa.
Su cara estaba mojada y de sus ojos caían lágrimas saladas, sus mejillas estaban de un leve tono rosado y su pelo se encontraba alborotado por haber corrido.
—¿Por qué saliste corriendo?— pregunto HoSeok con una ceja enarcada.
—Eso no te debe importar, y si me disculpas—señaló su muñeca aprisionada por la mano de HoSeok—Quiero que me sueltes.
HoSeok lo miro confundido.
—¿Por qué no debería importarme? Crei que eramos amigos.
—Solo dejame, por favor...— y ya no pudo esconder sus lágrimas de rabia y de dolor, porque amaba con todo su corazón a HoSeok y no poder decírselo lo estaba matando lentamente, HoSeok nunca podrá corresponderle ahora que sabe que tiene una novia.
Unos brazos fuertes lo rodearon completamente, entregandole calor a su cuerpo, HoSeok lo estaba abrazando, no dijeron nada por unos minutos y en esos minutos YoonGi saco todo lo que tenía guardado en fuertes sollozos.
—No es mi novia—dijo de repente HoSeok y YoonGi tenso todos los músculos de su cuerpo.
Deshaciendo el abrazo HoSeok pasó sus dedos por debajo de los párpados de YoonGi, secando a su paso todas la humedad que dejaron las lágrimas.
—¿Como sabes que yo pensé que...—cerró sus labios sin terminar la oración.
—Por qué es lo primero que piensan cuando ven a Lyn cerca de mi, somos buenos amigos, pero de ahí no pasamos a mayores, además—tomó la mano de YoonGi para entrelazar sus dedos—Me gusta otra persona—finalizó.
El corazón de YoonGi bombeo sangre mucho más rápido de lo normal y sus cachetes se ruborizaron aún más, no había escuchado la respuesta de HoSeok pero su corazón tenía un presentimiento.
—Me gusta un gatito, de cabellos negros y tez tan blanca como la nieve, me gusta el gatito YoonGi.
—Me gustas HoSeok, me gustas mucho, desde que te vi bailar en la presentación del dia de bandera, me gustas —repitió hasta el cansancio YoonGi, volviendo a derramar más lágrimas, por fin lo había dicho, ya no sentía una opresión en el pecho y lo más increíble de todo la historia es que HoSeok también le correspondía.
—¿Ahora si me dejaras robarte un beso?, lindo gatito~ — canturreo animadamente HoSeok y YoonGi se echó a reír como un desquiciado. En esa distracción HoSeok lo tomó de la cintura y estampo un beso contra sus labios.
Dejando a un bonito gato sonrojado hasta las orejas.
🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱
Holis, volvi a actualizar algo jaja xd
Tuve unas semanas intensas de puro estudio y aprobando cursadas (comenzando con los finales, ayudame San Siwon :’v) y todo eso provocó que no pudiera escribir nada, nada decente :’c
Pero ahora estoy un poco liberada y pude terminar de escribir este extra que me tomo 3 dias escribirlo, a petición de una bonita lectora, y despues sigue el extra de la “profesora de YoonJi” pero denme tiempo porque va a estar largo ese extra al igual que este que escribi gggg
Espero que sea de su agrado y me dejen saber su bonita opinión ♡
🌼Mucho amor para ustedes🌼
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