Capitulo 6 Batalla de Italica (Parte 1) Entablando Relaciones
Las distintas personas traídas por los equipos de avanzada o que llegaron por cuenta propia escogieron representantes y se entrevistaron con los comandantes locales. Cabe decir que, entre el choque de actitudes de Patton y Rommel, ninguno logro entender gran cosa. Quedo establecido que podrían establecerse con un pueblo o ciudad fuera de las murallas, y gozarían de protección mientras pagaran un tributo a los protectores, el cual podía ser en: minerales, metales preciosos, joyas, datos o dinero. Lógicamente, el primero serían datos.
El pueblo, bautizado como Pueblo de Alnus, acogió rápidamente a cerca de tres millares de personas. Los datos proporcionados se complementaron entre sí, logrando darles a los comandantes locales una idea aproximada del entorno más allá de lo explorado por los equipos de avanzada, además de varios datos sobre ciudades o pueblos.
No solo eso. El 5° Equipo de Avanzada, comandado por el Capitan Edward Butler, trajo consigo unos cuerpos morenos de fisionomía extraña. Según él eran elfos Oscuros, quienes lo emboscaron a él y a su grupo mientras exploraban. Disecciones y registros demostraron que poseían capacidades físicas ligeramente por encima de lo normal a un humano promedio, pero necesitarían más datos para hacer un análisis definitivo. Otro descubrimiento misterioso fue el del 4° Equipo de Avanzada, el cual se encontró con la que decía ser una semidiosa. Tuvo que ser tomada en serio para desagrado de muchos, ya que las pruebas demostraron que cualquier daño que se le hiciera terminaría en ella curándose sola.
El 3° Equipo de Avanzada comandado por el Capitan Schmidt trajo otro elfo, vivo pero inconciente. Era mujer y al parecer de otra especie de elfo (o así se podía suponer) al ver algunas características diferenciables, como el tono de piel y cabello, además de ropas peor desgarradas y con un estilo salvaje.
Al día siguiente despertó la Elfa tratando de matar a los que la custodiaban teniendo estos que tranquilizarla y drogarla para que este calmada.Llevaria Tiempo pero era claro que necesitarian ayuda de alguien para que la traigan a la sociedad o darle, efectivamente una muerte rapida e inmediata. Por motivos de seguridad y lujuria de los soldados, se trajos a mujeres y medcias delotrolado para que la vena y la diagnostiquen, mientras que estaba prohibido que los hombres se acercaran a ese lugar.
A pesar de esas actividades, las cosas en la base no estaban tranquilas para varios. Había muchos españoles enrolados en las fuerzas aliadas presentes en Alnus, los cuales estaban contrarios a los españoles del grupo de la División Azul, que estaba Cooperando la Alemania imperial (Que Ayudo en la Guerra Civil para que los Franquistas e italia se Alien y creen una Amenaza Latente para Francia). Ya se habían registrado varios conflictos verbales y uno que otro físico, pero nada que no fuera controlado por la disciplina.
Para la aviación era otra historia. Salir a volar prácticamente en cualquier momento, sin las tensiones internacionales o el daño a los civiles era algo milagroso para ellos, quienes aprovechaban de explotar esa libertad en cada momento. Llego un momento en el que hubo una carrera masiva de 30 aviones sobre Alnus, con cada soldado apoyando a su país. Eran extraños momentos relajados en la disciplina firme de la base, dirigida con mano de hierro para evitar conflictos entre los alemanes y los británicos, los españoles de ambos bandos y los japoneses y los soviéticos.
Pero la situación no podía mantenerse así para siempre, y por eso Patton y Rommel convocaron a los 6 comandantes de avanzada a una reunión.
Mariscal Rommel: Este es un mapa de los alrededores de la zona explorada, usando los datos recopilados de los civiles
Señalo Rommel un mapa hecho a mano sobre la mesa de la sala de mando
Mariscal Rommel: Concretamente esta ciudad, llamada Italica, es un centro económico ubicado en el cruce de dos carreteras, una de las cuales pasa cerca de aquí. Eso la hace, además de económica, estratégica.
Capitan Schmidt:Entonces, ¿sus órdenes?
Mariscal Rommel: Avistarla, rodearla, aplastarla, ocuparla. Debemos ocupar la ciudad, lo cual hará que además el Imperio pierda contacto con varias localidades y bases en el oeste. Eso también provocara que esas guarniciones no sepan que está ocurriendo hasta algún tiempo después, además de neutralizar el comercio restante del Imperio.
Teniente Butler: Aplastarlos... me gusta.
Murmuró Butler entre dientes con una sonrisa. Mantenía una actitud orgullosa a pesar de estar ante dos generales muy superiores a él.
Mariscal Rommel: Ustedes serán el grupo de vanguardia. Los seguirán un regimiento de granaderos panzer y un regimiento blindado estadounidense, los cuales se quedaran allí como fuerza de ocupación. Para que ustedes vuelvan a Alnus y puedan ser asignados a otras tareas.
Fernandez: ¿Alguna cosa en específico?
Mariscal Rommel: Usen la violencia lo menos posible. Traten de ganarse a la población
Indicó Rommel.
Mariscal Rommel: Tendrán apoyo aéreo limitado proveniente de una base avanzada. Una escuadrilla de JU-87D y otra de Hawker Hurricane estarán listas para apoyarlos en caso necesario. ¿Preguntas?
Teniente Butler: No, señor
Dijo Butler por todos. Realizando un saludo, el grupo mixto de comandantes se retiró de la sala.
Dos días después.
Los Equipos que vana ir a Italica para entablar Relaciones "Amistosas" o bien para Conquistarla y Destruir al Enemigo Sadeerano
El Primer Equipo de Avanzada estaba conformado por 2 Panzer II, 2 Panzer IV, 1 camión cisterna, 1 semioruga "251" con ingenieros alemanes y 4 semiorugas "251" con granaderos panzer. A eso se le agregaba el jeep de mando. En total 81 personas.
El Segundo Equipo de Avanzada estaba conformado por 2 M3 Stuart, 2 M4 Sherman, 1 semioruga M3 con ingenieros estadounidenses, 4 semiorugas M3 con estadounidenses y un camión cisterna, además del jeep de mando. En total 86 personas.
El Tercer Equipo de Avanzada la tuvo más difícil, ya que el Imperio del Sol Naciente no podía desatenderse de muchos vehículos al seguir de campaña en China. Sin embargo, lograron enviarles 2 Tipo 95 Ha-Go y 2 Tipo 97 Chi-Ha. Estos fueron complementados con dos camiones ZIS-5 soviéticos, los cuales les fueron prestados(Arrendados). Además estaba el vehículo de mando, un jeep como en otros casos, y un camión cisterna. El total era de 71 personas.
El Cuarto Equipo de Avanzada estaba formado por 2 T-70 y 2 T-34, acompañados por dos ZIS-5 con tropas y un tercero con ingenieros y equipo. El vehículo de mando permanecía igual al resto. Eso sin olvidarnos del camión cisterna. En total 69 personas.
El Quinto Equipo de Avanzada estaba hecho por 2 M3 Stuart, 2 Valentine Mk. III, 4 semiorugas M3 con tropas y otro más con Ingenieros Reales. Además estaban el camión cisterna de cada equipo y el jeep de mando. En total 86 soldados e ingenieros.
El Sexto Equipo de Avanzada estaba formado por españoles con 2 Panzer II, 2 Panzer IV, 1 camión cisterna, 1 Semioruga "251" con ingenieros y 4 semiorugas "251" con infantería, además del jeep de mando. Un total de 81 personas.
Esta organización por países fue una bendición caída del cielo a los encargados de logística, quienes incluso llegaron al punto de mandarles cartas de felicitaciones a Rommel y Patton, aunque estos no tuvieran nada que ver.
Pero esos grupos de avanzada no estaban exentos de las influencias de sus países de origen, como muchos comprobarían más tarde. En el Cuarto Equipo entro el comisario General Volodia en calidad de Politico Militar, así como un suboficial seleccionado por el comandante japonés fue ubicado dentro del Tercer Equipo debido a la desconfianza hacia Itami. También los estadounidenses, soviéticos y alemanes habían enviado periodistas para que captaran imágenes sobre que pasaba allí exactamente, y sacar fotos de la base no era muy relevante que digamos.
Era 14 de Abril en la madrugada, 6 AM hora local, y los 6 equipos salieron de la Base Alnus. Para el medio día ya estaban en la base avanzada en la mitad del camino, donde los vehículos se detuvieron a repostar. Mientras Fernández y Donoso se entrevistaban con los pilotos británicos y alemanes, Schmitd y Butler hicieron lo propio con el comandante local.
Capitan Schmidt: Buenos días, mayor Carlson
Saludo Schmidt al comandante local. Butler murmuró un "Hello sir" en silencio, gesto devuelto por el mayor norteamericano. Realmente estar al mando de una base en medio de la nada y con medio millar de hombres no era la gran cosa.
Capitan Schmidt: ¿Ha habido alguna novedad por los caminos cercanos?
Mayor Carlson: No gran cosa, aunque algunas patrullas a lo lejos. No llevan el uniforme imperial, tal vez sean bandidos. Afortunadamente para ellos, el lugar les parece una fortaleza, por lo que no han intentado atacarla. El vuelo de los Hurricane tampoco les ayudo
Suprimió una risa al recordar los gritos asustados de unos bandidos cuando un avión pasó al vuelo rasante hacia unos días.
Para mantener seguras las bases avanzadas, la Coalición las fortifico con murallas de concreto, cubriendo un área lo suficientemente grande como para mantener a un regimiento terrestre o un batallón terrestre con otro blindado, eso sin contar la pista que cortaba la base en dos y alrededor de la cual se construían los puestos avanzados. Eran la frontera del territorio de la Coalición, punto desde el cual todo aquel que lo cruzara sin motivo arriesgaba una bala entre ceja y ceja.
Teniente Butler: ¿Qué armamento tienen los aviones de aquí?
Inquirió esta vez Butler.
Mayor Carlson: Los stukas tienen bombas de 50 y 500 kilos, mientras los Hurricane tienen algunas de 250 y 500 kilos. Además de sus cañones de 20 milímetros y las ametralladoras.
Teniente Butler: : Sera suficiente. No hay un ejército en Italica después de todo.
Capitan Schmidt: ¿Cuál es la dotación local?
Mayor Carlson: Dos compañías de fusileros y una compañía de ingenieros, además de la escuadrilla de Hurricane y de Stukas.
Teniente Butler: Ya veo... suficiente para aguantar un tiempo.
Capitan Schmidt: Un regimiento blindado y uno de granaderos panzer pasaran por aquí mañana. Irán también hacia Italica. Cualquier otra unidad que pase nos lo notifica.
Mayor Carlson: Entiendo. Buena suerte, deberían estar llegando hoy en la tarde.
Teniente y Capitan: Con su permiso
Con esas palabras ambos se retiraron de la oficina del Mayor. El castaño mayor saco un cigarrillo de una cajetilla guardada y lo encendió, dirigiéndose a obtener su almuerzo que estaría listo en unos minutos más, mientras que los acompañaba el Comisario General volodia.
Teniente Butler: ¿Orden de batalla?
Pregunto Butler a su par germano mientras se acercaba el Sovietico
Capitan Schmidt: Designemos un líder de los equipos y que trate con quien sea que este al mando. Ya que hay 3 puertas, irán dos por cada entrada.
Comisario general Volodia: Creo que es mi Opinion decir que si hay reacción hostil forzamos la entrada, de lo contrario ocupamos los puntos estratégicos hasta que sea tiempo de cambiar con los refuerzos.
Capitan Schmidt: Aunque No pedi Opinion , me parece Bien asi que de acuerdo. Reagrupémonos y salgamos en 15 minutos.
Teniente Butler: Alto ahí. El almuerzo de la base cae ahora. Almorzamos primero. Con estómago vacío el inglés no pelea
Afirmó Butler orgullosamente dirigiéndose al resto de los equipos. Schmidt lo siguió unos segundos después, murmurando
Capitan Schmidt: Por cosas como esas los aplastamos en Francia.
Un grito de "¡Aléjate de las municiones, Mercury!" vino a darle la razón mientras observaba que la aludida se encontraba sonriente y escondida entre las herramientas de los ingenieros.
Capitan Schmidt: ¿Cómo demonios nadie noto el hacha?
Italica. Atardecer.
Comisario general Volodia: Se que no estoy al mando pero dare ordenes. Equipo al este, 3 y 4 al sur, 5 y 6 al oeste. Rodeen toda la ciudad y conmínenlos a rendirse
Teniente Butler: ¿Qué hacemos con Rory?
Comisario general Volodia: Parece tener algo de influencia. Manténganla escondida, si ellos se niegan díganle que hable.
Donoso: ¿Quién será el escogido para hablar?-Pregunto Donoso.
Comisario general Volodia: Dejemos que el Aleman lo haga por hoy. Lo he escuchado y parece dársele bien
Murmuró seguro Volodia, provocando un gesto de Suspiro y algo de Molestia al aludido. El resto afirmó rápidamente antes de desplegar en las posiciones establecidas, dejándole al oficial rubio la tarea de guardarse sus quejas.
Capitan Schmidt: Sera Bastardo el desgraciado Comunista... bien, atentos todos
Empezó a hablar por la radio
Capitan Schmidt: Hay algunas armas en las murallas, no muy peligrosas para blindados pero si para infantería. Tanques manténganse en alerta y listo para volarlas. Los tanques ligeros apunten a las puertas y los soldados al borde de la muralla, pero sin descender de sus vehículos. Espero hayan traído todas sus cosas, señoritas, que no hay vuelta atrás.
Capitan Donoso: A mí me preocupa más el hecho de que esto parece un condenado campo de batalla. Digo, hay algunos cadáveres por allí, además de tierra quemada y armas y escudos rotos
Respondió Donoso.
Teniente Itami: Por mi lado es lo mismo
Afirmó esta vez Itami.
Teniente Butler: También se repite aquí, pero no se amedranten por eso. Manténganse firmes, llamare a la rendición.
Capitan Schmidt: Recibido.
Schmidt respiró profundamente antes de tomar el amplificador de voz incluido en el jeep de mando y pararse a un costado de este mientras buscaba las palabras del lenguaje local para comunicarse.
Capitan Schmidt:¡Este es el Ejército de la Coalición! ¡A toda la ciudad de Italica le pedimos que bajen las armas y se rindan, o nos veremos obligados a utilizar la fuerza! ¡Todas las salidas tienen tropas nuestras listas para atacar!
La única respuesta que hubo fueron unos segundos de silencio, seguidos de un grito y unas personas que dispararon la balista de la muralla. El tiro, mal dirigido, paso por sobre las cabezas de los alemanes y estadounidenses quienes se agacharon por precaución. No fueron necesarias más palabras.
Capitan Schmidt: ¡Panzer IV! ¡FUEGO!
La atmósfera silenciosa del lugar fue rota de súbito por el estruendo de dos cañones de 75mm, y luego la caída de madera, metal y cuerpos de la muralla hacia el interior. Pronto le siguieron 4 estruendos más desde las otras entradas de la ciudad.
Comisario general Volodia: Capitan Smichdt se que le di el mando de estas Negociaciones pero pida Reporte, estare de momento de espectador a menos que la Situacion empeore
Capitan Schmidt: Entiendo. Unidades Reporten
Inquirió por la radio.
Capitan Donoso: Aquí Donoso. Volamos las balistas con los Panzer IV por precaución.
Capitan Khoakin:Aquí Nosotros volamos algunas tropas por agresión a las tropas, aunque nadie salió herido por aqui.
Capitan Schmidt: Recibido
Tomo el artefacto amplificador una vez más
Capitan Schmidt:¡Tienen 30 segundos para rendirse! ¡Si en ese plazo no han entregado la ciudad nos veremos obligados entrar a la fuerza! ¡30! ¡29! ¡28!...
El alemán seguía contando, y los miembros de los 6 equipos se aprestaban para entrar al asalto de la ciudad amurallada. Cuando quedaban 6 segundos, sin embargo, una puerta en la puerta donde se encontraban los equipo se abrió, dejando ver a una chica pelirroja que no debía de llegar a los 20 y vestida con una armadura, acompañada de algunos hombres y mujeres con blindaje similar. Esta hizo un gesto con los brazos, aunque llevaba un semblante desesperado en su rostro. Con un gesto el oficial alemán mando a que se acercara el vehículo de mando.
Capitan Schmidt:Soy el hauptmann Karl Schmidt. Identifíquese
Una de las mujeres pareció alterarse por algo, pero un gesto de la pelirroja, que parecía ser la líder, la obligo a calmarse. Esto planteó una interrogante en Karl: ¿Era ella la comandante?
Pelirroja: Soy Piña Co Lada, princesa del Imperio y comandante actual de Italica. Ruego se dignen de pasar para que podamos hablar más cómodamente
Imperceptible para la mayoría de ambos bandos, pero no para los oficiales, su tono de voz denotaba un ligero temor.
Capitan Schmidt: Tendrá que dejar pasar a los otros equipos apostados en las otras puertas. Permanecerán en su lugar una vez estén dentro.
Piña Co lada:C-como desee.
A una orden suya, las puertas se abrieron en unos minutos, dejando pasar a los soldados que aguardaban afuera.
Capitan Schmidt: Volodia y yo estaremos dialogando en el castillo o palacio, no sé qué sea. Ustedes mantengan la guardia hasta que les diga lo contrario o ellos abran las hostilidades.
Comisario General Volodia: Lo siento Capitan Schmidt pero debo quedarme, Alguien tiene que mandar estos equipos para la defensa y .. para detener que los pocos españoles de ambos bandos no se maten
Señalo a los soldados que vigilaban desde sus vehículos cualquier movimiento defensor.
Capitan Schmidt: Entiendo Comisario, Bien... Fernandez nos acompaña, tambien tomaré a los soldados que van con nosotros en los jeep. Espero no te importe.
Comisario General Volodia: No molesta. Es mas sea cuidadoso. Puede que tengamos diferencias enormes, aun asi somos aliados, cuidese de cualquier situacion que hagan estos.. sadeeranos.
Capitan Schmidt: Entendido. Lo demas acompañenme. Conmigo.
Con un gesto los 4 soldados que fueran en los jeep se bajaron y tomaron sus armas, MP 40's y Thompson's, para luego marchar en fila india detrás del oficial alemán que se dirigía al castillo de la ciudad. Delante del grupo iban la pelirroja y unas 5 personas vestidas de manera similar a ella.
En tan solo un poco de tiempo al pararFernández se le ordeno que se quede cuidando del Jee con otro hasta verlo perder de su vista al capitan y los 2 Soldados que lo acompañan junto a la Pelirroja.
Teniente Rouebuck: ¿Un tiempo difícil?
Preguntó el teniente estadounidense al mando de la infantería, de apellido Roebuck.
Capitan Fernadez: Odio a los Alemanes. Luche en la guerra civil contra los nacionalistas apoyados por ellos y por los Bastardos Italianos., y sufrí de primera mano los efectos de su dichosa Legión Kóndor. Luego huí a Francia, donde me enliste en 1940 en las tropas de la Legión Extranjera, pero la suerte fue cruel y me tocó luchar otra vez contra los alemanes nuevamente. Esa vez si fue una masacre total, arrasando nuestras posiciones como si no existieran y apareciéndose en cualquier momento. Después de eso escapé al Reino Unido y después a los Estados Unidos, donde aprovechando mis conocimientos sobre la guerra me enliste en el ejército y llegue al rango de capitán. Y todo por culpa de esos nazis.
Teniente Rouebuck: La tiene bastante jodida.
Capitan fernandez: ¿Qué es la vida sin unas cuantas vueltas? Podría haberme quedado de civil, ya que tengo título universitario, pero preferí enlistarme en el ejército y luchar. A mi querida esposa casi se le cae la cara del susto.
Teniente Rouebuck: Tiene suerte. Yo tengo una hermana que trabaja como enfermera del ejército. Estaba destinada en Pearl Harbor, aunque no sé dónde este ahora. Tal vez de vuelta en casa.
Capitan Fernandez:¿Y en la base Alnus?
Teniente Rouebuck: Oh por favor, ojala que no. Quiera Dios que se aleje de la guerra.
Caopitan Fernandez: Bueno, esperemos que nada malo pase. Volvamos con los chicos.
Teniente Rouebuck: Buena idea.
Capitan Fernandez: Si... espera un poco. ¡¿Se llamaba piña colada la Princesa?!
Teniente Rouebuck(Pensamiento): ¿Y recien te das cuenta?
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Mientras los escoltas de la Coalición tenían su espalda, Karl Schmidt pensaba en que podía ser posible discutir allí adentro. ¿Condiciones de rendición? ¿Trata de prisioneros? ¿Matarlos? ¿Ataque por la espalda? Por precaución se llevó la mano hasta la funda de su pistola.
Luego de recorrer los pasillos por unos minutos, y guiados por unas criadas (de las cuales uno de los soldados estadounidenses quedo embobado hasta que su compañero le dio un golpe con el fusil), llegaron a una sala que supuso era la sala del conde local. Tocando antes de entrar, el grupo observó como la princesa se dirigía a una niña de cabellera larga rubia de cerca de 10 años y la llamaba... ¿condesa?
Piña Co lada: Condesa Myui, estos son el enemigo de otro mundo que apareció en Alnus. Tal vez puedan ayudarnos.
Condesa Myui: ¿Esta segura, princesa? Podrían intentar hacer algo...
capitan Schmidt: A ver, a ver, un momento. ¡¿Qué demonios está sucediendo aquí?! ¿Condesa? ¿Ayudar? ¡¿Qué mierda?!
La misma chica que antes se hubiera enojado estaba prácticamente echando espuma por la boca, provocando que el resto de su grupo la sujetara por los brazos para que no saltara contra el oficial rubio, quien tenía una mirada confundida como el resto de su grupo.
Piña Co Lada: Supongo que debería empezar con las explicaciones... Vengan aquí por favor
Con un gesto invitó al oficial a sentarse a una mesa. Una criada trajo té y algunas cosas pequeñas para comer. El oficial se sentó cautelosamente, los 2 soldados con sus armas listos para entrar en acción ubicados en fila detrás de su asiento.
Capitan Schmidt: Me gustaría que comience a explicar qué demonios sucede, y que se identifique nuevamente.
Piña Co Lada: Claro, señor...
Capitan Schmidt: Schmidt. Hauptmann, o capitán según prefiera, Karl Schmidt.
Piña Co Lada: Mucho gusto. Soy Piña Co Lada, tercera princesa del Imperio. Ella es Myui, la actual condesa de Italica por motivo de la muerte de su padre al otro lado de la GATE de Alnus, dejándola al mando con tan solo 11 años. Según los que escaparon, su ataque fue en una ciudad que tenía banderas a Tricolor de Color Negro, blanco y Rojo y una cruz en el centro (La cruz de hierro)
Karl reconoció la rudimentaria descripción de la bandera delImperio , pero prefirió guardar silencio
Piña Co Lada: Debido a los constantes combates, las tropas han sido removidas y los bandidos han asolado todo. Algunos ex-soldados del ejército aliado se volvieron bandidos y están asediando la ciudad de Italica desde hace unos días. Aunque llegué con algunos miembros de mi unidad personal, la situación se desploma rápidamente.
Capitan Schmidt:¿Entonces...?
Piña Co Lada: ¿Nos ayudarían a defender Italica? Podemos solucionar cualquier problema después, pero necesito que eliminemos al enemigo rápidamente para garantizar la seguridad de los civiles que viven aquí. Si te das cuenta, casi todos son gente armada con lo que encontramos en el castillo, no soldados.
Karl Schmidt analizo todo lo dicho. Era cierto que el estado de los guardias de la puerta era pobre, y que la ciudad mostraba signos de un asedio. Además, permitía la estadía de tropas durante el tiempo necesario para eliminar a cualquiera que se opusiera a ellos, dándoles el control de la ciudad. ¿Qué harían unos cuantos caballeros contra las armas automáticas?
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Comisario General Volodia: ¡¿Qué hiciste qué?!
Gritó Volodia por la radio
Comisario General Volodia: ¡¿De entre eliminarlos o retirarnos, elegiste ayudarlos?!
Capitan Schmidt: Cálmese Comisario y escuche. Eso va para todos
Indicó al resto de oficiales escuchando por la radio
Capitan Schmidt: Nos estableceremos en las puertas y murallas de una forma similar a esta: una o dos ametralladoras en la muralla, el resto en los edificios del interior. La infantería junto con ellos, todos a cubierto. Busquen las ubicaciones más estratégicas tanto hacia el interior como exterior. Los tanques deben ubicarse en las calles alrededor de la explanada de la entrada, algo hacia el interior, de modo que no los puedan flanquear y tengan que moverse un mínimo para disparar. Según miss princess atacarán esta noche para terminar rápido con el asedio de la ciudad, de modo que preparen todas su cosas y revisen sus armas. Si tienen tiempo formen barricadas para bloquear caminos. Eso es todo.
Teniente Butler: ¿Quién es miss princess?
Capitan Smichdt: La pelirroja en armadura, que resulta ser la tercera princesa del Imperio. Si se acerca a ustedes y hace cualquier amago de hostilidad, deténganla inmediatamente. Tiene demasiada información como para dejarla escapar.
Comisario General Volodia: Ok ya que usted ha decidido eso Unilateralmente,lo obecerey ya que esta de paso ¿Qué haremos con Rory?
Capitan Schmidt: ¿Rory...? Ah, la autoproclamada semidiosa. Si me lo Permite Comisario quiero darle libertad de acción en beneficio a nosotros paralo que viene, claro que siempre y cuando no estorbe los planes. Si quiere ser de alguna utilidad, díganle que patrulle los alrededores con su súper velocidad o alguna cosa así.
Comisario General Volodia: No se porque estoy de acuerdo capitan pero se lo permito. Los demas han recibido la orden del Capitan Schmidt, obedescan.
Todos: Recibido. Equipo fuera.
Capitan Schmidt: Equipo fuera.
Karl suspiro mientras colgaba la radio y observaba la instalación de algunas barricadas en casi todas las calles y puerta que daban a la explanada tras su puerta. De ese modo, si lograban cruzar la muralla caerían directamente bajo las ametralladoras y cañones de los Panzer y Sherman, mientras eran fusilados por los soldados desde la altura. Sin embargo, había algo que le molestaba.
Capitan Schmidt: ¿Por qué demonios me convencí de dejarle el mando a ella... sabiendo que no estoy a cargo?
Capitan Fernandez: ¿Será debido a que es la comandante local y la gente confía más en ella que en nosotros?
Hablo Fernández mientras se acercaba a su jeep y sacaba su cantimplora.
Capitan Schmidt: Tal vez... ojala ataquen esta noche. Con algo de suerte nos dejara apoderarnos de la situación para la llegada de tropas mañana.
Capitan Fernandez: ¿Te comunicaste con el mando en Alnus?
Capitan Schmidt: Cierto, me había olvidado. Mejor le digo al bastardo comunista que lo haga. Creo que si esto fracasa que el se lleve la culpa.
Capitan Fernandez(Pensamiento): ¿Tan mal se llevan estos Alemanes y Soveticos?
Tras Scmidht Avisarle a Volodia, este apaga la radio y cambia la frecuencia para comunicarse a la Base Alnus.
Comisario General Volodia: Puesto avanzado Alnus-Itálica, este es el Comisario General Volodia Comuníqueme con el Mariscal Rommel o el Comandante patton a la brevedad.
Soldado: De inmediato
Oyó algún ruido de fondo, para luego reconocer la voz del oficial tras un minuto de espera. Al menos no habían puesto la odiosa música de la radio de fondo.
Mariscal Rommel: Rommel al habla. Dígame que necesitas.
Comisario General Volodia: Italica está bajo asedio de numerosos bandidos del antiguo ejército aliado. Tenemos 2 equipos por puerta por Recomendacion del Capitan Shcmid, pero es probable que se concentren solo en una. De ser ese el caso, tardaremos en concentrarnos.
Mariscal Rommel: Perdone Comisario pero Al grano.
Comisario General Volodia: Tengan los Hurricane cargados con bombas y la munición al máximo y listos para despegar. Quiero que despeguen para que estén aquí al amanecer, de modo que si no atacan, marcaremos su posición para que los machaquen. También transmítanle a Alnus que aceleren la salida de los refuerzos, ya que tenemos una situación complicada aquí. Mientras antes lleguen fuerzas considerables, mejor.
Mariscal Rommel: Entendido. Los Hurricane y Ju-87 estarán listos para salir en unos minutos, den una hora máxima de salida.
Comisario General Volodia: Las 4 de la madrugada, supongo. Ustedes vean, no sé de aviones.
Mariscal Rommel: Bien. Dare las ordenes Inmediata
Comisario General Volodia:Una cosa más. Solo por precaución... tengan los ilyushin il-2 y a los Stukas cargados con bombas de 50 kilos.
Mariscal Rommel: Precaución... ¿no pretenderás bombardear la ciudad, o si?
Comisario General Volodia: Solo en caso de que ocurra algo, lo cual no creo. Es solo una precaución.
Mariscal Rommel: Entendido. Rommel fuera.
Comisario General Volodia: Listo
Giró su mirada hacia los soldados que terminaban de acomodar las barricadas. Las cosas entre ellos no iban tensas, es más, se podía decir que disfrutaban pelear juntos ante un enemigo común. A mucha diferencia de los oficiales, quienes en muchas ocasiones terminaban con resentimientos o situaciones tensas que generalmente se resolvían a puños.
Comisario General Volodia: Que mierda de situación.Ahora mismo debería estar cenando en Moscú, no en esta ciudad medieval. Como extraño a Ivanova y Leningrado
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Gray: Alteza, ¿fue lo correcto?
Piña Co Lada: No lo sé Gray. Parecía lo correcto. Por último, si caíamos prisioneros, el Imperio podía negociar nuestra salida y liberar Italica más tarde. Pero si eran los bandidos, nos matarían o venderían como esclavos mientras saquean la ciudad. Resulto que nos ayudaron a fin de cuentas, así que no hay mayor problema
Explico Piña, la joven tercera princesa del Imperio de tez pálida y cabeza pelirroja.
Gray;: Es cierto, pero también hay que destacar que como "medida de precaución" han bloqueado y asegurado todas las salidas de la ciudad. Si queremos salir sin ser detectados tenemos que escapar por la muralla, además de la gran superioridad numérica. Solo tenemos aquí cerca de 10 caballeros contándonos. Aunque estemos todos bien entrenados, no podremos salir sin bajas aunque los tomemos por sorpresa
Analizo Gray, caballero algo avanzado de edad con vastos años de experiencia y una caballera canosa acompañada de una tez morena.
Piña Co Lada: ¿Qué hay de sus armas o armadura? ¿Saben algo?
Gray: Sus armas son unas extrañas varas de metal y madera, mientras que otras son unas varas solo de metal más pequeñas. No llevan casi nada de armadura, salvo su casco, y lo más blindado que llevan son sus carros. No están tirados por caballos ni nada, pero aun así se mueven. También algunos tienen otras varas de metal encima, además de unos tubos de metal que llevan algunos de ellos, de diversos tamaños y formas.
Piña Co Lada: Son un misterio, sin duda. Es frustrante, tener a tu enemigo al lado y no poder saber nada de él.
Norma: Hablé un poco con algunos de ellos
Comento Norma, un caballero rubio con el pelo en una cola de caballo
Norma: Dicen que son 6 equipos hechos especialmente para actuar en este mundo. Se identificaron como "equipos de avanzada", diciendo que eran algo así como una especie de vanguardia independiente. Dicen que el ejército actual en este mundo es de cerca de 150.000, pero eso solo es una mínima parte en su mundo.
Piña y Gray quedaron boquiabiertos ante esa afirmación. ¿Una mínima parte? ¡¿Cuántos soldados habría entonces en total?!
Piña Co Lada: ¿P-pudiste p-preguntar cuántos s-son en to-total?
Pregunto temerosa Piña.
Gray: Ni idea, pero si tuviera que adivinar... diría que están entre números de ocho cifras
Comento con pesadez Gray. Piña casi se derrumba ante eso. El Imperio no tenía forma de reunir tal cantidad de gente, y los reinos aliados ya habían sido aniquilados en luchas anteriores contra ellos. Contando las tropas dispersas en esa zona, los alrededores de la capital, las guarniciones del oeste y las guarniciones del sur de Alnus y el Mar Azul, seguramente el Imperio no lograba llegar a un millón de soldados, todos dispersos. Si se contaban los ejércitos del lejano este y el lejano oeste, además de la Flota Imperial, quizás se llegaba a contar algo menos de dos millones, pero tardarían meses en reagrupar esa cantidad de tropas.
Piña Co Lada: ¿A-alguna noticia sobre el cuerpo principal de los Caballeros de la Rosa?
Norma: Deberían llegar mañana a primera hora. Quizá los logremos tomar por sorpresa y tomarlos prisioneros
Racionó Norma.
Gray: Eso espero
Murmuró pesadamente Gray. Él, como soldado experimentado y veterano, había visto la mirada de muchos de los enemigos llegados. Muchas de esas miradas las reconoció como las de los veteranos de guerra o gente con mucha experiencia, la cual dudaba seriamente que fuera del combate de Alnus, y no había ninguna prueba de que ellos defendieran su mundo del ataque imperial. Venían entrenados desde antes de cruzar el portal, curtidos en combate y veteranos en sus campos. Los líderes eran los que le intrigaban más. 3 de ellos le habían llamado la atención de forma destacada por sus miradas: el rubio de tez pálida con uniforme gris, el ligeramente moreno castaño ojiverde con uniforme verde oliva, y el rubio de tez enrojecida, probablemente por el sol, que portaba un uniforme caqui. Noto que hablaban distintos idiomas y llevaban distintas armas y uniformes. ¿Acaso no eran del mismo bando? Era una rivalidad que podría ser explotada por el Imperio, así como ya lo había hecho en el pasado. Pero antes tendría que observar.
Continuara......
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