Capitulo 2 Contraataque (Parte 2)

Centro de Köln, Alemania. 21 de Agosto de 1941.

6 meses Depsues

Tras muchas Reuniones (Y planificaciones)El gran momento finalmente había llegado. Casi 4.000 hombres a lo largo del mundo se habían preparado para cruzar a la vez los 5 GATE's para establecer su presencia en el otro mundo. Así mismo, los 12 oficiales que fueran reconocidos como los héroes en el ataque romano formaban parte de la expedición, estando 3 de ellos al mando de sus respectivas fuerzas, ocupando los otros 9 diversos puestos de mando de las tropas. En el centro de Köln, restringido excepto para personal militar o administrativo, se encontraba uno de ellos.

(Karl Schmidt. Un joven oficial de 24 años, de cabello rubio, tez pálida, ojos grises y de contextura delgada, siempre  manteniendo su uniforme gris. Capitán del Heer, la rama terrestre de la Wehrmacht y el centro del poderío militar del país. Estando al mando de una unidad experimental, logro repeler el sorpresivo ataque de un enemigo desconocido, utilizando la movilidad y poder de fuego que le ofreció su unidad. A pesar de no lograr un ascenso, obtuvo un reconocimiento que le permitió estar al mando de las tropas que formarían la "Cabeza de Puente" alemana que se establecería al otro lado.)

 30 minutos antes de partir, se juntó con los oficiales que formaban parte del grupo.

El grupo alemán estaría formado por 3 de las mismas compañías experimentales que comando  durante el ataque: 16 semiorugas " 251" y 16 Panzer IV. Sin embargo, para el inicio de año ya se habían reemplazado el Modelo E con el Modelo F. 

Ademas grande fue la sorpresa para los alemanes cuando, al intercambiar tanques con los soviéticos(Asi es,aca en esta version aun estuvo laescuela de tanques desde 1933 para adelate en cooperacion secreta), comprobaron que su cañón de 50mm no podía perforar el blindaje inclinado del T-34 soviético. Los ingenieros y empresas fabricantes empezaron a trabajar rápidamente en una solución. El resultado fue un cañón de KwK 40 L/43 de 75mm. Luego surgió el siguiente problema: El Panzer III, el vehículo diseñado para combatir tanques, no podía llevar el cañón. Debido a eso, el Panzer III cambio su rol con el Panzer IV, convirtiéndose el primero en el tanque de apoyo a infantería y el segundo en el vehículo anti-blindados(tanque contra tanque). Esto, sumado a cambios en el blindaje para hacerlo mayor, creo el Panzer IV Ausf. G, vehículo con el que estaban equipadas las compañías alemanas que irían al otro lado. Por su parte, los semiorugas se mantendrían sin cambios. Su dotación estándar sería de 8 soldados armados con Kar 98k y 2 armados con ametralladoras MG 34 en su versión ligera. Si bien la decisión de enviar a los soldados con fusiles de disparo lento contra un enemigo con grandes cantidades de soldados  es  cuestionable, la distancia efectiva del fusil, acompañada del limitado alcance del subfusil, hicieron que se transformara en el arma escogida para ser la estándar de infantería.

Además de las 3 compañías mecanizadas con blindados, irían un pelotón de 20 ingenieros más su oficial al mando con 4 lanzallamas, y un grupo de apoyo conformado por 4 cañones de apoyo de infantería de 75mm, cada uno con 4 personas atendiéndolo, además de un oficial para comandar la batería. Esto sumaba 6 camiones Opel Blitz. El número total de efectivos alcanzaba los 860 soldados y oficiales alemanes, armados con ametralladoras MP40, fusiles Kar 98k, granadas, cañones y lanzallamas. Los únicos subfusiles serían los correspondientes a los conductores de vehículos e ingenieros que solo entrarían en combate si el enemigo los amenazaba, y como tal cosa solo sucedería a corta distancia, sus armas eran auténticas máquinas de matar, pudiendo dejar como colador a quien osara acercarse.

Los oficiales eran los 3 comandantes de las compañías mecanizadas, el comandante de los pioneros (ingenieros) y el comandante de la batería de apoyo.

Karl Schmidt: Bien, señores, está de más decir que esto será tenso. Algunos imbéciles de exploración decidieron que sería buena idea adentrarse al portal con una cuerda.

???: Déjame adivinar. ¿Murieron? - Intervino Maximilian Roth, el pelinegro capitán al mando de otra compañía mecanizada.

Karl Schmidt: Lastimosamente no. De hecho regresaron a salvo después de recorrer 50 metros. Pero reportaron que el interior era sumamente oscuro, como dentro de una cueva, y que no había ningún sonido salvo los propios. Las comunicaciones funcionan dentro, pero no sabremos si funcionan con el otro lado hasta que entremos. Debido a eso los ingenieros deberán ir dejando un cable para comunicarnos por telégrafo con este lado. Saldremos a la misma hora que los británicos, antes de nosotros los americanos que van en barcos y lanchas, y antes de ellos los soviéticos y japoneses, que van a pie. Saldremos 1 hora después que los rojos.

???: ¿Y cuándo saldrán ellos?

Pregunto esta vez el capitán Bertolt, el comandante de los cañones de apoyo.

Karl Schmidt: Dentro de poco. En unos minutos deberían romper la marcha. A las... -Karl le dio un vistazo a su reloj - ...seis de la tarde de nuestra hora. Nosotros saldremos a las siete. Tienen hasta entonces para relajarse, aunque les recomiendo que avisen a  las tropas que revisen el equipo para que todo esté en orden.

capitán Bertolt: Hasta entonces

Con una venia, el grupo se disgrego. No sería hasta media hora después que serían llamados para la despedida del 1ªMinistro Hinderbug y los ciudadanos para que vayan a partir al otro lado del portal.

Ginza, Tokyo, Japón. En esos momentos.

El mayor Kuroishi parecía una rara mezcla de japonés con europeo. Era más alto que la mayoría de sus hombres, lo que le daba la capacidad de imponerse y darse a conocer. Sus rasgos eran un cabello negro corto, un cuerpo de estructura casi escuálida, y una cara que mezclaba los rasgos japoneses con detalles occidentales. El cómo llego a su posición con ese aspecto era un misterio, pero para hombres que la tienen difícil como Itami, solo era uno más de los suyos. Kuroishi era el que se encontraba al mando de las 4 compañías japonesas que cruzarían el GATE para extender los dominios del país del sol naciente. El armamento de las tropas no se había dejado al azar, equipándose a las tropas con lo último en tecnología aprobada: fusiles, ametralladoras y granadas Tipo 99.

Mayor Kuroishi: Muy bien, soldados, es hora de salir. ¡Todos a sus posiciones y formar las filas!

Ordeno a los 4 capitanes a su mando, entre ellos dos de los "Héroes de Ginza", como se les llamaba localmente. Los otros dos héroes, dos tenientes, estaban dentro de las compañías que comandaría. Los 600 soldados japoneses se formaron en 2 filas de 300 hombres cada una, para después insertarse los 4 capitanes al frente de sus hombres. Eso dejo dos columnas de 302 soldados, con un oficial solitario al frente. Este era Kuroishi, quien se dio la vuelta y exclamo la orden de marcha. Los guardias de la puerta la abrieron cediéndole el paso al mayor, quien con un gesto emprendió la marcha seguido de las dos columnas. Los civiles veían en silencio como los soldados se internaban durante una cálida mañana hacia la fría oscuridad de aquella extraña puerta que apareció de la nada, provocando daños a todo aquel que se encontrara a su paso. Minutos después, los guardias hicieron un saludo militar y cerraron el acceso, esperando que todos los que fueron llegaran sanos y salvos.

Leningrado, Unión Soviética. Minutos antes.

Capitan khoakin: ¡Muévanse todos, tenemos que estar formados en unos minutos!

Khoakin miro los soldados corriendo a sus posiciones, antes de dirigir su mirada a los nuevos T-34 soviéticos. La U.R.S.S. llevaba la segunda fuerza expedicionaria más grande del contingente de 5 naciones, y no era para menos: con 4 compañías de infantería, fuertes cada una en 200 efectivos además de su oficial al mando, más un pelotón de 33 ingenieros contando a su comandante, su propia unidad de antiaéreos bajo su mando, y finalmente una compañía blindada de T-34, la fuerza expedicionaria soviética podía presumir de 1.038 soldados. A estos se les sumaba el Comisario General Volodia Kozlovich de la NKVD , también héroe de la batalla contra los romanos, al mando de las unidades y estando juntoa su asistente. Como resultado, la fuerza del oso rojo llegaba a los 1.040 hombres.

Si bien el armamento estándar de la infantería se componía de SVT-40's, fusiles semiautomáticos con un alcance suficiente para combatir al enemigo al que se enfrentarían, además de un gran surtido de ametralladoras Maxim. De igual forma existía una gran cantidad de subfusiles PPSh-41, en general entre las tripulaciones de vehículos como los T-34 y los cañones automáticos antiaéreos de M1939 de 37mm, pero también eran usuales en los oficiales de las diversas tropas. Se podían encontrar sargentos y suboficiales con esta arma, incluso algunos soldados rasos. Si te la encontrabas, te la quedabas.

El desarrollo de la PPSh-41 era un tema controvertido dentro del partido. Muchos analizaban, tras la experiencia de la Guerra de Invierno(Batalla de finlandia,finalizada con una Victoria Sovietica,) y contra el ataque romano en Leningrado, que los subfusiles podían hacer una gran cantidad de poder de fuego en manos de la infantería, por lo cual se decidió usarlo ampliamente dentro de las fuerzas armadas, preparándolas para futuros combates. Sin embargo el PPD-40, el subfusil en uso por los soviéticos, demostró su complejidad y costo de producción. Presionados para encontrar un arma con la cual equipar a los infantes que les diera poder de fuego y que fuera fácilmente producible en masa, los miembros del partido y altos cargos del ejército se pusieron en la búsqueda de la aclamada arma. A inicios de ese año se encontró. Y ese hallazgo se transformó en la PPSh-42, adoptada oficialmente en Julio de 1941 luego de habérsele hecho las pruebas de campo consideradas necesarias, incluidas pruebas sobre su facilidad de producción. Las primeras unidades equipadas con esta arma serían las que entrarían al "GATE".

En cuanto a los T-34, se les había mejorado explícitamente para esta operación: los problemas de blindaje fueron en su mayoría solucionados, se aseguró que todos llevaran el motor V2 para no reducir su movilidad, y discretamente se les equipo con el aun no aprobado cañón F-34, cañón que se empezó a producir de igual forma en 1940 a pesar de la falta de una autorización oficial. Además de eso, se habían empezado a buscar formas de abaratar su producción.

Comisario General Volodia Kozlovich: Muy bien, Camaradas, eso es todo

Menciono el comisario al terminar de explicar el plan de batalla. El plan era una simple ubicación en semicírculo o línea curva, con los flancos apoyados por las tropas de otros países. Una versión alternativa decía que, si estaban al final de la línea o aislados, se formarían en una línea curva o semicírculo dependiendo del terreno y ubicación del enemigo

Comisario General Volodia Kozlovich: ¿Alguna pregunta?

Su gesto decía que  toleraba algunas dudas aunque no todas , lo que provoco que la mayoría se guardara sus dudas debdioa su cara Aguerrida y que parecia mostrar fiereza sobre un plan tan primitivo y basado (por no decir dependiente) en la fuerza bruta y poder de fuego. A pesar de eso, un oficial levanto la mano.

Capitan Chekirov¿Qué pasa si el enemigo llega a nuestras posiciones?

El comisario sonrió, mostrando unos dientes bien blancos y con una sonrisa en su rostro ante lapregunta.

Comisario General Volodia Kozlovich:  Entonces, camarada capitán, deberán probar el filo de nuestras bayonetas y palas -dejo de sonrireir y dijoloque verdad pensaba- Se que loque digo les hara pensar que los quiero muerto,pero para ser sincero, no es asi,lo que quiero decir es que  si les agarran desprevenidos, sin dduas deberan luchar de ese modo, quieran o no  ya que seguro nos abrumaran con los Numeros. Algo que ya paso en Leningrado.

Los capitanes habian asentido ya que era cierto y no era extrañodecir que se encotnroalgunos soldados y civiles sovieticos que fueron "pasados por la espada" de estos romanos

Comisario General Volodia Kozlovich: Asi que,os guste  o no camaradas, si llega ese momento estarab oblgiadosa  luchar cuerpoa cuepro ¿Quedo Claro?

Capitanes: ¡¡Si, Camarada Comisario!!

 Terminado de hablar con un gesto ordeno a todos que pueden volver  a sus puestos mientras empezaba a fumar un cigarrillo. 

Capitan Khoakin: Es evidente que este Comisario sabe ,al menos lo que hace, aun asi presiento que estaremos en peligro si lo hacemos enojar.

Capitan Chekirov: Concuerdo. El nos va dirirgri d ebuena maneraperono tengo ni elmas mino deseo demorir en sus manos.

Los demas asintieron mientras que Khoakin sacaba un cigarro de su bolsillo y ofrecia al resto. unos cuantos cigarrillos, estos tomaron uno cada uno, sacando otro un encendedor Zippo norteamericano comprado durante el viaje a Suiza. Dando una gran bocanada colectiva, los 6 comandantes de sus respectivas tropas empezaron a discutir sobre como liderar a sus respectivos divisiones y como preparar la defensa del circulo,dependiendo del terreno y asi como  la estrategia a seguir. Se definieron cosas como la distribución previa de los soldados al cruzar el "GATE" y hasta que se conociera la ubicación del enemigo, que los tanques y antiaéreos se distribuirían uniformemente detrás de las filas soviéticas, el momento para colocar bayonetas en los fusiles, y otras cosas de mayor o menor importancia. Y es que ese grupo de oficiales no era uno cualquiera. Todos ellos eran oficiales capaces de pensar por sí mismos y tomar la iniciativa en combate, elegidos de entre sus diversas asignaciones para combatir al enemigo y elegido obviamnete por el Comisario General Volodia Kozlovich.

Una cualidad así no era escasa pero si limitada debido al Re-ordenamiento y adoctrinamiento del ejercito(modernizacion a gran escala) tras finalizar magistralmente la modernizacion e industrializacion  del pais, que hasta hace poco era la Prioridad Nª 1 del Partido antes de expandir la influencia social-democratica en el resto de paises europeos o de oriente medio,ahora la 1ª Prioridad era el ejercito,razon del porque estaba limitada dicha cualidad.

Capitan Komitov: Espero que no nos mande a la primea fila de combate(Al frente de combate) ya que de momento aun no estamos preparados para un posible combate cuerpo a cuerpo.

Todos los demas asintieron mietras Komitov , tiraba su cigarro al piso para después apagarlo con el pie

Capitan Pablosky: yo espero que no sea uno de esos que tengan ansia de poder que priorice con  obtener gloriosos resultados sacrifcandoa sus tropas, ,porque si es de eso nos llevara a todos a la tumba. 

Capitan Sevchenko: Si el es uno de esos entonces un día de estos le pego una bala como por equivocación - Comento el oficial de la extraoficial compañía blindada de 30 tanques, mientras apagaba de igual forma su cigarro

Todos asintieron y se empezaron a ir dirigirse a la columna de soldados. Ubicándose entre sus propias compañías, solo rezaron que no fuera uno de esos, de lo contrario tomarian medidas bastante funestas.

Base Naval de Pearl Harbor, Hawái, Estados Unidos. Minutos después.

26 lanchas de desembarco, 104 tripulantes de vehículos, 1 destructor clase Porter, 194 marinos, un batallón de 933 marines, y un mayor para mandar todo. Esa era la fuerza expedicionaria norteamericana, la que cruzaría el "GATE" por la puerta abierta más grande de las 5. Con esa cantidad de efectivos, los estadounidenses podían presumir de 1.232 marinos y marines listos para la acción. Sin embargo, a pesar de la disposición de los soldados y el ánimo del pueblo estadounidense, la burocracia y los altos mandos no se ponían de acuerdo. Partiendo de los problemas económicos de un país que salía de la Gran Depresión, hasta el hecho de que la expedición iría a cargo de una rama de las fuerzas armadas que estaba cerca de su desaparición por falta de utilidad. A pesar de la defensa del gobierno de que fueron los marines quienes detuvieron el ataque romano, y de que por ende les correspondía a ellos realizar la contraofensiva, el Ejército no daba el brazo a torcer. Finalmente se acordó que el Ejército mandaría a un observador para medir el desempeño de los marines, y ver si valía la pena mantenerlos activos o debían ser disueltos y sus miembros agregados al ejército. El observador era un capitán de origen español, venido de España tras la guerra civil y llegando al grado de capitán debido a su experiencia de guerra. Con él, el número de soldados llegaba a 1.233.

 Capitan Miller: Sinceramente, no creo que deberían haberlo invitado - Murmuro Miller a sus compañeros oficiales mientras esperaban la orden para embarcar - No creo que haga gran cosa, salvo observar como luchamos por nuestro pellejo - Continuo el castaño de ojos azules.

Capitan Español : Opino lo mismo, capitán - Respondió el susodicho capitán español a espaldas de Miller, quien solo se giró para hacerle frente.

Capitan Miller: ¿Si es así, por qué vienes? - Inquirió con desconfianza.

Capitan Español:  Obligaciones y celos de los altos mandos. Ningún problema mío en realidad - Murmuro el español castaño de ojos verdes.

Angel: ¿Tienes un arma? - Pregunto, Angel, el capitán de marines pelinegro de ascendencia latina.

Capitan Español: Sí, la tome de algún despistado que se distrajo con su pistola. Sin problemas, de todos modos consiguió otra - Dijo, mostrando una Thompson al grupo- Ya está registrada y todo, solo espero que no hagan un drama.

Capitan Miller: Esperemos que no - Una bocina del buque que lideraría el avance se escuchó por la rada de la base, poniendo a todos de pie.

Angel: Debemos irnos

Aviso Ángel a sus compañeros para que se empezaran a mover.

Capitan Español: Los veo luego, tengo un asiento VIP en el buque insignia - Respondió sarcásticamente antes de marcharse. El resto se encogió de hombros antes de irse también. El oficial del ejército fue a su embarcación para luego dirigirse al modificado buque clase Porter (Nota Oficial: El barco tendrá los cambios que se le instalaron históricamente en 1942)

Mayor: A todos los miembros de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense, este es el mayor Chaffin. Estaré a cargo de la operación por parte de los Estados Unidos de América. Procedan todos a embarcar en sus lanchas y diríjanse a las posiciones de partida. Saldremos en 15 minutos. Eso es todo, fuera.

Fuerza Expedicionaria Británica. 75 minutos después.

Teniente Acker(Pensamiento): Si alguien alguna vez me hubiera dicho "Oye Acker, sabes que unos romanos nos atacaron y nos aliaremos con los jerry's, los ivanes, los yankees y los amarillos para atacarlos de vuelta en otro mundo, a través de un portal oscuro como la mierda del hoyo de tu madre y cuya primera oleada de soldados serán paracaidistas comandados por ti", sin dudar le hubiera dado un pequeño golpe con el fusil para luego dejarlo en el hospital. Pero esto... parece una jodida broma.

Ese fue el pensamiento del capitán paracaidista Rodrick Acker mientras atravesaba el oscuro túnel que hacía de puente entre ambos mundos. La mayoría de sus hombres, incluidos veteranos de la Gran Guerra, tenían los nervios de punta, siendo los conductores unos de los pocos calmados. Esto, debido a que se mantenían mirando hacia adelante, tratando de encontrar algún atisbo de luz que indicara el final del túnel. Los 200 paracaidistas bajo su mando apretaban sus Thompson, Bren y Lee Enfield, los soldados de este último fusil jugando con la bayoneta, colocándola y sacándola. Los conductores de los 25 Loyd Carrier, si no les bastaba escudriñar el horizonte en busca de cualquier cosa, jugueteaban con la empuñadura de su pistola.

Soldado: C-capitán - Murmuro un soldado dentro de su vehículo. El oficial pelirrojo de 40 años se giró hacia él - ¿Qué cree que hallemos al otro lado?

Capitan: No lo sé... pero espero que sea mejor que esto - Respondió en voz baja, refiriéndose a la interminable oscuridad que rodeaba el convoy.

Fuerza Expedicionaria Alemana. Otro lado del GATE. 15 minutos después.

Karl Schmidt asomo la cabeza del semioruga, sujetando su casco mientras observaba el convoy blindado atravesar el otro lado del portal. Ordenadamente, las compañías fueron colocándose una al lado de la otra, formando un semicírculo de hierro. Dentro del perímetro de hierro se ubicaron los camiones con los cañones de apoyo y los ingenieros. A pesar del ambiente obviamente hostil, aun no se habían desplegado en posición de combate.

El Hauptmann observo donde se encontraba. Una explanada circular u ovalada, de quizá unos 9 kilómetros de largo. Analizando su alrededor, conto unos 10 de longitud. Una explanada casi circular, que empezaba a descender suavemente luego de llegar a su borde. Un poco detrás de la explanada, una cordillera se alzaba imponente.

Roth: ¿Dónde estamos? - Pregunto , asomándose desde su propio semioruga y explorando el alrededor con unos binoculares.

Capitan Karl Schmidt :Aparentemente, una planicie en la cima de una colina lo suficientemente grande como para tener un lago - Murmuro Karl en respuesta mientras señala el susodicho lago a un costado de la planicie, de forma circular con cerca de 2 kilómetros de diámetro. En una orilla de ese lago se encontraba una puerta como por la que acaban de salir, pero de dimensiones mucho mayores.

Ewart Breuer: Me pregunto cómo se llamara este lugar...-Murmuro a su vez Ewart Breuer, el comandante de la otra compañía mecanizada, llegando sobre su propio semioruga.

Capitan Karl Schmidt: De lo poco que se pudo descifrar de los prisioneros, este lugar se llama Alnus - Informo .

Bertolt: Alnus... no me gusta - Murmuro esta vez Bertolt, apareciendo de la nada y asustando al trío de comandantes.

Roth: ¡Y una mierda Bertolt, como te vuelvas a aparecer así te mato! - Exclamo Roth agitado, apuntando su pistola hacia el oficial de artillería.

Roth: Perdón, perdón - Se veía en la cara que no se arrepentía de haberlo hecho.

Capitan Karl Schmidt:  De todos modos, vuelvan a sus lugares y sigan observando. Esto se volverá oscuro en unos momentos y no quiero sorpresas - El resto asintió antes de dirigirse con sus respectivos hombres. Karl volvió a escanear el horizonte, dando órdenes de adelantar la formación varios metros para poder observar mejor.

Hans: ¿Cree que pase algo al anochecer? - Pregunto su segundo al mando mientras señalaba el sol que terminaba de ocultarse a lo lejos, al lado contrario a la cordillera, dejando el lugar sumido en una casi absoluta oscuridad.

Capitan Karl Schmidt: No tenemos tecnología para ver de noche, por lo que un ataque nocturno sería catastrófico - Dijo en respuesta, mientras sacaba una pistola y disparaba al cielo. Unos segundos después, el cielo se ilumino por una bengala solitaria, la cual fue rápidamente acompañada por 4 más provenientes de sus compañeros - Pero si para alumbrarnos.

De fondo, el convoy naval estadounidense llegaba con todas sus luces encendidas.


Planicie de Alnus. 90 minutos más tarde.

Los 5 oficiales a cargo de las tropas se juntaron en el centro de la planicie, cerca de la puerta que trajo a los británicos. La primera puerta apareció en el lago, dando acceso a los estadounidenses; la segunda se encontraba en tierra cerca de la orilla, esa dio acceso a los alemanes; la tercera era la centra, la británica; la cuarta iba después, permitió el paso a los soviéticos; la quinta estaba al final, conectaba a los japoneses. Cada vez que se apagaban las bengalas, se esperaba un poco y se prendían otras, a fin de mantener una luz que permitiera una vigilancia constante.

???: Esta planicie no favorecerá una defensa. Para nuestro número, es demasiado terreno. Deberíamos formar una línea a mitad de camino entre el borde y los portales

Opino el mayor George Chaffin. Este era un oficial rubio de tez blanca ligeramente tostada y altura media, que se encontraba al mando de la totalidad de las tropas estadounidenses en la operación.

???:Estoy de acuerdo, pero preferiria que  minaramos el terreno por si llegan tropas enemigas antes de que lleguen  pero creo que estaran en desacuerdo conmigo ¿verdad?


Opino el Comisario General Volodia Kozlovich. El resto lo miro, con una expresión común de que él no sabía nada de temas militares. Aprovechando su monologo sobre el poder militar del socialismo, el resto entro en una conversación.

Mayor Chaffin: Desafotunadamente si, Ademas incluso si estamos de acuerdo contigo no tenemos suficientes minas para un terreno tan grande

Comisario General Volodia Kozlovich: ya veo,olvide mi sugerencia estupida,lo haremos cuando se pueda,por ahora apoyo su plan Mayor

Mayor Cahffin: No es estupida su sugerencia General,aunque si puedo decir que es prematura. aun asi lo tomaremos a consideracion para mas tarde. Ahora ¿Alguien mas quiere aportar otra idea?

Capitan karl Smicht: Ya que vamsoahacer una linea , porpondira que los tanques y Semirougas tomen dicha Linea asi puedan dar fuego ametrallante contras los enemigos que vengan. En caos contrario, crear trincheras ,aunque este ultimo no es favorable para nosotros de momento,creo que servira para mas adelante.


Teniente Ackker: Concuerdo con usted Capitan Karl,excepto lo de las trincheras,dudo que sean gran amenaza para nosotros de momento. 

Mayor Kuroishi: Caballeros ¿que hacemos si llega el enemigo a cuerpo a cuerpo contra nosotros?

Comisario General Volodia Kozlovich: Supongo que no deberiamos preocuparnos pero en caso de necesidad ¿Todos los soldados de ustedes tienen pistolas y palas asi como las cuchillas de su rifle para un posible  escenario de ese tipo?

Teniente Acker: Por lo menos en mi tropas hay suficiente pistolas para defenderse a los mas cercanos al cuerpo a cuerpo y algunos saben esgrima asi que creo que estan preparados

Mayor Chaffin: Los nuestros no estan preparados para ese tipo de sitacuon, aunque si lleavn los cuchillos de sus rifles y tal ves algunos bastardos de mis compaerños hayan traido cuchillos ante tal escenario

Capitan Karl Schmidt:  Mis tropas estan bien tal y como estan, aunque eso me hace replantear que deberan entrenar esa posibilidad a futuro, aun asi han triado sus palas uy cuchillos en caosde ser Necesario

Mayor Kuroishi:  No tengo mucho que decir,todos en neustra nacion estan preparado para tal escenario, incluso lanzar una carga en caso de ser necesario. 

Comisario General Volodia Kozlovich: ya veo,entonces creo que con esto se termina nuestra reunion. todos asintieron y se dirigieron a sus respectivas unidades 

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Colinas alrededor de Alnus. Media hora antes.

Un campamento militar de magnas proporciones se encontraba instalado cerca de Alnus. Escondiendo sus hombres tras una colina, los líderes del ejército pensaban en un ataque sorpresa por la noche cuando llegara el enemigo. Sin embargo, a pesar de estar ya cerca de la mitad de la noche, el enemigo no paraba de alumbrar el cielo, evitando que un ataque sorpresa fuera posible.

Zorzal al Caesar: Deberíamos atacar-

Opino Zorzal a los 2 generales al mando de las tropas. Estando en calidad de observador, no tenía opinión ni voto sobre qué hacer en la batalla.

General: Pero es imposible atacar en estas condiciones. Nos descubrirían si lo intentamos

Opino uno de los Generales 

General: Sin mencionar que ya aniquilaron al primer ejército.

Zorzal al Caesar: Recuerda. Antes era su mundo y su terreno. Ahora están en el nuestro, y no llegan a los 5.000. Aunque nos vean no hay garantía de que nos derroten. Según la cantidad de enemigos que he visto, recomendaría dividir las tropas así: como es muy probable que las tropas de mar del enemigo desembarquen y se unan a los enemigos de uniformes grises, enviaría a 30.000 hombres allí, apoyados por los 3.000 que van en barcos. Al costado de estos hay una guarnición más bien pequeña, allí enviaría 5.000 soldados. Siguiendo la línea enemiga, vuelve a verse una guarnición grande, los de uniformes verdes y café claro (N/A: Ni idea de cómo se llamaba el otro color). Contra ellos enviaría 25.000 soldados más, para poder finalizar con los 7.000 restantes contra el final de la línea defensiva enemiga, que tampoco posee gran cantidad de efectivos. Esos 7.000 deberán, además, rodear y arrollar las filas enemigas cuando lleguen a la cima y borren a nuestro enemigo de este mundo. Eso es todo.

Envalentados por las palabras de Zorzal, los dos generales salieron dando gritos de aprestar el ejército para atacar. A sí mismo, el almirante a cargo de los barcos más avanzados del Imperio, capaces de avanzar ligeramente incluso contracorriente debido a las mejoras hechas con magia, se dirigió a los muelles improvisados para ordenar el zarpe de los navíos. Cuando todos se hubieran ido, Zorzal sonrió confiadamente y se dirigió donde lo aguardaban su escolta de 2 magos, 10 miembros de la Guardia Pretoriana, y el senador Casel.

Zorzal al Caesar: El momento del ataque ha llegado. Prepárense. Aunque nos mantendremos a distancia, puede que debamos defendernos.

Senador Casel: ¿Cree que derroten a nuestros ejércitos?Pregunto con una cara de seriedad pocas veces vista.

Zorzal al Caesar: Lo dudo, son demasiados legionarios. Sin embargo, probablemente tomemos fuertes bajas. Hay que estar preparados para levantar un reclutamiento forzoso al regresar

Respondió Zorzal mientras subía a su caballo. La movilización de las tropas comenzaba ahora, y la batalla también.

XXXXXXXXXX

Teniente Ackker: ¡Vayan desplegándose todos ordenadamente, quiero una fila a lo largo de esta zona!

Mayor Chaffin: ¡Marines, vayan bajando ordenadamente! ¡La zona a defender está marcada con bengalas! ¡Muévanse, rápido!

Capitan Karl Schmidt: ¡Quiero los semiorugas separados y a los fusileros por delante! ¡Que las ametralladoras ligeras se ubiquen un par entre cada semioruga! ¡Pedazo de inútil, detén el camión! ¡Aquí, bájenlo, bájenlo!

Comisario General Volodia Kozlovich: ¡Los tanques y antiaéreos distribuidos a lo largo de la línea soviética! ¡Ningún espacio sin cubrir!

Mayor Kuroishi: ¡Doble hilera, de aquí hasta allá! ¡Y recuerden, bayonetas caladas!

Teniente Acker: ¡Que alguien le diga a los del buque que lo ubiquen allá en diagonal!

A menos de 4 horas de que llegaran los primeros soldados alemanes al otro lado, el campamento se veía en movimiento y alerta máxima. Y no era para menos. Una gran columna de infantería y criatura enemigas se aproximaba desde colinas cercanas, aunque tendría que subir todavía la colina en la que estaban ellos. La diferencia con la vez anterior, era que esta vez no había aviones o grandes cantidades de soldados. Eran solo cerca de 5.000 hombres y sus armas contra un ejército que visualmente llegaba a las 70.000 almas. En una rápida sucesión de órdenes, los soldados se habían formado en una línea de fuego relativamente alejada a los portales, pero aún en el medio del camino entre el borde y estos últimos.

Teniente Acker: ¿Tenemos alguna forma de paralizar su ataque o dañarlos en el camino?

Pregunto Acker por la radio cuando todos se hubieran formado. El enemigo ya había llegado a la falda de la colina y empezaba a ascender.

Comisario General Volodia Kozlovich: Saben en este momento me arrepiento de no haber aceptado esos morteros cuando me los ofrecieron

Respondió lentamente Volodia. 

Capitan Karl Schmidt: No se preocupen por eso

Respondió esta vez Karl

De hecho, les tengo un pequeño regalito. También tengo entendido que los yankees trajeron unos morteros con ellos, ¿verdad?

Mayor Chaffin: Es cierto, los estamos desplegando

Respondió Chaffin, dando órdenes a sus hombres de instalar los morteros y ametralladoras

Mayor Chaffin: Además, he visto un par de dragones por allí, tal vez unos 4. Alguien dígale a los antiaéreos que afinen la puntería, no nos podemos permitir que lleguen a nuestras filas.

Comisario General Volodia Kozlovich: Les ordenare inmediatamente a que no fallen , ¿Alguna otra cosa?

Capitan Karl Smichdt: Probablemente no se les ha ocurrido aún señores pero si los tanques están detenidos los conductores pueden ayudar a cargar el cañón. Digo yo

Menciono  Karl, mientras el resto de oficiales no respondio dejando un silencio bastante inclemente hasta que el Teniente Hablo:

Teniente Acker: Mierda!!, ya les ordeno eso

Los demas habian hehco lo mismo en laradio sin necesida de respodner y avisandoa su 2ª al mando

Mientras Cahffin tras avisar a su 2ª al mando se  dirigio a donde se habían instalado los morteros. Cuando llegaba a los emplazamientos, un soldado que hacía de observador llego corriendo y jadeando.

Soldado: El enemigo está llegando la cima. Una distancia de aproximadamente 2 kilómetros hasta el borde desde aquí, y una pendiente de 5 kilómetros después. Deben estar exhaustos

Informo.

Mayor Chaffin: ¿Cuál es el alcance de los morteros?

Soldado: Depende del calibre, pero los de ochenta y tantos milímetros deberían poder darles desde esta distancia.

Mayor Chaffin: Entonces... ¡¿Qué carajos están esperando?! ¡Disparen de una vez, por la mierda!

 Chaffin no podía creer la poca iniciativa que tenian sus hombres.

Soldados: S-si señor

Los soldados Americanos artilleros empezaron a ajustar los morteros para disparar, y pronto las primeras rondas de prueba cayeron cerca del borde. Siendo que el enemigo aún no llegaba al borde, se ajustó para que llegara un poco más lejos, arrancando esta vez gritos del enemigo. Ladeando la vista, Chaffin pudo comprobar que los alemanes hacían lo propio con sus cañones de apoyo de 75mm. Mientras tanto, el buque clase Porter causaba estragos en una flota invisible para ellos, pero visible desde el río.

Finalmente, el enemigo apareció. Con las primeras cabezas asomándose, pronto un gran ejército salió del borde de la meseta y cargó. Segundos después, los cañones de los tanques rugían, sacudiendo tierra y aire a su alrededor y llevando la muerte a las filas enemigas. Los tanques habían sido equipados con munición HE (High Explosive; Alto Explosivo en inglés) en su mayoría, con algunos tiros perforantes como precaución. Esos tiros altamente explosivos provocaron el apocalipsis en la tierra para los legionarios, quienes no retrocedieron  en su empeño de llegar a las filas de los misteriosos soldados. Los antiaéreos habían abatido a los dragones, y ahora se encontraban atracando de igual forma a los cada vez más próximos legionarios. Pronto se hizo evidente que unas explosiones no bastarían para detenerlos, a la vez que el gran número de 300 navíos avanzaba pese a los disparos de los cañones del clase Porter.

Mayor Chaffin: ¿No tenemos nada con que pararlos? ¡Van a llegar demasiados como para que podemos pararlos después!

Pregunto/Exigió Chaffin a los artilleros de los morteros.

Soldado: tenemos unos tiros incendiarios, señor

Informo uno de sus soldados artillero, mostrando las cajas que decían "Precaución: Inflamable".

Mayor Chaffin: ¡Pues úsenlos, maldita sea!

Pronto, el infierno se desato en la tierra, al menos para los ojos de los romanos que avanzaban. Las explosiones ya no solo llevaban la muerte, sino que también el fuego. Fuego que se expandía, atrapaba, y mataba. Calcinaba a los soldados dentro de sus armaduras, chamuscaba la piel de las bestias, y sofocaba el aire que respiraban. Pese a eso, seguían avanzando.

Luego los legionarios y sus bestias llegaron al kilómetro de distancia de las filas de la coalición de 5 países. Las ametralladoras, terribles máquinas de matar, abrieron fuego, llenando de muertes las primeras filas y provocando tropiezos y atascos en las filas posteriores. En especial las MG 34, con su candencia de 900 balas por minuto, provocando una mortandad en segundos pocas veces vista para los ojos de sus enemigos. Luego estaban las Browning, con su gran poder de parada y potencia, provocando auténticas matanzas sin importar lo que se les opusiera. Por último, los Bren, la PPSH-42 y Tipo 99 hacían de igual forma su trabajo, aniquilando enemigos rápidamente. Pero a pesar de las bajas, los imperiales avanzaron. Trayendo sus soldados de segunda línea, avanzaron contra los enemigos que guarnecían las puertas a otro mundo. Y avanzaron.

Y se arrepintieron.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Zorzal, Casel, los magos de batalla y su escolta miraban desde la distancia la masacre que se desarrollaba. Los magos analizaban lo que ocurría allá a lo lejos, indicando que si bien las explosiones y el fuego podían ser producto de magia, los elefantes de hierro eran solo máquinas, que posiblemente habían sido encantadas para poder moverse solas. Los ataques de los elefantes también podían atribuirse a la magia. Pero cuando aparecieron las agujas invisibles, amarillas bajo la escasa luz de la noche y las luces del enemigo en el cielo, se sorprendieron. Y eso era algo raro. Siendo ellos magos de batalla, que habían investigado y luchado contra diferentes tipos de armas, magia y criaturas, eso era algo nuevo. Fueron incapaces de decir si era magia o no. Sin embargo, pudieron señalar que las había de distintos tipos, viendo los distintos efectos que producían en las distintas formaciones de ataque a lo largo de la línea de ataque.

Senador Casel: ¿Qué opina, príncipe Zorzal?

Pregunto Casel mientras veía la batalla, silenciosamente orando por las almas de quienes caían bajo el fuego enemigo

Zorzal el Caesar: Armas extrañas, pero al menos sabemos que al menos algunos de ellos usan magia, y que usan maquinas que se mueven y atacan mediante esta. De esta forma podemos trabajar en una forma de contrarrestar esa magia.

Senador Casel: Ya veo... pero muchos de sus soldados aún no han hecho nada aún. ¿Cree que sean soldados cuerpo a cuerpo?

Zorzal el Caesar: Probablemente. No he visto sus armas, pero si pudieran hacer daño a distancia ya lo hubieran... hecho...

Zorzal se calló al ver la escena frente a él. Debía regresar a informar lo más pronto posible.

XXXXXXXXXX

Los legionarios se acercaron a 500 metros. Estaban listo. Todos sus hombres habían calado bayonetas, y las ametralladoras ligeras vomitaban constante plomo. Aunque las ametralladoras vomitaran más plomo que todos los fusiles, no podían abarcar todo el espacio. Tomando su propio Kar 98k, se colocó junto a sus hombres y grito la orden. Pronto, el espacio entre ellos y el borde de la planicie de lleno de plomo y muerte.

Las bocas de todas las armas de los soldados apostados en la línea defensiva destellaron, liberando sus proyectiles letales sobre la masa humana que se acercaba a ellos. Era una gran cantidad de personas, era imposible fallar un tiro. Era un campo de tiro gigante, sin ninguna posibilidad de fallar. Pronto el número de enemigos muertos pareció llegar a los 10.000 o más, y en varios lugares el enemigo emprendio una retirada frenética, siendo acabados por la espalda cortesía de los fusiles, ametralladoras, cañones, tanques y morteros. El clase Porter realizo una pasada de cortesía con sus antiaéreos de 40mm instalados para funciones antiaéreas provocando aún más pánico entre los legionarios. 1 hora y media después de que el primer mortero estadounidense abriera fuego, el enemigo romano se relegaba del campo, con cerca de 15.000 o más muertos. Los comandantes se reunieron para debatir que hacer ahora.

Teniente Acker: ¿Creen que ataquen de nuevo?

Pregunto Acker. El resto le dio una afirmación con la cabeza

Capitan Karl Schmidt: Genial, la munición no nos permitirá aguantar mucho más tiempo, hablando especialmente de armas de apoyo y vehículos.

Comisario General Volodia Kozlovich: Tengo una idea, pero se que no les va a gustar. Probablemente debamos mantenerlo en secreto entre nosotros.

Mayor Kuorishi ¿Qué tan secreto?

Comisario General Volodia Kozlovich: Podríamos estar rompiendo uno o dos tratados internacionales.

Teniente Acker: Por mi bien

Mayor Kuroishi: Yo igual - Declaro Kuroishi.

Capitan Karl Karl Schmidt: Por mi bien

Mayor Chaffin: Hagámoslo

Comisario General Volodia Kozlovich: Muy bien

El Comisario Sovietico  giró su vista, observando la llegada del 2° asalto romano a sus posiciones. Con una sonrisa que dejaría en duda si sentía cualquier lastima por las atacantes, se dirigió a la radio y se comunicó con los soldados Sovieticos que esperaban junto a los  artilleros de los cañones de 75mm Alemanes

Comisario General Volodia Kozlovich: Soy yo.

Capitan Khoakin: ¿Qué decidieron?

Comisario General Volodia Kozlovich: Está aprobado que les demos nuestro regalito a nuestros amigos alemanes asi repartan muerte .  Diganle que le den con todo.

Capitan Khoakin: ¡¡¡Entendido Camarada, ura!!!

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El segundo asalto se llevó a cabo. A pesar de las fuertes pérdidas del primer asalto, se diseñó un plan que prometía permitir avanzar a pesar del fuego enemigo. Zorzal en persona ayudo a diseñar el plan para acercarse a sus filas, en un intento de probar tácticas contra ellos.

Zorzal al Caesar: Si bien atraviesan los escudos, algunas de esas cosas rebotan. En ese caso, solo debemos reforzar o usar más escudos a la vez

Fue el razonamiento de Zorzal. La nueva táctica consistía en hacer que fueran varios escudos apilados, con una columna de infantería detrás de esos. Esas formaciones irían juntas, a fin de darse apoyo mutuo. De momento estaban probando su fiabilidad. Si bien los ataques laterales seguían causando estragos, los ataques frontales casi nunca lograban impactar a los soldados que iban detrás de la protección.

Senador Casel: Si logramos que los escudos cubran más terreno, podríamos acercarnos sin sufrir tantas bajas

Hablaba Casel mientras observaba el avance

Senador Casel: Eso nos pondría en una mejor situación contra sus hombres, y podríamos estar más cercanos en la comparación de fuerzas. Eso sería lo ideal para las negociaciones de paz

Zorzal dio un asentimiento, aún examinando el campo de batalla. No sabía porque, pero tenía un mal presentimiento.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los legionarios avanzaban, usando las nuevas técnicas. En algunos sectores funcionaba de maravilla, mientras en otros aún se perforaban los escudos en ocasiones. A pesar de eso, todavía había dificultades con las llamas de la magia enemiga, que debido a la lentitud provocada por las formaciones de escudos, aniquilaba a los soldados que quedaran atrapados en su radio de acción. Los ataques de los elefantes de hierro también masacraban sin piedad a los imperiales que obstinadamente avanzaban, ignorando perdidas que provocarían que cualquier ejército moderno ordenara la retirada.

Sin embargo, los soldados de la coalición no estaban perdidos. Discretamente, se distribuyeron por la retaguardia de las tropas los cañones alemanes de 75mm, colocándose uno delante de cada puerta terrestre. En el mar, los barcos imperiales seguían siendo aniquilados por el clase Porter.

Sonriendo, el oficial  Aleman dio la orden

Oficial: Fuego.

Los 5 cañones de montaña de apoyo rugieron a la vez, disparando su carga hacia el enemigo. Sin embargo, al detonar no provocaron una explosión como se tenía previsto por parte romana. Estos impactos liberaron una nube de color verde que empezó a colarse entre las filas de escudos e infanteria enemiga.

 Al principio no se notó nada, pero al poco tiempo empezó a cundir el pánico. Los legionarios notaban los efectos del gas sarín, que era estrenado por primera vez en combate. Sus efectos de ataque al sistema nervioso empezaron a afectar las formaciones de escudos, logrando que los que los llevaban quedaran paralizados o cayeran al suelo, inutilizados. Y con ellos, cualquier posibilidad de llegar a salvo a las filas de la coalición terrestre. Sin los escudos, los soldados volvieron a ser exterminados por las ametralladoras ligeras y pesadas, siendo también atacados por los fusileros a lo largo de toda la línea. Los morteros se distribuyeron de igual manera, exterminando cualquier tentativa de ataque. Esta vez, las bajas fueron inmensas, ya que al afectar el sistema nervioso, los imperiales no se podían retirar para salvarse. La masacre deja un saldo de decenas de miles de muertos, y la flota del río fue totalmente destruida. Zorzal y Casel se miraron preocupados, los magos fascinados por la "magia" empleada por los magos del otro mundo.

Senador Casel: Esto es demasiado preocupante. Si pueden llevar esa magia a todos lados, hagamos lo que hagamos será inútil

Comento preocupado Casel. Zorzal le dio una inclinación de cabeza.

Zorzal el Caesar: De momento trabajemos en tácticas con la información que poseemos. Luego veremos qué podemos hacer respecto a eso

Con un gesto, ambos se dieron vuelta y se alejaron a caballo del lugar, seguidos por los magos y la escolta. Detrás de ellos, los ejércitos del Imperio sucumbían ante el poder bélico del otro mundo al que osaron enfrentarse.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Teniente Acker: ¡¿Por qué no nos dijiste que eran armas químicas?!

Grito Acker al Comisario Sovietico. Los recuerdos de las armas químicas de la Gran Guerra lo asaltaban, trayéndole amargos recuerdos.

Comisario General Volodia Kozlovich: Ustedes aceptaron la consecuencias de lo que fuera que tenía para ofrecer. Y además mira, logramos aniquilar al enemigo. Si no fuera por eso, hubiéramos caído todos. Nuestra munición está en niveles críticos, y nuestros hombres están exhaustos, por no decir estresados. Debíamos detener ya este combate, y esa fue la mejor forma.

Mayor Chaffin: ¿Qué pasara con la desinfección de la zona?

Pregunto Chaffin, mucho más calmado que su colega Britanico.

Comisario General Volodia Kozlovich: Estaran a cargode eso  equipos especializados. De momento tendremos que cercarla para evitar curiosos. Trajimos algunas mascaras para eso, mis hombres se encargaran

Mayor Kuroishi:Mis hombres patrullaran la zona. Que alguien más se encargue de empezar a levantar defensas para establecer una base

Informo Kuroishi antes de retirarse. Pronto el resto hizo lo mismo, yendo cada uno con sus hombres y empezando a montar el campamento que se usaría para guarnecer a las tropas que futuramente llegarían al Nuevo Mundo más allá del GATE.

Para Karl Schmidt no era Sorprendente  lo que habia traido y lo que le habia pedido a sus compañeros Alemanes el Comisairo Sovietico ,el hubiera hecho lo mismo de haberlo traido. Ademas aunque no queria decir nada, aun los imperiales recuerdan tambien los devastadores efectos de esa arma,un lindo trauma que aun no olvida ninguno de los paises Occidentales.  y es cais seguro que los rusos tampoco lo Olvidan. Seguro el comisario debe ser un bastardo igual que el para conseguir la victoria acualquier costo por el bien de sus tropas y la Nacion.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Senador Casel: Príncipe Zorzal. ¿Qué cree que pase ahora?

Pregunto Casel, intimidado tras ver el poder de sus ahora nuevos enemigos.

Zorzal el Caesar: Pues la guerra, Casel. Pero esperemos que la falta de información y confianza que tengan retarden su avance para que no tengamos que enfrentarlos tan pronto.

Senador Casel: ¿Qué haremos con los estados vasallos? Pueden intentar rebelarse cuando se enteren de nuestra nueva debilidad.

Zorzal el Caesar: No te preocupes, tengo un plan. Solo esperemos que funcione.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top