Los deseos del emperador

El Emperador se alzó en todo su esplendor, frente al templo dedicado a él, su figura imponente daba una presencia de autoridad, los oficiales de la guardia frente a el se apresuraban a cumplir sus órdenes ¿Como negarse a Dios mismo?

Las legiones de hombres frente a él, estaban motivados y deseosos de servirle, si bien, el emperador despreciaba desde el fondo de su alma en lo que su imperio, su sueño para la humanidad, se había convertido, debería sacar provecho de todos los recursos que estuviera a su disposicion, aprovechando el portal en falmart para invadir la tierra en su etapa más joven, necesitaba revertir las cosas

- General, ¿las tropas estan en posicion? - preguntó el emperador a un hombre anciano pero robusto, que estaba orgullo a su lado derecho

- Así es mi señor, cuando usted de la orden, cruzaremos el portal - indicó con confianza

- Excelente, en ese caso no veo ningún problema para comenzar - indicó, luego avanzó frente a las tropas de la guardia imperial, los krieg, todos los individuos presentes y armados, alzó una mano y los murmullos de la gente acabaron - Ustedes son los mensajeros de mi voluntad, seran mi espada y cumpliran mis deseos, glorificad mi nombre conquistando el mundo tras la puerta, someterlo en mi nombre no es solo su deber, es su destino y cuando lo cumplais... tendrán mi bendición - indico, los soldados parecieron emocionarse

- ¡Gloria al dios emperador! - gritó alguien

- ¡Por el emperador! - contestó otro

Los gritos se alzaron, entusiastas antes las palabras del emperador, quien miró al general antes de indicarle rápidamente con un movimiento de cabeza que ya había comenzado, el hombre levantó una mano y grito una serie de órdenes que ocasionó que los soldados dejaran de gritar, se pusieran firmes, y empezarán a marchar rumbo al portal

El emperador estaba complacido, al ver a miles de tropas marchar siguiendo sus órdenes, solo podía esperar éxito, un éxito total contra aquellos que iban a desafiar su poder, debería ser rápido, entre menos tiempo tuvieran los humanos de la tierra del siglo XX para adaptarse o capturar su tecnología, ganaría

El mismo empezó a caminar siguiendo a los soldados, la guardia imperial marchaba casi mecánicamente, atravesaron el portal, cruzando la oscuridad hasta salir al mundo más allá de la puerta, Falmart, el emperador se dedicó a apreciar por un momento el paisaje, las tropas se desplegaron en escuadrones, batallones y regimientos, durante un momento el emperador se dedicó a decidir su próximo destino

- Marcharemos a Japón - anuncio

- ¿Disculpe mi señor? - preguntó uno de los oficiales

- Síganme - dijo el emperador sin tener deseos de hablar más de lo necesario con el guardia

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Shino Kuribayashi se deslizó por el suelo, tratando de pasar desapercibida, el 3° de reconocimiento estaba lejos de abandonar a Itami, quien había ganado tiempo para ellos al quedarse atrás, hace unos 4 días, la última vez que lo vieron con vida, estaba rodeado, ahora cuando regresaron a buscarlo, no encontraron nada en el lugar del humvee abandonado

Por lo que sospechaban que había sido capturado y retenido tras la puerta, estaban esperando hasta cierto punto, una oportunidad para deslizarse por la puerta, la cual, a diferencia de la puerta de alnus, estaba adornada de cráneos, cubierta de oro y recordaba a una catedral de estilo gótico de alemania, de repente, observaron columnas y columnas de soldados salir por la puerta, trataron de contarlos

Pero cuando llegaron a los 2 mil se detuvieron, y sospechaban que habían contado a varios soldados más de una vez, aun así la cantidad que salía de la puerta era absurda, inaudita, luego vieron un espectáculo que para ella fue, extraño, perturbador y completamente ridículo

El teniente Itami había cambiado su uniforme por una armadura dorada, una corona de oro macizo con forma de olivos, y estaba dándole órdenes a varios oficiales del ejército desconocido, los cuales parecían escucharles atentos y seguir apresuradamente sus órdenes, como si no desearan decepcionarlo

- ¿Que hace el teniente con ellos? - pregunto Shino

- El... - Kurokawa estaba confundido por lo que estaba viendo, al menos eso estaba viendo 

- Creo que esta poniendo en marcha su plan - murmuró Kawahara

- ¿De qué están hablando? - pregunto Shino

- ¿Enserio? ¿Ahora? - Kurokawa parecía incrédula, volviendo a mirar por los binoculares

- Es lo más probable... nadie moviliza a un ejercito por que sí - indicó Kawahara

- Muy bien viejo ¿Kawahara que esta pasando? - Pregunto Shino

El viejo negó con la cabeza, ignorando la pregunta de Shino para ponerse de pie y retirarse, en cambio Kurokawa se mantuvo un momento en el lugar, Shino se giró para preguntarle qué estaba pasando, de qué plan estaba hablando el viejo, pero ella se le adelantó con una orden

- Debemos retirarnos y advertir a la base - insistió ella

Shino la miro irse junto a los demás, solo pudo soltar un bufido de molestia, se levantó para seguirla, no sin antes mirar hacia la formación de soldados, observando con horror como Itami miraba hacia su dirección, primero con un rostro serio y despues, una sonrisa, una muy amable y comprensiva sonrisa que le helo la sangre

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