El hombre que será emperador de la humanidad, Alias "Youji Itami", conocido actualmente como Itami, estaba teniendo un mal día, en verdad, se estaba arrepintiendo de haber interpretado el papel de un otaku militar que había superado las pruebas de aptitudes en las fuerzas especiales japonesas, había tratado de no destacar, pero la verdad era que todos eran unos inútiles, nada podía compararse con su magnífica existencia

La verdad, si de el dependiera con quien trabajar se quedaría solo con Erda y Malcador, eran los más eficientes de todos y eran los más soportables, sus amigos sobre todo
Odiaba a esa Kurubayashi por como lo trataba de idiota, aunque debía darle razón en algo, dado que Itami era un idiota vago, se estaba planteando la idea de fingir una muerte y hacerse asalariado en alguna empresa

Aunque eso debía esperar, Al menos hasta que acabara la misión, o se llevara a la cama a alguna chica, y no quisiera hacerse responsable de lo que saliera se ahí
¿Si un perpetuo y una elfa tenían un hijo, el niño sería mortal o inmortal?

Bah, preguntas para después, estaban por llegar a la zona donde se habían originado los rumores de una segunda puerta y los rumores sobre "Parcas", unos guerreros que siempre llevaban algo relacionado con la muerte, ya sea un cráneo dorado o una máscara de calavera

En realidad solo esperaba que fueran rumores, regresar a la base, ponerse al día con sus mangas y luego dejar que otra persona resolviera los problemas, el se merecía un descanso al fin de cuentas

- Estamos por llegar Teniente Itami - anunció malcador manteniendo la vista al frente, tan cansado de la vida como siempre

- Oh vamos viejo, no pongas esa cara, seguro algún día logras retirarte - Malcador miro a "Itami" con cierta molestia

- Algún día, algún día - se limito a comentar

- 《Que tiernos se ven ustedes dos discutiendo como una parejita de enamorados》 - Erda se acercó y transmitió sus pensamientos a los dos fingiendo seriedad en su rostro

- 《Ya, lo unico que falta es que me pida que crié a sus hijos》- el Emperador sonrió

- 《Serias el abuelo zarrapastrozo que siempre se quejaría de que "en mis tiempos todo era mejor"》

- 《Pero es verdad, en mis tiempos todo era mejor》

- ¡Entrando! - grito Kurubayashi

Entonce una explosión sacudió los vehículos y volcó donde iban los tres, el emperador miró a todos lados y arranco la puerta de un golpe, esperando que no se hubiera notado, tomo a Malcador y lo saco tan rápido como pudo a Malcador

- ¿Viejo estas bien? -  a modo de respuesta malcador levanto el dedo de en medio de su mano derecha

Soltó a Malcador y regreso por Erda, a quien dejo al lado malcador, una Kurubayashi sucia de polvo y humo llegó a donde estaban los tres

- ¡Teniente, proyectiles de mortero entrando, parecen un ejército profesional! - sentenció la mujer

《¿Un ejército profesional?¿aquí?》 Pensó el emperador mientras miraba hacia las tres colinas un poco más al norte de su posición

Desde esa distancia para el simple ojo humano era imposibles distinguir algo, pero para el, uno de los perpetuos más poderosos podía detectar el movimiento en ese lugar, líneas de trinchera y piezas de artillería y millares de soldados

También había cientos acercándose a donde estaban bajando una pequeña loma y saliendo de entre los bosques

- Replieguense inmediatamente, los alcanzaré en un momento - ordenó

Kurubayashi lo miro y asintió, luego arrastro a Malcador con ayuda de Erda que seguía en su papel de enfermera japonesa, "Itami" sujeto su rifle con fuerza y apunto a las piernas de los enemigos, disparando ráfagas cortas para incapacitar al enemigo

Algunos proyectiles daban en las rodilleras de los soldados, para sorpresa del emperador o observo como las balas rebotan en esos lugares y cambio su objetivo a las zonas desprotegida, lo que menos buscaba era matar a estos tipos

Se acabaron las municiones pero el arma seguía sirviendo de garrote, se fijo si los demás estaban lejos antes de tomar otra forma, en este caso, el gigante guerrero de cuatro metros y medio que en tiempo antiguos había sido una leyenda, y que al necesitar dinero, había convertido en una saga de películas conocidas como Conan el Bárbaro

Entonces estaba hecho en un abrir y cerrar de ojos había pasado de ser un simple humano al gigante, una máquina de matar, que sujetaba con fuerza el arma y esperaba el ataque de los soldados que se habían detenidos, ¿asustados?

No... era peor
Le estaban rezando