Al otro lado de la puerta
Los hombres del los Cuerpos de la muerte de Krieg estaban firmes, frente a la puerta en su típico silencio mortal, con los rifles laser al hombro, las mascaras bien puestas, uniformes limpio (lo cual era extraño dado que casi siempre estaban manchado de barro, sangre y sabrá el emperador que más) y en formación, no llevaban nada más haya de lo que reglamentario
La Guardia Arkhaziana en cambio, pese a estar en formación y tener uniformes tan limpios como sus homólogos de krieg, mostraban una formación indisciplinada, armas apuntando a todos lados, algunas eran acunadas en los brazos de los soldados, otros las llevaban sobre los hombros, algunos las habían dejado en el suelo, el uniforme estaba alterado, algunos habían sustituido los cascos por las gorras, otros habían retirado los respiradores de los cascos, algunos llevaban bufandas o capas, y otros habían retirado las placas de armadura que protegían sus espinillas, en comparación, estos guardias parecían más una banda de aficionados
Cuatro regimientos de Infantería, tres Arkhazianos, el 75°, el 212° y el 334° de Guardias de Asaltos Arkhazianos estaba desplegado junto al 627° regimiento de infantería del Korps de la Muerte, el día de pasar al otro lado había llegado
Tras esperar a los Krieg, que habían sido desviados de su destino original, un planeta atacado por los Tau y con unas fuerzas que apenas mantenían la posición, pero la puerta se consideraba más importante, el planeta ya podría ser recuperado, y los Arkhazianos podrían suministrar un flujo constantes de tropas una vez liberados de sus responsabilidades de la puerta
El sol ya estaba sobre ellos, medio día en un planeta de 26 horas y 390 días, donde las temperaturas más bajas en las épocas de calor eran de 45° la sombra, los soldados nativos miraban a los krieg con cierta incomodad, dado que no mostraban signos de sentirse afectados por el calor, ni habían hecho ademan de beber algo, es más, ni siquiera habían conseguido ver si se habían movido aunque sea un poco
- Son clones - murmuro alguien - dicen que los crían en laboratorios y los hacen inmunes al miedo y cualquier otra cosa
- ¿Quien te dijo eso? - pregunto otro guardia
- Mi abuelo, fue de la guardia - replico el primero
- ¿Tu abuelo? - pregunto alguien
- Tu abuelo debería estar en una mina y no contando estupideces - contesto alguien más
- Mi abuelo ah servido mucho más tiempo en la guardia que todos ustedes, sus padres aun andaban en pañales cuando mi abuelo machacaba orkoz
- Tu abuela se machaco a todos los abuelos de aquí en la cama - las risas se escucharon de parte de los hombres cercanos
- Mi abuelo sirvió 30 años en la guardia, aun ahora os cortaría la polla a todos y se las haría tragar por ser irrespetuosos - algunos se rieron y otros se burlaron - ¡CALLAOS TODOS! ¡CALLAOS!
Los hombres se callaron, pero solo por que su coronel estaba acercándose, junto al comisario de los krieg, un hombre de piel pálida, ojos grises, como la nieve sucia y bastante bajito, caminaba al lado del coronel, con su gaban negro hablaba poco y solo para confirmar o negar las ordenes del coronel, cuando finalmente llegaron frente a los hombres el coronel miro al enano y lo saludo con el respectivo saludo militar
- Buena suerte al regimiento de Krieg - dijo el coronel
- Guárdese la suerte para usted coronel, para que sus hombres no huyan ante el primer ataque enemigo - le contesto el hombre de forma seca y poco amistosa, se dio medía vuelta y se alejo del hombre hacia el regimiento del krieg
- Parece que aparte de la altura, le falta algo de cerebro - murmuro alguien
- En efecto - confirmo el coronel, se giro para ver a sus hombres - pero las ordenes son que ellos avanzaran primero, no tengo deseos de decir lo contrario - hubo algunas sonrisas entre sus hombres
Los krieg empezaron a avanzar, lentamente en formación, sin mirar a sus congéneres, entraron a la puerta, mientras el comisario caminaba alrededor de ellos, finalmente siguiéndolos cuando la ultima fila entro a la oscuridad del túnel, detrás, una fuerza de hombres bestias también entro, eran fuerzas que se habían reclutado en el planeta, nativos de los bosques de coníferas de Arkhazia, eran considerados una fuerza dispensable y prescindible
Cuando los krieg entraron a ese extraño mundo, algunos se quedaron quietos, o simplemente murmuraron al ver lo que había del otro lado de la puerta, muy diferente a un mundo devastado por la guerra, el lugar era bastante apacible, hermoso y rebosante de vida, pero el asombro duro lo justo, pasaron de observar extasiados el paisaje, a revisar los mejores puntos defensivas
Estaban ubicados en un colonia, de buen tamaño con otras dos a cada flanco, empezaron a cavar, mientras su coronel observaba todo desde la entrada de la puerta
El comisario se acerco
- Si el enemigo lanza tantas tropas como el día de la invasión, dudo mucho que unos cuantos lasguns los detengan - miro a los hombres y señalo las cimas de las colinas - necesitamos artillería - No era una observación
- La artillería llegara en su momento - aseguro el coronel, que no tenía mucho interés en su comisario - llame a los hombres bestias comisario, tengo una tarea para ellos - el comisario miro a su coronel unos segundos luego se retiro
Durante unos segundos el comandante 6-27 se quedo en la colina, el aire que pasaba por su mascara era rancio, y por lo general siempre olía mal, pero por ahora debía conformarse solo con ver el paisaje, era una lastima que dentro de unos días todo acabara por ser destruido, escucho pisadas detras de el
- Eh traidos a... - el comisario dudo unos segundos y hablo algo en su lengua natal, no en bajo gotico, pero el coronel sabía perfectamente que la palabra que usaba era "Basura"
- Gracias Comisario, puede retirarse - el coronel se giro sin prestarle más atención al hombrecillo, encontrándose con los hombres bestias - Tu nombre soldado - exigio el coronel
- Votuk, hijo de Draag, nieto de Varmon, señor de los cuernos salvajes - hablo el hombre bestia arrodillándose frente al coronel
- Basta Votuk, tengo un trabajo dentro de tus capacidades - dijo el coronel
- Hable, su excelencia - pidio el hombre bestia
- Has un reconocimiento del terreno, infórmanos sobre lo que esta pasando, sobre las fuerzas enemigas, si lo ves conveniente destruye puntos fuertes del enemigo, si te ven, no dejes testigos, en nombre del Dios emperador, te encargo esta misión - le dijo el Coronel, a lo que Votuk solo pudo asentir
Luego se levanto y regreso con su manada
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