Primer Regimiento de Faltmant 2/2

Tal como era la orden de cada planeta parte del Imperio de la Humanidad. Debían dar su diezmo, y aún más en el caso de "Faltmant" por haber atacado indiscriminadamente la capital del hombre, la residencia del emperador mismo; la santa Terra.
Por lo que el diezmo, pese a no poderse conseguir de forma oficial dado a que aún no controlaban la totalidad del planeta, si se cobraba creando el primer regimiento y reclutando habitantes para que se unan al mismo

Todos deben servir por su PECADO de haber atacado la santísima Terra. No importa su edad

Aunque estos reclutas no supiesen, estaban atados hasta el último día de sus vidas a servir al Astra militarum y al emperador

Habían optado para estos regimientos originarios de Faltmant el uso del equipo básico de los soldados cadianos. Pero con la diferencia de que sus uniformes en vez de ser color tierra, serían verdes como los árboles de su planeta, y los pantalones serían de camuflaje.

Nadie del 'REGIMIENTO I FALTMANT' conocía las verdaderas intenciones del imperio, y nunca lo sabrían

Pero para el imperio era un día de celebración, porque... la flota por fin había llegado a Faltmant, la gloria del imperio inundando los cielos con sus inagotables naves.
Los oriundos del mundo se encontraron estupefactos y aterrados, arrodillándose y rezando. Ya sea al emperador o a sus dioses antiguos

No hacía falta recalcar que: estos últimos fueron reprendidos con severidad

"¡Escuchad viles sacos de mugre sin vida!" El comisario habló a sus nuevos reclutas, aunque la mayoría seguía prestando atención a las gigantescas naves en el cielo, aterrados de estas mismas "Estupidos salvajes incivilizados... ¡ESCÚCHENME O AQUÍ MISMO LOS MATO A TODOS SIN RECHISTAR!"

Los reclutas dirigieron su atención al hombre de gabardina negra que no  importarle en lo más mínimo, disparó sin rechistar a uno de los reclutas con una Boltpistol. Destrizándolo de adentro hacia afuera por el abdomen "¡DEMASIADO LENTOS, SI ESTO ES LO QUE OFRECE ESTE PLANETA ES QUE ES UN MUNDO DE MEDIOCRES!" La voz cruel del comisarió aterró a los jóvenes reclutas, y más lo que habían estado cerca del desdichado, ya que terminaron manchados por la sangre de su amigo/camarada "¡Soy el Comisario Pericles y a partir de ahora YO decido cuando mueren y cuando viven!"

"¡Dada su increíble e inmensa ignorancia, el regimiento debe ser adiestrado. No se preocupen, con el entrenamiento que recibirán SE CONVERTIRÁN EN HOMBRES Y MUJERES DE VERDAD!" El comisario apuntaba con su boltpistol a cada hombre y mujer en fila, atemorizándolos desde la médula "¡La sedición se paga con la pena máxima, la traición se paga con castigos peores que la muerte. SED LEALES y el emperador os compensará con su amor incondicional!"

Lelei bajo los hombros al oír el grito de "¡descanso!". Estaba aterrada del hombre de gabardina negra, empapada de sangre por el hombre que había muerto de forma espantosa a su lado, por haberse distraído. Para ella lo peor es que pudo pasarle eso mismo, dado a que también se haya distraída viendo aquellos objetos voladores "No quiero morir..." a pesar de que los demás hombres y mujeres se habían comenzado a dispersar ella seguía ahí, incapaz de moverse, y aferrada al Lasgun que se le otorgó, como si fuese a morir o se haya de desprotegida sin este

No era una más una aprendiz, si no una soldado.


Las frías y apretadas cadenas apenas permitían que la sangre circulase por sus venas, ¿cuanto había pasado? No permitían que el la luz del sol pasase a aquella oscura habitación en la que se encontraba. Apenas nutrida, bebiendo agua de alcantarilla y drenaje. Viva... ¿pero para que? ¿Que es lo que querían de ella? Ya perdió su hogar, su aldea, su gente ¿que más querían?

"Padre... padre" su voz rota rogaba ayuda, ya sin fuerzas para levantarse o gritar "Quiero ir a casa..."

Los engranajes de la puerta se oyeron, alguien había entrado. Pero ya no tenía ganas de levantar la mirada, ya sabía que estaba por pasar

"Vaya vaya... se ve que aún no estás dispuesta a hablar Aeldari" una voz femenina con tono severo salió desde la entrada. Más de una vez intentó huir, pero con sus ataduras era imposible "Déjenos solas..."

La puerta tras de ella se cerró, y la elfo solo se limitó a lagrimear "ya no más... para. Por los dioses, detente..."

Una risilla fue lo único que salió como respuesta "¿Parar...?" Chasque varias veces la boca, avanzando a paso lento hacia la elfo "He sido bastante buena contigo Eldar, mis preguntas han sido sencillas. Todo lo que te ha pasado es por ti misma" doblo las piernas hasta llegar a la altura de la chica rubia, y con fuerza la agarro del cabello, haciendo que levante la cabeza. La elfo se queja por el dolor infligido, pero poco le importa "Te haré la pregunta una última vez... si respondes mal, mientes o tu respuestas no me gusta... te haré sufrir de un modo que JAMÁS habrás visto en tus siglos de vida"

La mujer sabía de un modo u otro que los Elfos vivían mucho tiempo. ¿Aquello significaba que los conocía?

"Tu mundo astronave ¿donde esta?" La mirada de la mujer exigía una respuesta, y al verla a los ojos su interior le rogaba por que respondiese, que dijese la verdad. Pero ya había dado su verdad, no sabía a qué se refería

"N- no se" tosió, y la mujer empujó su cabeza hacia el suelo, dejándola caer "No- No se nada... no se que sea eso..."

Silencio, un horrible silencio siguió a su respuesta. Para de inmediato recibir una patada que la arrastró hasta el otro lado de la habitación. La mujer humana la miraba con severidad, entendía que decía la verdad, pero eso no le servía en lo absoluto para encontrar a los otros Eldar y poner a prueba su teoría, si la chica Eldar moria no le servía de nada pero si le decía lo que quería oír... era otra cosa

"Bueno... no me queda más remedio que sacar mis herramientas" la mujer sonrió, con una mirada de sed de sangre. La elfo respiraba con pavor, intentando retroceder, tratando con todas sus fuerzas de huir

"¡No no por favor, ya te dije que no sé nada!" La chica lloraba a mares, al ver como la mujer se acerca lentamente, con una bolsa de artilugios "¡Piedad, Piedad por favor!"

La humana sonrió, y sito unas duras palabras "Para el Xeno no existe la piedad..."

Esta mujer era una inquisidora... perteneciente al Ordo Xeno


Los tres cadianos veían con confusión a su comandante en jefe. Pese a que seguían incapacitados habían sido solicitados para un asunto de importancia. Y al llegar fueron bienvenidos con unas frías palabras

"Quedan ascendidos"

Un ascenso significaba peligro. Más oportunidades de morir, algo a lo que estaban acostumbrados, pero no esperaban esto. No habían hecho nada para merecerlo

"Disculpe señor ¿no entiendo?"

"A partir de ahora quedan ascendidos, ustedes tres fueron recomendados"

Ser recomendados para un ascenso, debía sígnicas que habían impresionado a un alto mando para recibir aquel "honor" pero desconocían a quien se referían

"Eh disculpe... ¿quien nos recomendó?" Xoe miraba con extrañeza la medalla que se les había entregado a los tres

"Me pidió que guardase su identidad en secreto. Pero es alguien muy importante, alégrense Sargento, Cabos"

Harper había subido en la cadena de mando a sargento, mientras que sus compañeros ahora poseían el rango que solía poseer con antelación

"¡Firmes soldados! Esto no significa que dejaran de esforzarse. Su misión seguirá siendo la misma; conquistar este mundo de paganos. Pero también se les añadirá otra misión extra. Supervisarán al Regimiento I Faltmant hasta que alguno de esos desperdicios pueda tomar vuestro lugar. Lo cual no será pronto"

Harper saludó a su superior para despedirse. Los tres ahora pertenecían temporalmente al regimiento del planeta hasta que estos fuesen competentes

"Apuesto que todos mueren" su amigo soltó su clásica apuesta. Aunque seguía molesto, no lo estaba tanto como el primer día de su incapacidad

"No durarán ni un día" Xoe le siguió, porque para ambos era evidente que los novatos no tenían esperanza alguna. Pero Harper no

"Escúchenme ustedes dos, vamos a formar a esos novatos hasta convertirlos en soldados de verdad" Harper se adelantó a sus amigos, que lo miraban con extrañeza "Todos empezamos así, y puede que en su caso sea peor, al pertenecer a un planeta atrasado ... pero no por ello debemos rechazarlos, los formaremos como mejor podamos para que sirvan con firmeza al emperador"

Ambos veían a su amigo no tanto como una figura de severidad, si no como un líder al cual seguir. Y esto era lo que él quería plantar en sus compañeros, ahora con su nuevo rango debía dar cara a los demás

La pelirroja sonrió "Muy bien... lo seguiré señor"

"Yo igual... eh, señor. Hasta el fin de la galaxia si es necesario"

"Excelente... hasta el fin de la galaxia, amigos míos... hasta el fin de la galaxia"

Harper dirigió su mirada hacia su nueva tableta, la siguiente misión era clara y de estaban preparando las tropas para asaltar una ciudad amurallada, no muy lejos de su posición...

El emperador protege.





























F por Lelei porque va al matadero

¿Me estaré pasando con Tuka al dejar que una inquisidora le haga "cosas"?

Y no no me estoy olvidando del dragón rojo

Prometo hacer los capítulos más largos a partir de ahora

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top