Conquista en el nombre del emperador
Las bajas sufridas en el primer enfrentamiento fueron devastadoras, y para más humillación si cabe; ahora el, el famoso "León de Elbe" era el único rey con capacidad de liderar la coalición de ejércitos. Los reyes que no habían muerto, perdieron extremidades y estaban siendo atendidos. Y era el mismo caso con los príncipes
Bastó un solo día para que la moral del ejército decayese. Y no era estupido, si el enemigo había hecho caer una lluvia de fuego, muerte y destrucción sobre ellos una vez ¿que les impedía hacerlo de nuevo? Estaban temporalmente abatidos y desorganizados
¿Estarían esperando que hiciesen el primer movimiento? ¡¿Pues quienes se creían esos bárbaros?!
Duran chasqueo los dientes, molesto y frustrado "repartan alcohol a las tropas, que se distraigan de este desastre" ordenó a su subordinado más cercano, sin esperar de réplica
"¡Si su alteza!" El hombre salió de la carpa de su rey, dejándolo solo con sus pensamientos
¿Qué más quedaba por hacer? Ahora que las fuerzas estaban igualadas 1 a 1 debía ser una pelea justa. Pero en la montaña el no vio ninguna pelea justa, todo lo contrario, él vio una matanza indiscriminada de sus hombres y de los hombres de sus iguales. ¿Y donde estaban los hombres del imperio? ¡Nunca los vio en ningún momento!
Se acercó una copa de vino a los labios y bebió, hasta dejarla completamente vacía. El león de Elbe no era un hombre bebedor, pero por los dioses que lo necesitaba ahora
"Atacaremos mañana por la mañana... ¿pero para que?... ¿será el mismo resultado?... ¿porque el imperio no envió a sus legionarios?" Duran hablaba en voz baja, para sí mismo, una visión que jamás dejaría ver a sus hombres.
"Disculpe alteza" otro de sus subordinados entró, con un vendaje cubriendo su ojo izquierdo, aviso antes de entrar a la carpa de su rey "hay unos hombres que desean hablar con usted, dicen ser de Alnus ¿los matamos?"
Sus enemigos habían ido hasta sus puertas, y podía matarlos por lo que habían hecho, hacerlos sus esclavos y sacarles toda la información para replicar la magia que utilizaban. Pero haciendo honor a su nombre, Duran respondió "Tienen mi protección, déjenlos pasar, quiero ver que quieren"
El soldado asintió, saliendo de la tienda, fue un corto periodo de tiempo hasta que entraron dos individuos; un hombre y una mujer.
Llevaban ropajes de un color caqui que jamás había visto, con una armadura verde que solo cubría la parte del torso y un casco del mismo color que era curiosamente grande. Lo que le llamo la atención fue que la mujer iba con una rama larga a la que le habían atado un trozo de tela blanco "¿así que estos bárbaros son algo civilizados?" Pensó para sí, a la par que el hombre se sentaba frente a él, mientras la mujer se quedaba parada a un lado
"Salve, soy el teniente Gibson Gladwayne" hablo en un Senderano casi perfecto, estuvo a punto de impresionar al león de Elbe
"Soy el rey Duran, lord de Elbe y vasallo del imperio de Sendera, ¿a que ha venido?"
"He sido enviado para negociar los términos de la rendición"
Rendición... que absurdo, ¿esto era acaso una broma? ¿Una trampa? Estuvo muy tentando a sacar su espada y rebanar al hambre sentado frente a él, pero contuvo sus impulsos "¿se está rindiendo ante mi, teniente?" Pregunto, con una clara tonalidad de burla, pero también con confusión
"No su alteza. Hablo de su rendición" eso fue el colmo, Duran apretaba con fuerza los dientes, intentando no asfixiar al hombre que tenía delante suyo "Si siguen luchando solo terminaran muertos todos, la guerra que tenemos es con Sendera, no con ustedes. Si se retiran, les dejaremos partir"
No pudo soportar una palabra más, el rey se levantó harto, y tomó de la armadura al hombre que tenía delante "¡¿Como osas presentarte ante un rey, y decir semejante barbaridad? No cabe duda que sois bárbaros sin cerebro todos!" A pesar de su agresión, no hubo respuestas del teniente, pero sí de su ayudante, que sacó de su cinturón un arma con la que amenazaba al rey "¡Yo os tengo una mejor propuesta bárbaros, sométanse al imperio y tendremos misericordia con ustedes y su gente!"
"Supongo que no podremos llegar a un acuerdo alteza" con un empujón, el hombre consiguió que el mismísimo león de Elbe lo soltase. Duran reconoció que Gladwayne tenía fuerza. Se limpio con indiferencia el uniforme y prosiguió "es una verdadera lástima, estos hombres parecían ser verdaderamente valerosos. Una pena que todo haya tenido que terminar así, podrían haber sido buenos servidores del emperador"
Duran levantó la ceja, así que estos invasores tenían un emperador. ¿Era este emperador el que los lideraba?.
Gladwayne se retiró con simpleza, mientras que su acompañante dejó caer la "bandera blanca" al suelo. Duran la contemplo por unos breves instantes, replanteándose si había rechazado esta oferta por lealtad o por orgullo personal. ¿Había visto por sí mismo o por sus hombres? ¿Era está la oportunidad?
El teniente Gladwayne y su compañera habían caminado un largo trecho empinado hasta llegar a una posición adecuada. Pese a saber que era riesgoso Gibson había aceptado la misión que se le había asignado. Y ahora iba a finalizarla
"Estamos en una buena posición, envía el mensaje" Gibson hablo dirigiendo la mirada al campamento del rey duran
"Si señor" la mujer se quitó el casco y se colocó un comunicador en el oído derecho. "Las negociaciones han ido mal. Tal como se esperaba, prosigan cuando estén listos"
Fueron diez minutos de espera, cuando se escucharon explosiones en la lejanía. Ambos miraron al cielo, era sin duda hermoso verlo caer sobre el enemigo en línea recta, el temblor del impacto hizo que la mujer cayese al suelo, fue una sacudida monumental. Una a la que estaba acostumbrada pero que no esperaba tan rápido. El impacto de otra lluvia de artillería destruyó la poca moral que quedaba a la coalición, ambos, teniente y ayudante, veían como de entre el humo y los escombros los sobrevivientes comenzaban a huir en todas direcciones
"¿Que pasará con ellos señor? ¿No deberíamos matarlos también?" Pregunto la compañera, que veía como el fuego volvía a expandirse por el bosque nuevamente como la noche anterior
"Si no mueren por el fuego, morirán de hambre. No serán un problema, y si lo son, lo serán de otro, no nuestro"
Tal como decía un antiguo proverbio de Terra. Que se había perdido hacia ya mucho, mucho tiempo; del polvo vienés... ¡al polvo volverás!
Durante la noche de la primera batalla, el Astra militarum les otorgó una última oportunidad al ejército de la coalición de vasallos, pare rendirse. Fue rechazada.
Como resultado el campamento fue quemado hasta las cenizas, el ejército de la coalición que alguna vez llegó hasta los 300.000 efectivos, ahora está disuelto y desorganizado. Los reyes, príncipes y duques han muerto.
"Así que la coalición fue derrotada... perfecto..." la noticia había llegado hasta el emperador Molt en persona, aunque había tardado días, era ciertamente una alegría para el
Mientras reconstruía su ejército para detener a los invasores, sus vasallos no podrían revelarse contra el, ni atacarle por la espalda ¿como podrían? ¿Con qué tropas?
"Disculpe su alteza ¿pero que haremos a continuación? El enemigo ha comenzado a moverse por nuestro territorio" su sonrisa decayó, ciertamente, debía comenzar la segunda fase de su plan para sacar a sus enemigos de sus tierras
"Comiencen a envenenar los pozos y arrancar los cultivos, déjenlos desprovistos de recursos"
"¿Tácticas de guerra quemada señor? ¡Excelente! ¿Pero seguro que funcionará con estos bárbaros? Según nuestros espías; ellos quemaron un bosque entero con tal de aniquilar al ejército de la coalición"
"Haz lo que te pedí, verás como el enemigo tiembla ante la falta de comida y agua" Molt dirigió una mirada afilada al hombre que le entregó la noticia, que inmediatamente captó el mensaje, retirándose y dejando al emperador solo
Molt suspiró, esperaba que al menos más miembros del ejército de la coalición sobreviviesen para convertirse en saqueadores. Facilitarían así la quema de tierras para relentisar el paso del enemigo hacia la capital. Pero con los remanentes que habían tomaría tiempo, y el tiempo era lo que menos tenía en estos momentos
"¡Padre!" El emperador rugió bajo, justo lo que menos necesitaba "escuche las noticias ¿es cierto que la coalición ha sido derrotada?"
Su hija, la tercera en la línea sucesoria por ser engendrada de un amorío con una concubina; Pina Co Lada. Parecía querer darle problemas a su padre nuevamente "¿porque no hemos hecho esfuerzos para recuperar la colina sagrada de los bárbaros invasores?"
Molt resopló "Estoy haciendo todo a mi disposición en cuanto puedo ¿no parece ser lo suficiente?"
"Me parece como si solo te quedases sentado mientras los hombres van a morir al campo de batalla"
Molt frunció el ceño, su hija era la más razonable entre los bastardos que tenía por hijos, y odiaba cuando adoptaba una actitud tan prepotente cómo está "¿Ah, entonces porque no vas tu misma querida? Tu y tu orden, vayan a Itálica y reafirmen el control del imperio sobre esas tierras"
"M- mi orden?" Pina retrocedió, no esperaba que su padre replicara su protesta de tal manera
"Si, el señor de esas tierras ha muertos y han entrado en una guerra civil. Ve para asegúrate que se mantengan leales ¿o es que la orden de la rosa no es más que un entrenamiento caprichoso tuyo?"
El turno de estar molesta ahora era de Pina, apretó los puños y a regañadientes aceptó la tarea que le encomendó su padre. Molt no era estupido, ni mucho menos. La orden de su hija era más decorativa que bélica, hijas de aristócratas que querían jugar a la guerra, y algunos tontos que querían escalar rápido en la pirámide de poder. Le dio una tarea fácil a Pina para mantenerla entretenida y "segura" dentro de las murallas de Itálica
Lastimosamente para el emperador Sol Molt Augustus, las cosas volverían a torcérsele de las manos más pronto que tarde. Y para inri, por culpa de él mismo, y dadás las palabras que le dijo a su hija.
En Alnus Hill, los miembros de la guardia imperial estaban haciendo algo interesante, subiéndose a la parte superior del chasis de los Leman Russ. Ahora que las fuerzas de los enemigos iban en retirada, era hora de comenzar la expansión.
Los Russ pese a ser lentos, eran el mejor método de transporte que tenían a la mano. Mejor que caminar, los Korps tenían a su caballos y los que le habían quitado al enemigo, los Marines eran indudablemente más rápidos por su propia cuenta, y las hermanas de batalla usaban vehículos dados por la eclesiarquia
"¡Dame una mano, no alcanzo tarado!" Harper le extendió la mano al pelinegro, ayudándolo a subir a la parte superior del Leman Russ "Dulce emperador, creo que me apuñale con algo"
El Leman Russ Exterminator rugía, esperando las órdenes de comenzar a avanzar, varias escuadras de la guardia imperial ya habían comenzado a conquistar aldeas y pueblos de los alrededores. Pero ellos aún no siquiera habían salido aún
"¡Bienvenidos abordó! pónganse cómodos, podrían sentir un tirón cuando arranquemos, es normal" Harper y Xoe pudieron escuchar por el intercomunicador que había en sus oídos las palabras del conductor, lastimosamente para el amigo del castaño. No, por lo que estaba peligrosamente en la orilla del tanque
"¿Cuanto a que él idiota se cae?" Xoe pregunto "discretamente" a Harper, que solo se le acercó un poco
"Definitivamente se va a caer"
El Leman Russ Exterminator arranco, pero tal como dijo el conductor, sufrió de un tirón. Harper y Xoe se habían agarrado con fuerza de ante mano a lo que tenían más cerca, no sufriendo de ningún daño. pero el pelinegro de cadia no tenía la misma suerte que sus amigos, tal como habían apostado, el miembro de la guardia imperial se cayó del Leman Russ por estar muy en la orilla
Harper se lo esperaba y Xoe soltó una leve risilla. El Russ comenzó a avanzar mientras el pelinegro trataba de alcanzarlo mientras cojeaba "¡Hey hijos de puta, bien que saben que mi comunicador no sirve!"
Harper ya se había divertido lo suficiente, llevo la mano a su comunicador y le hablo al conductor "detente un segundo, un idiota se cayó"
Cuando el Russ volvió a parar, ambos; tanto el castaño como la pelirroja tuvieron que ayudar a su amigo a volver a subir arriba del chasis del tanque, este se quejaba de manera infantil sobre esta "traición" y que se vengaría más tarde.
Los tres cadianos, pese al constante movimiento de un lado a otro del Russ, disfrutaban de la vista. Los bosques eran lindos y de vez en cuando habían algunos animales a la vista. Un descanso del campo de batalla, tranquilidad, justo lo que tanto deseaban y necesitaban.
Xoe de alguna manera logró quedarse dormida utilizando su lasgun como almohada, el pelinegro silbaba canciones que había escuchado alguna vez en su planeta natal. Harper por su parte tenía que entablar amistad con los nuevos integrantes de su escuadrón; los miembros del Russ
El castaño volvió a activar los canales de comunicación y dirigió la palabra con los hombres en el interior del tanque "Soldado; ¿podrían hacer gala de presentarse? Si vamos a trabajar juntos, quiero saber sus nombres por lo menos" su voz amistosa consiguió que el conductor tuviese la misma confiesa que al principio
"Me agrada su forma de pensar señor, soy Edwin Beckett, yo conduzco esta belleza. si necesita ir a algún lugar cuente conmigo y el resto de mis hombres" el conductor hablo, respondiendo con el mismo tono amistoso con el que había hablado Harper "En los cañones están Wesley y Cyneric. Si requieren apoyo en tierra ellos se los brindarán de sobra, y finalmente pero no menos importante Sergiu, nuestro confiable ingeniero"
"Seguro que nos llevaremos bien" Harper tenía la intención de continuar hablando por más horas con el resto de la tripulación del Russ, pero habían divisado una aldea en la cercanía "Bien muchachos a trabajar, Beckett, detente aquí"
El Russ se detuvo, despertando a Xoe, tanto ella como el pelinegro bajaron del tanque. Harper abrió la escotilla de este para sacar algo, el conductor mismo; un hombre al que le faltaba un ojo, pero nunca las ganas de servir al emperador, le entregó a travez del compartimento circular un largo estandarte, con el símbolo del Aquila Palatina en el. El símbolo del imperio. "Buena suerte, si necesitan ayuda aquí estaremos"
Harper tomó el estandarte entre sus dos manos, aunque pesaba un poco, podía con él sin ayuda. "Xoe tu eres la que sabe el idioma, necesito que traduzcas por mi" hablo, mientras se adentraban hacia la aldea
"Si señor" simplemente respondió
Para los aldeanos de Coda este era un día como cualquier otro, levantarse para trabajar y ganarse el pan. Pero todo cambio cuando tres individuos con extraña armadura verde y ropa de un amarillo un tanto oscuro entraron en su localidad.
Los más alarmistas se adentraron sus hogares y cerraron las puertas, preocupados por sus hijos y sus propias vidas.
Pero el anciano líder de la aldea suspiró, sabiendo que debía recibir a estas personas
"Salve ¿puedo saber quienes son?" Un anciano pregunto, acercándose a los miembros de la guardia, el pelinegro por cualquier cosa, le quito el seguro al lasgun
"Ha preguntado quiénes somos" Xoe le dirigió a su líder el cual sostenía el estandarte en el suelo
"Somos miembros de la guardia imperial, ¿es este el líder de este pueblo?"
Xoe le pregunto al anciano lo que Harper dijo, a lo que asintió "Si, esta es la aldea de Coda... ¿ustedes vencieron al ejército imperial y a la coalición no es así?"
La pelirroja tradujo, y Harper dijo en un Senderano decente "así lo hicimos" en anciano estaba intimidado bastaba decir. Estos hombres y mujer habían matado a los más fuertes Guerreros que había visto jamás, y no se jactaban de ello, era como si ni siquiera los considerasen dignos de admiración o de temer
"Aunque sabía que tarde o temprano iban a ser derrotados..." Trago saliva, atreviéndose a preguntar "¿P- puedo preguntar... qué pasará con nosotros?"
Cuando Xoe le tradujo esa pregunta, le pidió ayuda a ella y a su viejo amigo, con el estandarte. Los tres lo cargaron hasta lo que parecía ser el centro de la aldea "¡Coda ahora y para siempre forma parte del imperio de la humanidad, los que sean leales verán la luz del emperador, los traidores sufrirán destinos peores que la muerte!" Harper grito, los tres miembros de la guardia imperial levantaron el estandarte y lo clavaron con fuerza al suelo, asegurándose que se quedase enganchado a él.
El aquila estaba victoriosa sobre Falmart.
El último de ellos había muerto, la apóstol Rory Mercury había estado matando a algunos bandidos que acechaban por los bosques de las aldeas, los rumores de su brutalidad, sed de sangre y violencia abusiva fue suficiente para llamar la atención de la apóstol. Y vaya que hacían alusión a su fama, no eran saqueadores y bandidos normales, eran rápidos, ágiles y muy fuerte
Rory suspiró "ese era el último" cuando decapito al último saqueador, la cabeza de este rodó hasta sus pies, la cara se le había petrificado al hombre, pero algo que le llamó la atención era lo que le había pasado antes, este hombre se había mutilado a sí mismo, para grabarse un símbolo de ocho puntas en toda la cara
"Debe haber más de donde salieron estos..."
Mercury pateo la cabeza, mientras que recordaba las últimas palabras que soltó, unas muy buenas, y unas que quizás adapte a Emroy alguna vez...
"¡Sangre para el dios de la sangre, cráneos para trono de los cráneos!"
Ya. Valió. MADRES
Por cierto este es el Leman Russ Exterminator
Una variante que se especializa más en la infantería que en otra cosa
Se que no es el método de transporte más eficiente, pero es lo qué hay
Dato, Duran si sabía como se llamaba el color del uniforme que portaba Gladwayne y su acompañante (que por cierto fue un infierno buscar el nombre del color del uniforme) que es el caqui
me alegro de saber que disfruten de esto, a pesar de que sufre de varias fallas
Chao
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top